Hola a todos!!! Este es el primer Fic que escribi, lo termine hace ya como una año y fraccion, y bueno, lo empece hace mas de tres años, jajaja.

Lo publico para que aqui tambien lo lean, pues solo lo he publicado en una pagina de HArry Potter, donde me acompañaron hasta el final. Estoy aprovechando para corregir horrografía mas que nada, podría arreglar muchas otras cosas, pero no quiero, por que fue mi primer fic terminado y le e tomado cariño tal y como es.

Espero lo difruten y comprendan que si va algo veloz ((como yo misma me he dado cuenta)) es mas que nada por que con el comence.

Disclaimer: Todos los personajes y bla, bla, bla, le pertenecen a JK Rowling, de nuevo, de ser míos, el final de la saga habría sido otro u.U


Una Pausa en Mi Vida

CAPÍTULO I "Monstruos en las Oscuridad"

¿Quién soy?

Casi nunca nos hacemos esa pregunta, ¿Tu te la has hecho?, creo que si, es normal hacérnosla. Pero ¿Qué sucedería, si de pronto no tuvieras una respuesta? ¿Que harías?

Debes pensar que estoy loca, ¿Por qué comenzar con estas pregunta?, pues veras, mi vida gira en torno a ella, y es con ella con que empieza mi historia.

Mi nombre es… no, aun no lo se, o no estoy segura, aun así, todos me llaman Yan.

Si, esa soy yo, una extraña que un día despertó en un cuarto blanco, con una mesa de metal, sin una sola ventana, y rodeada de un montón de gente vestida de negro; ¿Negro?, Si, extraño color para una persona que cura, o doctor como le quieran llamar, pero la razón es simple; No eran doctores, es mas, aun no se lo que eran.

Cuando abrí los ojos y los vi, comencé a gritar, y estos desaparecieron en cuanto la puerta se abrió de golpe, y entro un doctor muy asustado, me pregunto que había sucedido, y yo, no le supe decir, estaba muy confundida, y no abrí la boca a pesar de que me estaba bombardeando con preguntas.

Durante el tiempo que estuve ahí, no pronuncie ni una sola palabra, me la pasaba encerrada en mi habitación leyendo, y cuando me obligaban a salir de esta a los pasillos y a los lugares comunes, siempre iba seguida de un mínimo de dos doctores o enfermeras.

Me sometieron a muchos estudios para conocer el por que de mi silencio, hasta me llevaron con una psicóloga, me parece que se dio por vencida, pues a las pocas sesiones me dejaron de llevar con ella.

¿Por qué cuento todo esto? Es sencillo, puesto que si no les digo ahora, mas adelante me dejare llevar por mi mente olvidando lo mas importante, y ustedes también lo olvidarían.

Esta es la primera fase de mi vida, estuve esclavizada a ese hospital por alrededor de tres años, cuando salí, yo ya contaba con 21 años según me dijeron. Es muy gracioso, yo desperté un 21 de Diciembre, y me dejaron salir a los 21 años, eso es algo que me hace pensar si no lo habrán hecho a propósito.

Después de un tiempo, descubrí que tenia que salir de ahí, de ese horrible lugar, en el que cada que cerraba los ojos era rodeada por decenas de personas vestidas de negro, esas personas que me hacían temblar, que me provocaban escalofríos desde el primer día, cuando desperté y los vi. ¡Que equivocada estaba!

Mi vida siguió en el hospital sin hablar, sin pronunciar una sola palabra, aun así, comencé a salir y a convivir mas con el resto de los internos, incluso aprendí a dibujar un poco. Los doctores llegaron a la conclusión de que nunca volvería a pronunciar una sola palabra.

Un día, de esos en que el sol esta hermoso, la mañana despejada, y que a todos les gusta pasar fuera para respirar un poco de aire fresco, yo estaba en la fuente de mármol al centro de los jardines; estaba observando maravillada la belleza melancólica que esta emanaba, la melancolía, ese había sido el sentimiento que me había rodeado durante toda mi estancia en el hospital.

De pronto, algo interfirió mi concentración, una figura tapaba la luz que se reflejaba mil veces en cada una de las cristalinas gotas de agua.

Creí que nunca saldrías sola a la luz del día –dijo la figura, clave mi vista en él, y resulto ser un muchacho cubierto por una larga capa carmesí, lo único que alcance a ver fue un brillo en sus ojos, y unos labios delgados. Decidí ignorarlo.

¿Por que sigues sin hablar? –Pregunto el sentándose a mi lado- ¿Sabes? Creo que es por que no quieres, por mi esta bien, el silencio dice mas que mil palabras, ¿No es eso lo que dicen?

El chico tenia la mirada clavada en la fuente, el silencio nos rodeo a ambos, yo sentía que de vez en cuando desviaba su mirada para posarla en mi por unos momentos, y luego regresaba a su ensimismamiento.

Esa mirada penetrante me ponía un poco nerviosa, pero no le di mucha importancia, ni lo demostré en ningún momento, tuve la sensación de que si él sabia lo que sentía, me destrozaría sin ninguna piedad.

Estuvimos así toda la tarde, hasta que comenzó a oscurecer, y me vi obligada a levantarme para irme a mi cuarto.

Espera –dijo antes de que yo me alejara lo suficiente- Yo se quien eres tú, y también se que eres muchas cosas menos muda, pronto te dejaran salir de aquí, y espero contar con tu visita –dijo el, yo seguía de espaldas, sentí como se levanto de su lugar, se puso frente a mi, y me tomo la mano- Búscame.

Beso mi mano, y se fue, me di cuenta que me había dado un pequeña tarjeta negra con una dirección en plateado.

Yo volví a mi cuarto aprisionando la tarjeta entre mis dedos, aun no sabia como sentirme, estaba entre emocionada, confundida, o molesta, ¿Por qué estos tres sentimientos?, ni si quiera yo lo se.

Para mi sorpresa, un mes después me dieron mi pase de salida, junto con una historia a memorizar, y suficiente dinero para sostenerme por un tiempo mientras encontraba trabajo, en ese momento no supe si ellos habían investigado mi vida, o simplemente me habían inventado una identidad.

Al salir del hospital, me sentí sumamente aliviada, por fin las figuras negras desaparecerían de mi vida, me dejarían de asechar cada noche. Sonrío al pensar en lo ridícula que era esa idea.

Rente un departamento en el centro de Londres, y comencé a practicar mi habla, comprendí que no me seria nada sencillo conseguir un trabajo si no pronunciaba ninguna palabra.

Me esforcé y curiosamente lo logre en menos de un mes, así que comencé a buscar un empleo. En esos tiempos esto era un pesadilla, pues para conseguirlo te pedían demasiadas cosas, demasiados requisitos que a mi parecer eran exagerados, que donde había estudiado, que había estudiado, como vivía, como era mi familia, es mas me pedían hasta las placas dentales… bueno, tal vez acabo de exagerar un poco.

Algo curioso sucedió en ese breve periodo, mientras mantuve mi mente ocupada con estas cosas, las criaturas negras dejaron de aparecer en mi vida, pero en cuanto tuve un pequeño trabajo en una pequeña tienda, estas volvieron más terribles que nunca.

Ya no eran solamente las figuras negras, ahora tenían unas mascaras blancas espeluznantes, y unos horribles ojos rojos capaces de helar hasta le hielo mas frío que pudieran encontrar, las sentía acecharme a cada momento, ya no se limitaban solo a la noche, ya me seguían a todos lados, las veía por donde quiera que fuera, me acechaban en las sombras, esperando algo. Ninguna palabra podría conseguir que yo expresara el pánico que estas criaturas me infundían.

Apenas trabaje un par de meses en la tienda, digamos que no era lo mío, además, mi jefa me sacaba de quicio, pues le encantaba dejarme mas trabajo del que me correspondía, y se negaba a pagarme más, así que renuncie.

A esas alturas de mi vida, comencé a sentirme vacía, nada de lo que hacia me llenaba, y comencé a rondar el parque que estaba por el departamento, o me limitaba a no salir de ahí.

Mis ataques neuróticos causados por la falta de sueño y de distracciones, comenzaron a ser más fuertes y seguidos, había ocasiones en las que comenzaba a gritar y a romper cosas, ya había destruido dos sillas de las tres que tenia. Mi departamento no había sido limpiado durante las últimas semanas, y en mi refrigerador no quedaba más que un poco de leche a punto de expirar.

Ahora que recuerdo, los vecinos habían llamado a la policía en mas de una ocasión, y luego me entere que los niños del edificio solían llamarme Sax (Bruja).

Uno de esos días en los que había una extraña paz en mi, estaba sentada viendo a la calle, de pronto, algo capto mi atención, una figura se acercaba al edificio, vestido con una larga capa verde esmeralda. Alguien subió por las escaleras, un sobre se deslizo por debajo de mi puerta, lo observe por un rato desde el sillón, indecisa en ir o no a ver.

Por fin me decidí, me levante y lo abrí con manos temblorosas, cuando lo logre, saque una hoja negra doblada por la mitad, de ella callo una fotografía.

La observe con cuidado, ahí estaba yo, con uniforme escolar, y mi cabello alborotado dejándose llevar por el viento, a mi lado dos muchachos mas altos que yo, el mas alto, con la cara cubierta de pecas, y unos ojos azules que hacían un contraste interesante con su cabello rojo fuego; el otro un poco mas bajo, de cabello negro completamente alborotado, y unas gafas redondas, que ocultaban unos brillantes ojos verdes. Los dos me abrazaban cariñosamente.

Observe la fotografía con cuidado, y algo dentro de mi me obligo a soltar un largo suspiro, le di la vuelta, y me sorprendió de ver una frase escrita detrás con una caligrafía terrible:

"No nos olvides nunca niña linda"

Luego abrí la hoja, estaba adornada hermosamente con pequeñas flores plateada en las esquinas, escrito con una caligrafía casi impecable que no pude evitar comparar con la de la fotografía, estaba escrito:

"Sigo esperando tu visita"

"DM"


Primer Capitulo!!!

Espero los disfruten, la proxima semana colgare el siguiente. Recuerden dejar Revs!!!