Abrí lentamente los ojos para que se acostumbraran a la luz que se esparcía por todo mi cuarto. Me pare y comenzó a cambiarme para bajar a desayunar porque el estómago me rugía sin cesar.

Hacía ya algunos días que mi padre había echado de la casa a mi hermanita y aunque estaba muy enfadado con él por no haberla escuchado tenía que aguantarme porque él era igual o más terco que Bella y no podría hacerlo cambiar de opinión.

En cuanto acabe de desayunar me fui directo a ver a mi Rose y hablar con mi hermana.

—Hola amor—salude a Rose mientras pasaba.

—Necesito hablar con Bella ¿esta? —pregunté.

—Si está en la casa del bosque con Edward.

—Me acompañas a verla necesito saber cómo esta.

—Claro vamos.

—Emmett debes ser muy paciente con tu hermana lo que le paso no es nada de superar— comenzó Rose mientras caminábamos por el bosque.

—Si soy consciente de ello pero te juro que tengo miedo, miedo de que ella no se recuperar de que no lo pueda superar. —contesté—No sé qué decirle ni que hacer para que ella se sienta mejor para que vuelva hacer la misma de antes. —volví hablar pero ahora desesperado.

—Emmett espera—pidió Rosalie deteniéndose —Tu sabes que a mí me paso lo mismo que a Bella y yo te puedo decir que ahora se á de sentir confundida y ahora más que nunca por lo que paso con tu padre. Tú solo apóyala que sepa que estás ahí para ella sin importar lo que pase.

—Gracias Rose por estar aquí conmigo en estos momentos no sé qué haría sin ti.

—No me agradezcas Emmett soy tu prometida y creo que es mi deber además lo hago con gusto porque te amo y porque Bella es mi amiga.

No dijimos nada más y seguimos caminando dejando que el aroma a naturaleza nos relajara.

Tocamos la puerta y esperamos a que nos abrieran.

—Hola Edward—salude en cuanto abrieron.

—Emmett, Rose que bueno que están aquí.

—Venimos a ver a mi hermana se podrá.

—Claro pasen le dará mucho gusto verlos—aseguro mientras nos dejaba pasar. —Está en el cuarto pasen—continuó.

—Ve Emmett yo te espero aquí—dijo Rose.

—Rose…—trate de replicar pero ella me interrumpió

—Emmett recuerda lo que hablamos.

Toqué levemente la puerta pidiendo permiso para pasar, pero al ver que Bella no contestaba abrí sigilosamente la puerta.

Cuando tuve una mejor visión de la habitación me di cuenta de que Bella estaba recostada de lado en su cama haciendo que el pequeño bultito de su vientre resaltara más.

Cuando estaba a punto de salir ella me llamó.

—Emmett—Pronunció con voz adormilada.

—Hola pequeña, lamento haberte despertado.

—No te preocupes no estaba dormida. —afirmó incorporándose hasta quedar sentada. —Qué bueno que has venido te he extrañado tanto.

— ¿Cómo está mi padre? —cuestiono tímidamente.

—Bien Bella, él está bien, pero te aseguro que nada tranquilo por haberte echado de la casa—enfaticé molesto.

—Emmett no debes estar molesto con papá él tiene razón en haberse molestado conmigo, todo fue mi culpa tal vez si yo no…

Qué no podía creer lo que Bella estaba diciendo, se estaba echando la culpa por lo que había pasado para justificar a mi padre.

— ¿Qué estás diciendo Isabella? Claro que no es tu culpa y no quiero volver a escucharte decir eso, ¿entendido?

Bella agacho la cabeza y pequeñas lágrimas mojaban las sabanas.

—Oh bella no llores por favor, no me gusta verte triste.

—Estoy desesperada Emmett no sé qué hacer, todo esto es demasiado para mí, día a día trato de olvidar lo que paso de empezar de nuevo pero no puedo, todas las noches sueño con él con lo que paso y me despierto sobresaltada y llena de miedo.

—Bella recuerda que la psicóloga dijo que era normal que esto iba a llevar su tiempo. —explique tratando de tranquilizarla.

—Si lo sé pero si Edward se aburre y se va de mi lado—sollozo más fuerte al pronunciar aquellas palabras.

—Eso no pasara puedes estar segura de que Edward siempre estará a tu lado—susurre para después abrazarla. —Ahora duerme te prometo que yo estaré aquí contigo hasta que te duermas como cuando eras pequeña y soñabas con el coco—sonreí ante aquel recuerdo.

Después de algunos minutos mi hermanita logro quedarse dormida. Me quede observándola por largo rato, me sentía enojado por no haberla podido proteger de James por haber permitido que le pasara esto. Pero juro que haría pagar por todas y cada una de las lágrimas que mi hermana había derramado, lo juro.


ola niñas aqui estamos de nuevo. yo se que es muy corto pero no tenia mucha inspiracion. espero contar con su comentario