Capítulo 4: Café para dos.

Harajuku a veces no es como lo pintan; los extranjeros siempre la etiquetan finamente como uno de los lugares más habitados diariamente y vestidos como en un cuento de hadas. Pero aquello era mentira, no siempre esta tan lleno de gente, y sólo los fines de semana se visten a como la gente se le antoja para quitar estrés de tanto trabajo para pasar un rato agradable con las amistades. Traía puesto un abrigo verde bandera que cruzaba con botones grandes, su cabellera ahora arreglada hacia un lado, con botas negras al igual que unas medias negras. Se apresuraba donde iba a ser la sesión de fotos.

El viento frío se hizo presente, era posible que nevara, y lo cual le vino a la mente que tenía qué comprar regalos de Navidad para sus amigos, Navidad sería dentro de 4 días. Una sonrisa vino a la mente ya que todos estaban de vacaciones salvo algunas personas como Sen, o como los que trabajan duro por la temporada fuerte de invierno.

Y bien ¿qué sucede ahora hoy? Se preguntó mentalmente tomando las escaleras subiendo hacia un edificio de publicaciones y le daban instrucciones de a donde dirigirse; no pudo dormir nuevamente, comenzaba a hartarse de esa rutina. Y más que nada, era desesperante que todo se debía a la llegada de una persona que, por ahora, sentía que no quería ver ni en pintura.

No después de tanto, ¿qué no le bastaba acaso a Tsubasa…? Quedó callada al recordar que no debería pensar en ese nombre tampoco, era demasiado cínico, ¡mira qué proponerle matrimonio! ¡Y mira también en qué circunstancias! Por ahora sólo quería un tiempo sola, necesitaba pensar en su trabajo, comprendía un poco mejor a Kumi cuando esta le dijo que se sentía incómoda con las prácticas de los chicos; debía darle la razón esta vez: ¿Cuándo a ellos les importó lo que ellas hacían? Yayoi trabajaba en la compañía de su padre mientras Yoshiko estaba también en un puesto de secretaria-con un poco de ayuda de Yayoi- y parecía que ambas habían encontrado el trabajo perfecto, o lo suficientemente bueno para dejarles algo de ganancia.

Sin embargo, ella quería más; ¿recuerdan las veces en que él-que-no-debe-ser-nombrado decía querer irse a Brasil con su eterno entrenador para cumplir sus sueños y que toooooodos lo apoyaron ciegamente, y que al final sólo se fue él y nada más que él? Bueno, si a ella le preguntan: ella quería hacer lo mismo, ir lejos, ir más allá de las expectativas, ¿qué acaso no podían entenderlo? Recordó cuando una vez Ishizaki también se burló de ella frente a todos los del equipo diciendo que no creía que la habían llamado para una pasarela de modas ya que alguien "enojona y gruñona" no podía estar en aquellos eventos, eran para gente "bonita" y que ella no lo era.

Bajó del ascensor en el piso número 12 dirigiéndose a la sala de juntas, sin embargo, alzó una ceja, todo eso…no parecía un lugar como para tomar fotos ¿se habrá equivocado de lugar? Sacó su agenda, pero sólo confirmó que estaba en el lugar correcto, entonces ¿los demás?

En una sesión de fotos normalmente ves a personas corriendo por si se les olvida cosas, o revisando último detalles pero en esta ocasión sólo eran personas que a través de los cristales en aquellos cubículos pequeños y separados, hablaban ya sea por teléfono o hacían otras cosas en sus lugares.

Una chica de cabellos cortos negros y de conjunto sastre se le acercó.

.- ¿Señorita Anego Nakazawa?- le preguntó.

.- Sí.- dijo ella quitándose las gafas, un poco apenada, había olvidado que las traía puestas, y por otra parte odiaba su nombre, pero bueno, no había mucho qué hacer por aquello.

.- La esperan en la sala F, sígame por favor.- le indicó la chica.

No entendía nada, ¿qué no se suponía que en estos momentos era que le dijeran lo que se iba a poner y quién la iba a arreglar? Se limitó a permanecer en silencio siguiendo a la chica que no dijo su nombre. La llevó al fondo del pasillo y continuaron unos pocos salones más hasta que la joven le dijo que tenía qué sentarse a esperar a que le llamaran, invitándola a la vez a tomar asiento en uno de los sofás; ya que frente al aula había una pequeña sala de estar.

Al cabo de unos 5 minutos de espera, se asomó por la puerta una chica (pequeña de estatura) y de cabello ¿rosa atado en dos coletas altas? No quiso preguntar, sólo la vio por que ella la miraba fijamente, y finalmente salió hasta mirarla arriba abajo-y ella como quiera seguía sentada- De modo que ¿la, chica, vestida de lolita la inspeccionaba por algo? Le tomó de la mano y le decía con señas que pasara al cuarto.

.- Oye, espera, ¿qué sucede?- le preguntó Sanae pero no hubo respuesta, la empujó hasta llegar a una sala amplia, aunque en su interior sólo había una mesa alargada y sillas de un toque rústico en estas.

No entendía nada pero en la sala alcanzó a divisar también que de las paredes habían portadas de revistas impresas en tamaño cartel y enmarcadas, así como también decorado en colores neutros, todo combinaba con todo. La chica pelirosa que le había llevado hasta ahí se fue del lugar dejándola con Sen-que la reconoció- y con un chico alto, de cabellos cortos azules que vestía de un traje sastre de color beige y líneas negras, de no ser por sus rasgos en los ojos, habría jurado que no era de Japón pero su sorpresa fue otra. El chico la miró sin discreción de arriba abajo haciéndola sonrojar. Se acercó hasta donde estaba ella y como si nada comenzaba a verla también por espalda, costados.

.- Así que, ella es Anego Nakazawa, tiene 20 años y mide 1.76 cm.- dijo el chico en una voz muy grave lo cual Sanae levantó una ceja—Unos zapatos de tacón solucionarán tu altura…- escuchó que murmuró el joven.

.- Ella prefiere que le digan Sanae, ¿verdad? Descuida Sanae, él es George; él es dueño de la marca Paradise Kiss y un diseñador famoso en Estados Unidos…me llamó para decirme que ocupa una chica, no sólo modelo, sino para un evento, escúchalo por favor.- le dijo Sen, aunque Sanae la miró extrañada frunciendo el ceño…conocía bien a la extranjera, algo había de más en esas palabras.

.- ¿Paradise Kiss? Pero ¿no es donde debutó…Hayasaka Yukari?- le preguntó Sanae mirando al diseñador que miraba a otro lado como si no importara y es que ella sabía un poco de esa historia, la misma Yukari se lo había contado.

.- Yukari tiene otros planes, esto no es una petición cualquiera y espero lo consideres.- la voz de George sonaba tan firme y decidida que daba miedo.

.- Y de hecho…Sanae, yo también espero lo consideres muy bien, podría decidir tu futuro para bien.- le dijo una muy seria Sen y la modelo sólo asintió.

.- Miss Universe Organization, es un título de belleza femenina. También se conoce así al certamen que lo confiere y que es realizado anualmente, juzgando la belleza integral, la seguridad, la inteligencia, la elegancia, el porte y la pose de candidatas provenientes de diferentes partes del mundo. En enero del siguiente año en el Centro de Convenciones Shibuya, se elegirá a la nueva representante de Japón…quieren que participes.- le dijo George.

¿Cuántos minutos pasaron? ¿2…3…10? Sanae estaba impactada, anonadada, ¿habrá escuchado bien? Pero…miró a Sen y esta estaba de brazos cruzados todavía muy seria: no, no era una broma.

.- ¿Yo? Pero, ¿por qué yo? ¿No quedaría mejor Kinomoto, o la misma Hayasaka?- preguntó tímida Sanae pero George negó.

.- Hayasaka está por casarse en estos días, lo cual es contra las reglas y Kinomoto no representa meramente una visión de este concurso; tú eres la indicada.- le dijo George con una sonrisa.

.- ¿Pero…quienes quieren que participe?-

.- Los del concurso…Donald Trump* te ha visto en varias páginas vía Internet y revistas que han llegado a las ediciones americanas de Vogue y otras revistas; y también yo.-

.- ¿Eh?- no entendía Sanae.

.- Estoy a cargo de todos los trajes que saldrán, tanto casual, como traje de baño y vestido de gala; ése es el motivo de esta visita, además será la primera vez en el país que se haga este evento, el primero de más de 50 años.-

Sin embargo no era suficiente, su corazón comenzó a agitarse, nunca pensó que esto podría ser posible, ¿enserio estaba pasando? Fue entonces cuando sintió un brazo en su hombro y observó unos ojos verdes que la miraban preocupada.

.- Es tu decisión como quiera Sanae, pero piénsalo bien, no a cualquiera se le da una oportunidad como esta y piensa en todos los beneficios que podría traerte, estás brincándote un certamen completo.- le dijo la mexicana.

.- ¿Y eso no es trampa?- preguntó Sanae y Sen negó.

.- No hay suficientes candidatas que cubran de lleno los requisitos, en cambio tu porte y tu experiencia en modelaje es lo que te ayudará a quedar seleccionada. Sería trampa si ya quedaras como la representante del país, pero no es así. Te evaluarán como a todas.-

.- Pero, yo…yo no soy tan bonita, ¿no estoy obesa para las medidas que piden?- le preguntó Sanae como si estuvieran locos pero George se rió.

.- Sí que eres divertida; no estás obesa, estás dentro, además estarías bajo mi tutela y te garantizo que serás seleccionada.- le dijo el diseñador, sólo le faltaba el tintineo con sonido en su mirar.

.- Yo…yo.- continuaba diciendo la chica y Sen miró a George.

.- Tengo entendido que te dijeron que hoy iba a ver una sesión de fotos; no habrá sesión, al menos no aquí, iremos a casa de Sen, ahí está el traje que quiero te midas.- le indicó George dirigiéndose a lo que era un perchero tomando un abrigo de piel negro y un sombrero que hacía juego.

Sen también había tomado su abrigo rojo y se lo colocaba mirando a su amiga que la miraba todavía extrañada, como ida, suspiró largo y observó que Sen le tomaba nuevamente de los hombros.

.- ¿Todo bien? ¿Qué pasa?- le preguntó Sen con una sonrisa.

.- Todo esto me parece tan, repentino…¿cómo es que?- no sabía si gritar o reírse o llorar; se detuvo cuando la mexicana entendía el punto.

.- No te preocupes; nadie se enojará contigo si decides entrar, Sanae, esta es una oportunidad increíble ¿la dejarás pasar o la tomarás?- le dijo Sen en voz suave, como tratando de que ella entendiera el mensaje.

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.- Sanae, ¿vas a cenar algo?- le preguntó Yayoi tocando la puerta de su habitación, desde que llegó la chica sólo se había encerrado y no dijo palabra alguna.

.- Bajo en un rato más.- dijo Sanae, quien estaba en su cama de costado tomando su almohada y dispuesta a descansar, pero seguro Yayoi seguiría ahí.

.- Si ocupas algo…estaremos en la cocina.- murmuró Yayoi, no sabía cómo lidiar a veces con Sanae, pero lo mejor era dejarla sola.

"¿La dejarás pasar o la tomarás?" Y cómo no entender el mensaje que le estaba diciendo. Suspiró fuerte, aún no podía creer lo que había pasado el día de ahora, había sido largo, ¿cuántas sorpresas deparará el futuro? Ya su vida había dado un giro completo y ahora con esta propuesta enfrente, ¿qué hacer?

Llámenle loca o lo que sea, tal vez sí necesita después de todo una camisa de fuerza al no saber responder con rapidez si participaba en el evento o no, pero es que, en su interior, algo estaba impidiéndole aquello, ¿será que Tsubasa tenía algo que ver? Cerró los ojos tocándose las sienes ya que el agua era más clara, por supuesto que tenía que ser él. No daba tiempo para asimilar todo lo que estaba pasando, desearía por unos instantes no tener qué llevar tanta carga emocional.

Se levantó dirigiéndose a su escritorio donde estaba la computadora encendida y al lado del teclado, una carta abierta del evento que le dijo George que contenía las siglas en rosa de éste, y en su lectura con tipografía elegante donde mencionaba los requisitos para participar.

1.- Ser de nacionalidad Japonesa y del género femenino por nacimiento.

2.- Ser soltera.

3.- No haber sido madre, ni estar embarazada.

4.- Tener de entre 18 a 25 años de edad.

5.- Estatura mínima de 1.70 cm.

6.- Facilidad de palabra y expresión corporal.

Leer todo aquello la hizo sentirse mareada; le pareció que eran muy estrictos con todo aquello pero, aún estaba preguntándose en su cabeza a cada rato si de verdad la habían seleccionado a ella, ¿no sería mejor en dado caso Ryusaki? Pero no se podía aquello, había olvidado que estaba comprometida así que con eso no podía contar, y Kinomoto; bueno no quería llevar más la contra a George, viendo la hora, era temprano, ¡wow! Hoy no había recibido noticias del innombrable, pues ¡qué mejor! Así podría estar un tanto tranquila. ¿Pero qué iba a hacer ahora? No compró los regalos de nadie por que no dio tiempo después de la sesión-que fue en casa de Sen y le midieron un vestido de color verde esmeralda con corsé y todo lo que a George le encantaba- y no quiso salir con nadie, tal vez debería estar sola un tiempo.

Decidió entrar a su cuenta para ver quién estaba en línea, sólo vio un par de personas; una era precisamente Kinomoto pero estaba en Ausente y otro que hacía mucho tiempo no le veía en línea: G.W.

.-Hola, ¿y eso que te conectas?- le preguntó Sanae y que al poco rato observó que le respondía.

.-Platico con mi papá…- fue lo único que escribió el portero.

.- Oh, disculpa si te interrumpí.- le dijo Sanae.

.- Descuida, ya no estamos hablando, ¿y eso que tú me saludas?- le preguntó Genzo.

.- Hacía tiempo que no hablábamos, y bueno también estoy un tanto aburrida.-

.- O sea ¿me hablas para que te entretenga? Ay Anego.- se burló el chico.

.- ¡No me digas Anego!...Oye Genzo, ¿has visto a Tsubasa?- que aunque no quiso del todo preguntarle, la curiosidad ganó, aunque tardó varios minutos para enviar el mensaje.

.- Salió desde temprano a su casa con Misaki, no han llegado…¿todo bien entre ustedes? Tsubasa no se veía muy feliz en la mañana.-

.- Pues, no sé, ¿cómo no muy feliz?-

.- Cabizbajo, casi no hablaba…¿tú estás bien?-

.- Supongo…tuve un día pesado.- colocó finalmente en el mensaje.

.- Muchos de vacaciones, otros en la nieve, pero tú: trabajando, ¡mírala nomás!- le escribió Genzo lo cual le provocó una sonrisa amplia a la chica.

.- ¡Claro! Es mejor que estar en mi casa rascándome la panza…aaay, tengo que comprar los regalos de estas chicas mañana, ¿qué harás en Navidad?- le preguntó Sanae sintiendo curiosidad esta vez pero hacia el portero.

.- No tengo planes, aunque Misugi me preguntó que si se podía hacer una fiesta en mi casa, le dije que si pero ya no me ha dicho nada, pero conociéndolo caerán de sopetón. ¿Y tú?-

Sin embargo Sanae quedó embelesada, otra vez ese malestar estomacal…

.- Iba a ver a mis papás pero fuera de eso…nada más.- escribió, observó que el portero escribía algo y que tardaba.

.- Sanae ¿qué tienes?-

Otra vez odio y dolor vino, ¿por qué será que todos le preguntan por eso? Sin embargo no estaba enojada con él, sólo estaba siendo amable…

.- Estoy bien, gracias por preguntar.-

.- ¿De verdad? Rara vez hablamos por aquí, y rara vez hablamos en persona pero sé identificar cuando algo te sucede, y ahora es uno de esos momentos, ¿Tsubasa te hizo sentir mal?-

.- No, pero tampoco quiero hablar de Tsubasa.-

.- Entonces ¿qué pasa?-

.- Sólo…es una decisión difícil…que tengo que pensar muy bien.- le dijo Sanae.

.- ¿Estás embarazada?-

Esto hizo que Sanae casi se cayera de espaldas, pero se rió ante el comentario.

.- NO, no es eso, tonto.- le escribió riéndose.

.- Ah, menos mal, por que hubiera ido por Tsubasa a darle de golpes.- dijo Genzo, aunque también cayó en cuenta que su comentario fue exagerado.

.- Son cosas del trabajo.-

.- ¿Y no me puedes decir?- le preguntó Genzo.

.- Me da pena.- cosa que era verdad, Sanae aún no cabía en veinte lo que tenía al lado de su teclado.

.- Ammm…pues no sé, ¿quieres que adivine? ¿te llamaron para hacerte una sesión de fotos con ropa interior?-

.- No sería la primera vez.- le respondió Sanae alzando una ceja, lo cual Genzo por su parte, sonrió de lado, aquello no lo sabía.

.- Me rindo, no soy bueno en las adivinanzas, ¿me vas a decir?.- le dijo Genzo esbozando una sonrisa y colocándole la imagen del gato con botas con los ojos abiertos grandes.

.- Te vas a reír.- le escribió junto con una carita apenada.

.- Sanae, por favor, ¿cómo me voy a reír? ¿o acaso es de payasos?-

.- ¿Prometes no decirlo, a nadie?- le preguntó Sanae, necesitaba estar segura.

.- Seré una tumba.-

.-Perdón Genzo…es sólo que…no puedo ni creerlo yo aún.- le dijo después de unos minutos de reflexión.

.- De acuerdo, mira, relájate, descansa, ya está haciéndose tarde y será mejor que vayas a descansar, ¿quieres que nos veamos mañana?- le preguntó Genzo.

.- Pues me vendría bien ayuda para comprar los regalos.-

.- Y eso significa un regalo para mi también ¿eh?- le dijo haciéndola reír leve.

.- Claro, bueno, Torre de Tokyo, a las 8:00 en la entrada principal, no se puede más tarde por que las tiendas estarán a reventar.- le indicó Sanae.

.- Torre de Tokyo…8:00, puerta principal; me retiro Sanae, llegaron Taro y Tsubasa…¿algún recado?-

Sanae parpadeó ante la pregunta…

.- No.- le dijo.

.- Descansa princesa.-

Genzo, como siempre amable, pensó al también apagar el chat y miró su reloj, eran casi las 11:00 de la noche, todavía alcanzaba a cenar algo pero prefirió dormir de una vez. Hoy finalmente tuvo un poco de paz y la iba a aprovechar, ya que para los días venideros se podía sentir un aire de cambios, ahora era pupila de uno de los diseñadores más importantes, y seguro la va a entrenar día con día.

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Tsubasa y Taro llegaron al mismo tiempo a la casa de Genzo, ambos con cosas en las manos, lo que parecían regalos y comida, vieron que el portero tenía la laptop en la cocina donde bebía una taza de chocolate, y que al ver a los chicos se alegró.

.- ¡Hola! ¿cómo les fue?- preguntó Genzo viendo como iban subiendo todo a la mesa, que eran galletas o leche o pan dulce.

.- Las tiendas infestadas, no puedes siquiera caminar.- mencionó Tsubasa visiblemente fastidiado.

.- Pero gracias por acompañarme, no olvidamos nada.- dijo Taro sonriente guardando la leche en el refrigerador.

.- ¿Y no fueron a ninguna otra parte?- preguntó Genzo mirando al capitán que alzó una ceja.

.- A mi casa, ¿se te olvidó? Fuimos a saludar ya que mi papá está en la ciudad y también jugamos un rato con Daichi.- le dijo tomando asiento pero extrañado de tanta pregunta por parte de su amigo.

.- Oh, si es verdad; yo mañana iré a comprar los regalos.- dijo Genzo omitiendo lo de Sanae, no quería tener problemas.

.- Pero si ya compraste los regalos, ¿te faltaron personas?- le preguntó Tsubasa alzando una ceja.

.- Sí, me faltaron; les aviso que el 24 posiblemente hagamos fiesta aquí, para que se preparen también con algo.- dijo el portero cerrando su laptop.

.- ¿Tantas fiestas no?- se cuestionó Taro suspirando, ¿sería bueno ir a ver a su propia madre y hermana en esas fechas?

.- Sí.- fue lo único que dijo Tsubasa mirando a sus amigos.

.- Oye ¿no llamaste en todo el día a Sanae-chan?- le preguntó el número 11 cruzándose de brazos pero Tsubasa negó— ¿Por qué?-

.- Necesita estar sola.-

Aquello hizo que Genzo abriera los ojos de par en par sintiendo enojarse consigo mismo-¿y por qué?- no lo sabía, sólo ganas de golpear a Tsubasa; bueno algo tenía Sanae y era por culpa de su capitán, pero él parecía bastante seguro de sus palabras; el decir "necesita estar sola" es como dar por hecho que ahí seguirá ella por él y eso: comenzaba a fastidiarlo.

.- ¿Y mañana la verás?- le preguntó Taro nuevamente y Genzo olvidó por completo ese sentimiento pues había acordado de ir con ella a comprar los regalos y pues obvio ellos no lo sabían.

.- Creo que Sanae no me quiere ver ahora, sería imprudente estarle llamando.- dijo Tsubasa estirando sus brazos—¿Qué tienes Genzo?- le preguntó Tsubasa que lo veía muy molesto mirando a otra parte.

.- ¿Qué? Nada, pensaba en tonteras.- respondió el portero.

.- Iré a dormir.- dijo Taro retirándose del lugar aunque también sacando su móvil y comenzando a teclear un mensaje de texto.

Al cabo de unos momentos el capitán y él hicieron lo mismo.

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Nevaba poco a poco amenazando con continuar de esa manera todo el día; pero dio el tiempo suficiente para comprar todo, no fueron cosas grandes sin embargo su acompañante-de pantalones de mezclilla azules y un abrigo café, sin gorra esta vez-se había ofrecido todo el tiempo para cargar con todo lo que ella decidió comprar-y sin quejarse-. Llevaban varias horas fuera, pero aún no le comentaba lo que le pasaba, la veía tímida, no hablaba mucho; y no quitaba lo hermosa que se veía. Traía su cabellera atada a una coleta alta con su fleco y algunos mechones fuera, con un bello abrigo color negro que le llegaba a la mitad de los muslos, y sus botas negras eran completas, es decir tapaban completamente sus torneadas piernas largas, y con esa bufanda rosa fuerte, no podía expresar lo diferente que la vio en esos momentos, para terminar su conjunto, unos aretes largos finos de oro blanco.

Realmente era bella, alta, de unos bellos ojos cafés al igual que su cabellera larga castaña pero le gustaba más su cabellera suelta; seguro desprendía mejor el olor a vainilla de esa manera que atada a una coleta. ¿En qué rayos piensas Genzo? ¡Es Anego! Y Tsubasa está loco por ella, y ella, se veía que todavía le quería. Ignorando eso le platicaba él de su viaje en Hamburgo, prometiéndole mostrarle fotos de los paisajes pues ella mostraba estar ansiosa por visitar un lugar así. "¿Por qué, por qué estás tan triste Sanae?" Habían hecho una parada en una cafetería y su mesa estaba junto a la ventana mirando la ciudad, las calles decoradas, todo para celebrar el día de Navidad y Año Nuevo. Ella no parecía querer todavía mencionar palabra alguna del por qué se reunieron ese día; es decir, no sólo los regalos, sino ¿lo otro, no me va a decir?

.- Bien, ya recorrimos prácticamente todas las tiendas de la ciudad, y me has hecho cargar todo esto desde entonces como peón, ¿ahora sí me dirás qué tienes?- le preguntó Genzo mirándola a los ojos fijando cada una de las acciones de la chica.

Ella miró repentinamente su taza, moviendo sus ojos de un lado para otro y mirando a su alrededor, seguía nerviosa.

.- ¡Tú te ofreciste a cargar todo, yo no te tengo como peón!- se quejó la chica un poco.

.- Bueno, eso es cierto.- dijo él riéndose de cómo se molestaba, incluso en ese porte: se veía linda.

.- Pensé que se te había olvidado.- le dijo ella amablemente.

.- ¿De veras me crees olvidadizo?- incluso para sorpresa suya, Genzo se atrevió a tomarle una mano, era suave y fría, pero no la asustó, sólo ella le observó con esos hermosos ojos.

No hubo más palabras de aquella conversación, ella soltó su mano suave de la fuerte y tersa de él para tomar su bolso que estaba en otra silla, en lo que esperaba tomó un trago de su café y miró a su alrededor, le daba la sensación de que había gente mirándolos pero todas las personas del lugar estaban tan concentradas en lo suyo que nadie los miró llegar. Luego su mirada volvió en sí cuando la chica le extendió un sobre blanco, dejó la taza y tomó la carta dando también una mirada fugaz a la chica que ahora sólo sonreía, esa sonrisa no reflejaba nada, no era de emoción, ni satisfacción, pero tampoco tristeza, ¿melancolía tal vez? Extendió el sobre descubriendo un logo rosa en su cabecera-lo había visto en alguna parte- Miró a Sanae que le indicaba que leyera lo demás y eso hizo.

Sanae sólo miraba impaciente para que él dijera su opinión al respecto, o alguna reacción, no sabía: algo, pero que por favor no sea algo malo, consideraba muy serio y maduro a Genzo que si se reía de ella, era por seguro que los demás harían lo mismo, sin embargo Genzo alzó las cejas. A medida que iba leyendo los puntos-debía de ser los puntos- la veía como si calificara en todo aquello y finalmente le sonrió.

Por su parte Genzo no lo podía creer; es decir, Sanae es hermosa, pero ¿qué sucede? ¿por qué no estaba tan feliz?

.- Wow ¡Pues felicidades! No pareces feliz.- le dijo Genzo y ella frunció el ceño.

.- ¿Qué no estoy feliz? ¡Pero si estoy muy feliz!- dijo Sanae encogiéndose de hombros—No suelo ser tan abierta.- le dijo como explicando aquello.

.- Y…¿qué piensas hacer?- le preguntó el portero.

.- Sé lo que has de pensar…piensas que estoy indecisa con esta oportunidad por que algo llamado Tsubasa me está impidiendo mi camino, o que estoy esperando por él.- le dijo Sanae sarcástica.

.- En realidad pensaba en lo difícil que será explicar todo esto a los chicos, jamás pensé que Tsubasa fuese un obstáculo en tu carrera.- le dijo Genzo y ella se inmutó un poco molesta.

.- Eres la única persona a quien le he contado de esto; no quiero que nadie más sepa.- le dijo Sanae muy seria y el chico se extrañó.

.- ¿Por qué? Es algo muy digno y la verdad; espero aceptes mi comentario Sanae pero tienes muy buenas posibilidades de llegar a representar al país, eres muy bonita.- se sonrojó el portero, iba a decir "hermosa" en vez de "bonita" pero sentía que podría alguien escucharlo y delatarlo con Tsubasa, pero ella no se asustó, sólo se sonrojó.

.- Cuando entré a modelar…Ishizaki y varios de los que se dicen "amigos" no lo creyeron, se burlaron de mí, luego de verme en panorámicos o en revistas, se la pasaban entre ellos las primeras veces…terminaron por acostumbrarse en vez de aceptar lo que yo hacía por mi propio gusto y siento que ahora sencillamente no lo van a entender. Nunca lo han hecho.-

.- ¿A qué te refieres? Mira, tú mejor que yo sabes que Ishizaki siempre es un boca floja y habla de lo que no sabe.- intentó razonarle el chico pero ella sólo sonrió.

.- Sí, es cierto, por eso mismo no quiero que lo sepan; y no sólo lo digo por Ishizaki y ellos, sino también por Tsubasa.- le dijo Sanae

.- ¿Qué tiene que ver él en todo esto?- le preguntó Genzo comenzándose a sentir nuevamente una espinita en su interior.

.- ¿No te dijo que me propuso matrimonio?-

Genzo que estaba por tomar un trago de su café iba a escupirlo pero se contuvo justo a tiempo para pasarse el líquido por la garganta y terminó tosiendo fuerte, Sanae quien estaba frente a él lo miró perpleja. Se tranquilizó el chico y la miró.

.- ¿Qué-QUÉ COSA? ¿Hizo qué?-

.- Luego dicen que las viejas somos chismosas, pero sí; lo que oíste…- le dijo Sanae y Genzo rió.

.- Esto no es algo que se oye todos los días, ya veo por qué estaba tan extraño.-

.- Y ese es mi problema con él…mira Genzo, yo sigo sintiendo algo por él, aunque no sé si sea lo mismo que antes pero tengo una nueva vida, y una nueva oportunidad que VOY a tomar, sólo que sé que le costará, y no lo va a aceptar tan fácil; cada vez que nos vemos hemos hablado de lo mismo, de lo que pasó hace 4 años y de que quiere estar conmigo.-

Pasaron unos momentos en silencio; no le gustaba verla así de triste y melancólica, como si no supiera llevar a cabo ese problema, Tsubasa, eres un idiota, ¿por qué sigues maltratando a esta chica? Terminará por volverla loca. Se atrevió nuevamente a tomarla de una mano apretándola levemente y ella lo observó confundida.

.- Sanae, ¿tú que quieres? ¿Quieres entrar a este certamen de vanidosas que desean la paz mundial?- le preguntó Genzo aunque con un poco de diversión.

.- No es un certamen de vanidad, y bueno respecto a la paz mundial todos lo quieren pero no es por eso que quiero participar.- le respondió quitando su mano.

.- ¿Entonces a qué quieres?-

.- Pues que quiero intentarlo…no sé, tal vez quedaría seleccionada ¿qué no?-

.- Tienes muchas posibilidades.-le dijo Genzo sintiendo que se ruborizaba al decir aquello-¿Cuándo es la selección?-

.- El 6 de Enero, será en Shibuya, ¿irás a verme verdad?- le preguntó con un puchero y Genzo le sonrió.

.- Por supuesto que iré Sanae, por que me lo pides; pero insisto en que tal vez estás siendo demasiado egoísta al no querer decir nada.-

.- De eso no me siento preparada, para lo demás sí.-

"Sanae, si no te conociera diría que tienes miedo…tienes miedo de enfrentártele a Tsubasa ¿no es así?" Pensaba el jugador cuando la chica le dedicaba una tierna sonrisa, esta vez no era fingida: era sincera. Sin embargo no hubo más plática, el móvil de Sanae comenzó a sonar y ella observó que se trataba de George que le preguntaba donde estaba ya que necesitaba ensayar. Al escucharla nerviosa prácticamente le "ordenó" que fuera a casa de Sen en la noche y que no comiera absolutamente nada. "Maldición, acabo de tragarme 2 tazas de café".

.- Lo siento, era mi entrenador.- dijo Sanae apenada.

.- ¿Te regañó?-

.- No, sólo tengo práctica más al rato en casa de Sen, ¿entonces sí habrá fiesta en tu casa?-

.- Sí, invita a quien quieras.- le dijo él siendo amable y ella se quedó pensativa.

.- Tal vez Sen vaya con Taro, mmmm tal vez si invito a George.- susurraba, pero no sabía cómo lo tomaría su entrenador y Genzo alzó una ceja.

.- Bien, sí, como sea…pero eso significa dos regalos ¿ok?- le dijo Genzo molestándola una vez más y ella le dio un golpe ligero en el hombro—Ouch, así no se comporta una miss ¿sabes?- le dijo en broma para "defenderse" sin embargo ella le sonrió.

.- Si obtengo el título no seré una "Miss" cualquiera, tengo mi actitud también; así que no te aproveches. Estás advertido. Gracias Genzo. Espero que tú a diferencia de todos entiendas la gran responsabilidad que se lleva en este certamen; me alegra que no te hayas reído de mí.- le dijo ella.

.- Sanae, ¿te digo algo? Lo vas a lograr; cuando te vi en la pasarela la otra vez…fue ver cómo una pequeña Anego se había convertido en toda una princesa, no lo digo sólo por que soy tu amigo, lo digo por que es la verdad…te vi con un potencial muy diferente a las otras modelos y ahora con esto, no dudo en que ganes.-

Se quedaron viendo detalladamente a los ojos en una sonrisa que a ambos se les apareció en sus rostros. Se entendían ¿verdad? Pensó Sanae cuando el chico le volvió a tomar la mano palpándole suaves golpecitos con la otra dándole ánimo. Ahora era su turno, ella lo sabía: ahora era su turno de ser apoyada.

FIN DEL 4TO CAPÍTULO.

Notas: este capítulo más corto lo sé, sólo espero no se vea confundido el asunto, lo he revisado mucho.

Les confieso que tengo miedo de cómo lo puedan tomar, es decir, a Sanae la estoy poniendo como algo muy grande; el rol de una Miss Universo, y sí, sé que eso jamás va con su historia pero así estuvo en mi cabeza desde hace un tiempo, y es algo nuevo, no lo he visto en ningún otro fic o al menos no me ha tocado leer alguno. Y aquí vemos cómo poco a poco Genzo(Benji) está como empezándole a gustar nuestra amiga Sanae, ¿cómo lo tomará Tsubasa? Obvio no muy bien.

Espero les esté gustando, cualquier cosa, dejen un review, gracias.

Kuroidono.