MI CUARTO FIC DE SV, y creo yo, el más difícil xq voy a manejar a fondo a personajes como Davis Bloome, Lex, y relaciones como el Clois, el Lexana (y a petición de varios Chlollieistas) un intento de Chlollie. Espero lo disfruten.

- texto - Son diálogos.

Texto Pensamientos/acotaciones.

- titulo del fanfic, o incluso un cambio de escena –

** III) ATRACCIÓN **

** DIARIO EL PLANETA **

10:00 am. El cadillac negro hizo acto de presencia, y la gente a las afueras del edificio veía con curiosidad a los ocupantes siendo escoltados por gente de seguridad rumbo a la entrada de El Planeta. Cuando entraron a la sala de conferencias en el piso corporativo, Kal ni siquiera se quitó los lentes oscuros, lo que provocó comentarios ácidos y negativos que no hicieron mella en el pelinegro. Estuvo a punto de inventar una excusa rápida para ausentarse pero Lex, conociendo su reticencia a estar presente en tan 'importante' evento, le hizo un gesto de desaprobación y Kal bufó fastidiado. Los antiguos accionistas, jefes inmediatos, supervisores, editores en jefe y la mayoría de internos estaban presentes.

- ¡rayos...!- musitó Lois entrando al sótano y acomodándose una de sus zapatillas negras, al sentir que el calzado le molestaba. Corrió hacia su escritorio y tomó su libreta de notas. Iba a escribir la dirección que uno de sus contactos le había proporcionado, cuando Perry la llamó con urgencia y le dijo que necesitaba estar presente en la reunión de presentación del nuevo comité ejecutivo de dueños que se estaba llevando a cabo en el momento. Lois rodó los ojos y tomó su libreta de notas. Al parecer su artículo tendría que esperar.

- el mundo podría estar acabándose y yo no me enteraría- bromeó Lane mientras esperaba pacientemente a que el ascensor indicara la llegada a su destino. Apenas salió, se percató que los pasillos estaban desiertos. Corrió rápidamente y abrió la puerta con lentitud para no interrumpir. No lo logró. Todos los presentes la miraron, atentos a cada uno de sus movimientos. Lois sonrió con timidez y agachó la cabeza murmurando 'trágame tierra'. Los labios de Lex se curvaron en una semi-sonrisa y Kal enarcó una ceja, bajándose con lentitud los lentes y mirando a la joven de pies a cabeza. Lana ahogó una risa burlona. Apenas unos segundos y la castaña logró atraer la atención del pelinegro. Lane dio los buenos días y se colocó detrás de uno de sus compañeros de trabajo, atenta a las declaraciones de los ex-accionistas, y con libreta en mano para hacer las anotaciones correspondientes; y a la vez tratando de esconderse de la escrutadora mirada del hombre de cabellos negros sentado al lado de Lex, que no dejaba de observarla. La reunión continuó sin interrupciones, con Lex haciendo públicas las cláusulas de la compra y la formación del comité ejecutivo. Cosa contraria era Kal, quien estaba totalmente distraído con la misteriosa mujer que entró intempestivamente a la sala sin pedir perdón ni permiso. La encontraba interesante y hasta cierto punto, adorable...lo que significaba una situación peligrosa porque estaba en Metrópolis para hacer lo que tenía planeado hacer, y no para iniciar una aventura. Sacudió la cabeza para deshacerse de esos pensamientos y volvió a mirar a la castaña, quien mordía la orilla de su lapicero, lo que le sacó una pequeña sonrisa a Kal. Sexy...

Cuando la reunión terminó, Kal miró desilusionado como la mujer se preparaba para salir de la sala, junto a varios de sus colegas. El pelinegro pensó en preguntar sus datos a alguno de sus compañeros de trabajo, pero Lex pareció leerle la mente, porque llamó a la joven y le dijo que se quedara.

- buenos días Srita...- Lex buscó entre los expedientes de la mesa, y cuando encontró el folder con la foto de Lois, continuó. - Lois...Lane...¿correcto? Esa fue una buena entrada por cierto- dijo Luthor divertido y Lois se rió leventemente.

- gracias...esperaba que nadie notara mi presencia...lo de parecer una mosca en la pared...usted sabe...- Lane se encogió de hombros y saludó cortésmente a Lana cuando ésta le extendió la mano.

- he leído algunos de sus artículos Srita. Lane...tiene talento. Apuesto que asustaría a cualquier político que tenga un par de secretitos en el closet...- Lois sonrió y le dio las gracias a Lex. Antes de que la chica pudiera terminar de decir algo, Kal interrumpió, sintiéndose indignado al ser ignorado por la castaña...

- vamos Lex, no es la gran cosa...es sólo una interna...- y Kal se arrepintió de haber hablado cuando Lane volteó a verlo con incredulidad.

- y usted es ¿quién? ¿el Dios del periodismo que viene a salvarnos a todos de la mediocridad? Llevo poco tiempo como bien dice pero mi lugar me lo he ganado...si a usted no le parecen la gran cosa los artículos que escribo...entonces...- Lois se acercó a Kal y le dio unas palmaditas en el pecho - no los lea...con permiso...- y la castaña salió enfurecida de la sala de juntas. Lex y Lana trataban de no estallar a carcajadas mientras Kal se quedaba atónito mirando hacia la puerta por donde Lois había salido sin entender cómo demonios la mujer le había revirado la situación, haciéndolo sentir tan mal. Hizo algo que no se esperaba...fue tras ella...ante las miradas sorprendidas de Lana y Lex...

Cuando Lois llegó al sótano, venía soltando cualquier cantidad de improperios dedicados al arrogante ególatra, hasta que al llegar a su escritorio se detuvo en seco y puso sus manos con los puños cerrados sobre sus caderas.

- usted...-

- me alegra saber que le causé una buena impresión...- dijo Kal despreocupado, mientras la observaba, sentado en el lugar de Lois con los pies cruzados sobre el escritorio de la chica como todo un gran señor.

- oh, no se lo imagina...- musitó la castaña y Kal se rió - ¿podría bajar los pies de MI escritorio...?- preguntó Lois fastidiada y cuando Kal movió la cabeza negativamente mientras seguía sonriéndole con falsa dulzura, Lane le tomó los pies por los tobillos y los quitó con brusquedad de la mesa. La sonrisa de Kal se ensanchó y cuando vio que la castaña tomaba su bolso y estaba dispuesta a irse, finalmente se levantó, pero se quedó a un lado del escritorio totalmente embelesado, viéndola encender su computadora y gruñir por lo bajo. Se inclinó sobre el hombro de la castaña y le susurró casi al oído...

- venía a disculparme por haberme portado tan grosero con usted...- Lane casi se estremece al sentir el cálido aliento masculino rozando su cuello. Volteó levemente, cuidando de no acercarse demasiado a la cara del pelinegro.

- ¿de qué? Usted dejó bien claro lo que piensa de mi trabajo...- ella admitió secamente y encogiéndose de hombros. Kal suspiró abatido y se reincorporó mirándole la espalda a Lois mientras se alejaba solo un poco.

- a veces no mido mis palabras- el pelinegro se encogió de hombros, y Lois volteó a verlo, sorprendida.

- ohh ¿solo a veces? Entonces supongo que tendré que ir preparando mi carta de renuncia...no sé como podrá soportar leer mis absurdos artículos puesto que usted es parte del comité...- dijo Lane burlona y la sola idea de que la mujer se le fuera o que no volviera a verla jamás, asustó a Kal.

- tengo una idea...para limar asperezas- Kal sonrió despreocupado y metió las manos en los bolsillos de su pantalón. - podríamos salir a cenar...sería como...una especie de tregua- Lois dejó de escribir en su teclado y sus ojos se abrieron como platos. Se levantó de su asiento y encaró a Kal.

- usted ¿me está invitando a salir?- preguntó Lois con una sonrisita traviesa, y Kal no pudo evitar darle otra de la misma naturaleza, en respuesta. ¿¡Qué demonios estás haciendo Kal! ¡no debes involucrarte! ¡detén esto antes de que vaya más lejos! Le gritó la voz de la conciencia a Kal, pero realmente estaba muy lejana, y no quiso escucharla.

- no...asuntos meramente profesionales, Lane- dijo el pelinegro divertido y aparentando inocencia.

- a mi me suena como una cita- Lois siguió sonriéndole.

- ¿quiere que sea una cita?- preguntó significativamente el hombre y Lois se sonrojó inconscientemente. Kal la miró con intensidad.

- no, claro que no. Es por eso que me veo obligada a rechazar su intención de forjar una tregua entre nosotros con la invitación a cenar que usted tan desinteresadamente me ha ofrecido. Podría dar pie a habladurías- Lane se alejó de él, y siguió con su trabajo. ¡Increíble...te acaban de rechazar públicamente y aquí sigues con los pies pegados al piso, Kal! ¡Humíllala, hazle ver que no te interesa! De nuevo le gritó su conciencia, pero él la ignoró debido a que la castaña ocupaba toda su atención por el momento.

- parece que va a gustarme mucho trabajar aquí...- dijo Kal con sonrisa coqueta y Lois volteó de nueva cuenta a verlo.

- ¿trabajar? ¿¡aquí!- el pelinegro asintió y se rió al ver la cara de shock de la joven.

- usted misma lo dijo...soy parte del comité, así que nos estaremos viendo bastante seguido- dijo Kal divertido con la situación y Lois hizo un gesto de molestia.

- no puedo esperar- respondió Lois con burla y Kal se rió.

- lo mismo digo...Lois- y con esto último, Kal se retiró; dejando a Lois frustrada por su arrogancia y anonadada por la forma tan posesiva en que el hombre pronunció su nombre. Regresó a su trabajo pendiente, totalmente ajena al hecho de que Kal seguía mirándola desde lejos. Algo dentro de él parecía despertar su instinto de proteger y de estar cerca de esa mujer; con el sólo hecho de verla. ¿Era ella, la mujer del sueño?

** MANSIÓN LUTHOR **

El diálogo de Lex sonaba a kilómetros de distancia. Se dio cuenta muy tarde que se acercaba peligrosamente a terreno desagradable, y lamentablemente no pudo detenerse. No pudo detenerse de mirarla intensamente, de coquetearle, y hasta de invitarla a salir. Cuando oyó por cuarta vez a Lex diciendo lo satisfecho que estaba por la compra del periódico más representativo de Metrópolis, su rostro se contrajo por el arrepentimiento y se miró en el espejo, decidiendo de último momento que la corbata lo haría parecer demasiado 'estirado'.

- te gusta...- murmuró Lex mirando indeciso entre una camisa blanca, y otra gris; ambas tendidas sobre su cama.

- no sé de quién hablas, y no me gusta- respondió Kal altanero y Lex se rió por lo bajo.

- ahhh...si no sabes de quién hablo, entonces ¿a quién te refieres cuando dices que no te gusta?- el pelinegro entrecerró los ojos y gruñó con aburrición.

- no aprecio tus juegos mentales-

- un pajarito me contó que platicaste largo y tendido con la interna, que por cierto debo recordarte, que crees que sus artículos no son...hmm...la gran cosa...- Kal sonrió fastidiado mientras se debatía sobre dejarse o no desabrochados los dos primeros botones de su camisa azul marino. Lex lo miró de reojo.

- me disculpé con ella- Lex se sorprendió y miró inquisitoriamente a Kal.

- bueno...algo debió haberte llamado la atención de la interna para tenerte así, porque esto es más serio de lo que pensé en un principio-

- no te gastes el cerebro imaginándote cosas que no son, Lex- sugirió Kal rudamente y Luthor enarcó una ceja y declaró en tono asombrado...

- en serio te gusta...- Kal no contestó, simplemente rodó los ojos y tomó las llaves de su Lamborghini, saliendo con rapidez de la habitación y azotando la puerta en el proceso.

** CLUB ATLANTIS **

Se sentía libre. Desinhibido. Completo. A veinte minutos de haber llegado le dio un rápido vistazo al enorme lugar y el poderoso ruido generado por la música le envolvió. Podría distraerse y dejar de pensar en lo que se supone no debería estar pensando. Miró el vaso vacío en su mesa y se perdió en sus pensamientos. Solo y esperando por la pareja Luthor en el área VIP del piso superior del Atlantis, Kal vio pasar a lo lejos a una chica, entre la gente. Ella le guiñó el ojo. Él no perdió tiempo y la siguió. Finalmente la alcanzó y se acercó a ella, susurrándole con voz profunda un 'hola'. La chica le contestó y se rió seductoramente cuando Kal le sugirió '¿Por qué no vamos a un sitio más tranquilo?' y tal como él esperaba, cayó. Al día siguiente, la chica despertó sin recuerdos de lo ocurrido la noche anterior, en un hospital.

** BROOME STREET #44…METRÓPOLIS **

Chloe salió de su departamento con ganas de un buen café expreso y posiblemente un desayuno más sustancioso de lo normal. A pesar de que Lois vivía cuadras más adelante, Sullivan prefirió desayunar en algún pequeño cafecito y no interrumpir a su prima que sabiendo sus horarios, debería estar aún contando 'Zzz' en la cama, o soñando con Brad Pitt. Ante este pensamiento, la rubia se rió y buscó entre las cosas de su bolso, la llave de su departamento. A veces podía ser muy despistada y dejar las cosas olvidadas. Levantó la vista cuando sintió una pesada mirada sofocándola. Entonces lo vio parado entre la gente que caminaba por la calle. Un hombre rubio de unos 24 o 25 años, de rostro sereno y ojos marrones, totalmente clavados en ella. Una transeúnte chocó contra Chloe, haciéndola tirar el bolso y su contenido, por lo cual Sullivan se inclinó para recoger sus cosas. El hombre rubio que había visto a lo lejos, divisándola, estaba a su lado en cuestión de segundos, imitando su posición y tomando los objetos esparcidos alrededor, para evitar que la gente los pisara. El rubio desvió la vista de su tarea y miró a Chloe con curiosidad.

- ¿estás bien?- la pregunta distrajo a Chloe, y Sullivan comenzó a meter las cosas con suma rapidez dentro de su bolso, para esconder el hecho de que trataba de aclararse la garganta.

- si...umm...estoy bien...- Chloe se levantó y el hombre la siguió como acto reflejo, mirando el último objeto que faltaba por devolverle a la chica. Sus llaves. Se las entregó con timidez a Chloe, al tiempo que le daba una sonrisa. Sullivan se sonrojó y metió las llaves a su bolso.

- oye...gracias por...- Chloe se detuvo cuando vio que el hombre ya no se encontraba en el lugar. Volteó hacia todos lados buscándolo, y cuando no lo encontró, se encogió de hombros y siguió su camino, balbuceando y moviendo la cabeza negativamente...

- Chloe Sullivan...tu prima tiene razón. Sufres de delirio de persecución-