Introducción
Japón había ganado a Francia en la Sub-16 en un desempate justo en tiros de penaltis, Tsubasa Ozora al igual que el resto del equipo de Japón, estaban gloriosos de obtener sus medallas y título como vencedores.
Tsubasa miraba alrededor sin poder creerlo, más al recibir la noticia de que se iría a Brasil tal cual Roberto se lo había prometo, pues su antiguo entrenador se encontraba ahí. Tantas emociones, tantas cosas.
Habían regresado a Japón para organizar las maletas, bueno, maleta en realidad, las cosas que le harían falta las compraría estando allá, y al terminar salió a dar un paseo, quería visitar a sus demás amigos antes de irse al día siguiente, y por supuesto, los iba a encontrar en un solo lugar. En las canchas.
Increíblemente ahí estaban el resto de sus compañeros, jugando un partido amistoso sin aún contener las ganas de gritar y de jugar, miraba a todos con una sonrisa, había cumplido un sueño, pero habían más en la lista y el principal de ellos: ganar la copa del mundo. Tal cual era su concentración que no contaba con que en ese momento una chica iba a gritar:
.- VAMOS CHICOS; USTEDES PUEDEN.- gritaba energéticamente una chica de 16 años con cabellos hasta rozar los hombros, castaña de ojos cafés, y como si no lo hubiera notado antes: muy hermosa.
Aún y cuando estaba portando una blusa blanca con unos pants rosas, se veía realmente radiante y muy feliz que al ver a Tsubasa la chica se sonrojó y se acercó hasta donde estaba él.
.- Felicidades Tsubasa, por ganar en la sub-16 con Francia. Vi el partido en la televisión.- dijo Sanae cerrando sus bellos ojos almendrados y el chico se sintió halagado por el comentario.
.- Eso me alegra saber, que hay quienes nos apoyan aún estando lejos, gracias Sanae.- le dijo el muchacho.
Lo nombraron para que jugara junto con los demás el partido amistoso y Sanae excusándose con Ishizaki y alguno que otro más, dijo que iría a comprar unas sodas en la tienda y regresaba. Dieron un pequeño receso después de 10 minutos, y Tsubasa curiosamente no podía concentrarse ya que al mirar a su entorno no encontraba a una chica de bellos ojos cafés que hacía unos instantes estaba ahí. Ishizaki le informó que estaba comprando unas sodas pero que ya había tardado, así que él emprendió el viaje a buscarla con su balón.
Para su sorpresa un chico más alto que ella, se encontraba platicando con ella, ella estaba cabizbaja y el chico le reclamaba cosas sin sentido (para él).
.- Sanae, yo te quiero ¿por qué no me has respondido mis llamadas?.-
.- Lo siento, pero yo ya no quiero ser tu novia, respeta mi decisión por favor.- le dijo ella.
Pero el chico le había tomado del brazo fuerte, haciendo que soltara las latas y forcejeándola para luego soltarle una bofetada, fue lo que Tsubasa le molestó mucho y de un movimiento rápido, lanzó su balón con una patada de media tijera haciendo que este golpeara en el rostro del joven.
.- ¡Oye imbécil, no se te ocurra volver a tocarla!- le gritó Tsubasa realmente muy molesto, Sanae jamás lo había escuchado hablar de esa manera.
.- ¿Quién eres tú? Así que…¿es él verdad? ¿por él me dejas?- le dijo el chico.
.- No tengo por qué darte explicaciones, lárgate, no quiero volverte a ver nunca más.- le dijo Sanae, y dicho esto y colocándola tras él, Tsubasa lo miró fijamente a los ojos hasta que el chico se rindió y se retiraba de ahí molesto.
Al cabo de unos minutos y sentándose en una banca, Tsubasa le ofreció una lata nueva pero la colocó en la mejilla de la chica.
.- Sanae, ¿estás bien? ¿quién era ese tipo que te pegó?- le preguntó Tsubasa
.- Era mi…mi ex novio…- le dijo ella sonrojada haciendo que Tsubasa alzara las cejas sorprendido.
.- ¿te pegaba antes?- le preguntó él
.- No, jamás, no sé qué le pasó, pero yo ya había terminado con él hace tiempo, lamento que hayas presenciado todo esto.- le dijo ella avergonzada pero él la miró como si estuviese loca.
.- ¿Lamentas esto? Pero Sanae, si no hubiera llegado, no sé qué te habría hecho ese tipo. Lo hubiera matado si hubiera llegado más lejos.-
Pero en ese momento por impulso, Sanae abrazó a Tsubasa por el cuello ocultando su rostro y comenzando a llorar, sin saber muy bien cómo reaccionar, él sólo correspondió el abrazo acercándola más a él…olía muy bien…jazmines y vainilla, aspiró fuerte ese aroma único.
.- Gracias Tsubasa.- le dijo ella finalmente más tranquila y él sólo asintió feliz.
.- Sanae…hay algo que quiero decirte…mañana me voy a Brasil como tú sabes, pero no quiero que ante esto pedirte que me esperes o que me alcances, o que yo regrese por ti, pero quiero que sepas, que yo ahora…te quiero.- le dijo el muchacho mirándola directamente a los ojos haciendo que la chica sonriera de oreja a oreja.
Y, sin importarle si era la luz del día y de donde estaban, Tsubasa le tomó las manos y la besó en los labios en ese mismo momento. Un beso tierno que duró unos segundos y la abrazó después de esto.
Pasaron el resto de la tarde juntos, platicando y después del partido con el resto del equipo, Tsubasa llevó a Sanae hasta la casa de ella, tomados de las manos, ignorando por completo si hubo quienes les gritaran cosas haciendo que la chica se sonrojara.
Sanae le invitó a entrar notando un mensaje de su madre que llegaría hasta muy tarde por trabajo. Así que comieron algo, y después fueron a la habitación de ella, donde platicaron por un rato más.
.- Me dio mucho coraje que ese tipo te golpeara Sanae, ¿estuviste con él mucho tiempo?- le preguntó Tsubasa.
.- No, sólo un par de semanas, es muy posesivo.- le dijo ella abrazando sus piernas mirándolo.
Se miraron a los ojos, y Tsubasa se acercó a ella besándole nuevamente, esta ocasión fue distinta, lento al principio, que comenzó a tornarse más apasionado después, la necesidad llevó de una cosa a otra, ¿cómo no lo había notado antes? Sucede que sí lo sabía, sabía que ella estaba loca por él, pero jamás había correspondido tales sentimientos por estar tan concentrado en el deporte, en su pasión….pero ahora, ahora sólo quería más de ella.
Pasó sus manos por el contorno de la cintura de ella aventurándose a masajear la espalda de ella, experimentando sensaciones, sintió que ella también estaba igual de excitada como él por los pequeños gemidos que a veces salía de sus labios sin querer.
Se separaron a falta de oxígeno.
Orillándolo hasta el borde de la cama, la chica no tenía intención alguna de separarse de él, con sumo cuidado la recostó y se colocó arriba de ella aunque muy inseguro.
.- ¿Estás segura?- le preguntó él en un susurro.
Sanae asintió, ¿Cuándo será el día en que él regrese? Él mismo lo dijo: no hay garantía de nada, pero por lo menos, ahora sí lo será.
La blusa comenzaba a picarle, así que ella tomó la iniciativa de quitársela, aunque también ruborizada, jamás había hecho tal cosa antes, pero con él…era distinto ¿verdad? Como pidiendo permiso el muchacho miró los senos de la joven, masajeándolos después de ver que no habría problema alguno con tocarlos, por Dios, eran perfectos en ella.
Le besó nuevamente con pasión, ella revolvía sus cabellos sin poder contenerse a tenerlo cada vez más cerca de ella, y pasó a quitarse la camisa, tocaba con cierto interés todo el cuerpo femenino de la chica bajo él, ahora entendía un poco más cuando de posesivos se trataban, pues le gustaba saber que la chica la tenía sólo para él.
Se sentaron continuando con su rutina de besos, en una guerra insaciable por ver quién caería primero pero que no iba a ser así. A tientas desabrochó el sostén de ella, ya no habría nada para verla mejor, y por último que de ahí ya no supieron cómo, se encontraban bajo una sábana blanca ambos totalmente desnudos.
¿Quién lo diría? Jamás se imaginaba que ella podría ser tan ardiente como un partido de fútbol, pero será un idiota o ¿qué? ¿cómo puedes comparar semejante diosa con un partido? Aunque agradecía que con el ejercicio no le fuera a dar un paro cardíaco, tenía excelente condición física. Y ella parecía disfrutar todo con él, había besado todo el cuerpo de ella, pero aún era una mujer delicada, se acercó nuevamente hasta ella para estar seguro. Y con una mirada, la chica sencillamente dio paso al siguiente movimiento.
Había colocado sus piernas alrededor de él, y finalmente dio acceso al miembro del chico que notando la virginidad de la joven, entró de un solo golpe sintiendo las uñas de ella en su espalda.
.- Ya pasará.- fue lo único que le dijo en el momento, y después de unos momentos empezó el vaivén.
.- Tsubasa, no te detengas.- le dijo ella mirándole a los ojos.
El chico no necesitó de escuchar más, comenzó a forcejear más los movimientos haciéndolos más bruscos, jamás había sentido tales sensaciones, iba a llegar a la locura y entre gemidos y pequeños gritos ahogados, se retiró de ella antes de terminar y tumbarse en el pecho de ella completamente exhausto.
.- Te amo…Tsubasa.- le dijo levemente la chica en una sonrisa llena de satisfacción.
.- Y yo a ti…Anego/Sanae.- le respondió el chico, haciéndose aun lado y tomándola para abrazarla de espalda.
Se quedaron unos momentos así, cuando la chica finalmente se quedó dormida.
Miró el reloj, ya eran alrededor de las 11:00, curiosamente la madre de Sanae aún no llegaba pero con sumo cuidado se levantó para no despertarle y tomando su ropa, cambiándose, abrió la ventana y salió por esta, dio un último vistazo a la chica, y se retiró de ahí.
A medianoche la chica despertó, era de esperarse: no estaba ahí. Suspiró, no estaba molesta…hablarían seguro en la mañana de eso.
Pero no fue así…pareciera que la ignorara todo el tiempo, Ishizaki se burló de ella cuando ella le entregó los zapatos a Tsubasa, que se quedaron observándose uno a la otra. Él le entregó el balón, y por consiguiente también una nota antes de subirse al autobús que lo llevaría al aeropuerto.
Estando finalmente a solas, llegó a la farmacia donde no la conocieran, compró unas pastillas y llegando al baño, llegó a leer la nota…
"Sanae, te amo. Por favor, cuídate en lo que yo me ausento de Japón, reitero que no es tu obligación esperarme; si en tu camino encuentras a otra persona yo lo respetaré, por que te amo. Sé feliz mientras tanto, prométeme que te superarás en tu vida y en tu carrera, no quiero que sufras por mi, no quiero que te estanques por mí, eres fuerte, haz lo correcto. Tuyo, Tsubasa".
Tomó el papel y lo arrugó, pero no tuvo corazón para tirarlo a la basura…ya han pasado 4 años…no ha sabido nada de él.
Esperaba su regreso, esperaba que supiera lo mucho que se ha convertido ella sin su ayuda…pues ahora ella era toda una modelo profesional.
¿Qué sucederá ahora?
Fin de la Introducción
NOTAS: waaaa pues espero les guste n_n saludos a todos