Los personajes no me pertenecen lo único que es mío es esta historia. Espero que esta historia sea de su agrado, sin más les dejo, dudas, sugerencias pueden dejar un reviews jejeje

Una cosa más, si ven este fic en otra pagina les pido me avisen, esta historia a salido de mi cabeza y no quiero ver a falsos autores promoviéndola como propia.

NOTA: Tal vez se les haga un poco confuso en un principio, sin embargo conforme vallan leyendo irán emprendiendo.

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JUNTO A TI

BY

***MIDORI_CHAN***

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CAPÍTULO 1: "RECUERDOS "


-.-.-.-.-.-.- Flash back -.-.-.-.-.-.-

-¡Ranma!

-¡suéltala!

-¡no hasta que no obtenga lo que he venido a buscar a este lugar!

- te juro que si le tocas un solo cabello te mataré con mis propias manos- con furia contenida, Ranma amenazó al tipo que tenía enfrente suyo y que sostenía de los brazos a una Akane muy asustada.

-quiero ver que lo hagas, idiota afeminado- provocándolo, aquel sujeto de nombre Kisho le mostro los dientes en señal de superioridad y con un movimiento aventó a la chica hacia unas rocas haciendo que se golpease en el vientre provocándole gemir de dolor y caer de rodillas al suelo.

Los músculos de todo el cuerpo del muchacho de la trenza se tensaron, el crujido de sus dientes en señal de rabia pronto se escuchó, de un momento a otro, una fuerte confrontación entre ambos muchachos dio comienzo, siendo Ranma el primero en golpear, sin embargo, Kisho no pretendía ser vencido así que también contraatacó mostrando que el también era muy hábil en las artes marciales.

De golpe en golpe, Ranma pronto se dio cuenta de la superioridad de Kisho, sorprendiéndolo de sobremanera. Uno a uno Kisho logra acomodar una serie de golpes que mandan a volar a Ranma hacia unas rocas, dejándolo muy herido.

-¡Ranmaaaa!- grita Akane quien ya se había dado cuenta del peligro que corría su prometido.

Altanero, Kisho se pone de pie frente a Ranma y le escupe a la cara mostrándole una vez más sus dientes en una sonrisa orgullosa y fría.

-jajajaja- ríe sarcástico- ¿Dónde quedo tu fuerza? Me decepcionas, te mataría ahora, sin embargo, que mejor venganza que ver destruido a tu rival desde adentro, vamos, si no te mueves la matare a ella- dijo señalando a Akane quien seguía en el suelo sosteniendo su estomago.

-¡no te atrevas a tocarla, bastardo!

-impídemelo

Dando media vuelta sobre sus talones, Kisho se dirige hasta Akane quien lo mira con terror. En un último movimiento, Akane mira a Ranma quien lucha por ponerse de pie, los ojos chocolate de la chica ya inundados en lagrimas lo miran directo a los ojos diciéndole que nada de lo que pasase en ese instante sería culpa suya, viéndola resignarse, Ranma siente como un horrible nudo se le forma en la garganta e impotente, ve como aquel sujeto le da el primer golpe a su prometida.

-¡Akaneee! ¡Maldito suéltala!

Las fuerzas que lo habían abandonado pronto regresan a él, parándose y dirigiéndose a Kisho a una velocidad impresionante. En un arranque de furia, rabia, odio y amargura, Ranma deja a Kisho casi muerto, con brazos y piernas hechas trizas, el cuerpo ensangrentado y el orgullo hecho pedazos.

Aún asustada por lo que acababa de pasar, con las pocas fuerzas que le quedan Akane se acerca a Ranma rodeándolo desde atrás en un gesto protector. Ranma al sentir las lágrimas de la muchacha mojar su espalda con un movimiento rápido la hace girar para abrazarla fuerte y protectoramente. Ya sin la adrenalina recorriendo sus cuerpos, las fuerzas de sus piernas les fallan y caen juntos al suelo sin romper el abrazo, suavemente Ranma acomoda a su prometida en sus piernas acunándola como si fuera una niña pequeña y en una promesa silenciosa, jura no volver a permitir que nadie la dañase de nuevo.

-.-.-.-.-.-.- Fin flash back -.-.-.-.-.-.-

- Akane… -el susurro de Ranma interrumpía el silencio que reinaba en la habitación. Embelesado contemplaba a la muchacha de azules cabellos.

Con suma delicadeza, aparta unos mechones del cabello de Akane que le cubrían el rostro, rosando en una suave acaricia su mejía izquierda para luego depositar un leve beso en sus labios. Ella se revuelve entre las sabanas y lo abraza rodeándolo con uno de sus brazos a su prometido.

-Ranma… -suspira en sueños y una tímida sonrisa se dibuja en sus labios

Ranma anonadado por tanta belleza solo pudo sonreír enternecido y volvió a besarla solo que esta vez en la frente. Sus fuertes brazos le correspondieron el gesto y sus manos volvieron a acariciar su suave piel desnuda, besando su boca y bajando poco a poco hasta el nacimiento de sus senos. Ahí, coloco su oreja para escuchar los latidos del corazón de su joven prometida.

Una vez despierta, Akane acuno a Ranma entre sus brazos y acaricio su trenzado cabello.

No se necesitaban palabras para expresar lo que en ese momento sentían, tan solo en hecho de estar junto al otro era suficiente razón para entender lo que en ese momento pasaba.

-Ranma, nunca te marches de mi lado… -cansada y a punto de volver a perderse en el mundo de los sueños, Akane le rogo.

Una vez más el silencio los rodeó. No pudiéndole responder, mordió su labio inferior. Se quedo junto a ella hasta que los recientes eventos rondaron su mente. Todavía podía sentir en su piel las delicadas manos de su prometida recorriendo su pecho, las largas piernas de ella entrelazadas con las de él, el tacto de su piel suave, los besos apasionados y cargados de necesidad, y sobre todo, la manera en que lo llamaba durante la entrega de esa noche.

-… perdóname –mirándola triste, beso por segunda vez la frente de Akane y espero a que se durmiera profundamente. Una vez comprobado que ella no se despertaría, le lleno de besos por toda la cara con suma ternura. Sin ser brusco, bajó de la cama y la contempló una vez más para luego darse media vuelta y recoger su ropa regada por toda la habitación, y temiendo arrepentirse de su reciente decisión se vistió con prisa, salio por la ventana y saltando por los tejados se dirigió hacia el parque.


Las calles de Nerima eran iluminadas por la tenue luz de la luna, el silencio de la noche era roto por los pasos de Ranma y Ryoga, quienes caminaban pensativos y un tanto distantes de la realidad. Con cierta incomodidad, Ranma rompió la molesta atmosfera que los envolvía.

-¿Ryoga…?- llamo el chico de la trenza deteniendo su paso

-¿Qué?- le respondió secamente

-yo… yo… - mientras el rubor le cubría la cara, empezó a jugar con sus dedos por lo nervioso que se encontraba, su lengua se trababa y comenzaba a tartamudear- mira, de lo que te quería hablar contigo es sobre… Akane y yo… nosotros ahora… bueno yo…

-basta Ranma- dijo mirándolo resignado- no tienes que decirme nada, yo lo supe desde un principio

-pero…

-tu cara de idiota te delata- Ranma lo miro avergonzado y arrugo su cien en protesta- te vas, ¿no es así?- le cuestionó en afirmación no esperando una respuesta, puesto que era más que obvia- yo la cuidare- lo miro sincero- no dejare que nada le pase, así que puedes marcharte tranquilo, no le diré a dónde vas

-gracias- le dijo con gratitud- en verdad gracias, Ryoga

Ranma salto al tejado más próximo y se despidió con una sincera y amplia sonrisa, confiándole lo más valioso que dejaba en esa ciudad, a su prometida, Akane Tendo.


Casa Tendo

La mañana era fresca, los rayos del sol entraban a la habitación de Akane golpeándole el rostro, al sentirlos le da la espalda a la ventana en son de protesta.

-Mmm…-protesta mientras estira su mano para alcanzar a su prometido del lado contrario de la cama- ¿Ranma? –Le llama –Ranma- repite somnolienta para luego lentamente abrir los ojos.

Su mirada recorre cada rincón de aquel cuarto. Se levanta de la cama con dificultad y con las sabanas blancas cubre su cuerpo desnudo, sin importar que alguien la vea, dirige su andar al baño, sintiendo que con cada paso que da su corazón se encoge por un inexplicable sentimiento de angustia...

-¿Ra- Ranma?- lo llama temblorosa- ¿estás tomando un baño?- pregunta mientras abre la puerta y comprueba que su prometido no se encuentra ahí.

La angustia se acrecienta y con rapidez da media vuelta y regresa a su habitación, presurosa se viste para luego ir en su busca en la cocina, sin embargo, antes de llegar a la puerta se golpea con su escritorio y deja caer unas libretas, entre ellas, una carta firmada por Ranma. Rápidamente la recoge y comienza a leer.

La mirada chocolate de Akane poco a poco se va entristeciendo conforme va leyendo y los latidos de su corazón se van acelerando.

-¿q- que? esto es… es una broma- pronuncia en un hilo de voz para luego girar su rostro hacia la ventana–Ranma… eres un idiota…

Pronto, la tranquilidad de aquella mañana es rota por el llanto amargo de Akane, quien al sentir que sus piernas no pueden sostener su peso, cae al suelo, dejándose envolver por el recuerdo de la noche anterior y sintiendo como la tristeza la inunda, se hace un ovillo abrasando la carta y se aferrándose a ella.

-.-.-.-.-.-.- Flash back -.-.-.-.-.-.-

Y ahí estaban ambos chicos, solos en aquella habitación que era iluminada solamente por la luz de la luna, mirándose y diciéndose en silencio todo lo que con palabras no se podían expresar; dejando ver lo que realmente sentían, olvidándose de las peleas y los problemas, adentrándose en un mundo donde solo cabían ellos dos, sin prometidas fastidiosas ni orgullos ni celos estorbosos, tan solo ellos, como debió de ser en un principio.

No supieron quien acortó los escasos centímetros que los separaban de los labios del otro, tan solo se limitaban a disfrutar su primer beso de aquella noche, suave, tímido, tibio y embriagador.

Lentamente, Ranma posa sus manos en la cintura de Akane, mientras que ella de inmediato reacciona rodeándolo por el cuello.

Se besaron con calma, pero ésta pronto cesó cuando el fuego en sus cuerpos comenzó a aumentar.

Con forme al aumento de la temperatura y el roce que se daba entre sus cuerpos aumentaba, sus besos se fueron convirtiendo en apasionados, olvidando la timidez y la vergüenza que en un principio los atormentaron. Pronto la distancia entre ellos era inexistente, presionando el uno contra el otro esperando saciar una necesidad que no lograban entender.

Así, esa noche se confesaron al oído lo que sus corazones sentían, expresando con sus cuerpos la necesidad de pertenecerle al otro.

-.-.-.-.-.-.- Fin flash back -.-.-.-.-.-.-


FIN CAPITULO 1


proximo capitulo...

"... Disculpa el que sea tan cobarde y no querer decirte esto de frente

pero no soportaría ver tus ojos inundados de lagrimas cuando te diga que me marcho

y que no podremos vernos por algún tiempo..."