Inicio.

Después de que los otros tres mundos desistieran de intentar gobernar céfiro, y lucí fuera el nuevo pilar y decidiera que céfiro se regiría del amor de todos sus habitantes, las tres chicas habían regresado a sus actividades normales. Incluso comenzaban a olvidarse de lo que una vez había sido el mundo que ellas habían amado.

Anaïs y Marina seguían sus vidas como de costumbre rara vez regresaba a su mente céfiro, tenían dos años que no sabían nada de él.

Lucí era la única que seguía pensando en el, que había ocurrido con el mundo que una vez les abrió las puertas, para conocerse ellas mismas, incluso entre ellas se había dificultado el verse y poco sabían una de las otras.

Era una de las tardes de julio, las lluvias comenzaban a llegar y pintar de color verde todas las plantas. Lucí estaba sentada en las pequeñas escaleras de madera donde arrogaba la bola a hikari cada vez que la traía.

Estuvo toda la tarde sentada pensando en lantis, Marina y Anaïs en céfiro y a todos los que había conocido allí, sinceramente les extrañaba, tomo su celular y busco los números de Marina y Anaïs, comenzó a escribir un mensaje y los envió a ambas. Suspiro pesadamente y cerro la puerta de la entrada de su casa.

Cepillaba su largo cabello azulado escucho el timbre de su celular, en especial ese día no dejaba de sonar. Torció la boca y se levanto malhumorada a tomarlo, a penas lo vio, una sonrisa triste se dibujo en su rostro.

La fotografía de las tres una vez que salieron, soltó el cepillo en su cama y leyó el pequeño mensaje que estaba escrito por lucí.

-Hola, chicas como están? Espero que este de lo mejor, les invito a la torre de Tokio, hay un pequeño restaurant ahí, hoy a las 6 les parece espero verles pronto se despide lucí.

-Lucí siempre pensando en mantenernos unidas-pensó la peli azul.

Estaba repasando el último párrafo de el temario para su examen que tendría en algunos días de ingles, su celular le distrajo y lo tomo justo en el momento en que el mensaje de lucí llegaba. Sonrió con melancolía y tomo su abrigo antes de salir.

-Mama hoy saldré con unas amigas-menciono Anaïs

-Si pero no llegues tarde –le pidió su madre.

-Claro, gracias mama-contesto antes de salir.

Tomo un paraguas y lo abrió, las gotas caían a su alrededor, aquel día era muy raro, al menos al punto de ella y ninguna persona parecía darse cuanta de lo que estaba ocurriendo, camino lentamente por las calles. Una fuerte ráfaga de viento, le recordó a su mashin windam pensó en céfiro y lo mucho que le extrañaba y un pensamiento vino a su mente Como estaría ferio Tendría novia o ya la había olvidado por completo. Pudo divisar a lo lejos la imagen de su mashin y céfiro…

Se quedo mirando, ¿podría ser que céfiro les necesitase de nuevo? El viento que la rodeaba traía cada momento que había pasado en céfiro y comenzaba a inquietarse, tal vez podría ser el mensaje de lucí, tal vez el encontrarse de nuevo había despertado en ella sus recuerdos.

Cerró sus ojos fuertemente y comenzó a caminar más rápido.

-Estoy imaginando- se dijo a si misma. Faltaban unas cuantas cuadras para llegar así que continúo

...

Corrió bajo la lluvia, su cabello se estaba mojando, ahora cuidaba un poco mas de ella, después de haber creado a nova, tenia que amarse o de lo contrario tal vez podría volver a pasar eso. Pero esta vez no estaba en céfiro. Ya no más.

Se coloco bajo el techo de una casa para no mojarse, sintió un calor, que le protegía del frio que la rodeaba, el mismo calor que había sentido cuando encontró a rayeart, sonrió cansadamente y contemplo el cielo nublado. ¿Por qué no había podido regresar a céfiro? Y ahora sentía que algo le faltaba, que algo haya le llamaba, no sabia que estaba pasando con ella o tan solo era que le extrañaba.

Por ello había querido reunirse con las chicas, para comprobar si en realidad ellas, sentían lo mismo, si ellas se sentían incompletas, al menos ella se sentía así. El calor desapareció y miro hacia la esquina.

Comenzó a correr para llegar a la torre de Tokio, lo más rápido posible. De pronto se sintió empuja, callo en un charco de agua, cerro los ojos por inercia. Y solo alcanzo a decir disculpe.

-Lucí- escucho su nombre y abrió los ojos mas rápido. Frente a ella una muchacha de 16 años, su pelo de color rubio, ojos verdes, de estatura mediana y piel morena clara.

-Anaïs- menciono, sin duda se sentía extraña mencionando su nombre, la rubia estiro su mano para ayudarle a parar. Tomo su mano Anaïs miro el contacto entre ellas y sonrió.

-¿Estas bien?- pregunto sus ojos verdes se encontraron con los de lucí. Aun así se sentía extraño.

-Si- fue la respuesta de la peli roja.

El calor y protección que ofrecía el automóvil de su familia, quien era conducido por un señor mayor de edad era reconfortante. Miro la lluvia, la forma de caer y todo el desastre que seguramente estuviera causando, aquella tormenta de julio, seria mayor.

Le recordaba los días en que céfiro se estaba destruyendo. Sonrió para si misma y se pregunto ¿Por qué se preocupaba en pensar en ello? Si al final todo había salido bien. Después de derrotar a debonair no había podido regresar a céfiro, por mas que quisieran algo se los impedían y poco a poco habían perdido el interés de seguirlo intentando.

El semáforo se puso en su color rojo, miro por la ventana intentando distraerse con algo, mientras el tiempo pasaba, puso su mano en el vidrio y vio su reflejo, había cambiado mucho desde entonces. No era la misma. Tal vez nunca volvería a ser la de antes. Miro su cabello azul, y sus ojos tan profundos como el azul del mar, su reflejo cambio rápidamente y pudo ver a su mashin…

-Ceres- murmuro. Abrió la puerta y bajo del auto.

-Señorita marina- grito su chofer.

Corrió bajo el agua, intento alcanzar lo que parecía el reflejo de Ceres, aparecía en cada charco de agua.

-Ceres- grito.

No había nadie en la calle, ¿Por qué Ceres intentaba comunicarse con ella? ¿Pasaba algo malo en céfiro? Pero ella había intentado olvidar lo ocurrido allí.

Resbalo en un charco y callo de rodillas. Vio el reflejo se su mashin, y después vio el suyo. Había desaparecido. Se sintió triste no sabia porque, sintió como alguien tapaba las gotas que caían sobre ella. Se giro para encontrarse con su mayordomo.

-¿Se encuentra bien señorita?- susurro a su lado.

-Si, estoy bien- contesto- Regresa al auto creo que me iré caminando a la torre de Tokio.

-Pero… señorita- contesto.

-Por favor has lo que te dijo-menciono marina.

-Permítame entonces dejarle mi paraguas-

-Esta bien, gracias- marina se miro por última vez en el charco de agua, vio sus ojos y espero que apareciera mas no lo hizo, se levanto cansada por la posición en la que estaba y siguió su camino.

Hola!

De nuevo les pido que sean pasientes los que quieran leer mis procximas publicaciones de saint seiya están un poco suspendidas ahora, porque quiero regresar con todo. Mientras me distraigo dejándoles otra caricatura de mi infacia las guerreras mágicas. Ya revise bien y me faltan 3 fic de saint seiya, este 1 de gundam wing y otro de los x- men asi que esperolos con animo hare lo mas posible por subierlos lo mas pronto mientras tanto termino los demás subiré este. Dejen comentarios patadas todo lo que quieran es bien resivdo