"Es que estas completamente loca, mujer?" Gritó Vegeta a su mujer, debido a un enfado más que evidente.

Bulma, simplemente, se encogió de hombros ante su agresión. "Todavía no" Le respondió calmadamente, "Pero si sigues armando escándalo, apuesto a que podría estarlo si fuera necesario" Le guiñó el ojo y añadió, "Es bueno saber que no tengo por que hacerlo".

El Saiyan resoplo ante la respuesta de su mujer. Una cosa era cuando ella se dedicaba a gritar y amenazarlo, pero no podía tolerar que ella estuviera calmada y en control. Era algo que lo sacaba de sus casillas.

"Ya has intentado esto antes," Dijo enfadado, "y debo recordarte que no te salió bien."

"Ese es tu problema, no el mío," Dijo Bulma mientras cogía su bolso y se lo colgaba en el hombro. "Además, quieres quedarte en casa con Bra o prefieres llevar a Trunks al dentista?"

Vegeta se detuvo un momento a pensar una respuesta. Si quedarse en casa con la niña de dos años era más de lo que creyó podría soportar, recordó lo que paso la última vez que llevo a Trunks al dentista. Aparentemente, al niño no le sentó demasiado bien que la gente metiera la mano en su boca. El pobre dentista nunca imagino que los dientes de Trunks fueran a ir directamente a sus dedos…

Mientras tanto, Bulma había empezado a golpear su pie sobre el suelo impaciente. "Estoy esperaaaannddoooo" cantó mientras empezaba a comerse las uñas.

Vegeta dirigió su mirada hacia las escaleras que conducían a los dormitorios "Hace cuanto que la mocosa está dormida? Preguntó.

"Veintisiete minutos" Respondió la peliazul después de mirar rápidamente su reloj. "Y si no me das una respuesta en veintisiete segundos, te hare llevar a Trunks al dentista con Bra, mientras yo voy a que me hagan una pedicura!"

Aunque normalmente el príncipe se hubiera burlado de que ella le obligara a hacer algo así, esta vez no se atrevió a desafiarla. Bulma parecía tener a su alrededor un aura que indicaba que, muy a su pesar, a él le tocaría hacer algo que normalmente nunca aceptaría hacer.

"Si no vuelves con tus diez dedos cuando regreses, matare al niño" Le gruño Vegeta.

Bulma le dio un beso en la mejilla. "Me parece justo" le dijo, colocándose nuevamente el bolso. "Tardaremos solamente una hora, y si tienes suerte, Bra dormirá durante todo ese tiempo" Se detuvo un momento y le dirigió una mirada maliciosa "Por supuesto, si llamas tener suerte a lo que paso la ultima vez…"

"Vete ya" Gimió Vegeta. No quería que ella le recordara lo que paso la última vez que se quedo a solas con su hija. Gruño mientras su mujer le dio un último beso antes de irse, y ni se molesto en despedirse de ella. Por supuesto, Bulma no espero de él más que su peculiar gruñido como despedida.

Se quedo firmemente en su sitio, esperando a estar completamente seguro de que su mujer y su hijo estaban en la otra punta de la ciudad, antes de subir las escaleras. El príncipe ando por el pasillo hasta llegar frente a la puerta de la habitación de su hija. Despacio, sin hacer ni un ruido, abrió la puerta y se dirigió hacia dentro.

Justo como había supuesto, Bra estaba despierta y de pie junto a los barrotes de su cuna. Era obvio que estaba esperando a que su padre fuera a por ella.

Vegeta se acerco a la cuna y miro a su niña. Trunks dejo de usar la cuna a una edad más temprana, pero siempre tuvo un sueno tranquilo. Una vez que se dormía, no movía ni un musculo. Bra, por el contrario, se movía tanto cuando dormía que parecía que estuviera en medio de una pelea. Por ese motivo, y por el hecho de que se despertaba llorando cada vez que se caía de la cama, tuvieron que volver a ponerla en la cuna hasta que pudieran encontrar otra solución.

"Tu estúpida madre lo ha vuelto a hacer" le dijo a la niña. "Ha vuelto a dejar a una indefensa niña en las manos de alguien que, en muy poco tiempo, ha demostrado que no tiene habilidad ninguna en tratar con la mencionada criatura" Se inclino hacia delante y toco la nariz de su hija con la suya. "Tu madre es realmente estúpida"

Bra rio y aplaudió varias veces antes de alcanzar las mejillas de su padre con ambas manos. "Arriba! Arriba!" dijo mientras sonreía a su padre.

Pero Vegeta retiro sus manos de su cara y dio un gran paso hacia atrás. "No" dijo, cruzándose de brazos.

Los ojos de Bra se abrieron como platos. Su vocabulario no era muy extenso, pero había aprendido esa palabra hacía mucho tiempo. "No?" pregunto.

"No," Repitio su padre, sin moverse de su sitio.

"No?" pregunto de Nuevo, con unas lagrimas asomandose a sus ojos.

Pero Vegeta no se dejaria enganar por esas lagrimas. Las conocía muy bien. "No" dijo firmemente. El Saiyan miro hacia su hija sonriente y se negó a mover un musculo.

Bra conocia esa mirada. Significaba que no ganaría con sus lagrimas. Cambiando de táctica, la princesa de dos años se sentó. "No" afirmo, tal y como su padre habia hecho, incluso cruzo los brazos de la misma forma que el.

La sonrisa de Vegeta se agrando "tenemos un trato, Bra" dijo "Cuando estamos solo tú y yo, hay tan solo una norma"

La bebe lo miro durante un segundo antes de caer sentada justo sobre su cojin. No estaba dispuesta a perder esta batalla, no esta vez!

"Cual era la norma, Bra?" Pregunto el principe.

De Nuevo, la joven princesa se nego a ceder.

Su padre tambien se nego a rendirse ante esta batalla "Dime la norma y te liberare de tu prision".

Sus ojos azules se iluminaron, y el mal humor se le olvido al instante. Bra se puso de pie y alcanzo los barrotes, intentando ganar equilibrio entre las mantas y almohadas. Tan pronto como lo encontró, miro ansiosamente a su padre. Situo su dedo índice sobre sus labios y en voz baja dijo, "Shh!"

El principe sonrio a su hija e hizo el mismo gesto que ella. "Shh." Hizo, mientras se acercaba de nuevo a la cuna. "Eso es, princesa. Portate bien y en silencio, y yo te saco de ahí. Entendido?"

Con una energia que no es de este mundo, la bebe afirmo con la cabeza, y fiel a su trato, no hizo ningún ruido una vez que se vio libre de su prisión.

Vegeta, fiel a su palabra, saco a la nina de la cuna. "Recuerda el trato" indico "estate en silencio y te dejo estar fuera. Sin embargo, si gritas, lloras, ruegas, gimes, parloteas o causas cualquier otro ruido, te pondré de vuelta en la cuna. Has entendido?"

Bra sonrio a su padre, e hizo un gesto con su rollizo dedo que parecio como si pusiera una cremallera en su boca.

"Buena chica" dijo el principe, colocando a la nina en sus brazos. Miro hacia ella y pregunto "Vamos al salon?"

La princesita se quedo pensando por un momento, luego nego con la cabeza.

"A la sala de juegos, tal vez?" pregunto, sonriendole mientras abria la puerta del cuarto.

De nuevo, la nina penso por un momento antes de negar con la cabeza.

Vegeta miro a su hija. "Entonces solo queda un lugar a donde quieras ir. A la cocina!"

Los ojos de Bra se iluminaron y muy suavemente junto sus manos simulando un aplauso. Sonrio a su príncipe antes de acomodarse, cariñosamente, contra sup echo. Bra recordaba como funcinaba este juego. Ella podia elegir e ir a la habitacion que quisiera, siempre y cuando se mantuviera en silencio. Aprendio rápidamente de la ultima vez, que incluso el ruido de una risa la llevaría de nuevo a su prisión.

El Saiyan de sangre pura cargo a su hija escaleras abajo, a traves de la casa, hasta la cocina. Normalmente hubiera insistido en que un niño, especialmente un hijo suyo, andara sobre su propio pie. Pero estaba mas hambriento de lo que pudiera estar ella, y no estaba dispuesto a andar al paso de un bebe de dos años.

Además, a pesar de que él nunca lo admitiría, amaba la forma en la que su hija lo abrazaba cada vez que la cargaba en brazos.

En cuanto alcanzaron su destino, dejo a la niña sobre la mesa de la cocina. Sabia que Bulma se enfadaría si llegara a enterarse de que la sentaba en la mesa en vez de sentarla sobre su trona, pero, en su opinión, la nina ya había estado suficiente tiempo encerrada. Ademas, ninguno de los dos se lo contaria a la mujer, y a Vegeta tampoco le apeteció tener que pelearse con la nina para que usara la silla.

Saco una caja de cereales de un armario, un yogurt de la nevera y un racimo de uvas del bol de frutas. De una manera muy ordenada, alineo las tres cosas en frente de la niña. "Escoge las dos que quieras" le dijo.

Bra miro a su padre con una Mirada que claramente indicaba que no estaba segura de entender lo que este le habia dicho.

El principe suspiro y toco su entrecejo con los dedos. Deseaba que la pequeña pudiera entender todo lo que le decía. "dos" repitió, levantando dos dedos hacia ella "solo puedes elegir dos".

Eso si que lo entendió. La pequeña se acerco a los tres alimentos. Los cogió todos, manteniéndolos en sus manos unos segundos y, despacio, los olfateo. Despues de un par de minutos, puso la caja de cereales y las uvas a su lado, y empujo el yogurt hacia su padre. Cuidadosamente, coloco la palma de la mano sobre la mesa, para indicarle a su padre que ya había decidido lo que quería.

Despues de que padre e hija terminaran su almuerzo, la nina fue a sentarse al regazo de su padre. Situandose comodamente contra el pecho del guerrero, rodeo con un brazo el cuello de este, mientras con el otro señalaba hacia el pasillo. Vegeta siguió las silenciosas indicaciones que ella le hacia hasta que llegaron a la sala de juegos, donde la nina bajo de sus brazos justo el tiempo suficiente para escoger un osito y un pequeño león de peluche, y sin hacer ningún ruido, volvió a los brazos de su padre.

Una vez mas, Bra senalo hacia el pasillo. Hubo unas cuantas veces en las que la nina frunció el ceno, y Vegeta entendió que la había llevado por el camino equivocado. Ella no hizo ruido alguno y, pacientemente, volvió a señalar la dirección correcta.

Al poco rato, llegaron a su destino.

La cámara de gravedad.

Vegeta levanto una ceja hacia su hija. "Estas segura de que quieres estar aqui?"

Afirmo con la cabeza y, segura, apunto de nuevo hacia la pesada puerta de la cámara, dando a entender que era donde quería que los dos estuvieran.

El principe no entendio del todo porque estaban ahi. Si era cierto que el quería estar ahí pero, Por que querría ella estar ahí? Por lo que el sabia, ella nunca estuvo dentro de la cámara.

Un trato era un trato, asi que padre e hija se adentraron. Tan pronto como estuvieron dentro, la pequeña bajo de los brazos de su padre. Agarro los dos peluches, situándolos uno frente al otro. Empezo a moverlos, haciendolos chocar entre ellos. Miro hacia su padre pero no vio mas que confusion en la cara de este. Claramente, apunto un dedo a su padre, mientras con la otra mano apuntaba al osito de peluche. Despues hizo lo mismo con ella y el león de peluche.

De repente, las facciones de Vegeta cambiaron. "Quieres entrenar conmigo?"

Excitada, Bra solto sus peluches y empezo a saltar por todos lados mientras hacia como que aplaudia. Sabia que su padre la entendería!

Vegeta no pudo evitar sonreir a su princesa. Le dio la oportunidad de hacer lo que ella quisiera, y ella había decidido entrenar con el. El orgullo le hincho el pecho mientras afirmaba con la cabeza hacia su hija.

Por cerca de media hora, Vegeta y Bra practicaron los aspectos basicos del entrenamiento. No fueron lanzadas bolas de energía, ni la gravedad fue activada, tampoco ningún golpe fue propinado... Pero teniendo en cuenta el tiempo que entrenaron y la edad de la estudiante, ambos hicieron grandes progresos.

En medio de la leccion, Vegeta se hizo a un lado "Tu madre esta llegando a casa"dijo mientras se dirigía hacia la puerta. Bulma le había pedido claramente, que nunca llevara a la niña a la sala, y Vegeta no quería que ella se enterara de que había roto esa norma.

Instintivamente, Bra entendio lo que tenia que hacer. Fue corriendo a por sus peluches, los estrecho fuertemente contra su pecho y corrió a los brazos de su padre. Usando su sorprendente velocidad, Vegeta llevo a la niña a su habitación y la metió de nuevo en la cuna. Rapidamente, Bra se acomodo sobre su almohada y dejo que su padre la arropara con la manta. Abrazo a sus animales y sonrio a su padre.

En cuanto Vegeta se giro para salir de la habitacion, Bra lo llamo "papi!"

El principe se giro y miro a la pequeña niña en la cuna. Ella le sonreía. Una vez que volvia a estar en la cuna, sabia que ya podía hacer ruido de nuevo, y había algo que hacia tiempo estaba esperando a decirle.

"Te quiero, Papi"

Vegeta volvio a la cuna y sonrio a su hija. Dulcemente, acaricio sus mejillas. "Gracias, princesa" le contesto "ahora cierra los ojos y espera a que tu madre venga a por ti"

Riendo, Bra volvio a taparse con la manta y se acomodo en la almohada. Esa era su parte favorita del juego.

Dirigio una mirada a su hija antes de irse de la habitacion. Sintiendo que su mujer e hijo estaban ya dejando el coche en el garaje, no perdió el tiempo en dirigirse hacia la sala de estar. Rapidamente encendio la televisión y apoyó los pies en la mesita una vez encontró el canal de noticias. Solo le quedo un par de segundos antes de que la puerta se abriera.

"…avergonzada en mi vida!" Bulma estaba gritando

"Eso no es verdad!" Le grito Trunks como respuesta. "Krillin me conto que una vez el maestro Roshi te vio desnuda, y eso tiene que haberte avergonzado más que esto!"

Madre e hijo entraron en la sala, gritando con todas sus fuerzas debido al incidente en el dentista.

"Esto es el colmo, Trunks!" Grito Bulma. "Estas castigado dos semanas!" Cuando Trunks resoplo, su madre prosiguio. "Eso es, dos semanas sin television, sin ordenador, sin video juegos y sin Goten!"

"Que?" Trunks replico. "No puedes hacer eso!"

Bulma se dio media vuelta y miró a su hijo. "Puedo y lo haré! Yo soy tu madre, Trunks! Te he traído a este mundo, y puedo llevarte de vuelta fuera de el!" Bulma resoplo al oir la puerta del dormitorio de su hijo cerrarse de un portazo. Estaba claramente agitada, y casi a los limites de su salud mental por lo que había ocurrido mientras el niño estaba en el dentista recibiendo una limpieza bucal.

Esta era una oportunidad que Vegeta no podía dejar pasar.

"Entonces" Dijo como de casualidad, mientras pasaba sus brazos por detras de su nuca. "Como ha ido?"

La peliazul se giro y miro al principe "Que como ha ido?" susurro calmadamente antes de la tormenta. "QUE COMO HA IDO?!? Te dire como ha ido! Primero llegamos quinze minutos tarde porque tu hijo decidió escapar del coche a mitad de camino. Termine desviandome de la carretera y estuve a punto de tener un accidente cuando se le ocurrio usar su maldita fuerza Saiyan para derribar la puerta del coche! Despues, una vez allí, empezó a despotricar sobre que el dentista se dedicaba a torturar niños, con lo que todos los niños que se encontraban en la sala de espera empezaron a gritar! Y por si eso no fuera poco, tu mocoso arranco el respaldo de la silla del dentista e intento usarlo como arma contra el!" Se sento enfadada en el sofá "Te lo juro, voy a matar a ese niño!"

En silencio, Vegeta observo como su mujer había intercambiado papeles consigo mismo. Le gustaba provocarla, pero viendo que ella ahora era él, eso solo habría sido un suicidio. Le dio unos minutos para que se relajara.

Al poco tiempo, Bulma dio un gran suspiro. Cuando se dio cuenta de que no había señales de su hija de dos años, se levanto y empezó a dirigirse hacia el cuarto de la pequeña. Se giro un momento para preguntarle "Entonces, como te fue con Bra esta tarde?"

El principe miro hacia su mujer y le sonrió. "No hizo ruido alguno".