Amor de verano

Primer capitulo: Despedida

Era unas semanas antes de que empezaran las clases. Se veían a dos adolescentes de unos 17 años, caminando por la playa, agarrados de las manos. Eran Inuyasha Taisho y Kagome Higurashi. Inuyasha era de pelo blanco, atractivo, ojos dorados y un corazón de oro. Kagome era una chica de pelo azabache, ojos chocolates, sonrisa dulce y bastante hermosa. Ellos dos eran novios desde que empezaron las vacaciones se conocieron en China, en donde Inuyasha y Kagome venían de vacaciones. Kagome era de Inglaterra pero ella había nacido en Japón pero sus padres decidieron mudarse. Inuyasha vivía en Japón.

Cuando ellos se pusieron de novios sabían perfectamente que duraría hasta que finalice el verano. Eso estaba a punto de ocurrir. Inuyasha era el típico don Juan, pero esta vez la chica Kagome lo había enamorado, aunque el no se había dado cuenta. Kagome era una rata de biblioteca como le dirían en el colegio, no era muy popular como lo era su novio, pero si tenía sus pretendientes. Ella sabía perfectamente que estaba enamorada de Inuyasha y no sabía que hacer al respecto.

Ellos se enamoraron a primera vista, ella lo miró y pensó que era lindo, bueno y parecía agradable. El pensó que sería una conquista más de la suyas, sin darse cuenta que ella le haría sentar cabeza. Nunca había salido tanto con una chica, excepto con una: Kikyo. Duraron cinco meses pero ella lo engaño.

Inuyasha cuando miraba a Kagome vivía una y otra vez, el momento en donde se conocieron:

FLASH BACK

Era una tarde de verano, Kagome estaba en un parque muy hermoso, sentada debajo de un árbol, leyendo las hermosas páginas del libro de mujercitas. Un chico de ojos dorados la miró por primera vez y sintió a su corazón palpitar mucho. El muy astuto, tiró una pelota de béisbol hacía donde estaba ella. Se acercó y ella lo miró:

-¿Podría darme la pelota?- dijo Inuyasha

-Por supuesto- respondió Kagome mientras le daba la pelota.

-Bueno me preguntaba ¿Cómo se llama señorita?- preguntó

-Me llamo Kagome-

-Yo me llamo Inuyasha-

-Mucho gusto Inuyasha- dijo extendiéndole la mano

-Lo mismo digo- dijo aceptando el saludo.

De ahí empezaron a charlar y luego empezaron a ser amigos y a la tercera semana se confesaron su amor. Algunos dirán que es muy poco tiempo pero el ya la amaba y ella también. Como si el destino quisiera que ellos dos estuvieran juntos.

FIN DEL FLASH BACK

Seguían tomados de la mano, caminando por la playa. Muy juntos, ese era su último día junto, ya que al otro día, Kagome tomaría un tren y se iría a la capital adonde, luego tomaría un vuelo y se iría a Inglaterra.

Inuyasha se iría después de ella, un día antes de que comiencen las clases. Que dolor tan grande sentía Kagome, ¡que sola que estaría en Inglaterra!, si tenía amigos pero ninguno podría llenar el corazón vacío que dejaría Inuyasha.

El también se sentía terrible. Cuando empezó a salir con ella, sentía unas ganas enormes de contarles a sus amigos que engañó a una chica tonta que se la creyó todo. Pero luego de haberla conocido a fondo se arrepintió de lo que había pensado: esa chica era especial. Ahora se moría de las ganas de contarles a sus amigos que conoció a una chica sumamente especial, que le había robado su corazón, pero sus amigos se reirían de tales palabras. El único que no se reiría era su mejor amigo Miroku.

Se había hecho de noche, era hora de volver a casa, Kagome trató de ocultar sus lágrimas. Inuyasha tragó saliva para tratar de que se vaya ese nudo de su garganta.

-Creo que es hora de irnos- dijo Kagome con una tristeza muy grande

-Te veré en la estación mañana, te lo prometo- dijo Inuyasha, mientras el le tomaba las manos.

-Te esperaré- le dijo

Se dieron un beso lleno de amor y tristeza. ¡Como se extrañarían! Que rápido había pasado el verano. Para Kagome fue el mejor verano de su vida. Jamás lo olvidaría.

Cuando Kagome llegó a su casa prefirió no comer y se fue a su cama, ahí lloró y lloró sentía que no volvería ver a Inuyasha. ¡Que feo que es despedirse! En especial si es la persona que más ama. Con Inuyasha podía sentir que era ella. Oh torpe amor adolescente, pensó, Inuyasha le había dado su primer beso, fue su primer novio y hasta ahora su primer amor…

Como deseaba mudarse a Japón para estar con el. Haría eso por el y muchas cosas más. Su madre le había advertido que duraría poco, pero ella no cambiaría por nada del mundo los hermosos días que vivió.

A Inuyasha tampoco le gustaba la idea de dejar a Kagome. La quería muchísimo. Se había convertido en su mejor amiga. ¿Por qué su amor no podía transformarse en otra cosa, que no sea un simple amor de verano?

Pero fue el mejor verano. No le diría a nadie esta historia, que vivió el con la persona que más amo en toda su vida. Ni a su amigo Miroku. Esta historia viviría, siempre en su corazón, jamás podría olvidarla.

Era ya mañana y Kagome se levantó sin ánimos. Se ponía con lentitud unos jeans y una remera de mangas cortas blancas. Ya se iba a ir. Unas lágrimas de tristeza cayeron en sus mejillas. Se las limpió y se fue hacia la estación.

Inuyasha ya la estaba esperando, con un ramo de rosas. Quería ocultar su tristeza pero eso sería inevitable. A el le dolía mucho su partida. Ojala retrocediera el tiempo y que volviera a vivir todos los momentos especiales que tuvo con ella.

Kagome lo vio y se fue corriendo hacia el, abrazándolo con todo su amor. Su mamá sonrió y entró al tren, al igual que su padre y su hermanito Souta.

-Muchas gracias- dijo Kagome cuando recibió el ramo de rosas.

-Bien creo que ya debes irte- dijo Inuyasha con un nudo en la garganta

-Si, te extrañaré muchísimo Inuyasha- dijo ella mientras unas lágrimas cayeron en sus mejillas.

-Yo también Kagome- le dijo el

Se abrazaron y se dieron un beso largo y triste. Ella fue hasta el tren y empezó a despedirse con la mano. El también y no se fue hasta que vio el tren irse.