Always need you by my side¨

Como la potencia mundial que eres, jamás se te pasó ni por un instante por la cabeza. Tu lo sabes, con ese rol de hacerte el héroe por cada rincón del mundo, ser admirado y temido por millones. Si, tú… América. No tienes comparación. Tantas batallas ganadas, tanta gente sometida, tanto dinero… tanto poder. ¡Ah si!, no hay mejor vida que la que tu mismo te das en tu lecho de Estadounidense. "El dueño de todo"; El centro del mundo. Tus empresas se extienden como plagas por el globo, obtienes efectivo de cualquier recóndito rincón de este planeta, tus películas y productos se venden como pan se vende a los hambreados… Eres felíz, cargas aquella risa escandalosa y fastidiosa por donde quiera que vas- Despreocupado, hiperactivo, siempre contento.

¿Mujeres?, ¿Amores? No te hacen falta. No tienes que mencionar que ya una vez tuviste a Taiwan entre tus manos, dependiendo de ti, comiendo de tus palmas. Una belleza, incomparable de verdad. Hoy estabas soltero, porque realmente no te interesaba… porque a ti solo puede prenderte la necesidad de hacerte notar. Piensas en ti mismo, solo quieres ser siempre y para siempre "El héroe de esta historia"

—Nunca tomas nada en serio. Eres un idiota…—te había dicho una vez Inglaterra. Mirandote con aquellos ojos que, tu lo sabes… a pesar de todo aun se preocupan por ti. —Me pregunto si algún día lo entenderás. El perder a alguien por tu egoísmo.

Tu no comprendiste que lo que antiguo hermano mayor te quiso decir. De hecho te reíste, le diste algunas palmaditas de camarada en el hombro para disfrazar un poco tu mofa, interpretando sus palabras como un reclamo mimetizado por su tristeza desde lo ocurrido el día de tu independencia. Pensaste que era un tontería, como siempre te regodeaste de saberlo todo, y poseerlo todo… ¿Qué puede herirte a ti?. Vuelves a reírte orgulloso de tan solo preguntártelo.. "Yo soy América… soy independiente, no necesito de nadie"

Es por eso que no te lo esperabas.

Después de una de las muchas reuniones con países Europeos, habías regresado a tu continente, a casa. Caminabas con orgullo y dicha, tal y como siempre has caminado mientras otros países vecinos te saludaban, brindándote una "Calurosa bienvenida".

Fue entonces cuando la viste….

—Hello! — le gritaste y corriste hacia ella emocionado. A veces eras tan distraído, no te das cuenta de su estado y tal vez ni siquiera te importa. Lo único que deseas es llegar hacia ella y saludarla. La joven no se mueve, tampoco te mira y es entonces cuando sospechas que algo anda realmente mal… —¡Hey!... —intentas llamar su atención con ese tono tuyo tan despreocupado— ¿Por qué la cara larga?

No responde. Ni una palabra…. Tal vez solo necita ánimos, tal vez solo está de mal humor.

—Sabes. En la juta hubo quien me pidió que te saludara. España te dice "Hola querida, quiero que volvamos a estar juntos". Ah, por cierto; Francia se pregunta si algún día querrías ir a ayudarlo con la limpieza. Ya sabes, le conté lo magnífica que eres para….

No eres capaz de continuar. Aquella fuerte bofetada te quita el aliento. El ardor en tu mejilla es poderoso. México del sur, de algún modo siempre ha sido fuerte sin importar su posición… Tus pupilas azules se dilatan y puedes ver la faz de ella, viéndote con rencor y zozobra. Susurras su nombre, impresionado, no por el dolor que ya desaparecía, sino por el atrevimiento de la mexicana a pesar de estar consciente de a quien estaba desafiando, contra quién se estaba metiendo…

—Debiste haberme eliminado antes de permitir que aprobasen esa ley…—murmura ella y sus ojos son de fuego— Después de todo lo que mi hermano y yo hemos hecho…. Después de todo tienes el descaro de…— ella no puede continuar pero sabes perfectamente a lo que se refiere

Te pones tenso. Ahora lo recuerdas… la plática reciente que habías tenido con Arizona. La ley aprobada… esa ley…. Aquella que prohibía el acceso de ella a tu propia casa. Te había resultado una tontería trivial, pues tú jamás analizas las cosas con claridad. Pero, de algún modo u otro… hoy te sentías arrepentido y culpable, después de todo México del sur era tu vecina… la persona que, junto con su hermano- México del norte- se habían empleado en tu propia casa, la gente que hacía los trabajos que por orgullo y vanidad tu jamás te atrevías a realizar…. Ella era tu camarada, casi tu hermana….

…Ella era más de lo que alguien cercano podría esperar de ti.

—María —la llamaste por su nombre, realmente arrepentido — No tenía idea de que… no pensé que…

—Claro que no lo pensaste— te remarca — Después de todo, ¿Quién soy yo para ti?.

… Qué es María para ti, que significa ella para el gran Estados Unidos. Por primera vez te lo preguntas.

Pero ni México entero ni María tienen tiempo para tu meditación. Ella se aleja de ti sin más. Tú te quedas pasmado, con el semblante invadido por la preocupación. Hay tan pocas veces en que se te recuerda con una cara verdaderamente abatida y agradeces encontrarte ahora ya sólo…. Nadie tiene porque verte así.

Culpable y meditabundo. Vuelves a preguntarte que significa ella para ti. Y un sin número de recuerdos regresan a tu mente. Tantos que no cuentas con el tiempo suficiente de remarcarle la importancia sentimental que cada uno carga para tí y explicárselos, o mejor dicho… confesarselos a México.

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Años 1600.

Inglaterra no está. Y aquel pequeño niño poseedor de los ojos azules celestes suele sentirse sólo en la ausencia de su querido hermano mayor. Le asustan los espacios amplios y vacios, la soledad nunca ha sido algo fácil con lo cual lidiar. Y mucho menos cuando constituyes unas cuantas y minúsculas colonias, incapaces de defenderse por sí mismas…. En ese tiempo era sencillo para América aceptarlo; no existía alguna vergüenza el asegurar que él extrañaba, quería y sobre todo NECESITABA de Inglaterra.

Recordando a su cariñoso hermano mayor. Los pequeños ojos del niño se cristalizaron. Lágrimas pequeñas salieron de estos mientras el niño las limpiaba con sus brazos sin lograr que estas cesasen. No había nadie así que no valía la pena esconderse-. El nivel de las aguas subió cada vez más hasta que se encontró a si mismo gritando el nombre de Inglaterra entre lloriqueos y lamentos de solo un pequeño era capaz de emitir

—Shhh… Niño, ya no llores por favor— la voz aguda de otra persona se escucha y América interrumpe su lamento para observar a la niña de tez trigueña y cabellos morenos atados en una graciosa transa. Aquella criatura no podía ser demasiado grande. Unos cuantos años y dos centímetros mayor que él… Y aún así, el solo verla la había dejado cautivado, olvidando el llanto y la desolación de un momento a otro; —Si sigues llorando de ese modo harás que me encuentren —aclara la pequeña, escondida en uno de los muchos arbustos que ahí se encontraban.

—¿Quién te va a encontrar? — la curiosidad asalta a América.

—España. Mi hermano mayor— confiesa — Últimamente me ha estado quitando mis cosas y se las lleva con él. Ya no quiero que me quite más y por eso me escondo.

—¿Entonces. No soy el único niño colonizado en América?— una chispa de ilusión desborda en los ojos del pequeño América.

—No. Yo he vivido aquí desde 1521.

—¡Que alegría! — la euforia que embarga al niño es grande. De repente ya no se siente completamente solo. En un arrebato de felicidad toma a aquella niña entre brazos, dando brincos y riendo, lleno de alegría. La pequeña niña se queda estática, sin saber exactamente como reaccionar A demás de que ahora su plan de esconderse de España esta total y completamente arruinado.

—Hey, Hey…y ¿Quién eres tú? Nueva amiga.

—Soy México…

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Es mi primer ficc de Hetalia Axis Powers. Y sí, he caído en el OOC pero no puedo evitarlo. MI patriotismo me ha obligado. Aunque una cosa si dejo claro… será el primero y el último ficc en donde incluyo un nuevo personaje. Cuando terminé tal vez me pasé a Inglaterra *-*

Espero que les haya gustado. Un abrazo.

Sayonaraaaaaaa!