"La Revelación Maldita"
*Notas:
Este es mi primer intento *ejem* de fic de "Dragon Ball". Esta serie, junto con "Los Caballeros del Zodiaco/ Saint Sella" y "Slayers" forman del tridente de mis series/ mangas favoritos; sin embargo hasta ahora solo había escrito sobre esta última de la que, más o menos, tengo una especie de saga completa con todo lo que básicamente quería contar (si es que la termino algún día ^^U). Pero como ya tengo advertido en mis otros fics, si empecé a escribir fanfics fue por un lado, porque entonces hasta hace poco nunca supe qué es un fanfiction, y luego por puro resentimiento al no encontrar nada que de verdad me gustara. Sin embargo con "DragonBall " y "Caballeros" me ocurre lo contrario: no he escrito nada sobre estas series porque no me he encontrado inspirada al darme por satisfecha con otros trabajos que he encontrado en la red.
Sin pretender hacer apología sobre mis favoritismos, me he estoy refiriendo especialmente a "La Batalla de los 12 Tresors" (El mejor fic que he visto hasta ahora de "Caballeros" tanto por el lenguaje literario, interesante argumento y tratamiento de los personajes), Como al ciclo de fics de "Dragon Ball" de Dragoness Eclectic, que aun estando en inglés y la autora sea un poco borde, me ha dejado servida con una secuela aún mejor, o al menos más elaborada e interesante, que la saga de Majin Boo (si bien la autora tiene cierto desvaríos respecto a la historia original, pero se pueden ignorar) y dando buenas respuestas a muchos enigmas sobre los saiyans. He visto muchos fics de la serie tanto en español como en inglés, pero aunque en este caso tenga preferencia hacia los fics en inglés, lo cierto es que en ambos idiomas los argumentos resultan un tanto recurrentes: fics amorosos de V&B (que me gustan, pero tantos ya, me aburren) fics tipo "Aparece un nuevo Super-enemigo y hay que derrotarlo pero ya!", fics tipo "Infancia de Vegeta".. y lo que me parece aún más recurrente: fics basados en el "Gran Timo" (siento ofender alguna opinión, peor creo que no hay mas que echar un vistazo a "Dragon Ball GT" para ver lo bajo que han caído todos –personajes y argumentos) Y fics basados en "Antiguo enemigo vuelve a la vida con ansia de venganza".. Pero no, este fic es distinto, no trata sobre nada de eso, al menos entre los fics españoles, y no ingleses que si hay alguno.
Es por esto por lo que este fic es otro de mis experimentos ^^U y no pretendo que de pie a una nueva saga, pero creo que al menos SÍ será innovador en cuanto a fics de "DragonBall" en español. Pretendo que sea algo nuevo.
Por favor, leedlo, disfrutadlo y tirad me tomatazos si hace falta.
*Notas adicionales:
Este fic contiene situaciones de violencia y vocabulario desagradables.
Por otra parte empleo indistintamente Radix/Raditz- la primera por ser la versión española, la segunda porque es la más utilizada. El resto de los nombres son según la versión española.
Empleo pocas expresiones Japonesas, pero aquí van:
*Saiyan No Ooji: Príncipe de los Saiyan
*Kusho: Mierda, maldición.
*Sama: por supuesto la forma más respetuosa de referirse a alguien.
Ciertamente no debería usarlas, pero en su momento lo hice y así lo dejo.
Prólogo
"Revelación"
"-...Espero que el maestro Freezer se muestre generoso- había dicho mi príncipe con su característica sonrisa acompañada de su también característico aplomo y seguridad al hablar. Sí, él siempre sabía cómo hacer que todo funcionara como él quería, o al menos que así pareciese. Los dos le creímos, después de todo nos lo merecíamos y estábamos en nuestro derecho.
Pero Freezer tenía otro concepto muy distinto de lo que esto significaba..."
"Allí estábamos los tres, arrodillados y cabizbajos ante nuestro, así debíamos llamarle, 'Maestro Freezer'... un título pomposo para alguien que siempre te hace sentir, tanto por su poder como por su pedante desprecio hacia todo lo que le rodea, como si no valieras nada. Un bonito y duro golpe para nuestro orgullo. Ni siquiera hacía falta que nos reportáramos por nuestra misión en alguna de las salas de guerra, simplemente arrodillándonos ante él mientras que nuestro príncipe siempre en una posición adelantada, allí en medio de uno de los largos pasillos de su base en su planeta Nº... ¿Qué más da?, uno más de los que posee. Él estaba como casi siempre le vemos, desplazándose en ese trono deslizador suyo, como si pisar el mismo suelo que nosotros fuese algo humillante para él; mientras que a su lado le escoltaban esos dos bastardos de Zarbón y Dodoira, que se dedicaban a besar el suelo por donde él alguna vez se digna a pisar.
Un pasillo es el mejor sitio donde nosotros nos podíamos arrodillar ante él.
-Maestro Freezer... –comenzó a decir nuestro Príncipe- Ya hemos concluido la misión que nos encomendaste. –informó con tono humilde pero firme.
-¿Oh? –exclamó con ese aire entre educado y pomposo que tiene al hablar- ¿Ya habéis acabado? ¿cuánto tiempo os a llevado esta misión? Esperaba vuestro informe mucho antes.-
-Nos llevó tres días. –contestó Vegeta en el mismo tono- Sus habitantes pusieron mucha resistencia, pero al final pudimos exterminarlos a todos y dejar el planeta gravemente dañado.-
Eso era lo que Freezer, el Traficante de Planetas, quería: en principio él se dedicaba a conquistar planetas, que según el fin que pudiera otorgarles, los utilizaba como colonias, los convertía en aliados de su Imperio o, como en la mayoría de los casos, hacía exterminar su población por completo y a continuación los vendía a alguno de sus aliados, o si no, aprovechaba los recursos naturales del planeta conquistado. Y de eso último se encargaban la mayor parte de sus soldados y entre ellos, nosotros mismos, de forma que aquellos de sus soldados que realizaban satisfactoriamente sus misiones nos llevábamos un porcentaje de los beneficios que Freezer obtenía. Pero en otras muchas ocasiones y siempre de forma "extraoficial", sus generales se repartían el botín tras varias y codiciosas disputa e intrigas; de hecho la "comisión" por nuestro trabajo que nos parecía ser solo una panda de mercenarios a sueldo, solo era una parte de la realidad.
Sin embargo este caso fue distinto: ese planeta era de aliados suyos, es comprensible debido a su fuerza, pero estos se revelaron contra él y Freezer se vio obligado a tomar medidas. Por supuesto él no se mancharía las manos, sino que haría que alguien más lo hiciera, y ese alguien éramos nosotros tres. Es por eso por lo que aniquilamos a la población por completo, y también por lo que dejamos –o más bien Vegeta dejó- el planeta tan deteriorado: sus habitantes ya no eran útiles y la riqueza del plantea tampoco era tan exagerada y valiosa como para dejarlo intacto para luego explotarlo con tranquilidad, así que simplemente nos dedicamos a "darles una lección" arrasando el planeta. Y después de semejante trabajo que realizamos en solo tres días creíamos justo que se nos recompensara por ello... Sin tener que formar parte del juego de intrigas que había entre los generales de Freezer al ser esta una recompensa recibida directamente de manos del Maestro.
-¿Tres días? –exclamó Freezer con disgusto- ¿Ese simple trabajo os llevó tres días?-
-Así es; y creemos que es justo que se nos recompense por ello.-
-¿¡Creéis!?... ¡De ninguna manera!- exclamó indignado por nuestra petición.- ¡No merecéis una recompensa por un trabajo tan simple que os ha llevado tanto tiempo!-
Su respuesta, y la explicación a su respuesta, fue lo bastante desconcertante como para que yo, e incluso Nappa, no pudiésemos evitar sobresaltarnos, ninguno de los dos podíamos crees que nuestra labor, o incluso nuestras vidas, fuesen tan despreciadas. El único que mantuvo la compostura fue nuestro príncipe.
- ¿¡Cómo que no merecemos nada!? –exclamó Nappa indignado (algo difícil de ver en él) y gesticulando con las manos –¡Los tres trabajamos muy duro en la conquista de ese planeta! ¡Pusimos lo mejor de nosotros mismos luchando lo mejor que pudimos!- estaba tan alterado que olvido guardar las formas y se incorporó de golpe.- ¡Nuestras vidas corrieron mucho peligro allí !-
Freezer permaneció impasible, con su acostumbrado gesto de mantener los labios apretados, que aun resultaba más evidente debido a su color oscuro. Su contestación fue tan tajante como su adusto gesto.
- ¿Dices que pusisteis lo mejor de vosotros mismos?- había cierto sarcasmo en su voz- No puedo creer algo así cuando habéis tardado tanto tiempo en hacerlo.- entonces se giró hacia Zarbón, ese perro de piel azul con trenza verde que no puede vivir sin llevar un espejo en el bolsillo y que era su lugarteniente y uno de sus generales de confianza- Dime Zarbón- dijo en tono casual- ¿Cuánto tiempo te habría llevado a ti esa misión?-
Zarbón sonrió con sarcasmo y contestó primero mirando a Freezer y luego lanzándonos una mirada de reojo.
-Con toda modestia...-comenzó a decir con suavidad- Creo que lo habría hecho en un solo día.-
-¿Un día? –exclamó Freezer con ese mismo tono de casual sorpresa- Pues ellos eran tres y ya ves: les llevó el triple de tiempo- hizo una pausa al girarse hacia nosotros- Así que ya lo veis, no habrá recompensa de ningún tipo. Podéis retiraros, ya os haré llamar si me hacéis falta para un trabajo sencillo.-dijo en tono concluyente.
No puede permanecer más tiempo ajeno a esa humillación, yo también me incorporé y me situé al lado de Nappa: el tenía razón y yo no puedo... no sé permanecer indiferente ante algo; aunque mi rabo aún estaba enroscado alrededor de mi cintura, pude notar como se retorcía y se me eriza el vello que lo cubre. Pero también sé que Freezer, e incluso Zarbón y Dodoria son más fuertes que nosotros tres juntos y mucho más que yo, aunque es cierto que nuestra ira les alertó lo suficiente como para que ambos se pusieran en guardia ante Freezer.
Nappa no pudo aguantarse más y cargó contra ellos, él siempre cargaba contra el enemigo fuera quien fuera y de frente.
-¡Ya basta!- exclamó casi iracundo- ¡No puedo tolerar que se nos humille y desprecie nuestra vida de esa forma! ¡Sabes muy bien que ese trabajo no era nada sencillo!-
Si Vegeta no llega a intervenir a tiempo no sé cómo habría acabado esto...
-¡Detente Nappa!- gritó mi príncipe alzándose de repente al tiempo que su voz.
Nappa se detuvo en seco a poca distancia de Zarbón y Dodoira que habían escudado a Freezer. Nappa siempre es impetuoso en demasía, incluso para un saiyan, y yo sabía que a Vegeta eso le incomodaba casi tanto como a Freezer, pero debíamos guardar por nosotros mismos, y la autoridad de Vegeta sobre nosotros dos era casi tan absoluta como la que teníamos hacia Freezer. Nappa no tubo más opción que detenerse, siendo consciente de lo que arriesgaba en ese momento. Sin embargo ellos tres contemplaron la escena casi con aburrimiento.
-Os ruego que lo disculpéis.- explicó Vegeta con la humildad que empleaba siempre hacia los más poderosos, en especial hacia Freezer. -Ya conocéis a Nappa y sabéis que pierde el temperamento con facilidad. No era mi intención que ninguno de ellos os atacara.-
Eso es cierto, pero yo sé que la disculpa de Vegeta era para evitar una pelea en la que nuestras vidas peligraran; nuestro príncipe actuaba siempre con sensatez, y aunque me cueste admitirlo, Freezer también: a él no le gustaban las peleas entre sus soldados o cualquier otra cosa que incite al desorden, así que asistió con aprobación.
Nappa se queda observando la situación con cierto desconcierto y yo noté que, como tantas otras veces, me invadió la resignación. Odiaba todo esto, pero no había nada que pudiera hacer.
-Vayámonos- dijo nuestro príncipe girando sobre sus talones-
Nappa le siguió, y yo, tras unos momentos de duda, le imité, pero aún pude sentir en mi espalda las miradas y las sonrisas de desprecio de Zarbón y Dodoria. Mis sensaciones no me engañaron.
-¿Habéis visto? –oí decir a la aparentemente suave voz de Zarbón- Esos tres son como leones sin dientes.-
Le siguieron la desagradables risotadas de Dodoria.
-Sí, pero más bien, son monos: ¡monos que se van con el rabo entre piernas!- añadió.
Vegeta dio un bote al oír ese calificativo: no hay nada que nos humillase más que llamarnos "monos" y más aún que aceptáramos nuestra derrota con el rabo entre las piernas, aunque solo sea en sentido figurado. La rabia de nuestro príncipe me resultó más que evidente, vi como comenzaba a girarse con los dientes apretados, pero segundos después solo pudo alcanzar a recomponer la compostura. Una vez más la superioridad de Freezer y sus hombres (fieles), se impuso ante nosotros.
Pero yo aún no había descubierto lo peor."
Algo más tarde los tres caminaban por los campos exteriores a la base. Era de noche, pero aquel era un sistema de planetas binario, así que su gemelo orbitaba junto al planeta donde se encontraba la base inundando la mitad del firmamento con su sola presencia, y con un suave resplandor de color dorado. No era como la luz de la Luna, pues su brillo y su presencia eran aún mayores, pero tampoco era como la luz dorada de un atardecer, sino algo parecido a una noche polar. Como si esa misma comparación también fuera válida, el paisaje de alrededor, era semejante a una tundra, con una rala pero espesa hierba de color verde oscuro, salpicada aquí y allá por las rocas del terreno... y por el camino por el que los tres saiyans caminaban, uno de los muchos que circundaban la base.
Vegeta, como de costumbre, iba a la cabeza; ninguno de sus otros dos compañeros se habría atrevido a sobrepasarle en su camino, al no ser que las circunstancias así lo exigieran. Tras él le seguía de cerca Nappa, su fiel escudero, lacayo o como se quiera llamar al guerrero que siempre actuó como su guardaespaldas personal y también su mentor durante muchos años y, en los años de gloria de los saiyans, había sido un renombrado miembro de la elite y también uno de los principales generales. Varios metros más atrás y cerrando la marcha, iba Raditz: a ojos de su príncipe él era un guerrero de clase baja, y si no fuera por las circunstancias, tan solo era un "Don-Nadie", y él estaba resignado ante el papel que Vegeta, e incluso Nappa, aún siendo más tolerante con él, le habían asignado. Vegeta le consideraba alguien muy inferior a él y Raditz no tenía nada que realmente indujera a su Príncipe a pensar lo contrario; es más, y aunque lo hubiese tenido, Raditz estaba seguro de que Vegeta habría negado lo evidente para seguir siendo el primero de todos ellos. Aquella situación no resultaba cómoda para él de ninguna manera, pero ellos dos eran sus únicos congéneres saiyans que quedaban y él no tenía muchas opciones que permanecer a su lado, incluso aunque Freezer no poseyese sus vidas. Era tan sencillo como ¿qué otra cosa podía hacer? Ellos dos eran lo único que quedaba del un pueblo antaño poderosos, orgullosos y temido guerreros; y aunque su situación fuese la más sufrida de todos ellos, era lo único a lo que se podía agarrar. Tan solo podía sobrellevar la esa soledad con el orgullo y la dignidad de un saiyan.. Un saiyan de clase baja, como Vegeta se dedicaba a recordarle de continuo. Fuera o no cierto, la verdad es que Raditz tenía muchas veces la sensación de que su príncipe, a quien debía toda su fidelidad y en quien tanto él como Nappa apoyaban las esperanzas de supervivencia y dignidad de su ya sentenciado pueblo; tenía una mentalidad incómodamente parecida a la de Freezer, algo que Nappa, tal vez por su propia obstinación y fidelidad a su primer deber de cuidar a Vegeta, parecía no darse cuenta.
Pero en ese momento eso no era lo que más le preocupaba a Radix; estaba ocupado en escuchar lo que Nappa proclamaba con vehemencia
-¡...No soporto como Freezer nos trata!- bramaba furiosos en su lengua natal dirigiéndose en especial a su príncipe, como si de alguna manera él le fuera a dar una respuesta- ¡ No hacemos mas que trabajar para él tan duro como podemos y servir a todos sus caprichos!.. ¿¡ Yo cómo nos lo paga!? ¡Humillándonos y menospreciando nuestras vidas y trabajo delante de todos!¡ A Freezer no le importa lo mucho que trabajemos para él, solo le interesan las adulaciones de sus generales!-
Vegeta y Raditz permanecían en silencio, a su manera los dos ya sabían de sobra que eso era cierto, era algo que veían todos los días desde que entraron a formar parte del servicio directo de Lord Freezer. ¿Por qué Nappa se empeñaba en señalar de esa forma lo evidente? ¿Era su forma de desquitarse? ¿Despotricar? Si, desde luego que el guardaespaldas del príncipe tenía poca disposición para controlarse. Pero lo que Raditz oyó decir después le hizo abandonar por completo esos pensamientos...
- ¡...Y encima nos quiere engañar diciéndonos que nuestro planeta natal lo destruyó un meteorito cuando en realidad lo destruyó él! –afirmó con aplomo.
Radix dio un bote y detuvo su paso en seco; como de costumbre cada vez que se sorprendía por algo, sus ojos se abrieron por el asombro y la sorpresa era más que evidente en su rostro, pero aquello no era solo una sorpresa, sino el más terrible de los descubrimientos.
Nappa y Vegeta estaban de espaldas a él, así que no se enteraron de su reacción hasta que el saiyan exclamó con su voz suave... Al menos más suave que la de sus compañeros.
- ¿¡ Qu... qué quieres decir... con eso!? –el tono era casi tembloroso.
Nappa se giró hacia él con disgusto, tanto por el rencor que sentía hacia Freezer y su consecuente enfado actual, como por descubrir de esa forma que el tercer miembro de su grupo no parecía saber nada, y por si fuera poco, sus sorpresa era totalmente obvia al ver la cara que ponía.
- ¿¡...Es eso un... cuento!? –añadió como si quisiera confirmar una inútil esperanza.
Aquello enojó aún más a Nappa, sin embargo ahora no iba a reprender a Raditz por ser tan ingenuo, y se limitó a explicarle brevemente lo que pensaba como queriendo que él compartiera su ira con él.
- ¡No es ningún cuento! –afirmó con rotundez alzando una de sus grandes manos consiguiendo así que la expresión de desconcierto de Raditz fuera aún mayor. De alguna manera eso animó a Nappa a continuar hablando- ¡ Freezer tenía miedo de nuestro pueblo porque temía que algún día nos uniéramos hiciéramos demasiado poderosos para él, así que exterminó a todos los escuadrones que estaban fuera de nuestro planeta y luego lo destruyó! ¡ Ese maldito bastardo mató y aniquiló a todos los nuestros y ahora nos utiliza a nosotros tres como esclavos para que le hagamos el trabajo sucio!- bramó indignado ante el desconcertado Raditz que no podía ni articular palabra.
Vegeta había detenido el paso al sentir la dolorosa punzada de la verdad. A pesar de lo acostumbrado que estaba a reprimir o incluso ignorar sus sentimientos de dolor, no pudo evitar cerrar los ojos y apretar los dientes, como si se negara a gritar u otra forma de soltar su dolor. Aún así era una suerte que estuviera de espaldas a sus dos vasallos y ninguno de los dos pudiera verle en ese estado: él no era como Raditz ni mucho menos, un simple guerrero de clase baja cuyo rostro es un libro abierto a todo lo que le pasa por la cabeza, si no el Saiyan-jin no Ooji, y alguien así no se podía permitir caer tan bajo. Sin embargo el discurso de Nappa aún no había acabado.
- ¡ Fue Freezer quién dio la orden de exterminar a todos nuestro hombres y seguro que fue él quién también mató al Rey Vegeta!, ¡ Yo estuve con el rey antes de que todo eso sucediera y puedo asegurarlo!-
Raditz no podía articular palabra y su cola temblaba con violencia bajo su poblada melena negra: él también odiaba Freezer, desde el principio tuvo motivos para hacerlo ya que él era la principal causa de lo que era su vida desde el momento de la destrucción de Vegetasei. Pero la revelación de Nappa era demasiado para él: Freezer ya no era el causante de hacerle la vida imposible a él y sus dos compañeros desde el momento de la desaparición de su mundo natal, sino el culpable directo de que los tres hubiesen acabado así. Y fue aún peor aún cuando oyó la contestación de su príncipe, algo que ni siquiera Nappa se esperaba.
- Es cierto. –afirmó Vegeta con una seguridad que inundaba su voz profunda- Estoy totalmente seguro de que Freezer destruyó nuestro mundo y mató a mi padre... Pero eso es algo que ya no tiene ningún remedio- Raditz no pudo evitar dar un nuevo respingo y quedarse aún más boquiabierto ante la fría resignación de su príncipe. ¡Vegeta ya sabía lo que él acababa de descubrir y no había hecho nada!
- ¡Ni mi padre ni nuestro pueblo pudieron hacer nada!...- exclamó con un odio que ocultaba su impotencia.
Nappa estaba demasiado asombrado por lo que Vegeta decía como para no hacer la inevitable pregunta; una pregunta que Raditz también se había cuestionado muchas veces
-... Si, si ya sabías lo que ocurría. –comenzó a decir en tono dubitativo el enorme guerrero calvo- Entonces, ¿ por qué aceptas seguir al servicio del verdugo de tu pueblo?-
Raditz les miró fijamente a ambos, casi conteniendo la respiración, y aguardó una buena respuesta de su Príncipe: él estaba allí porque no tenía más remedio, porque Freezer no le permitiría escapar de su control aun siendo él el más bajo de su clase; y lo mismo se puede decir de Vegeta. El Príncipe saiyan era el único reducto de poder de lo que quedaba de su pueblo, lo único a lo que agarrarse para sobrevivir y seguir manteniendo el orgullo de su prácticamente extinguido pueblo. Traicionar o simplemente cuestionar a Vegeta, era como traicionar a su pueblo y a todo lo que significaba ser saiyan. Es por eso por lo que ambos permanecían con su Príncipe y también por lo que ahora quería conocer las intenciones de este.
Y la respuesta de Vegeta no pudo ser más clara...
-¡Porque es la única forma de recuperar nuestro poder! ¡Freezer fue un iluso al dejarnos con vida y no contar con nuestro poder zenkai! –contestó alzando la voz- La capacidad de los saiyans de hacernos más fuertes cada vez que combatimos: ¡Si permanecemos a su lado, cuánto más luchemos y más de sus estúpidas misiones realicemos, más fuertes nos haremos!-concluyó dándose la vuelta hacia sus dos únicos compañeros y vasallos. Al hacerlo su enorme energía, la más grande entre los saiyans, reverberó a su alrededor consiguiendo que el aire y el polvo del suelo se sacudiera en una oleada. Nappa notó la descarga de energía de su príncipe en el rostro y en la presión del aire; Raditz también lo notó, aún más ya que era más débil y que sus largos cabellos negros se mecieran por culpa de la descarga.
- ¡ Y porque Freezer también me ha enseñado la ley del más fuerte!- añadió como si eso fuera todo- ¡Gracias a eso he comprendido que lo único que tenemos que hacer es librar muchos más combates para hacernos más fuertes! ¡Debemos permanecer a su lado solo con ese fin! ¡Y una vez lo hayamos conseguido, YO podré hacer frente a Freezer y ocupar su puesto!- concluyó con aplomo- ¡..Para conseguirlo solo hay que esperar!-
Ni Raditz ni Nappa dijeron nada.
(N.A: sí, este capítulo/prólogo está basado en un "flashback" que salió en uno de esos interminables capítulos-peñazo sobre los últimos 5 minutos de Namec. Tal vez sea lo único útil que se puede sacar de esa parte de la serie –no del manga- ya que por lo menos sale algo de cómo era la vida de los tres saiyans bajo las órdenes de Freezer. Es por eso por lo que la he aprovechado para este fic)