Realización:

Parte 1 - Misty

Era una noche tranquila y estrellada en el gimnasio de Ciudad Celeste. Los Pokemon estaban felices, placidamente durmiendo en sus tanques de agua, después de todo esa era la especialidad de este gimnasio. Los Pokemon tipo agua. Antiguamente esta ciudad era conocida por las tres grandes bellezas que vivían en este gimnasio, Las Tres Hermanas Sensacionales. Ahora Ciudad Celeste es conocida por la fuerte líder de gimnasio que en este momento duerme tranquilamente. Misty.

La poderosa entrenadora de Pokemon tipo agua. Poco se sabia de ella antes de que iniciara su viaje, sus habilidades crecieron ecopotencialmente a su regreso y aunque todo el mundo se preguntara que tipo de entrenamiento hizo, ella no responderá. Porque ese secreto es solo de ella y de sus amigos. Aunque más bien todo se lo debía a una sola persona. Un joven que lentamente se hacia conocer por el mundo Pokemon como uno de los grandes entrenadores y posiblemente quien se convertiría en un verdadero Maestro Pokemon.

¿Por qué le debía todo a él?

Simple.

Él le enseño una determinación, un coraje, sentimiento por los Pokemon que no cualquier persona creería lo que le hizo crecer de formas que ella jamás pensó posibles. Y lo más importante de todo. Es el Misty, la poderosa líder del gimnasio de Ciudad Celeste, estaba perdidamente enamorada de él, un secreto que ella jamás diría, pero que todos sus amigos sabían, salvo el propio muchacho.

A su vez, eso fue lo más triste, ya que esa misma determinación, coraje y sentimientos por los Pokemon fueron los que le impidieron ver al joven lo que ella sentía por él. Y si le sumamos el hecho de que el mismo conocimiento en los sentimientos de los Pokemon, era el equivalente opuesto a su conocimiento en los sentimientos humanos.

Ese era él joven.

Ese era Ash Ketchum.

Tenía muchas virtudes. Leal. Inventivo. Valiente. Amistoso. Divertido. Amable. Humanitario. Tenía muchos defectos. Impulsivo. Impetuoso. Terco. Denso.

Y Misty no lo tendría de otro modo.

Pero la pelirroja desconocía algo que sus amigos sabían. Los sentimientos de ambos eran mutuos. El problema es que el muchacho aun no lo sabía. Aun no tenía ese nivel de madurez emocional. Todos esperaban el día en que Ash Ketchum llegara a la realización. Todos sabían que ese día llegaría tarde o temprano. Solo que no sabían cuando y tal vez ese día estaba más cerca de lo que creían.

Aunque Misty soñaba con ese día todas las noches. Aquel día en que sus sentimientos serian mutuos y estarían juntos. Siempre lo soñó y esta noche no era la excepción. Dentro de una habitación del gimnasio se encontraba la pelirroja, en su cama cómodamente dormida después de un largo día de trabajo y entrenamiento. Como líder de este gimnasio sus tareas son arduas y constantes, tal vez de vez en cuando recibiría ayuda de sus hermanas o de Tracey. Lamentablemente hoy no fue así, sus hermanas estaban de gira gracias a su trabajo de modelaje lo que dio como resultado un largo, merecido e instantáneo descanso reparador.

Para el infortunio de la pelirroja, esta noche no tendría descanso mucho descanso.

*Ring – Ring - Ring * *Ring – Ring - Ring* *Llamada* *Llamada* *Ring – Ring - Ring* *Ring – Ring – Ring* *Llamada* *Llamada*

El sonido característico del videotelefóno inundo todo el gimnasio, despertando a la cansada líder. Esto generaba un problema para el que llamara, después de todo, se sabía que la líder de gimnasio se enojaba fácilmente y era aun más irritable con falta de sueño.

"¡Mas vale que sea muy importante!" vociferaba Misty avanzando a paso fuerte hacia el videotelefóno. Bruscamente tomo asiento y dejo el aparato en modo audio. "¡¿Quién es?!" grito sin importar la persona del otro lado.

"¡Misty!" grito la voz del otro lado. La pelirroja se congelo, por un momento su furia flaqueo. Con tan solo escuchar su nombre pronunciado por él le bastaba para reconocerlo. "¡Soy yo! ¡Ash!" grito del otro lado.

"¿Ash?" inmediatamente encendió la pantalla revelando al entrenador en Sinnoh. "¡¿Paso algo?!" pregunto preocupada, no era normal que su amigo la llamara a esta hora. "¡¿Estas bien?! ¡¿Y Pikachu?! ¡¿Brock?!"

"No, todos están bien" respondió. Y solo esa respuesta tan simple basto para desatar la furia de Misty renovada y aumentada. Amara mucho al entrenador, pero no significaba que no se enojara con él. Años de discusiones entre ellos eran la prueba.

"¡Entonces que demonios te pasa! ¡Son las tres de la mañana!" grito llameando. E inmediatamente la pelirroja noto algo extraño. Ash se veía afligido, a pesar de que le dijera que todo estaba bien. Se veía alterado, algo raro pasaba. "¿Por qué llamas?" pregunto ya mas calmada.

"Yo…" Ash comenzó a verse realmente agitado. Respiraba rápidamente y casi descontrolado. "Lo siento, olvide la diferencia de hora" dijo aun en tono afligido. Esto fue la segunda y la tercera rareza del día. Ash Ketchum disculpándose y algo que por primera vez veía en sus ojos. Miedo.

Misty conocía a Ash, durante todo el tiempo que viajaron nunca lo vio vacilar, siempre un paso adelante y sin pensar en las consecuencias. Las pocas veces que lo vio con miedo eran respecto a sus Pokemon, algún daño que llevara Pikachu u otro. Pero aquí estaba. Lo imposible, Ash Ketchum temblando. Como si el peso del mundo estuviera sobre sus hombros.

"Ash… ya no importa. ¿Qué sucede?" pregunto ahora realmente preocupada y dejando de lado todo el enojo. Para agregar otra rareza al record del día, en el cual todos habían ocurrido en menos de un minuto. Ash comenzó a balbucear, hablaba muy rápido, cortaba las palabras, en definitiva no se entendía absolutamente nada. "Ash… cálmate y piensa en cada palabra antes de hablar"

"No, no puedo, ¡Ese es el problema!" grito el entrenador frustrado. "Es aplastante, demoledor. Como si comprimieran mi interior mil veces con un ataque de fisura. Me cuesta respirar, hablar, pensar, ni siquiera me distrae el pensar en los Pokemon. Tan solo van unas horas y me estoy volviendo loco" El entrenador estaba totalmente desesperado.

"¿Ash? No te entiendo. ¿De que me hablas?" pregunto aun mas preocupada que antes.

"¡Ni yo lo entiendo! No entiendo como puede una sensación tan desesperante, aplastante y agobiadora pueda al mismo tiempo producir tanta felicidad. ¡Estoy confuso! ¡No lo puedo entender y me desespera aun más!" gritaba. Misty nunca había visto a Ash actuar de esa manera, por suerte al parecer estaba en una cabina privada.

Esta situación comenzó a irritar a la pelirroja. No podía entender a lo que Ash se refería, la había quitado el sueño despertándole a las tres de la mañana y por si fuera poco le estaba gritando. ¿Qué clase de persona consiente hace eso? No Ash.

"¡¿Cuál demonios es tu problema?! ¡Aquí son las tres de la mañana y tú estas gritándome! ¡Me quitas el sueño y mañana tengo un día ocupado! ¡No tengo porque quedarme a escuchar tus berrinches a esta hora!" ahora era Misty la que le estaba gritándole de respuesta, tal y como lo hacían siempre, salvo que esta vez no estaba ni Brock con sus palabras o Pikachu con su Impactrueno para detenerlos, y al estar hablando por videotelefóno hacia imposible que su mazo surtiera efecto en Ash.

"¡Tu eres mi problema! ¡Todo esto es tu culpa!" respondió Ash.

"¡¿Qué yo soy el problema?! ¡¿Mi culpa?! ¡¿Qué problema?! ¡Tú eres el problema que llamas estas horas! ¡No tienes ningún sentido!" Ahora estaba furiosa, confusa, e impactada. ¿Qué tipo de problema le podría haber dado ella? Pero más que nada estaba perturbado, ya que por un momento pensó ver una lágrima cayendo del ojo izquierdo de Ash. "No, debió ser un efecto de luz"

Inmediatamente la duda sobre la lágrima se disipo, en efecto ahora el entrenado Pokemon estaba llorando. ¿Qué demonios sucedía? Ash casi nunca llora, en todo su viaje tal vez lo vio llorar unas cuantas veces, pero siempre era por algún Pokemon o la vez que lloro cuando se separaron.

"¡Es tu culpa!" La voz seguía seria, no era pena por la que lloraba. Era desesperación.

"¿Tanto es? ¿En verdad le pude haber hecho algo? Si es así, ¿Qué?" pensó Misty ahora en verdad espantada ¿Qué podría haberle hecho a Ash como para que pudiera estar tan desesperado?

"¡Es tu culpa!" repitió, ya que Misty no respondió. "¡Debe ser tu culpa! ¡No entiendo porque!"

"¡Entonces dímelo para que pueda entender y ayudarte!" grito Misty. Su furia se apaciguó un poco ante la notable desesperación, volviendo a nacer una vez que le volvió a gritar.

"¡¡No puedo dejar de pensar en ti!!" anuncio a los cuatro vientos el entrenador Pokemon..

Misty quedo muda, no podía tener una respuesta para aquella aclaración, la cual siempre fue la mas esperada por Misty, pero la mas improbable y ciertamente aun mas esta noche.

"¡No lo entiendo! ¡Siempre pensé que era normal extrañar a un amigo y no creí que fuera diferente contigo! ¡Aun mas si eres mi mejor amiga!" Las lágrimas continuaban corriendo por el rostro de Ash, estaba respirando agitado. "¡Pero solo no es normal! ¡No puedo parar de pensar en ti! ¡Cuando lo hago me angustia el saber que no estas aquí! ¡Pero el pensamiento me alegra! ¡Cuando veo el pañuelo! ¡Cuando veo el señuelo! ¡El agua! ¡Los Pokemon acuáticos! ¡Un gimnasio! ¡Todo me hace pensar en ti! ¡Y no se por que!"

"Al principio lograba distraerme entrenando a mis Pokemon y combatiendo, como siempre. Pero hoy muchas cosas extrañas ocurrieron. Yo, Brock y Dawn fuimos a pescar, yo use el señuelo que me diste. Dawn me lo pidió" Ash soltó una leve risa triste. "Esto fue lo primero: me negué, no quise ni por un segundo que Dawn lo tocara. Una vez que iniciamos, como siempre se mostró ser muy efectiva, en solo un par de minutos pico un Buizel. El robo la caña, con todo y señuelo. ¡Me aterre! No lo mostré a los demás, pero en realidad me aterre ante la idea de perder aquel regalo. Luego seguimos al Buizel y nunca jamás había sentido un alivio tan grande al encontrar el señuelo, como si me hubieran regresado un fragmento mío que perdí. El Buizel lo capturo Dawn, pero no me importo. Tenia el señuelo de vuelta".

"¡No me lo explico! ¡No entiendo que es lo que me sucede! ¡Y ahora mismo! En cuanto te vi en pantalla, mientras que sentí un gran alivio al verte. Nuevamente como si un vacío se hubiera llenado, y derepente luego de hablar tan solo un poco contigo puedo pensar correctamente, como si nada hubiera pasado. ¡¿Qué me esta sucediendo?!" grito finalmente exigiendo una respuesta.

Misty no respondió.

La líder de gimnasio me mantuvo mirando al entrenador fijamente. Analizando cuidadosamente todo lo escuchado. Cosas que ella simplemente escucho en sueño, pero que de alguna manera no sonaba ni si quiera la mitad de romántico que en ellos. Este era Ash Ketchum, el verdadero. Quien prácticamente le había gritado su amor por ella, sin si quiera él mismo saberlo. Tan solo Ash podría hacer eso y no lo tendría de otra manera.

Misty hizo lo único que podía hacer.

Se comenzó a reír fuertemente, soltando muchas lagrimas en el proceso.

"¡¡¿Qué?!! ¡¿Te ríes?! ¡¡¿Crees que es gracioso?!! ¡Estoy totalmente confundido! ¡Te pido ayuda pensando que tal vez tú puedas ayudarme! ¡¿Y tu te ríes?!" grito Ash, su respiración agitada continuaba. Y al verlo a risa de Misty fue frenando lentamente

"No Ash" contesto ya calmando tu risa. "Es solo que aun demuestras lo denso que eres".

"¡¿Denso?!" grito a punto de comenzar otra discusión, pero esta vez Misty lo calmo.

"Alto, entiendo lo que te pasa." Respondió parando instantáneamente cualquiera nacimiento de enojo.

"¡¿Qué?! ¡Entonces dímelo! ¿Es malo? ¿Una enfermedad? ¡¿Qué es?!" grito.

"No, no es malo. Algunos lo llaman enfermedad, pero no lo es" explico un tanto avergonzada. Misty podía sentir como la sangre le subía a sus mejillas, ella vio la mirada perpleja de Ash al ver su sonrojo, causándole aun mas vergüenza, pero esto no le impidió seguir, Ash ya técnicamente había confesado, ahora era su turno y tal vez hacer notar al joven lo que significaba. "Pero entiendo perfectamente lo que te pasa, yo también pase por lo mismo".

"¿Pasaste por lo mismo? ¿Cómo lograste terminarlo?" pregunto Ash notablemente interesado, cosa que causo una pequeña risilla de Misty.

"Lo primero que debes hacer es…" La pelirroja se detuvo brevemente, sintiendo como su rostro se calentaba con tan solo pensarlo. "…admitir que estas enamorado". Finalizo soltando un suspiro de alivio, al haberlo dicho.

"¡¡¿Enamorado?!!" grito Ash horrorizado. "¿Cómo en enamorado de 'amor'?" Misty asintió tímidamente. "pe-pe-pero yo…" Ash se sonrojo sin siquiera notarlo, cosa que hizo sonreír aun mas a Misty.

"Sientes que cuando esa persona especial esta contigo te sientes completo, como si una parte tuya que no sabias que tenias hubiera regresado. Cuando no esta te duele, y no paras de pensar en ella. Al mismo tiempo no puedes dejar de recordar momentos o cosas sobre esa persona, y las cosas que te dio se vuelven muy especiales. Y también a cada momento piensas en lo que aquella persona estará haciendo". Por un momento, mientras Misty explicaba, ella se perdió en aquellas sensaciones, perdiendo de vista a Ash. Al terminar ahora podía ver a Ash con una mirada asombrada.

"¡Si! ¡Eso es exactamente lo que siento! ¿Como lo sabes tan bien?"

"Ya te dije. Es exactamente lo que yo siento. Cada vez lo siento…" Nuevamente Misty suspiro. Había llegado la hora. "…cuando pienso en ti"

Las expresiones de Ash cambiaron varias veces. Misty estaba nerviosa, por haber viajado tanto tiempo con Ash y al conocerlo también podía leer las expresiones de su rostro fácilmente, cada cambio.

Sorpresa.

Horror.

Vergüenza.

"Pe-pero… ¡Espera!" grito Ash dándose cuenta de algo. "Entonces, ¿Y la bicicleta?" pregunto el joven, creando un gran sonrojo a Misty.

"Nunca se trato de la bicicleta. Tan solo quería una escusa para poder seguirte. Yo me divertí mucho en nuestros viajes, por eso no quería irme aquel día." Misty se sintió bastante triste recodando aquel día. "Pero con o sin bicicleta debía encargarme del gimnasio" Ash se sonrojo ahora, rápidamente el joven trato de cambiar el tema.

"Pero no puedo estar enamorad. No ando actuando como Brock" dijo aun sin entenderlo. Ante esto Misty nuevamente se comenzó a reír, olvidando toda la tristeza.

"Brock no se enamora de cada chica. Simplemente le gustan las chicas" comento divertida ante la deducción de Ash. "Ash. Créeme, yo me tarde bastante tiempo en admitirlo. Además, ¿Es tan malo?" pregunto la pelirroja un tanto ofendida.

"Bueno…" Ash detuvo su oración, el silencio pareció durar un par de minutos, ya que ante la deducción de la pelirroja, parecía estar pensando profundamente, si es que eso era posible. Misty lo observo atenta, para notar una nueva emoción en su rostro.

Entendimiento.

Tranquilidad.

Vergüenza.

Ahora la cara de Ash se puso mas roja, acción que hizo sonrojar a Misty. Esto paso por la nueva mirada que le daba Ash. Un brillo extraño en sus ojos, uno que había visto pocas veces antes. Pero aun recordaba la primera vez que lo vio. En el festival de la doncella.

"No…" contesto Ash, continuando su oración anterior. "No es malo." Un breve silencio incomodo se genero entre ambos, hasta que Ash se decidiera hablar nuevamente. "Y… ¿Cómo controlo esto? ¿Los pensamientos y todo eso?" pregunto dudoso de que decir.

"No puedes, pero ayuda el admitirlo, o el decirlo en voz alta… incluso…" Misty lo susurro tímidamente. "…decírselo a ese alguien especial" dijo en indirecta clara y que por una vez Ash capto, este se sonrojo inmediatamente, aun mas si es posible. "No tienes que hacerlo"

"¡No! Yo… si… si quiero" respondió rápidamente, através de la pantalla y al parecer avergonzándose de su respuesta rápida. "Yo…" Misty vio inhalar profundamente a Ash, tranquilizándose un poco. "Misty… yo estoy…" se interrumpió tragando con fuerza, para luego mirarla directamente a los ojos. "Yo te amo"

Misty sintió como si su corazón explotara. Si un humano pudiera evolucionar como un Pokemon, la pelirroja ya estaría en tercera etapa. Era oficial, ya no era un estupido sueño de su imaginación. Es verdad que no era como nada que soñó o imagino. Era la forma mas poco romántica de confesión que hubiera pensado, pero derepente era perfecta. Aquí. En la noche. Por un videotelefóno. De Sinnoh a Kanto. El inmaduro Ash Ketchum. El entrenador Ash Ketchum. El, hasta hace unos momentos, amor platónico.

"Yo también te amo Ash" contesto la pelirroja sin dar un segundo pensamiento al respecto y sintiendo simultáneamente que una enorme carga se iba de su espalda. Jamás se había sentido tan libre, tan pura, tan ligera.

Ambos se sonrojaron, y nuevamente un silencio se formo, solo que esta vez ya no era incoado.

"¿Y ahora que?" pregunto Ash sin saber que hacer o decir.

"Bueno. Supongo que esto nos convierte en novios" sugirió Misty tímidamente.

"Supongo… hehe…" respondió Ash, haciendo la misma señal de vergüenza que siempre, rascándose la parte de atrás de su cabeza, acompañado de una risa nerviosa. "Es solo que…."

"¿Jamás esperaste este resultado?" se adelanto Misty.

"Si…"

"Oye… ¿Y donde están los demás? No creo que te estén escuchando ¿Verdad?" ante esta pregunta de Misty. Ash se sonrojo.

"¡No!" negó con ambas manos frente a la pantalla. "Me adelante bastante. Ya te dije que me desespere y corrí hacia el centro Pokemon para llamarte. Les tome bastante ventaja".

"¿Incluso a Pikachu?" pregunto Misty un tanto sorprendida de la acción de Ash.

"Si, creo que la sensación en verdad me confundió y no pude seguir aguantando mas. Tenia que buscar una forma de deshacerme de aquella sensación tan aplastante" contesto Ash.

"¿Y funciono?" pregunto Misty divertida ante la elección de palabras de Ash.

"Si. Pero, es solo temporal, ¿Verdad? Es decir, siempre sentía que se reducía cada vez que hablaba contigo, pero con el tiempo volvía y esta vez fue demasiado aplastante para mi" confeso avergonzado.

"No volverá tan fuerte, ya que sabes lo que es. Y menos ya que sabes que es… mutuo" dijo avergonzándose un poco al decir, y pudo notar que Ash también se sintió así. "Ayuda también el que hablemos… no me digas que te molesta llamarme" dijo enfadándose levemente. Que provoco en Ash una risa divertida.

"Claro que no me molesta. El problema es que no puedo llamarte muy seguido. No si no quieres que te llame de nuevo a las tres de la mañana" agrego Ash. "¿Crees que puedas regresar a viajar conmigo?" la petición era notablemente tímida, pero calentó el corazón de Misty.

"Sabes que me encantaría, pero el gimnasio es mi responsabilidad" respondió tristemente, siendo igualada la expresión por Ash. "¡Espera!" grito mientras le venia una idea a la cabeza. "No cuelgues, ya vuelvo"

La líder de gimnasio en el mismo lugar ingreso a su correo y comenzó a buscar un archivo específicamente. Una vez que lo encontró, se lo envío a Ash.

"Listo, te envíe un regalo. Creo que eso nos podrá ayudar un poco" dijo la pelirroja divertida al ver la expresión habitual despistada de Ash. Al parecer el pelinegro noto algo en su correo y lo reviso, rápidamente cambio a una expresión de alegría. "¿Te gusto?"

"¡¿Cupón para un Pokegear?! Misty, no puedo aceptarlo. Siempre me das cosas, yo nunca te he dado nada" Ash estaba triste ante esa realidad.

"¿Bromeas? Gracias a ti, vi gran parte del mundo. Pokemon increíbles, muchos de ellos legendarios. La deuda yo la tengo contigo. Además…" Misty miro a un costado hacia un lado de la pantalla evitando la mirada de Ash. "…le pedí tu gorra de la Liga Pokemon a tu mama". Confeso avergonzada. Rápidamente cambio el tema, sin dejar responder a Ash. "¡Así que acepta el cupón!" ordeno en su tono de furia habitual.

"Bien… bien…" respondo imprimiéndolo en un papel.

"Solo tienes que ir a una tienda y canjearlo. Anotas mi nombre a tus contactos y podrás llamarme automáticamente, no es muy difícil de usar" agrego divertida, disfrutando la expresión de enojo de Ash.

"¿Qué quieres decir con eso? ¡Claro que lo sabre usar! Un niño de 9 años pudo usar un Pokenavi, creo saber usar un Pokegear" respondió enfadado.

"Ya, te creo" respondió la pelirroja, aunque en el fondo no le creía. En el fondo le gustaba fastidiar a Ash, era su pasatiempo por todo el tiempo que viajaron. Claro que en un principio en su viaje no era a propósito, pero después comenzó a tenerle cariño a la rutina. También podía ver que Ash lo disfrutaba. Sin quererlo dio un bostezo.

"¡Es verdad! ¡Es muy tarde en Kanto! ¡Lo siento Misty!" respondió el joven de pelo negro. "Ya te dejare dormir. Mañana debes tener un día muy ocupado"

"Si" Nuevamente un silencio se genero. Estaba claro que tenían que despedirse, pero ninguno sabio como hacerlo.

"En verdad lo siento, Mist" Ante esa disculpa de Ash, la pelirroja se le quito el sueño momentáneamente y noto que Ash no se había dado cuenta de cómo la había llamado. "lo-lo-lo siento"

"¡Me llamo Mist! Me gusta cuando él lo dice" La pelirroja chillo por dentro, luego se sonrojo. "No, no te preocupes. Me-me gusto que me llamaras así" confeso sintiendo el calor en sus mejillas de nuevo, esto también causo un sonrojo en el pelinegro.

"Ya es hora, Brock y Dawn deben estar por llegar, y por la hora creo que podrían estar por cerrar la tienda de electrónica, debo irme ahora si quiero usar el cupón hoy" Misty noto el sonido de desanimito en su voz. Ella no quería despedirse y al parecer el tampoco, pero ella debía dormir.

"Lamento haberte despertado, mañana estarás cansada."

"No te preocupes. Voy a estar cansada, pero valió la pena" respondió alegre, y noto que la cara de Ash también se ilumino. "Buenas noches Ash" contesto.

"Buenas noches… Mist" respondió sonrojándose ante el apodo. Misty iba a colgar pero noto que el joven estaba indeciso sobre algo. Antes de que pudiera preguntar, el pelinegro hablo. "Te-te amo" la pantalla se puso negra indicando el final de la comunicación.

La pelirroja no pudo evitar dar un suspiro de alegría. "Yo también te amo" le susurro al aire. Diciendo esto se levanto para regresar a su habitación y regresar a su mundo de sueños. Al entrar en la habitación, noto a Azurril durmiendo placidamente a un costado de su cama, con cuidado se recostó y se abrigo entre sus sabanas y frazadas. El sueño no tardo en llegar.

Por una vez no estaba molesta, por haber interrumpido su sueño. Después de todo había ocurrido una confesión.

A las tres de la mañana.

Pasaron diez minutos y su Pokegear sonó, interrumpiéndole el sueño nuevamente. Molesta levanto el aparato, sin molestarse en ver en pantalla la cara pixelada de un entrenador con una gorra. "¡Que sucede! ¡Son las tres de la mañana!" la respuesta tarda en llegar.

"Mist, ¿Cómo se usa esto?"