Nueva fic en donde la inspiración llegó de repente y no pude hacer nada más que escribir, de hecho la historia está ya bastante adelantada. Por cierto, parte de la trama estás inspirada en un capitulo de la serie "Entre fantasmas", aunque claro con aportaciones mías... Lo que me hizo venir una idea, quien logre entender los puntos que tienen en común ésta historia con el capitulo del que hablo le voy a mandar una Sinopsis detallada sobre todo lo que ocurrirá ;)

Hay muchas cosas que me pertenecen, como una cantidad absurda de libros, un ordenador, un coche que he pagado con mucho esfuerzo y un perrito que se llama Augusto al que adoro. Pero ni Crepúsculo, ni Edward Cullen hacen parte de esas cosas, aunque yo si que le pertenezco a Edward...

El primer día.

BELLA POV

"Vamos Bella, tú puedes hacerlo, claro que si". Me repetía una y otra vez antes de bajarme del coche y afrontar el que sería mi primer día de clases en Forks. Pero me sentía cobarde y pequeña de repente. Traté de recordarme por qué lo estaba haciendo, qué me había hecho dejar la soleada Phoenix por ésto, por un ambiente frío y lluvioso que no era para nada mi gusto, y por mi propria voluntad ni más ni menos.

Ah si, mi familia, lo había hecho por mis padres, por ambos. Lo había hecho por Renée, porque sabia cuanto deseaba viajar junto a su flamante y nuevo marido, aunque no lo dijese en voz alta. Mi madre era un espíritu libre, y yo no era quien para cortarle las alas. Y lo hacia por Charlie, porque él también se merecía estar un poco de tiempo con su única hija. Hacia ya muchos años que no volvía a mi pueblo natal, y por el contrario obligaba a Charlie a que fuese él quien me viniese a visitar solo para estar conmigo dos semanas al año.

No se me pasaba por alto lo emocionado que estaba ayer por mi llegada, sabia que trataba de ocultarlo lo mejor posible, pero siendo yo misma una persona que no está muy a gusto mostrado sus proprios sentimientos, me daba cuenta como se sentía. De igual manera, vi como brillaron sus ojos en cuanto me mostró el regalo de bienvenida que me había comprado, mi nueva camioneta, bueno nueva solo para mi, porque se podría bien considerar como la abuela de las camionetas, y parecía más un tanque de guerra que cualquier otra cosa, pero yo lo adoré enseguida.

Suspiré profundo antes de bajar, recordar mis motivaciones, me había dado un poco de valor, así que era ahora o nunca. Sentía todas las miradas sobre mi mientras atravesaba el aparcamiento, tenia como la impresión de que todo el pueblo sabia de mi llegada, claro la hija del jefe de policía Swan vuelve a casa después de años de ausencia.

Estaba saliendo de la secretaría, había apenas buscado mi horario y estaba concentrada tratando de leer el mapa que me había entregado la señora Cope, tratando de descifrar en qué dirección tenia que ir para llegar a mi primera clase : literatura. Bien, no todo estaba mal si empezaba con mi materia preferida. Cuando un chico se me acercó, tenia aun cara de niño, con el cabello rubio y los ojos azules cristalinos, seguro que más de una suspiraba por él aquí.

- ¿Tú eres Isabella Swan, verdad? - me preguntó. Suspiré en mi interior, y así había comenzado. ¿Cuánto tardarían todos en llamarme solo Bella?

-Bella, por favor. Dime solo Bella.

-Claro. Yo soy Mike Newton. Mucho gusto- tendió su mano hacia mi, y yo se la estreché - ¿Quieres que te acompañe a la primera lección? - Sabia que estaba siendo amable conmigo, pero no sé por cual motivo de repente me recordó a un fiel labrador. Traté de morderme la parte interior de la mejilla, para soportar la risa que subía por mi garganta. Y en cambio decidí aceptar su propuesta, porque honestamente estaba perdida.

Me acompañó a destinación, e intentó entablar una conversación,pero creo que de inmediato se dio cuenta que yo no soy precisamente una persona habladora. Así que solo hablaba él y yo escuchaba, me contó que en realidad era de Florida y que se había mudado con sus padres cuando tenia diez años, y que entendía lo que era despedirse del sol. Parecía un chico simpático, tal vez podíamos llegar a ser buenos compañeros.

En cuanto llegamos al aula se despidió, y me dijo que nos veríamos en la cuarta hora porque la teníamos juntos. Literatura pasó de una manera muy agradable, por suerte la profesora no me obligó a presentarme frente a todos, y eso hizo que me gustara más su materia. Al finalizar de la hora se vino a presentar una chica llamada Jessica, que me presentó a sus amigas Angela y Lauren. Tardaría un poco en recordar los nombres de todos.

Las siguientes horas fueron para mi una especie de prueba, me sentía nerviosa por estar aquí y porque todas las miradas se posaran sobre mi, todos aquí se conocían desde que estaban en pañales, y yo me sentía un poco un barco dentro de un bosque, y eso sin contar como fueron decayendo mis gustos a medida que avanzaban las horas. Había empezado con literatura, y eso me iba fenomenal, después llegó Francés, que no me gustaba particularmente, pero aun así lo llevaba bien. Ya a la tercera hora todo cambió, tenia álgebra que la llevaba con un poco de dificultad; pero supe que mi suerte se había vuelto ya mala cuando a la cuarta descubrí que tenia educación física. Que era en absoluto mi talón de Aquiles.

Al entrar en el gimnasio vi que efectivamente Mike estaba conmigo en ésta hora, estaba en compañía de otros dos chicos que se habían presentado antes, pero de los cuales no podía recordar los nombres. Y por el otro lado también vi a Jessica y Lauren.

Me acerqué al profesor, era un tipo alto y musculoso, con el cabello negro y los ojos color miel, no era tan viejo para ser profesor. Estaba hablando con un chico más o menos de su misma estatura pero definitivamente menos musculoso, con el cabello todo revuelto de un extraño color cobre y que era incluso más pálido que yo. Éste chico me resultó particular, porque a diferencia de todos en éste instituto, éste no me observaba como si fuese un juguete nuevo y brillante, por el contrario tenia la vista clavada en el suelo, y asentía mientras el profesor le hablaba.

Me paré detrás de ellos, y esperé a que terminasen su conversación para poder así presentarme. Aun así se me hizo imposible no escuchar parte de lo que hablaban.

- Me tengo que quedar para una reunión después de clases, Edward. Vas a tener que irte con Jasper – le dijo el profesor al chico. Así que se llamaba Edward, bonito nombre, me recuerda a Edward Ferrars de "Sentido y Sensibilidad".

El chico, Edward, solo le asintió antes de contestar. Sin siquiera levantar su mirada.

-Claro Emmett, no hay problema. - susurró, lo dijo tan bajo que no supe como fue que lo escuché, y aun así me pareció que poseía una voz de verdad armoniosa. Se me hizo extraño que lo llamara con su nombre de pila, pero no le di importancia, quizás así era que le gustaba a éste profesor.

El mayor de los dos se giró en mi dirección y en cuanto notó mi presencia me dedico una enorme sonrisa amistosa que enseguida me encantó, tuve como la sensación de que a pesar de la materia, me iba a caer muy bien éste profesor.

-Hola, tú debes de ser Bella, si no me equivoco - me sorprendió que no me llamase por mi nombre completo, pero él notando mi asombro me contestó – Las voces corren, incluso entre los profesores. Y ya hay quien nos ha informado sobre tus preferencias a la hora de ser llamada.

-Gracias – sentía mis mejillas ardiendo, una sensación muy normal en mi. La mayor parte del tiempo las tenia sonrojada sin ningún motivo aparente.

-Yo soy el profesor Cullen por cierto, y cualquier cosa que necesites, no dudes en decírmelo. Incluso si no tiene que ver con la materia – Entonces sí que se presentó con su apellido, no me dijo en ningún momento que lo llamase "Emmett", como lo había llamado Edward.

La lección empezó, y yo no tardé en ponerme en evidencia y hacer el ridículo, y el Sr Cullen pronto entendió las dificultades que yo tenia que afrontar cuando se trataba de cualquier clase de actividad física. Pero me aseguró que no tenia que preocuparme, que ya encontraríamos la forma de evitar que suspendiera en su materia, ¡Sabia que me iba a caer bien!

A la hora de la comida me vi arrastrada por Mike y Jessica a sentarme junto a su grupo, según ellos mismos no era nadie si no hacia parte de ese reducido numero de personas. Yo no era persona de muchos amigos, de hecho no había dejado ninguno en Phoenix, mi única amiga era mi madre, si lo sé, un poco patético, pero esa era yo, prefería la compañía de los libros y la música a la de las personas. Pero aun así no les dije que no, no quería ser maleducada declinando una oferta tan gentil.

Al llegar a la mesa me presentaron las personas que me faltaba por conocer de su grupo, y todos se sumergieron en su propria conversación. De vez en cuando escuchaba algo de lo que estaban diciendo, las chicas estaban hablando de un baile que habría la semana siguiente y que tenían que ponerse de acuerdo para ir todas juntas a la boutique "Esme" para comprar los vestidos. Los chicos estaban hablando de un partido que hubo en la televisión la noche anterior, y comentaban emocionados el final. Era el mismo partido que había visto Charlie. De vez en cuando, alguien me hacía alguna pregunta sobre mi vida, y como me encontraba en Forks, pero la verdad es que después de contestar volvía a quedarme en silencio, alejándome de la platicas.

Podía sentir la mirada de todos en la cafetería clavada en mi, y sabia que tomaría un tiempo hacer que me dejaran de ver como una novedad. Por lo tanto la mayor parte del tiempo tenia la vista fija en el trozo de pizza que tenia en frente. Pero de vez en cuando me gustaba observar lo que tenia a mi alrededor, cuidadosamente miraba todas las mesas que habían y como estaban distribuidas, era una observadora por naturaleza. Sabia que mi mente no funcionaba de la misma forma que el resto de personas de mi edad, pero me gustaba de igual manera estudiar como ellos se comportaban.

Me di cuenta que de todos los estudiantes que allí estaban presentes, solo uno estaba sentado solo y sin la compañía de nadie. Edward, el mismo chico que antes vi hablando con el Sr. Cullen, y que sin querer escuché parte de la conversación que ambos sostenían. Una vez más pude notar, que a diferencia de los otros, él ni se molestaba ( ni siquiera de forma disimulada ) en tratar de verme; y lo agradecí, así podía ser yo la que lo observara a él. Tenia un cuaderno en frente de él, y podía ver como escribía algo muy concentrado, no había probado ni un bocado de la comida que tenia en la mesa. No sé que tenia, que se me hacia imposible apartar la vista de su persona.

Era bastante guapo también, tenia una estructura ósea por la que matarían incluso los modelos, con un rostro simétrico, una nariz recta y perfilada, sin contar los pómulos realzados que tenia. Un Eros de la edad moderna.

Eventualmente la campana sonó y yo me levanté con los otros para ir a mi siguiente lección : Historia. Bien, junto con literatura, eran mis materias preferidas. Compartía ésta clase con dos de los chicos que había conocido : Angela y Ben, quienes me acompañaron con gusto al aula. Me caían bien, ambos se habían comportado muy considerados , y no me agobiaban tanto como otros. Angela se disculpó por no poderse sentar conmigo y ella y Ben fueron a sentarse en su sitio.

Volví a repetir mi rutina del día y fui a presentarme con el profesor, menos mal que ya no faltaba tanto para que el día terminase, solo éste y el de la siguiente materia y había acabado con las presentaciones. El profesor estaba sentado en su escritorio mientras hojeaba un periódico, tenia el cabello rubio arena y un perfil exquisito, tengo que reconocerlo; él, al igual que el Sr Cullen, se veía bastante joven. Desvió la atención de lo que estaba leyendo en cuanto notó mi presencia, y me sonrió, regalándome una cálida mirada con sus ojos grises.

-La señorita Swan, supongo.

-Así es.

-Bienvenida, yo soy el profesor Hale – firmó el parte de asistencia que le tendía y me lo devolvió. Levantó la vista para estudiar el salón, y noté que su mirada se ensombrecía antes de seguir hablando – Puedes sentarte junto a Edward, en aquel puesto de allá – trató de sonar tranquilo al hablar, pero yo me había dado cuenta de que no lo estaba para nada.

Seguí la dirección que me indicaba, y pude notar que efectivamente el único asiento disponible era el que estaba al lado de Edward. Me acerqué y simplemente me senté, él ni se inmutó con mi llegada. Estaba escribiendo en un cuaderno, de la misma manera que lo hacia en la cafetería, por un momento supuse que estaba ocupado en algún trabajo que había que entregar para ésta lección, pero me di cuenta de que nadie más en la clase parecía preocupado por algún tipo de asignación.

Tratando en lo mayor posible de ser discreta, intenté acercarme más para ver lo que estaba escribiendo, y cuando lo logré vi que no se trataban de letras, eran notas musicales. ¡Estaba componiendo algo!, realicé. Vaya, si que tenia que ser bueno, porque lo estaba haciendo sin ayuda del instrumento para escuchar el sonido de las notas juntas, sabia que habían personas capaces de hacer eso, pero nunca había tenido cerca a una.

- Hola- le susurré de forma amigable, recordando que tenia que ser educada.

Él levantó la vista solo un segundo para murmurar un "Hola" casi imperceptible en mi dirección, y volver a su labor enseguida. Y aun así, ese momento me bastó para poder capturar sus ojos, eran hermosos, del verde más profundo y cautivador que había visto en mi vida, del tipo en los que te podías perder horas sin darte cuenta. Pero algo no me gustó de ellos, pude darme cuenta de que les faltaba algo, no brillaban, parecían casi los ojos de un zombi.

El profesor se levantó de su asiento para iniciar su clase, pero frunció el ceño cuando vio algo que se encontraba en nuestra dirección. Se empezó a acercar, y pensé que era conmigo que quería hablar, pero me había equivocado, era con mi compañero de banco.

-Edward, - le dijo – deja eso que vamos a empezar. Ya después puedes seguir.- Se suponía que tenia que ser la frase que un profesor le diría a un alumno a forma de reproche, cuando lo reprendía por haberlo descubierto haciendo algo en su clase que no debía. Pero no me sonó para nada de esa manera, era una petición amable y gentil, sin ningún rastro de autoridad. Como si hubiese confianza entre ellos. A lo mejor era así que trataba a sus alumnos el Sr Hale.

Edward solo asintió mientras cerraba el cuaderno y lo guardaba en su mochila. Supe que me había equivocado en mi suposición sobre el profesor cuando presencié la escena siguiente. Se escuchó un bufido en la parte de posterior del aula, y al girarme vi que Mike estaba tratando de contener la risa, no me había dado cuenta de que estaba en ésta clase, al parecer se estaba riendo de algo que le había dicho el que me parece que se llama Tyler.

El Sr Hale se envaró enseguida y clavó una dura mirada en dirección a ellos. Yo no había entendido para nada lo que Tyler le había dicho a Mike, pero tenia la sospecha de que el profesor si.

-¿Hay algo que quiera compartir con el resto de la clase, Sr Newton? - le dijo en tono duro. ¡Así es que habla un profesor!

-No, para nada. Sr Hale – dijo Mike con... ¿suficiencia?

-Espero por su proprio bien que no se repita, yo no tolero burlas en mi clase – contestó el Sr Hale en forma enigmática, antes de empezar la lección.

o0o

¡Por fin!, ya había terminado mi primer día de clases en el instituto de Forks. Ser el centro de atención de todos no había resultado ser la cosa más fácil del mundo, pero tampoco la más difícil. Había apenas salido del laboratorio de Química, cuando me conseguí con Mike por el pasillo, y se ofreció de acompañarme al aparcamiento. Una vez más la imagen del labrador se presentó en mi mente, y tuve que toser para disimular la risa.

-¿Cómo ha resultado ser el día? - me preguntó

-He sobrevivido.

Él se rió de lo que pensaba era un comentario sarcástico por mi parte. En realidad lo estaba diciendo en serio. Llegamos a mi camioneta, y de repente Mike se giró y me observó como si estuviese a punto de decirme que me iba a morir de cáncer o algo por el estilo.

-Tenemos que hacer algo por la hora de historia.

-¿Perdón? - pregunté confundida, no recordaba que hubiesen mandando algún trabajo por hacer en la hora de historia. Eso era lo único que podía deducir por sus palabras.

-Te ha tocado sentarte junto a Edward. Tenemos que hacer algo para lograr que te cambien de lugar- me dijo, como si eso lo explicase todo. Y en cambio lo que hizo fue enredarme más, ¿Qué tenia de malo Edward?, si era un poco callado, y daba la impresión de estar siempre por las suyas. Pero yo eso no lo criticaba, cuando yo misma era una persona solitaria.

-¿Por qué querría hacer eso ?

Renée podía tener una mente infantil, pero me había enseñado valores muy sabios que respeto. Tales como no juzgar a un libro por su portada, y que tenias que tratar a los demás de la misma forma que quieres que te traten a ti, y yo iba a cumplirlos.

-Tienes que alejarte de él, Bella. Es peligroso.

Puse los ojos en blanco, parecía que estuviese hablando de un asesino a serie o algo por el estilo. Y si ese fuera el caso, no estaría en libertad y asistiendo al penúltimo año de instituto.

-Mike... - pero él me interrumpió.

-No Bella, tienes que hacerme caso. ¿Sabes como le dicen? - yo negué con la cabeza – le dicen...

Pero escuchamos a Tyler que lo estaba llamando de la otra parte del aparcamiento y le decía que tenia que darse prisa porque iban a llegar tarde a no sé que de un entrenamiento.

Mike se giró otra vez a mirarme y de su rostro había desaparecido todo el rastro de la advertencia que había dos segundos atrás.

-Bueno Bella, nos vemos mañana- y así se alejó, dejándome de piedra.

En ese momento vi que salían del instituto el Sr Hale y el objeto de la conversación que estaba teniendo con Mike. Iban en la misma dirección. Ambos se subieron en un Porsche amarillo y salieron del aparcamiento. Recordé que antes el Sr Cullen le había dicho a Edward que tenia que irse con un tal Jasper, y me pregunté si era al Sr Hale que se estaba refiriendo. Vaya, llamaba a uno de los profesores por su nombre de pila, y se iba del instituto en su coche con otro.

No era del todo normal, pero aun así no era para sorprenderse tanto. Aunque tenia que reconocer para mis adentros que algo en Edward me intrigaba y me causaba curiosidad, y sabia que de una u otra manera la iba a satisfacer...

Continuará...

Bueno ya saben lo que tienen que hacer ;)

¿Lo adoran?, ¿Lo odian?

Yo ahora me voy al cine a ver "Recuerdame" XD

Besos, Ros.