Aclaro: Los personajes de Hetalia no me pertenece..., si no a su respectiva creadora. No hago esto por fines de lucro ni nada, sólo por mera entretención.

Sin más espero que les guste...


My name is America, The United States of America.

"You like me", era lo que pensaba algunas veces ese muchacho cuando veía a la nación de nombre Inglaterra. You like me, you like me, you like me, you like me , right?.

—¿Qué tal hoy en la noche?, para celebrarlo—dijo Arthur con una alegre sonrisa.

—Mmm…¿hoy? —pensó un poco Japón colocándose una mano debajo de la barbilla—Está bien, creo que tengo la noche libre

—Perfecto—dijo con otro entusiasta gesto para despedirse de kiku.

Habían acabado de firmar un tratado bastante beneficioso con el asiático, era un día bueno, nada ni nadie lo podía negar, una de las pocas juntas en las que se realizaba algo relevantemente, al menos para su persona.

Iba saliendo ya de la sala de juntas cuando vio a América con una extraña sonrisa en su rostro, ¿habría sido porque le había divertido nuevamente salirse con la de él en la reunión?, quien lo sabia…, pero no tenia tiempo para tontas charlas con el Estadounidense, esos eran días agradables, no había que arruinarlos, y charlas con aquel muchacho definitivamente podrían echar a la basura su buen día.

Casi al salir del edificio recibe una llamada de improvisto.

"Que mala suerte", pensó. Justo cuando iba a ir a casa de Japón, pero esperen…era él, se alegro nuevamente contestándole el teléfono

—Hol..

—Arthur-san—fue el primero en hablar el asiático—No puedes venir hoy a mi casa

—¿No puedo? —pregunto tratando de no parecer desilusionado —¿Qué fue lo qué paso?

El silencio en la línea se hizo incomodo, mientras en eso Alfred continuo su camino hasta afuera del edificio dejando que el británico siguiera conversando con el asiático solo en aquel pasillo.

—Nada en especial…me surgieron algunas cosas, lo-lo lamento Inglaterra-san—respondió al fin el asiático algo nervioso.

—No hay problema—rió un poco al último modestamente—otro día será, ¿bien?

—Está bien—dijo algo cortante kiku desconectando el teléfono.

El asiático se quedo mirando un poco el teléfono, cerro los ojos suspirando un poco y volvió a marcar un numero distinto en un tiempo prolongado y espero a que le contestaran—¿América-san?

La voz del otro lado le contesto enseguida—Lo sé, estuve allí…perfecto Japón

—Pero…—quiso preguntar pero fue en vano.

—No preguntes~, Iggy fue el que no quiso hacer un tratado conmigo, ¡se lo merece! —dijo algo infantil por teléfono pero con un poco de tristeza casi inexistente.

El teléfono se colgó en aquellos momentos, el asiático miraba con algo de decepción el aparato, era muy notorio para él que Estados Unidos lo estaba haciendo mal…pero lo que realmente le preocupaba es que tan mal podría llegar a verlo y a trasformarse la situación…y más cuando se trataba de alguien que siempre creía tener la razón.

En eso el británico le había cambiado totalmente el humor.

Maldición…, últimamente había sido así con todo los países que trataba de mejorar su amistad, y Estados Unidos siempre se reía con esa risa suya cuando…

¿Estados Unidos?, ahora que lo pensaba bien…siempre estaba Alfred allí, ¿Cómo él sabia que la cosas terminarían así?,¿puede ser que por eso se riera?... no será que el era el causante de qué….

Dejo de pensar, le podía caer mal el Americano, es verdad, pero hacer una acusación así no podía, además, que intención tendría aquella nación a quien no le importaba él y viceversa. Podría irse a beber un rato a un bar cercano para gastar la noche, pero ese día no quiso…sin mencionar que estaba seguro que Francis estaría en aquel lugar y no quería tener que lidiar con él tampoco, su casa era la mejor opción, decidió yéndose un poco molesto hasta su residencia.

—¿Tony?...¿Tony? ¡Tony! —grito América ya dentro de su casa buscando a su amigo.

Fue hasta su la habitación donde tenia la consola…tampoco parecía estar allí. Dejo su chaquetón en uno de los sofás para dirigirse hasta su habitación y prender la luz con calma

—¿Solo, he? —susurro con una sonrisa media algo triste. Ya vería que hacer hasta que tuviera que dormir, siempre hallaba en que entretenerse de todas formas…, y cuando no lo encontraba se iba simplemente a acostar hasta el siguiente día.

La vida de un país podía no ser sólo sonrisas como aparentaba mientras nadie se enterara… "mientras a nadie le importara". A veces sólo se ayudaban por compensación mutua, era algo así como "Te doy algo por algo, ¿Qué te parece?", y se llevaba acabo el trato como si fuera una muestra de amistad o sana relación entre países, mas sin embargo eso era lo considerado normal hoy en día.

A la mañana siguiente en aquel mismo mundo.

—Calma calma. Bon amour, hay suficiente de mí para todos—Le respondió Francia al inglés ya que lo estaba jalando devuelta a su silla para que dejara de meterse con los demás países.

Si no era suiza, el cual no se encontraba presente en la reunión, alguien tendría que ocuparse de Francis, por desgracia el británico era uno de los más cercanos al puesto.

—¿Qué quieres decir con eso idiota? —Grito molesto Arthur

—Me ofendes mon chéri, yo aun recuerdo esa vez como si hubiera sido la primera—dijo con un pañuelo cerca de sus ojos que nadie sabia de donde había sacado.

—¿Aquella vez?, ¿Qué demonios estás escupiendo bastardo? —dijo esta vez algo colérico Inglaterra.

—¿No recuerdas anoche?, debajo de esas hermosas estrellas…es algo que atesorare por siempre —dijo con voz melodiosa lleno de estrellitas alrededor.

—¿He? —bufo para comenzar atacar al francés quien se defendía del inglés con fina gracia— ¡En ninguna oportunidad recuerdo haber hecho algo como eso!

Todos los países se le quedaron viendo, no es que la junta allá estado ordenada, pero hasta detuvieron sus propias discusiones por ver la pelea de ambos países… sin contar que las escenas que realizaba Francis eran casi de telenovela, muy originales.

—Ricardo… fuiste el primero—dijo con voz de colegiala esta vez el francés cambiando un poco su melodrama en la confrontación.

—¿Ricardo?, ¡me llamo Arthur pedazo de mie…!—continuo en su pelea esta vez tratando de ahorcar a Francis quien golpeaba también a la nación contraria, la mesa en la que yacían ahora papeles, bolígrafos, propuestas importantes era cruelmente masacrados por los cuerpos de ambas naciones.

Y se supone que el británico era el que evitaría que el Francés se metiera en discusiones o acosara a alguien. Los países seguían mirando, casi parecía una película a decir verdad

—¿Palomitas Alemania? —le ofreció Italia con una sonrisa mientras daba un sorbo a su bebida.

—Claro, que eficiente Italia, ¿por cierto, de donde las sacaste? —pregunto algo sorprendido volviendo a lo extraño de la situación.

Italia le iba a responder, pero los demás países le interrumpieron pidiendo que compartiera un poco del gran recipiente de palomitas. Los países que faltaban por llegar eran pocos, y llegaron también justo a tiempo para ver aquella pelea, incluso Estados Unidos se hizo presente en la junta.

—¿En que van? —Sonrió tomando asiento en su lugar el americano

—Mmmmm creo que Inglaterra va ganando, pero Francia da pelea—comento Rusia con una sonrisa—Parece divertido ¿quieres intentarlo América? —pregunto con un tono algo siniestro el ruso.

—¡Vete al infierno, Rusia! —respondió con la misma alegría no fijándose mucho en Iván si no en aquella revuelta en la que estaban Francis y Arthur.

No tenia por que mentir…, era divertido, le parecía realmente divertido las discusiones y pelea que tenían Francia e Inglaterra, ya que eso le hacia pensar a veces tontamente que evitaría que Inglaterra pudiera estrecharse mucho con Francis…era lo que pensaba cuando les veía, pero eso sólo era acertado hasta cierto punto.

Inglaterra continuaba con sus agresiones, quien sabia…si podía arrancarle parte de esa molesta cabellera al estúpido del vino podría regocijar de gozo con el llanto y las quejas de este por un buen rato mientras le crecía, simplemente sublime, trato con todas sus fuerzas de defenderse de los golpes del francés para acercarse a este y arrancarle un poco de cabello como muestra de su victoria cuando noto que tenia su mano debajo del terno que usaba él arriba de su pecho.

—Inglaterra…—susurro con una sonrisa picara—Estamos delante de mucha gente… espera hasta la noche. Sin mencionar que no creo que estemos en posición correcta—agrego recostado en la mesa con el inglés sobre él a vista de todos.

—¡Haaaa! —grito el británico, a la mierda se habían ido todos los modales que podía conservar incluso en una pelea. Eso iba a prolongarse pero

—¡Que vergüenza me dan!, se supone que estamos en una junta caballeros, deberían comportarse—dijo con una sonrisa animada algo prepotente Alfred.

Inglaterra y Francia suspendieron sus golpes observando un poco a Estados unidos

—Que sobresaliente e inesperado de usted America-san—comento kiku algo sorprendido por que la nación estaba metiéndose en una disputa…pero no para hacerla más grande, si no para que vieran su error.

Bastante maduro debía aceptar el japonés.

—¿He?, así que te crees bastante maduro, ¿no? —Respondió con una sonrisa prepotente el inglés ocupando el mismo pensamiento de Japón pero negativamente.

—¿Creo que no te escucho Inglaterra?

El americano se dio media vuelta ocultando una cara totalmente neutra…desolada, completamente monótona, quizás por eso se había volteado, pero continúo tomando unos cuantos papeles que había preparado en la noche.

Inglaterra cerró los ojos y pronuncio unos cuantos insultos al suelo mientras se levantaba sacudiéndose un poco para volver a su puesto. Francia por su parte miro al Británico con una sonrisa media soltando una pequeña risa y levantándose también pero demorándose un poco más en arreglarse de las consecuencias de su pequeño intercambio de opiniones en lo que el llamaría "una sana discusión".

La reunión avanzo, todos los países después de escuchar un poco se dieron cuenta de que el tema a tratar si era lo suficientemente importante para dejar un poco sus discusiones y otras actividades de lado por un momento y más por la actitud que estaba tomando la primera potencia mundial por el asunto

—Aun que diga eso…, no creo que esté del todo bien—murmuro un poco preocupado Japón que por más que le daba siempre la razón al estadounidense u otro para no tener que dar la suya la medida que había tomado le pareció drástica.

—Yo puedo estar de acuerdo, aru…, ¿pero que hay de los países que no se beneficiaran , aru?

—¿No del todo bien?,¿los otros países?, es exclusivamente un tratado ganar y ganar mocoso descriteriado —reprocho duramente el inglés tanto a los que estaban de acuerdo como al que la había planteado.

—Yo creo que estoy esta vez con América—dijo algo serio el francés, ya que él definitivamente se vería bastante beneficiado con aquella propuesta sin contar que su economía había visto tiempos mejores

El estadounidense pensó un poco mirando todos los papeles que tenia debajo de él e izo un pequeño silencio con sus manos extendidas sobre la mesa en la que apoyaba parte de su peso para continuar.

—Como he escuchado de mucho de ustedes…¿no soy yo la representación misma del capitalismo? — expreso sin mucha felicidad del titulo pero tampoco como algo insultante—Seria extraño si yo, los Estados Unidos de Norteamérica no tomara esta decisión, además Inglaterra—Hizo una pequeña pausa con una sonrisa como quitándole importancia al asunto.

—¡Tsk!… Yo seré uno de los más beneficiados, ¿es eso lo que quieres decir? —ladeo la cabeza con cierto enojo

Italia parecía un poco triste y jugo un rato con su comida pero sin llevársela a la boca cosa extraña en él que no desperdiciaría ni dejaría que se enfriara tan preciado manjar.

—¿Qué sucede Italia? —pregunto Alemania al notar el cambio de animo de Feliciano.

El muchacho miro a su compañero y luego al resto de los países y suspiro con desgano.

—Prefiero cuando hablan de cómo resolver los problemas del mundo. Aun que no hagamos todo perfecto al menos lo intentamos—se explico un poco triste Feliciano—En cambio cuando hablan de propuestas o tratados en empresas...o hasta sobreexplotación las charlas dejan de ser divertidas…Ve~

—Italia….—murmuro el alemán como única contestación.

Después de un rato la charla volvió a ser lo que era normalmente…un caos. Y ahora el tema a tratar era la deforestación masiva de algunas áreas en diferentes países.

—La verdad es que tú eres un idiota que no entiende las ideas de un gran genio como yo—Respondió en una discusión más que común con el británico.

—No sé ni para que me esfuerzo con alguien como tú ¡que ni siquiera…..!

¿Me pregunto si lo habrás notado Inglaterra?, pensaba dentro suyo el norteamericano mientras el muchacho seguía gritándole uno que otro disparate. Si te habrás dado cuenta…que últimamente esta es la única manera en que puedo tener tu atención.

—¿He?, ¡ahahahahah!, te has quedado callado, eso demuestra que estoy en lo cierto—reía el inglés al ver lo que parecía una victoria.

El americano se había dejado ir un poco en sus pensamientos, pero volvió al mundo real con la risa tan característica de aquel que tenía el nombre de Inglaterra

—No es eso~ —dijo infantilmente con un puchero—Sólo que si estás diciendo puras tonterías prefiero dejarte hablando solo

Para el mayor eso ya era todo, se dirigió hasta donde estaba el estadounidense a encararlo más de cerca pero este antes que comenzara a decir nada le entrego un papel, el británico lo tomo sin mucha gana y aun con el seño fruncido leyó en silencio el contenido de aquella nota, su expresión se fue transformando a medida que leía hasta una algo inquieta.

—Si no te presentas lo tomare a mal Iggy~

—Como si tú decidieras eso…—murmuro retirándose a su lugar, la nota le había quitado las ganas de pelear con aquél muchacho.

La junta finalizo, esa noche era noche de fiestas, ya que como pocas veces el plan para reforestar terreno que había sido arrasado de manera indiscriminada se había puesto en marcha, y a pesar de que el plan fue del norteamericano no era tan idiota y pararía que pudiera dar los resultados esperados.

Japón pondría el entretenimiento, Francia e Italia ayudarían con la comida junto con algunas buenas recetas de China, Alemania seria el que verificara el orden y la "legalidad" de la fiesta…ya que perfectamente un país si se soltaba demasiado podía hacer de una normal y pacifica celebración un desastroso alboroto. Rusia llevaba parte del centro de atención también, pero pues claro él no lo haría, si no que pondría a algunos de sus "amigos" países a entretener un poco a los demás. Todo parecía ir bien y muchas naciones decidieron ir, incluso algunas de Latinoamérica como Perú, Venezuela, México, Chile, Argentina, Bolivia entre otros que aun que no habían participado mucho en la reunión habían estado de acuerdo con la iniciativa y estaban dispuestos a aportar con ella.

Sólo habían dos excepciones que eran extrañas su ausencia a aquella celebración, y estas eran Reino Unido y Estados Unidos.

En aquella noche, el americano aun espetaba a que su invitado llegara, miraba sus papeles, la gran vista que poseía al mirar hacia fuera junto con su bandera a un costado izquierdo de su asiento. Se perdió un poco en sus recuerdos mientras miraba aquella bandera que le representaba.

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—¡Hahahaha!, eso les pasa por meterse conmigo. Se lo merecían…soy tan feliz, ¡tan feliz!—celebraba Inglaterra a viva voz mientras jugaba un poco con sus pies.

El muchacho dejo de reírse al notar como un pequeño de ojos azules grandes y algo curioso lo observaba van a un lado suyo con inocente mirada.

—¿Qué pasa América?, y esa... ¿esa cara? —le pregunto algo preocupado llevando sutilmente su mano a la cabeza del pequeño.

—¿Feliz?...¿felicidad? —dijo inocentemente frunciendo un poco su carita con tristeza.

Arthur ladeo su cabeza un poco al no entender a aquel pequeño e intento de nuevo tratar de ver que le sucedía a su pequeña colonia —Sí…¿que hay con esa palabra Alfred?

—¿Qué es?...me podrías explicar qué es Inglaterra —pregunto inocente

El mayor miro un poco pensativo hacia al cielo pensando, pero vio que aquel muchacho de grandes y brillantes ojos azules comenzaba a entristecer así que decidió proseguir según lo que él pensaba en aquellos momentos.

—La felicidad….para nosotros—hizo un gesto colocándose una mano en el pecho parándose delante de aquel niño—Es la felicidad y bienestar de todo nuestro pueblo. Está aquí. Dentro de nosotros

—¿Todo nuestro pueblo? —abrió los ojos con sorpresa.

Arthur rió un poco al ver que su pequeña colonia le ponía tal atención—Somos un país después de todo, las personas son las que nos conforman una identidad…la felicidad de la gente, el bienestar de tu pueblo…la prosperidad de este

—¿Es felicidad? —completó el chico con una pequeña sonrisa

—Supongo que sí…

—Pero Inglaterra…, yo…—agacho un poco la cabeza para comenzar a susurrar—creo sentirme feliz cuando me vienes a visitar, ¿eso qué es?

Inglaterra era el sorprendido ahora, guardo silencio y luego esbozo una hermosa sonrisa para el pequeño—No lo sé América…pero yo igual me alegro mucho de poder verte. Creo que la razón es que todos somos humanos, ¿no lo crees?

—¿Heeee? —dijo con un leve puchero…justo cuando había comenzado a entender más o menos que era la felicidad Arthur le confundía

—Es que veras, aunque nosotros naturalmente sólo debemos preocuparnos por nosotros mismos, somos humanos, y no estamos exclusivamente conformados por una sola conciencia…somos conciencia en masa, no todos pensamos igual y hay parte de uno, a quien le importa los demás, ¿me entiendes?. Sin mencionar que amamos el mundo en el que coexistimos

—¿Así que parte de mí te ama Inglaterra? —pregunto comprendiendo un poco.

Arthur no pudo evitar sonrojarse ante el comentario del pequeño y rascarse la cabeza mientras se reía—Bueno, eso supongo…yo tampoco lo entiendo muy bien heehehe…

El niño se quedo un tiempo mirando al mayor mientras se acomodaba un poco más cerca de él a lo que este le acaricio sutilmente la cabeza recibiendo una dulce sonrisa del pequeño.

Así que, la felicidad de mi gente es mi felicidad, pero Inglaterra también es mi felicidad…¿estar con Inglaterra es ser feliz?

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Alfred parecía seguir divagando cuando llego a la conclusión que tomo de pequeño pero justo en ese momento había entrado Inglaterra un poco rudo por aquellas sólidas puertas de hermoso barnizado que conducían hasta aquella habitación.

Venia con 6 guardias en total, 2 a su derecha, 2 a su izquierda y los dos últimos se alternaban un poco el frente y la parte posterior para cubrir a la nación

América observo a los tipos que venían con él y sólo hizo un leve gesto con la cabeza con lo que entraron sus propios guardias.

—¿A solas? —pregunto casi por formalidad, ya que no era una petición, era una exigencia que realizaba mientras sus guardias ya encaraban a los de Reino Unido

—Como quieras—soltó desganado dándole una señal a sus guardias para que se retiraran hasta la puerta con los del estadounidense.

Tomo asiento en el sillón al frente del de Alfred, apoyo una mano en la codera del asiento para dejar caer su cabeza de mala gana en esta mientras con la otra mano sacaba una nota arrugada de su bolsillo.

—Allí está…, ¿contento?

El americano tomo el documento y lo leyó rápidamente—No del todo... —susurro dejando de lado el papel ladeando un poco su cabeza y frunciendo ligeramente su ceño en una mueca de confusión.

Un seco sonido detrás del cuarto en que estaban ambos muchachos hizo que el inglés volteara la vista. Sólo alcanzo a ver el brazo inerte de lo que eran sus escoltas y protectores, volteo la cabeza disimulando serenidad, pero sabia que no la tenia. Trataba de aparentar que nada pasaba, pero era obvio que algo sucedía.

—Bien Inglaterra…—dijo levantándose de su silla acercándose al mayor, este se levanto antes de que el Americano se acercara más

Una pequeña lágrima casi imperceptible que a simple vista quizás sólo era causada por un bostezo o por alguna intromisión en el ojo caía por la mejilla derecha de Alfred mientras parecía aproximarse. El Británico rozaba la muralla y su rostro denotaba sorpresa y desentendimiento a través de las eran expresiones en sus grandes y verdosos ojos jade, estaba arrinconado.

—Serás mió Inglaterra. —menciono con voz monótona sujetando ambas manos de Arthur sometiéndolo a la pared con brusquedad rozando el cuerpo del Inglés con el suyo propio

La nación trataba de zafarse del agarre de América, pero este tenia mucha fuerza, demasiada…era un batalla inútil y perdida. La situación desconocida por la que estaba pasando le hizo emitir un leve sonido mientras su respiración se agitaba, era miedo, lo sabia.

"You like me"..., fue lo que pudo alcanzar a escuchar susurrar al paso que la mano de su ex-colonia comenzaba a desnudarlo, un leve quejido salio de su garganta al asimilar la realidad que vivía.

¿Qué es un héroe?, ¿Qué es justicia?, ¿Qué es felicidad?, ¿Qué es amor?, ¿Qué es...equivocarse?..., se preguntaba en aquellos momentos el estadounidense esas palabras que se suponía que él sabia con exactitud sus respuestas, pero en aquel instante no. Las respuestas no las podía contestar en ese momento. No podía.


Bien...aclarare algo.

No puedo asegurar un buen final D:, no digo que no lo habrá, sólo que no lo aseguro. Discúlpenme...pero en este fic no sólo puse lo carismático de los personajes, si no algunas facetas de algunos países "no tan buenas" que se verán aquí y mas adelante. Y por último en próximos capítulos verán que sucederá por supuesto...que es lo que piensa Alfred realmente, que decía la carta entre otros...bueno nada más que decir, adiós y se cuidan ;_; .(Posdata: ._., ahora me pueden dejar reviews anónimos, es que de despistada no la había cambiado a disponible)