"Como le digo"

Alec P.O.V.

El más difícil no es el primer beso, si no el último.

Después de tantos siglos compartidos, de tantos momentos que vivimos juntos y de tantas batallas que libramos juntos; empiezo a creer que ella no es la persona indicada para compartir mi eterna vida.

"¿Cómo le digo?, a ella que siempre ha estado a mi lado,

¿Cómo le digo? Que me da lo mismo que vaya,

Que venga, que este o no conmigo

Que no siento nada cuando me acaricia

Que ya no disfruto como antes su risa

Que quiero escaparme, que siento ahogarme,

Que me desespero, que ya no la quiero

¿Cómo le digo?"

Cuando la veo entrar a la habitación que compartimos en el enorme castillo propiedad de la familia Vulturi, solo puedo pensar en la manera más fácil y comprensible de darle a entender que necesito a alguien más para darle mi amor.

-¿Querías hablarme?- susurra con su voz infantil.- se que algo te pasa, te noto cambiado, quisiera ayudarte, cuéntame todo, desde hace algún tiempo que apenas sonríes, te quedas mirándome y nada me dices, porque estas mal, por favor dime.

-Lo que pasa es que ya…- callo porque si le digo en este momento solo me voy a ganar un dolor infernal.- es muy tarde, estoy cansado el día fue largo.

-Pero si algo paso dímelo porque yo tal vez pueda hacer algo- suplica con preocupación en su voz y en los ojos.

-Todo está bien vete y no te preocupes, es solo en trabajo- susurro tratando de aliviarle la carga a Jane.

-Yo pensé que tal vez tú querrías que hoy me quedara a tu lado- murmura con una sonrisa tímida en los labios.

-Pero es muy tarde, déjame solo que no pasa nada.

-Yo quiero compartir como antes las cosas que te lastimaban.

-Todo está bien, te pido que entiendas que es solo el cansancio.

-Yo no puedo entender como en tan poco tiempo has cambiado tanto.

Pude ver las facciones dolidas de su cara cuando volvió el rostro antes de salir por la puerta de la habitación.

¿Cómo le digo?, que es todo mentira
que quiero dejarla que así ya no vivo
que me siento culpable de verla llorando

De verla sufriendo que

Ya no soporto seguirle mintiendo"

La veo llegar a la recepción del castillo con esa expresión indiferente que al fijar su mirada en mi se vuelve triste.

-Ven por favor, que quiero hablarte- le digo mirando sus tristes ojos del color del rubí y camino hacia uno de los jardines interiores.- lo que pasa es que ya… es muy tarde, estoy cansado, el día fue largo.

-Pero si algo paso dímelo, porque yo tal vez pueda hacer algo- implora mientras se acerca más a mí.

-Todo está bien, vete y no te preocupes es solo el trabajo.

-Yo pensé que tal vez tú querrías que hoy me quedara a tu lado.

-Pero es muy tarde, déjame solo que no pasa nada.

-Yo quiero compartir como antes las cosas que te lastimaban.

-No es nada importante, te pido que entiendas es solo el cansancio.

-Yo no puedo entender como en tan poco tiempo has cambiado tanto.

Ahora su expresión se volvió fría y retadora, me dirigió una mirada de incomprensión antes de adentrarse en los muros del castillo. Me dolía, pero tarde o temprano le tenía que decir la verdad.