Capítulo 27:
SHSSS. No Se Lo DiGaS A NaDiE…
Le abrió la blusa, de color blanca, de una sola movida, desgarrando parte de esta, escuchándose caer por el suelo los pequeños botones blancos, rebotando.
La esquita y violenta manera que se movían aquel par de pechos, al momento de voltearle con fuerza para encararla, le provocó una fuerte erección, mirándoles sin pudor.
— ¡Suéltame! —Exclama ella, mientras forcejeaba e intentaba de patearlo con sus rodillas. Él sonrió a medias y bajó su mirada mientras levantaba el sostén y lo colocaba encima de sus senos, haciéndole presión en ellos ante lo ajustado que llevaba ese día su sostén.
—No. —Sentenció, y sin importarle que le arañara su cuello, le soltó de una mano y llevó la suya hasta la abertura de su blusa.
Suspiró y se mordió los labios con discreción, mirándolos nuevamente.
— ¡Ah! —Gimió ella al él empujarle, cayendo de costado en la cama.
Escuchó la hebilla de su cinturón, volteando su rostro, con terror, en dirección a él, y en un intento por levantarse, Itachi le atrapó de las manos, y a las vez, se posicionó entre medio de sus voluptuosas piernas.
— ¡NO quiero que me toques!, ¡Deja me ir, o gritare! —Exclamó entre gritos. Abrió sus ojos con violencia y le miró. Itachi sonrió dejándole a entender que aquello le empezaba a divertir.
— ¿Así? —Arqueó su ceja derecha y le miró con diversión.
—Bien. Así será. —le soltó de las manos y antes de que ella diera el primer impulsó de escape, él le atrapó de los talones.
— ¿Quieres irte?, ¿No? —su cuerpo se sacudió en un inevitable escalofrió que recorrió todo su cuerpo.
—Tienes que ganártelo. Haz algo para papá. —le sonrió para luego mirarle serio, esperando su respuesta.
Sakura, sacudió sus pies en un intento de soltarse, y gimió cuando él le hizo presión en sus tobillos.
— ¿A dónde vas, Sakura?, si aun no hemos terminado. —Dijo entre dientes, mirándole serio. Empezaba a molestarse por su reacción y ella sabia que cuando él se molestaba, había serios problemas.
Tragó hondo y le miró.
— ¿Qué quieres? —Le preguntó ella, con los nervios de punta y sus ojos cristalizados.
Él le soltó de los piel y se hecho hacia atrás, recostándose en la cama en una posición confortable, con sus brazos cruzados detrás de la cabeza.
Le miró por unos momentos. Observó sus atributos, esos par de senos expuestos, exquisitamente deseados, y pensó en como se sentiría frotar su pene en medio de ese par de pechos grandes. Dejó de errar entre tantas ideas eróticas, y sin más, y se decidió por una, la más que le excitaba y ponía su pene a latir con fuerza.
—Bájate los short y quítate la ropa interior. No te quites la falda. —Habló para luego mirarla con esa mirada estoica.
— ¿Qué? —Tragó hondo y le miro perpleja.
—Hazlo. —Le intimidó. Ella se levantó y pensó en escapar.
—Te ira peor si lo haces. Estoy siendo considerado contigo. —Le advirtió. Sus advertencias nunca iban en vano.
Sin más, se quito los shorts, junto con su ropa interior y los dejo aun lado.
—acércate. —ordenó
Ella se acercó hasta su costado derecho y el, con la mirada, le indicó donde quería que estuviera. Inhaló y exhaló para luego cerrar sus ojos y con vergüenza posicionarse encima de él, con las piernas bien abiertas, en sus costados. Y sus caderas levantadas.
—Levántate más la falda. —Pidió mientras le observaba.
Se levantó la falda, dejando a la vista sus atributos. Él contempló su entrepierna por unos segundos para luego pedirle que se abriera de piernas y acercara más para así poder devorar ese manjar, escuchando en esos instantes la voz de una mujer colarse por los corredores del tercer. Itachi no prestó atención y continuó en su juego. La voz de aquella mujer se escucho por segunda vez, justo en el momento que Itachi había levantado su mano derecha y colocado entre medio de las piernas de la muchacha, y entonces, un remolino de sensaciones revolcó toda su mente, levantándose de un salto.
Parpadeó varias veces y la miró. Miró a Sakura quien le observaba entre asustada y confundida. Se miró las manos para luego llevarlas hasta su rostro y estregarse este con fuerza. –"Debía ser un sueño", un muy mal sueño.-se dijo a sus adentros mientras intentaba de contener la calma y buscar una explicación alguna que le ayudara a entender que fue lo que paso, ¿Cómo llegó a parar en aquella habitación?
Y entonces, entendió que todas aquellas visiones pasadas, memorias y sueños, simplemente no eran productos de su imaginación, si no más bien, era su subconsciente que intentaba sacar a flote su segunda personalidad y hacerla a la vista clara frente a él. -¿En verdad el había hecho todo aquello?-se preguntó así mismo, alarmado de su terrible secreto. Su mente le había jugado de una manera sucia e imperdonable ante los ojos de cualquiera.
—Itachi, cariño, ¿estas en casa? —Volvió a escuchar aquella voz.
De inmediato, ajustó su pantalón para luego voltearse y ver a Sakura en pie, en el otro extremo de la cama, arreglándose la falda y blusa.
—Itachi, cielo. —Le llamó nuevamente, tornándose una molestia esa voz.
— ¡Estoy aquí, mamá! —alcanzo a decir Itachi.
Mikoto se volteó y observó la puerta de la habitación de las muchachas con gran confusión al escuchar la voz de su hijo salir de allí, creyendo así que las niñas habían hecho una más de sus travesuras e Itachi fue hasta la habitación para encararlas. Se encaminó hasta la puerta y la abrió, encontrando a Itachi de frente, a seis pasos de ella, y a Sakura detrás de la cama, con su rostro acalorado y de expresión algo nerviosa.
—Cariño, ¿Estas bien? —olímpicamente, ignoró la presencia de su hijo y rodo sus ojos hasta Sakura al verla asustada.
Sakura de inmediato reacciona y niega con la cabeza.
—S-si. —Alcanzó a decir la muchacha, aun así, sus palabras no calmaron el interés de Mikoto el saber que ocurría con ella.
En momento a otro, Mikoto hecho aun lado la presencia de su hijo y caminó hasta Sakura al ver su blusa rasgada en los bordes.
— ¡Cielo!, ¿Qué le paso a tu blusa?, esta rasgada y le faltan botones. —Le inspeccionó con las manos los alrededores de la blusa.
Itachi les miró de reojo.
—Es que…Me pelee en la escuela. —Mintió ella, y por la expresión que puso en su rostro, Mikoto le creyó la pequeña mentirilla.
— ¡Válgame Dios!, ¡Itachi!, ¡Escuchaste eso! —Exclamó una Mikoto alterada.
— ¡Ya para mamá!...no es para tanto. —Soltó con gran molestia Itachi.
Su madre se volteó y le encaró con una mirada de perros. Itachi le miró con tanta tranquilidad que no mas causo en ella la molestia.
— ¡A la nena le pegan una golpiza y tú andas aquí parado, haciendo nada! —Exclamó Mikoto.
— ¿Y que pretendes que haga?, ¿llamar a la policía y hacer un reporte? —sus sarcasmos eran el colmo para Mikoto.
— ¡Itachi! —Gritó su madre, llena de cólera.
—Mama, no es para tanto. No tienes que gritar así. —Soltó con fastidio.
— ¡A la nena le han pegado una paliza y rasgado el uniforme!, ¡Deberías al menos hablar con el director de ese colegio! —Criticó ella en la manera que su hijo manejaba el asunto.
—Si, si, si…mañana les llamare. —Itachi se dio la vuelta, dispuesto a salir por la puerta.
—Sakura. Cuando termines de hacer tus tareas, pasa por mi despacho. Tengo que hablar contigo. —La serenidad de su voz fue algo que la estremeció por completo.
— ¡Y ahora la castigaras sin ella haber hecho nada! —Replicó su madre, siempre a la defensiva, como si se tratase de su hija.
—Ese es el problema, mamá…"Ella nunca hace nada" —finalizó aquello con tanta cólera de si mismo.
Salió de la habitación lo más rápido posible y bajó las escaleras, encaminándose hasta su despacho donde se encerró y fue directo a la barra, sirviéndose una copa de wiski.
—No puede ser. —Murmuró con gran cólera, estrellando la copa de wiski contra el suelo.
Aquello no podía ser cierto. Él, Uchiha Itachi, había abusado de una menor…
Tenía que hacia algo. No podía seguir así, o si no, su matrimonio, su carrera que con tanto empeño había logrado, y su imagen, todo ello, terminaría en la basura.
No tenía las agallas de verla en esos momentos así que le dijo a una de las sirvientas que le dijera que era todo por hoy, que le hablaría mañana con ella.
¡Era un estúpido!, el más grande de todos y con menos suerte. ¡Jamás! Pensó que ser bondadoso y siempre insistir ayudar a los demás, lo llevaría a la situación en la que estaba. ¿Cómo lo arreglaría? "Lo lamento, pero, veras, padezco de una condición mental que ni siquiera yo sabia que existía en mi"- Era lo más estúpido que se le había ocurrido, no obstante, aquí el mayor problema era, que ella era una menor, era Sakura, una huérfana a quien había decidido acoger en la residencia, a la que bien le había hecho un daño irreparable y ahora no sabia como arreglar todo.
Debía cuanto antes enviarla de vuelta a su antiguo Tutor, solo así se libraría de semejante problema, pero, también tenía que tener en cuenta que si ella salía de la residencia, el problema se iba con ella, y por una parte era bueno, pero por otra, corría el peligro de que ella hablara y arruinara su vida.
— ¡Imbécil! —Se dijo así mismo, sirviéndose una copa más de wiski.
Apenas daban las siete de la noche, cuando decidió, de una vez por todas, hablar con Sakura, pidiéndole a una de las empleadas que la trajera hasta su despacho. Estaba un poco pasado de copas, pero aun seguía cuerdo y en todos sus sentidos.
Cuando ella entró, vestida con una simple bata de color rosa, con diseño de rosquillas de chocolate, é le miro a través de sus pestanas y la invito a que se aproximara hasta su escritorio, tomando, a la vez, haciendo detrás de este.
—Sakura. —Pronunció su nombre, pausando en el proceso.
—Lo. Lo que paso. Hoy. —Continuó, haciendo otra pausa.
—Lo que ha pasado, desde un principio. —Se corrigió
—Todo lo que ha pasado, no volverá a suceder. Regresaras con tu antiguo tutor. —Reveló, y ella le miró sorprendida.
—En verdad, yo. Yo no tenía inicios de que todo esto pasara. No se lo que paso. No era mi intención, pero creo que sufro de algún trastorno mental que me impide ver mis actos con claridad, tal vez y una segunda personalidad. —Se explica. Ella continúa mirándole en silencio.
—No. No espero tus disculpas, y si quieres hablarlo, decirle a alguien, entenderé el porque lo has hecho y me enfrentare a lo que venga. —Finalizó.
—Eres la persona más asquerosa que he conocido. ¡Un patán mentiroso! —ni siquiera sabia porque le insultaba, pero había algo en ella, algo que ardía en llamas, que obligaba a hacerlo.
—Y lo primo que haré, en la mañana, será denunciarte con las autoridades para que te encierran de una buena vez. —Le grita, y justo cuando se voltea para salir de allí, él le tomo por los brazos y en un impulso la besó, soltándole de los brazos para aferrarse de su cintura, estrechándola con fuerza.
Por un momento se cuestiona de sus arranques— ¿Qué era lo que hacia?...quería parar todo aquello, pero, al verla irse, algo le obligo a tomarla por el brazo y arremeter contra sus deseos, esos que había tenido al momento que la vio entrar por la puerta.
Continuó besándole y ella arañaba sus hombros y le empujaba, pero pronto, fue seducida por aquel fogoso arranque de él.
La condijo hasta el escritorio, donde la sentó, le subió la bata y quito las bragas para luego continuar besándola, y a la vez, desajuntándose la hebilla de su pantalón.
Había algo en ella que lo encendía, lo enloquecía, de tal manera que le era imposible evitarla.
La recostó en el escritorio y se sentó en la silla que estaba detrás del escritorio, levantándole un poco más la bata, dejando ver sus atributos. La abrió un poco más de piernas, atrapando entre sus labios su clítoris. Se estremeció, a medida que él paseaba su lengua, desde la matriz de su calentura, ese pequeño botoncito, hasta la entrada de su vagina. La escuchó gemir bajito, introduciendo, por puro placer de ver sus reacciones, la lengua dentro de ella, escurriéndose ella de placer.
Aquella molesta voz, la de su madre, se coló por el pasillo. Se separó de ella para luego, desajustarse, por completo, el botón de su pantalón, le separó las piernas y sin más la penetró.
Le tapó la boca y se recostó encima de ella, y, a la vez que se movía, de manera lenta, dentro de ella, de dijo:
—No se lo digas a nadie…—Le murmura, de frente, a pocos centímetros cerca de su excitado rostro, emitiendo ella un leve gemido al momento del quitar su mano de sus labios.
Hola. No me he olvidado de este fic, y quiero decirles que pronto llegara a su fin…
Espero escuchar de ustedes, y ¿Qué esperan de Itachi?, Que pasara?
Tengo un nuevo fic, Un Ita, Sasu, Saku…Misterio y horror…se llama El AsEsInO dEl NoRtE. Les invito a que Entren y lo lean.
He publicado otro Fic, nuevo, pero es Un Griffith and Charlotte, de Berserk.
Si no han escuchado de esa pareja, pues, pueden ir a youtube y buscar el anime.
Hicieron una nuevo Ova, mejorado, con mejores graficas y mas potentes, pero, como siempre, tendrán que leer el resto de la historia en el manga que se encuentra disponible en la web.
La FaMiLiA ShArOn….