Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer
19. Camino pedregoso
-Dios , como estoy disfrutando-
-Tampoco hace falta que te regodees- repliqué, aunque a quien quería engañar, yo también lo estaba disfrutando
-¿ queréis parar ya?- exclamo Quil sacándonos de nuestra pequeña atmosfera – está sufriendo-
-No es una vaca a la que van a llevar al matadero Quil, solo ha cortado con su novio-
-Ese cabronazo…- murmuró- ¿cómo puede dejar a una chica como esa?-
-La subestimas demasiado, solo es una zorra- Embry suspiró- una muy grande-
-No sabes de lo que hablas-
-Lo sabe perfectamente- recalcó Vanessa apartándose de la carrocería del coche donde estábamos apoyados- es una hija de perra-
También me enderecé, nos habíamos acomodado mejor para ver el espectáculo que estaba dando Lauren Mallory.
No era ningún secreto que Tyler la hubiera dejado el fin de semana anterior y ahora mientras berreaba como un bebé rodeada de sus amigas nosotros nos deleitábamos con sus lágrimas de cocodrilo, porque solo eran eso, una gran llamada de atención por su parte.
-No sé porque la odiáis tanto- gruño mi amigo Quil frunciendo su grueso cejo.
Vanessa soltó una áspera carcajada y Embry se removió incomodo y un poco mas furioso que el minuto anterior, entonces le contesto.
-y yo no sé porque la idolatras tanto-
-porque veo algo en ella que ustedes no veis, en el fondo es una…-
-una vagina Quil, una a la que llevas queriendo follarte desde que tienes conciencia sexual, no es una buena chica, ni una buena persona, solo dos tetas enormes en un cuerpo de palo y una cabeza hueca y vengativa- sentenció Vanessa.
-Iros a la mierda- Quil puso su maleta al hombro y se alejo a zancadas hacia su Fiat que estaba aparcado unos metros más adelante.
-¿no te has pasado un poco?- pregunte rompiendo el hielo, hasta ahora me había mantenido en silencio ya que el tema de Lauren no me concernía.
-Claro que no, de alguna forma hay que ponerle los pies en la tierra a ese idiota-
-Si tu lo dices- encogí mis hombros y comenzamos a caminar- ¿y tú por que la odias tanto?- pregunte – a Embry lo puedo entender pero tu…-
-¿por dónde empiezo?- dijo sarcásticamente- creo que el numerito de las taquillas es un buen ejemplo-
-Creí oírte decir que esas cosas te importaban una mierda ¿Por qué te molesto tanto entonces?-
-Me da igual lo que digan de mi Jacob, pero ese día no solo fui yo la que salió mal parada ¿recuerdas a Ángela? Le hicieron lo mismo solo que con una diferencia, a ella si le importa lo que la gente diga ¿qué crees que pasa cuando a tu padre, que es pastor de la iglesia, le llega el rumor de que su hija es lesbiana?-
-Oh…-
-Exacto- dijo señalado mi cara de estupefacción, nunca me había planteado esa opción, ni siquiera había pensado en qué diablos paso con Ángela- su padre la ha mandado a un psicólogo Jake ¡a un puto loquero! A parte de otras muchas repercusiones retrogradas que no voy a contarte ahora-
-Que putada- fue lo único que se me ocurrió decir
-Y después me preguntas que porque la odio tanto…solo es una zorra estúpida que se cree que haciéndole putadas a la gente va a rendir el mundo a sus pies. Ve demasiadas películas de adolescentes. Además, me alegro de que Tyler la haya dejado si con eso soy capaz de deleitarme al verla llorar- concluyo mirando al frente.
Hasta ahora no nos habíamos dado cuenta de que Embry ya no estaba, caminaba a pasos acelerados muy por delante de nosotros.
-¿Dónde va?-
-déjalo solo, está enfadado y jodido- replico Ness y supe que tenía razón, ese chaval no paraba de recibir palizas sentimentales, si es que esa expresión existía. Tenía que ser muy duro y para el no servía como consuelo un "te compadezco" o "se por lo que estas pasando" porque evidentemente nadie sabía lo que ese chico sentía realmente.
Nessie mascullo alguna maldición por lo bajo y se subió la capucha de su sudadera, estaba empezando a llover.
-¿te llevo?- dije al ver que mi amiga solo traía su bicicleta de mierda
-no hace falta- contestó
- no era una pregunta Swan- dije rodando los ojos mientras yo mismo tomaba la bici y la conducía hasta la parte trasera del Chevy.
Andamos unos ocho metros en silencio, contaba las líneas divisorias de la carretera cuando la voz de mi amiga me saco se mi ensimismamiento.
-¡Boo!- Vanessa asusto a una chica que pasaba por nuestro lado mirando con curiosidad, frunció el ceño y apartó la vista. Negué con la cabeza, esa chica era incorregible.
-¿Por qué le has hecho eso?-
-porque me estaba mirando mal-
- estáis todas como una puta cabra- hice énfasis en generalizar, las tías estaban como una regadera, que si esta me ha mirado mal, que si aquella ha dicho esto o lo otro… siempre lo mismo.
- en realidad Nicole solo estaba celosa-
-¿de qué coño iba a estar celosa?-
- se dice por el instituto que daría lo que fuera por chupártela- tropecé con la bici y me detuve
-¿Qué?-
-era coña- rio como una hiena y me miro-…que anormal- murmuro negando con la cabeza mientras seguía riéndose de mí.
- algún día terminare pateándote la cabeza- deje la bici en la parte trasera y me subí al coche con gestos bruscos, arranque mientras ella todavía se subía entre irritantes carcajadas.
- ¡ey! Espera capullo- consiguió subirse por fin un poco asustada por la maniobra- eres una mala pécora Black, una pécora vengativa-
- tú eres la que no para de hincharme los huevos-
-bah- hizo un gesto de desaire y cerró el coche de un portazo.
El viaje era silencioso, solo se escuchaban las gotas contra el cristal y el ruido del parabrisas ahogado por el del motor. En realidad no estaba enfadado pero si molesto, esa chica nunca paraba de hacerme rabiar y me estaba empezando a cansar de sus bromas.
-¿Cómo llevas el Mustang?- dijo de repente mirando aun por la ventanilla
- bastante avanzado, Billy me está ayudando- asintió con gesto ausente, al ver que no me respondía seguí hablando – iba a ponerme ahora a trabajar en el ¿quieres… venir?-
- quizás más tarde-
- está bien- dije algo decepcionado.
No hablamos mucho mas durante el trayecto, solo al llegar a su casa con una despedida bastante fría, bajó su bici y desapareció por la puerta principal.
Conduje hasta La Push maldiciendo de nuevo a la lluvia.
Hacía casi un mes de nuestra noche en el lago, o estanque o lo que diablos fuera ese hoyo relleno de agua helada y desde entonces había estado un poco rara, al principio pensé que era por el hecho de no haber cumplido del todo y me avergonzaba enormemente de ello pero tras innumerables intentos de intentar compensarla y ser rechazado decidí que no era por eso. Y solo dios sabe que me cagaba en los pantalones cada vez que intentaba insinuarle que quería tocarla y que estaba cachondo, con ella nunca sabias que esperar, era como una bomba de relojería; lo mismo te hacia la mejor mamada de tu vida que te pegaba un rodillazo en la entrepierna por tan solo mencionarlo, era una tortura.
No era de extrañar entonces que tuviera a mi pequeño amigo casi en carne viva de tanto jalármela…pero quién diablos podía culparme, era un maldito adolescente esclavo de las hormonas y feromonas que bullían por mi cuerpo, a este paso no me extrañaría que mis pelotas alcanzaran el tamaño de dos sandías.
-tengo lo que me pediste- Billy me esperaba en el porche con una caja de cartón a sus pies.
-¿y bien?-
- son los botes de pintura especial-
-oh joder ¿ya han llegado?- dije entusiasmado mientras destapaba las solapas del paquete
-Jack me ha dicho que te pases mañana a por el difusor-
-gracias Billy-
-de nada-
Su cara formo un extraño surco que conseguí identificar como una sonrisa, estaba sonriendo. Inexplicablemente ese pequeño y casi imperceptible gesto me reconfortó.
No podía decirse que me llevara de perlas con mi padre, pero si tengo que reconocer que ya no había tanta tensión como en un principio, había pasado de estar totalmente desorientado a su lado a sentirme bien, incluso a gusto en algunos casos, el viejo había hecho un gran trabajo ayudándome con el coche y sin darme cuenta había comenzado a abrir lentamente mis barreras para dejarlo pasar. No sabía si eso era bueno o malo, pero de todas formas no bajaría la guardia del todo.
-Charlie ha llamado, se ha comprado un plasma de 40 pulgadas y vamos a ver los playoffs ¿quieres venir?-
Me quede un poco sorprendido por su invitación, nunca me invitaba a ir a ningún lado seguramente sabedor de mi negativa.
-Quizá en otra ocasión-
-Está bien- asintió pesadamente
-Pero puedo llevarte hasta Forks…si, si quieres- tartamudeé como un subnormal.
-De acuerdo-
Sobre las 9 ya había llevado a Billy a casa del jefe Swan y tras haber rechazado amablemente su invitación volví a casa y ahora enterraba mi cabeza entre los motores y respiraba ese olor a gasolina y aceite tan familiar.
La música sonaba de fondo haciéndome más ameno el trabajo aunque a quien quería engañar, momentos como este hacían que mi vida valiera la pena, me gustaba esto mucho más de lo que pensé que llegara a gustarme.
Un silbido me alarmo haciéndome levantar la cabeza. Nessie se apoyaba contra el marco de la puerta mientras admiraba el coche en todo su esplendor…o casi todo.
-Es una preciosidad- dijo mientras jugueteaba con las llaves de su coche
-Lo sé, lo he arreglado yo ¿recuerdas?-
-Por eso me sorprende tanto-
Rodé los ojos y me limpie las manos con un trapo viejo y lleno de mugre.
-¿has venido solo a hundir mi ego o vas a hacer algo de provecho?-
-solo a hundir tu ego-
- cojonudo- murmure mientras tiraba el trapo a algún lugar de la mesa y volvía a mi trabajo.
Intente parecer desinteresado aunque, siendo sinceros, una sonrisa interna se me había formado desde que la vi plantada en la puerta.
Vi sus botas militares caminar a través de las ruedas del coche, agitaba sus llaves y silbaba alguna canción que no supe reconocer, casi podía imaginármela poniendo muecas mientras inspeccionaba mi trabajo. mascullo una serie de cosas que supuestamente yo habia hecho mal, recalcando mi incapacidad para fijarme en los detalles y tocandome las pelotas un poquito mas.
-tienes que engrasar estas piezas-
-¿Qué piezas?- dije mientras me levantaba del suelo y la veía señalar con su dedo índice el interior del capó.
-esas-
-ya están engrasadas-
-¿bromeas? Jacob eso está más seco que la vagina de una octogenaria-
-no están secas-
-claro que si-
-por supuesto que no-
-sí que lo están, si eres tan inútil como para no darte cuenta yo no tengo la culpa-
-bien, pues ensúciate tu las manos- dije mientras le tiraba casi a maldad la botella de aceite, odiaba que criticara mi trabajo continuamente. Entonces escuche un grito ahogado seguido de un millón de maldiciones, la miré…mierda.
-¡me has manchado la sudadera idiota!- observe la enorme mancha marrón en medio de su ropa
-pues te jodes- recrimine con el ceño fruncido- no tengo la culpa de que seas tan torpe- imite su tono anterior
-¡serás cabron!- me encogí cuando me lanzo algo que cogió del banco de trabajo.
-¡mierda Vanessa eso era una llave inglesa! ¿Quieres matarme?-
-si- su respuesta fue tan contundente que me conmociono un poco, pero después volví a recomponerme porque siguió lanzándome cosas.
-¿quieres parar de una vez?-
-eres un capullo y vas a pagarme esto-
Esquive tornillos y piezas de engranaje pequeñas que iban directas a mi cabeza hasta que conseguí llegar a ella y aprisionarle las dos manos.
-Para ya- le espeté e dos centímetros de su cara.
Me miro a través de sus gafas con rabia y yo hice lo mismo, pasados unos segundos se deshizo con brusquedad del agarre de mis manos y me aparto de un empujón muy poco sutil.
Apreté la mandíbula tratando de contenerme y me di cuenta de que al contrario de lo que esperaba ella no se había ido. Se quito la sudadera que le había manchado con rapidez y me la lanzo a la cara, evidentemente exigiéndome que se la lavara.
En una situación normal la hubiera mandado al carajo, pero esta vez tenía que reconocer que había sido yo el que se había comportado como un idiota.
Hice lo que me pidió, aunque los dos sabíamos que iba a ser casi imposible quitar esa mancha. Cuando entre de nuevo en el garaje estaba sentada de forma despreocupada sobre la Harley, la ignore mas por miedo a lo que me pudiera decir que por que de verdad quisiera hacerlo y toque las piezas. Estaban secas, ella volvía a tener razón.
Gruñí y casi pude notar como sonreía detrás de mí, aun así no abrió su bocaza para insultarme ni para un "te lo dije" cosa que agradecí enormemente.
Me dedique a engrasar en silencio y a preguntarme cómo diablos había aprendido todas estas cosas.
-¿quién te enseño?- dije un poco indeciso, no sabía si su cabreo se había pasado ya. aunque supuse que el ver como ella volvía a tener razón la hizo sentirse mejor.
-Charlie-
-Mientes-
-¿Cómo lo sabes?-
-Lo he visto esta mañana en la gasolinera, se ha llevado media hora solo para elegir entre gasoil o diesel. Todo el mundo sabe que su coche va con diesel.
La escuche reír bajito a mis espaldas, seguramente al imaginarse a su abuelo en esa situación
-Está bien, fue mi padre-
-Vuelves a mentir-
-Me estas empezando a tocar los ovarios Jacob y no te conviene, aun estoy enfadada-
-No dejas de mentirme-
-¿y cómo sabes que te estoy mintiendo ahora?-
-Tu padre era músico, un músico no puede tener manos de mecánico Ness-
Ella dio un largo suspiro y yo me gire por fin para mirarla, apoyaba sus codos sobre el manillar de la moto con el cuerpo echado ligeramente hacia delante. Se quito las gafas para pinzarse el puente de la nariz y después me miro.
-¿Por qué quieres saberlo?-
-joder Ness, no lo sé, solo quiero conocerte un poco mejor y tu nunca me dejas-
-y tú no sabes lo difícil que es para mí recordar ciertas cosas-
-no quiero hacértelo pasar mal, y tú siempre estas a la defensiva-
Volvió a suspirar, esta vez un poco más fuerte como si fuera un toro echando humo por las narices. Entonces relajo su postura y alzo la cabeza para mirarme.
-Mi tía Rose-
-¿tu tía?- pregunte desconcertado- creía que solo tenias a …- quise referirme a sus padres y a Charlie pero no me dejo terminar.
-Mi padre tenía dos hermanas; Rosalie y Alice, mis tías.
-¿entonces tienes más familia?-
-Si- enfatizo su afirmación con un gesto de cabeza- Los Cullen no duraron mucho tiempo en Forks, mi abuelo Carlisle era cirujano y lo destinaron a un hospital del estado de Washington. Eligio este pueblucho de mierda supongo que guiado por la caridad, ningún doctor que se preciara iba a venir a este estercolero así que lo hizo el. Estuvieron cuatro años viviendo en este lugar, lo suficiente como para hacer que mi padre se enamorara de mi madre. Tenía ambiciones e ideas de futuro antes de conocerla, todo se fue a la mierda cuando mi madre se abrió de piernas.
-No hables así de tu madre- la interrumpí. Su mirada me amedrento lo suficiente como para no seguir interrumpiéndola. Carraspeo y prosiguió.
-Ella se quedo embarazada y mi padre estuvo obligado a dejarlo todo para quedarse con ella, muy cliché, lo sé pero fue así- paro unos segundos para pensar con mayor claridad, se rasco la cabeza ausente antes de seguir hablando.
-Mi abuelo tuvo que irse del pueblo y con él lo hicieron mi abuela y mis tías, todos menos mi padre, el ya tenía diecinueve años por lo que Carlisle no tenía ninguna autoridad sobre él.
-¿no se enfado con tu padre?- pregunte acomodándome en la carrocería del coche.
-En un principio si, ningún hombre quiere ver a su hijo en esas condiciones. Hasta que nací y fue algo así como una tregua entre los dos. Viajábamos esporádicamente a La Provenza a verlos o ellos venían aquí-
-¿a Francia?-
-Esme, mi abuela, es francesa. Carlisle busco trabajo en un hospital de la zona y terminaron por quedarse definitivamente allí- me aclaró- después nació Seth y los viajes se redujeron bastante aunque mi padre insistió en que los veranos los pasara con mis abuelos y mis tías-
-Supongo que ahí fue donde aprendiste- señale el coche con el pulgar y ella asintió.
-Eso entre otras cosas- expiro de forma profunda quedándose con la mirada ausente.
-No sabía que tuvieras mas familia- dije por fin
-Prácticamente ya no existen para mi Jacob, mi madre corto todos los vínculos que tenia con ellos al morir mi padre. Me jodio muchísimo, pero hasta que legalmente no me separe de mi madre no puedo volver a recuperar nada de lo que tenía antes-
Nos quedamos en silencio unos minutos, ahora comprendí porque no le gustaba hablar de ello, a nadie le gusta hablar de lo que no puede tener o de lo que le han arrebatado, yo mismo era un claro ejemplo. Por otra parte eso me sirvió para saber un poco mas de ella y me daba la impresión de que no le había contado esto a mucha gente, lo que me hizo sentir aliviado.
-¿algún día piensas volver a verlos?-
- en cuanto salga de este pueblo infernal- asentí – bien dejemos ya el tema, me estoy empezando a sentir incomoda-
-gracias por contármelo-
-si bueno, eso no quiere decir que ahora tengas que sentir compasión por mí ni que me vengas con chorradas de maricones- carraspeo- sigue engrasando idiota-
A regañadientes le hice caso y seguí trabajando. El cabreo inicial se le paso un poco y eso nos permitió que el resto de la tarde pasara de forma amena. Por la noche pedimos pizza y charlamos largo rato de cosas insustanciales pero que nos hacían reír.
-¿tanto calor tienes o es que solo quieres enseñar musculo?- dijo mirando mi camiseta interior de tirantes con una ceja alzada.
-Tampoco hay tanto musculo y sí, tengo algo de frio pero prefiero eso a mancharme la única ropa que tengo- me miro significativamente seguramente acordándose del incidente anterior- no me mires así, ya te he dicho que lo siento-
Gruñó como un perro, eso me hizo aguantar una sonrisa.
-podrías haber hecho lo mismo que yo- dije de forma despreocupada
-no voy a quedarme en ropa interior para no mancharme idiota, esto no es una peli porno barata ni yo una rubia tetuda con problemas con el coche-
-una lástima- replique ausente
-¿Qué no sea una rubia tetuda?-
- que no tengas problemas con el coche- admití por fin, intente parecer indiferente pero tuve que aguantarme una risita cuando vi su entrecejo fruncido.
-¿es que acaso quieres arreglarme los bajos Black?- la arruga entre sus finas cejas se disipo y su voz se volvió un poco mas ronca haciéndome levantar la vista hacia ella.
-yo n, yo…-tartamudeé como un retrasado, no esperaba esa reacción por su parte.
-¿tú no?- dijo riéndose mientras se acercaba hacia mí, trague saliva -¿Qué Black?-
-yo no…mierda Vanessa ¿Qué pretendes?-
Llego hasta mi posición acorralándome como a una chiquilla indefensa, he de admitir lo poco hombre que me sentí en ese momento.
No sabía que iba a hacer, podría reventarme las pelotas por haberme insinuado de aquella manera o quizás…
Agarro mi camiseta en un puño acercándome a ella y haciendo que nuestras bocas chocaran, entonces deje de comportarme como una nenaza y agarre su cara entre mis manos acercándola aun más a mí.
Ness abrió su boca dejando que mi lengua acariciara cada espacio con desesperación, era increíble cuando me besaba de esa manera tan brusca, me ponía cachondo casi al instante.
Con algo de fuerza de voluntad me separe para llevarla hasta algún lugar estable, solo encontré la moto. Bien, no era muy estable pero…
La senté sobre el sillín haciendo que me enredara con sus piernas, sus besos viajaban por mi cuello y mis manos tocaban su pecho como un pervertido pero a fin de cuentas eso es lo que era.
-mierda Jacob- se quejo mirando las manchas de grasa que mis dedos habían dejado en su camiseta blanca, era como un cartel luminoso que decía "si, te he tocado las tetas"
-lo sien-
-da igual- me corto volviendo a besarme con rudeza.
La agarre del trasero intentando frotarla con la erección que estaba empezando a hacerse notar. Ambos gemimos al contacto, dios santo… estaba desesperado y ella nada más que hacia tocarme por debajo de la holgada camiseta haciendo que me encendiera aun mas. Repasaba mi estomago y mi pecho con sus dedos hasta que por fin consiguió sacarme la mugrienta camiseta llena de mierda por la cabeza.
La mire unos segundos mientras desabrochaba con rapidez los botones de mis vaqueros, le había llenado la cara de churretones negros con mis manazas y su pelo estaba desordenado como siempre, casi de color naranja por la luz del garaje, respiraba con sus gruesos labios entreabiertos y estaba absolutamente follable y sexy.
Me susurro algo pero yo estaba demasiado ocupado viendo como sus labios de color rojo se movían.
-Jacob- exclamo
-¿Qué?-
-condones- la mire un poco desconcentrado hasta que por fin me di cuenta de lo que me pregunto
-carajo, condones-
-buen chico- dijo acariciándome la cabeza como si fuera un chucho , en otro momento le hubiera dado un manotazo ahora estaba demasiado ocupado buscando un maldito preservativo.
Camine desesperado por el pequeño espacio rebuscando entre algunas cosas hasta que por fin conseguí encontrar uno en la guantera del coche, para entonces ella ya se había quitado su camiseta e iba en proceso de hacer lo mismo con sus pantalones, me obligue a apartar la vista de sus redondas amigas y terminar de bajarme los calzoncillos.
Vanessa volvió a sentarse en la moto mientras yo le quitaba las bragas, puse ambas manos alrededor de sus caderas asegurándome de que estuviera sujeta y luego la embestí una y dos veces hasta que la Harley empezó a tambalearse violentamente.
-joder, aquí no, aquí no- dijo apresuradamente
-no- musite ausente buscando otro lugar donde apoyarme. Camine todo lo rápido que me dejaban mis pantalones por los tobillos y con Ness en brazos hasta que al fin la apoye sobre la mesa de trabajo, eso sí, tuve que dejarla caer sobre algo puntiagudo porque siseo y me dio un par de golpes en la cabeza. Dios esto era un desastre… esto no pasaba en las pelis guarras.
Pasados unos minutos habíamos conseguido serenarnos y pude empezar a embestirla con un ritmo acelerado.
Yo jadeaba en intentaba por todos los medios no correrme como un niñato como la ultima vez, pero el tan solo verla entreabrir sus labios para gemir me lo estaba poniendo muy, muy difícil.
-joder Jake…- susurro en mi oreja provocándome un escalofrió por todo el cuerpo, embestí más fuerte y la bese introduciendo mi lengua sin permiso en su boca, rozándome con la suya, disfrutando del sabor a melocotón de sus chicles y el dulzor de la cocacola.
Sentí como mi estomago burbujeaba con anticipación y no podía permitírmelo, porque la fricción era absolutamente devastadora y yo estaba a punto de correrme, decidí hacer algo al respecto e introducir una mano entre los dos masajeándole con fuerza el clítoris.
Sentí sus cortas uñas arañar mis lumbares y a pesar del dolor supe que lo había conseguido. Nessie acelero y respiración y comenzó a gemir más fuerte, entonces arqueo con violencia su espalda haciendo que su pecho se estrujara contra el mío. Contrajo sus paredes a mí alrededor haciéndome que me corriera a su vez. Gimió más fuerte y yo apreté hasta el fondo dos veces más antes de dejar caer mi cabeza contra su hombro rendido.
Este sí que había sido el polvo de mi vida…hasta ahora.
-mierda Jacob-
-que- suspire recogiendo aire
-este compensa con creces el otro-
Reí, yo también estaba de acuerdo en eso.
Tras unos minutos tratando de recuperarnos salí de ella y empecé a vestirme. Vanessa hizo lo mismo, ambos de espaldas el uno al otro.
-tengo que irme- dijo mientras se terminaba de arreglar el pelo y ponerse sus gafas de nuevo, entonces repare en que solo llevaba una fina camiseta de mangas cortas.
-ten, mañana te llevare la tuya a clase- dije dándole mi sudadera. La acepto sin remilgos y se la puso, le quedaba mucho mejor que a mí.
Empezó a caminar hacia su coche y la seguí, la noche estaba tranquila haciendo que los ruidos del bosque sonaran con más intensidad.
-Te veo mañana entonces- dijo mientras sacaba las llaves y se disponía a entrar el su golf, entonces sin saber muy bien porque me incline para besarla, mi intento no duro mucho ya que ella se aparto a tiempo. Fruncí el ceño, acabábamos de follar ¿y no quería que le diera un simple beso?
- Jake no soy tu novia ni nada que se le parezca, no tienes porque darme un beso de despedida-
-claro- dije intentando parecer sereno y conforme. Me sonrió.
-buenas noches- entonces cerro de un portazo y se alejo por el camino de tierra
-adiós- metí mis manos en los bolsillos y pateaba una piedra.
Puede que no fuera mi novia pero una cosa si era cierta, el querer besarla no fue un acto de agradecimiento o cortesía, simplemente me apeteció despedirla de ese modo…y eso activo mis alarmas.
-Esto no puede traer nada bueno- susurre mientras me metía en casa, estaba empezando a meterme en un camino pedregoso y era totalmente consciente de que esa no era una buena opción.
siento muchisimo la tardanza, pero he tenido algunos problemas personales, que evidentemente no son adecuados para decirlos aqui.
un beso y espero poder compensaros
Nocturnia