Bella:

Me encontraba en el jet privado de mi papa, aun no entendía como podía darse tantos lujos, y como es que siempre tenia mínimo 3 gorilas detrás de mi, esta bien que el era un empresario muy importante, pero de eso a tener que transportarnos en vehículos que eran revisados mas de 20 veces, eso si era raro.

Me encontraba en dirección a Paris, era en donde iba a pasar mis vacaciones, mis amigas ya estaban allá, pero yo me había retrasado por un trabajo extra que me dejaron en la universidad.

El vuelo apenas iba iniciando, los gorilas gracias a dios se habían quedado en el aeropuerto, ahora solo se encontraba conmigo un guardia, -que era de máxima confianza de mi papa- y que parecía que no existía, creo que su nombre era Mark, aunque no estoy totalmente segura.

Iba recostada en los amplios asientos mientras mi querido acompañante- nótese el sarcasmo- leía un periódico, entonces todo paso muy rápido.

Se escucho un fuerte estruendo y vi a Mark caer sangrando de la cabeza frente a mis ojos, me invadió un pánico cuando detrás de el venia un tipo muchísimo mas fuerte que los gorilas de mi papa, era alto, con los ojos y cabello negros, y tenia unos rizos levemente marcados.

Me miro y me sonrió de manera burlona

-Creo señorita Swan- dijo con sorna mi apellido- que su viaje no se podrá completar por ahora- dijo mientras me tomaba y me amarraba las manos y los pies, yo estaba en shock, tanto que ni siquiera puse fuerza para evitarlo, aunque de todos modos estoy segura que no serviría de nada, con el físico de aquel hombre no tenia ni la menor duda de que terminaría haciendo lo que quería, así que no se la puse difícil y lo noto.

-¿Así que no te vas a poner difícil?- me pregunto arqueando una ceja, yo negué levemente con la cabeza

-¿Gritos?, ¿Patadas?, ¿Nada?- pregunto ahora divertido y yo volví a negar

-así que si te dejos suelta ¿no intentaras escapar- negué nuevamente con la cabeza, aun no encontraba mi voz, no sabia como el podía estar tan tranquilo con un cuerpo justo frente a nosotros

-ok, te dejare así, no quiero lastimarte si?- me dijo mirándome ¿tiernamente? Bah! – pero si intentas hacer algo, tendré que tratarte un poco mal- ahora sonreía de nuevo, yo asentí aun con la cabeza

-¿Qué, te comió la lengua el ratón?- pregunto mas divertido que antes

-Esto…. Amm.. no se como puedes hablar ….si..- le dirigí una mirada al cuerpo que yacía frente a nosotros

-aaa, ahora entiendo, te intimida tu gorila muerto, jajaja, que diferencia de padre a hija- sus palabras me desconcertaron ¿que tenia que ver mi padre en esto?, pero me desconcertó mas el que tomo el cuerpo como si nada y se lo llevo de ahí, yo me quede atónita ¿Cómo podía tocarlo?

Pronto regreso y se sentó de nuevo frente a mi

-Vaya, tu si que me sorprendes, pensé que ya habrías empezado a marcar por teléfono o mínimo a gritar e intentar saltar del avión- la verdad es que yo ni siquiera había pensado en nada desde que todo esto empezó

-Y amm, tu ¿siempre haces esto?- le pregunte dudosa, no sabia si podía ser tan malo como esos de las películas, el se limito a sonreírme cordialmente, ¡este hombre era tan agradable!, lastima que me había secuestrado, por que estaba segura de que era eso, un secuestro.

-sip, yo me ocupo del trabajo pesado

-am ¿y por que a mi?- lo mire confundida- a ya, por que mi papá es un importante empresario ¿no?- volvió a soltar una carcajada

-Vaya vaya, otro papi que oculta la verdad a su princesa

-¿Cuál verdad?- le pregunte mas confundida y sus palabras de antes vinieron a mi mente que diferencia de padre a hija ¿el conocía a mi papa?

-Pues supongo que de todos modos te vas a enterar así que- se encogió de hombros- tu querido papi, es un mafioso nena, y le debe muchísimo dinero a mi padre, por eso te envía a Londres, para evitar que te hiciéramos algo- lo mire con horror- no no, no te preocupes, no te aremos nada, solo es para darle un sustito a tu papi, y que pague lo que debes, mientras eso pasa estarás tus vacaciones con nosotros, pero no te aremos nada malo, no somos así- y entonces soltó un suspiro, yo no entendía nada.

Pero entonces recordé las insistencias de mi padre en que me fuera de vacaciones con Jessica y Angela, mi padre era un mafioso, unade esas personas peligrosas que yo tanto odiaba, no sabia como procesar tanta información, pero de algo estaba segura, jamás lo perdonaría.

El muchacho grandote no volvió a hablar en todo el tiempo que estuvimos sobre el avión.

Cuando aterrizamos Salí de el y me encontré con un volvo plateado y un mismísimo ángel.

Era un chico alto- muy alto- de piel blanca y cabello castaño y despeinado, su perfecta complexión musculosa no era nada comparada con su hermoso rostro, su barbilla angulada y fuerte, sus labios rellenos y rojos, su perfecta nariz recta y sus hermosos ojos de un verde esmeralda lindísimo enmarcados por unas pestañas negras, todo en ese hombre era perfecto.

-¿Por qué viene caminando como si nada Emmett?- su voz de terciopelo sonó fuerte y clara, aunque en un tono que no me gusto para nada.

-Vamos Edward, la chica no esta poniendo resistencia, ella va a cooperar- le contesto el hombre que venia con migo, que ahora sabia que se llamaba Emmett

-me importa un rábano eso, ¿sabes el peligro en el que nos pones?, en este momento la amarras y la metes al auto- dijo Edward mientras nos daba la espalda y se metía del lado del conductor del volvo.

Me dirigí a Emmett con una mirada de suplica y el me vio con disculpas, tomo mis manos y las metió en unos lazos, aunque no los apretó para nada resultaban incómodos, hizo lo mismo con mis pies, y me puso un pañuelo en la boca.

Me tomo en brazos y me metió acostada en la parte trasera del volvo.

Eso iba a ser demasiado difícil con Edward ahí.

holaaaaaaaaaaaaaa :) de vuelta aqui :) pueden encontrarmeeeee aquiii o en mi pagina de face y twitter (estan en mi perfil) besos