Mi inspiración para Middle of Nowhere, murió...
Así que decidí empezar con algo nuevo, esto es un reto de la comunidad de livejournal llamada 10pairings, pueden visitar mi livejournal para conocer más de ello, (la dirección está en mi profile).
Mi primer pairing es Ichigo/Rukia. Más adelante vendrán crack!pairings y otras cosas locas...
Por ahora, disfrutenlo; agradezco reviews...
Título: Cosas Maravillosas
Personajes: Ichigo, Rukia
Cantidad de palabras: 382
Nota: Posteado en 10pairings
Disclaimer: "Ni Bleach ni sus personajes me pertenecen; le pertenecen a Kubo Tite-sama"
— Ya sabes, si quieres, podemos… Tú sabes—le dijo la pelinegra sentándose en la cama, inocentemente. Ichigo no respondió, es más, no se inmutó ante la insinuación de su compañera, la tarea es más importante. Mucho más importante.
Por supuesto, la pequeña shinigami no se rendía tan fácilmente, insistió en insistió, lamentablemente, lo único que consiguió de su pareja fue un beso, largo e intenso, como a ella le gustaba; pero no lo que ella quería. Al separarse de él, se acostó en la cama, se volvió a levantar, luego de volvió a acostar. Ichigo la miraba, extrañado.
— ¿Estás bien, Rukia? — le preguntó, ella asintió, no muy convencida de ello. El pelinaranja levantó una ceja, mientras sus ojos seguían su pequeño cuerpo que salía de la habitación, la conocía lo suficiente como para saber que algo no andaba bien; suponía; (probablemente sin equivocarse); que tenía que ver con sus recientes palabras, y con el comentario hecho por Keigo del día anterior; Ichigo no lo recordaba textualmente, pero si estaba seguro que tenía que ver con sexo; y Keigo, la perversión y la inocencia de Rukia no eran una buena combinación; en conclusión el hiperactivo amigo de Ichigo, le había comentado a Rukia bastantes "cosas maravillosas que dos adolescentes podían hacer juntos", que no traería problemas porque "ambos ya eran mayores de edad", que a veces hay que "hacerle caso al mandato de las hormonas"; no era necesario recordar la curiosidad de Rukia ante todas las cosas nuevas, el sexo, contaba como una de ellas.
Pero Ichigo, se tomaba sus compromisos en serio. Especialmente con Rukia; después de todo lo vivido con ella, había adquirido un compromiso de protegerla, cuidarla y respetarla; este último era la razón por la cual contenía todos sus impulsos hormonales, tragando saliva e ignorándola, o al menos haciendo todo lo posible por ignorarla.
Tendría que ser paciente, sin importar lo que su cuerpo le pidiera. Ya había tomado la decisión, no podía, ni quería cambiar de opinión.
No contaba con que Rukia fuera lo suficientemente astuta como para saber la única manera de cambiarla de opinión. Y efectivamente, funcionó, Ichigo olvidó todo lo que había acabado de pensar cuando vio que Rukia se había puesto de nuevo ese disfraz de diablesa que había usado en Halloween años atrás.