Este fanfic lo pensé hace poco una noche antes de irme a dormir… realmente no tenía siquiera pensado escribirlo, ya que a pesar de que me gusto algo la idea supe al instante que era bastante de "novato", pero una amiga me ha insistido en que lo escriba. Así que aquí les va!
Destino
Ella era una miko, Él un demonio.
Ella era de la actualidad, Él de un muy antiguo pasado.
Ella era una simple humana, Él un lord de épocas ancestrales.
En su destino posiblemente no estaba conocerse, pero aún así lo hicieron. Para él, ella sólo era la humana que acompañaba a su molesto medio hermano. Para ella, sólo el hermano de su primer amor y quien una vez los hubiera atacado.
Tal vez el destino no estuviera de acuerdo en que ellos convivieran, pero ellos no tuvieron más opción. Ella había abandonado su grupo, huyendo de ser compara con su antepasado, llena de sentimientos ajenos que la hicieron creer amar con locura. Él la encontró tirada a las raíces de un árbol, moribunda y herida.
- No te hagas ilusiones… miko, una vez salvaste a Rin, ya no te debo nada –se encargó el peliplatiado de informarle a la chica apenas hubiera despertado, con voz fría y despreciativa-
- Mi nombre es Kagome, y nunca me debiste nada. Yo salvé a Rin por que quise, no por ti, tenlo claro -sus ojos caoba relampaguearon, enfrentando a los dorados sin importar en la situación que se encontraba-
Él la consideraba vulgar, molesta y ruidosa. Ella a el frío, antipático y grosero. Posiblemente el destino quería ahorrarles la molestia de tener siquiera que soportarse, pero aún así, ellos habían tenido que convivir y pronto ella descubrió que él era bueno escuchando y a pesar de todo lo que podría aparentar era considerado con su estado y el de Rin como humanas. Él aprendió lo dedicada, valiente y fiel que podía a llegar ser ella, arriesgando su vida por la de quienes acompañaba.
Realmente dudaban que el destino siquiera concibiera el hecho de que ellos sintieran algo el uno por el otro. Él supo entonces que no quería vivir más sin ella, no soportaba la idea de imaginarla perteneciéndole a otro hombre. Ella, cuando lo vio por primera vez herido, sintió una presión en el pecho tan dolorosa que le hizo gritar agonizando mientras lo abrazaba contra su pecho, supo entonces que lo que sentía por el demonio era mucho más fuerte de lo que había llegado a sentir anteriormente por cierto hanyou. Y fue cuando ambos, juntos, se dieron cuenta qué clases de sentimiento albergaban en su interior. Ninguna persona en sus pasados había logrado que sus corazones latieran de aquella manera con sólo una mirada o alguna frase.
Sí, realmente aquello debía ser una ofensa hacia el destino. Cambiar totalmente los planes que habían sido maquinados para ellos dos. Pero aún así, cuando ellos estaban juntos tenían el poder de escoger su camino, así no haya sido el que ellos hubiesen estado destinados a recorrer en un principio. Después de todo, ¿Quién le llevaría la contraria a un lord y su a miko?
Te amo.
