CAPÍTULO 1: ADIÓS, TANYA
- ¿Qué vas a hacer hoy?- me preguntó Jasper, el viernes por la tarde, mientras él y Alice, su novia, miraban televisión.
- Tanya quiere salir- contesté desinteresadamente mientras apagaba mi laptop.
- Y si Tanya quiere salir, Edward va a salir- dijo Jasper y rió con Alice.- ¿A qué hora vendrá?- preguntó Jasper. Miré mi reloj y respondí:
- En quince minutos.
- No sé cómo Tanya te aguanta, lo normal es que el chico vaya a buscar a la chica, no al revés- opinó Alice- ni siquiera tienes la excusa de no tener auto.
- ¿Cuándo entenderás que Edward es cualquier cosa menos normal?- le dijo Jasper- Por cierto, deberías quitártelos- me indicó con un gesto los lentes que aún traía puestos. Aunque no tenía problemas a la vista, pasaba demasiadas horas frente al computador, lo que me causaba ardor en los ojos, así que como medida preventiva optaba por usar lentes de descanso.
- ¡Arg!- se quejó Alice- ¿En serio a Tanya no le gustan?
- Sí, se molesta cuando me ve usarlos, dice que me hacen ver mal.
- Yo creo que te hacen ver intelectual- dijo Alice- y junto con tu cabello desordenado, te hacen lucir…- me miró con una gran sonrisa- interesante y sexy- Jasper se largó a reír.
- Si Emmett oyera eso…
- ¡Suficiente!-exclamé molesto mientras me quitaba los lentes.
- Vamos, Edward, tienes que ser más amable conmigo, luego me mudaré- sonrió a Alice- ¿Qué harás sin mí?
- Seguir viviendo- contesté cortante.
- ¡Vaya! ¡Gracias por el cumplido!- exclamó Jasper.
- Necesitas buscar a un nuevo compañero, Edward- me advirtió Alice- y conociendo tu carácter no será fácil.
- Puedo arreglármelas solo- me encogí de hombros.
- Sí, claro…
- Iré a cambiarme, Tanya no debe tardar… - había estado todo el día frente a mi PC y tenía mi ropa arrugada.
- Deberías deshacerte de ella, tengo varias amigas que estarían interesadas en conocerte- dijo Alice.
- No, gracias. Tanya y yo nos llevamos bien. Ella es una gran chica- sonreí, aunque era bonita, o al menos eso decían, y agradable, no parecíamos congeniar del todo.
- ¿Cuánto tiempo llevas con Tanya?- preguntó Jasper cruzándose de brazos.
- Un año, cinco meses y tres días- contesté monótonamente. Ambos me miraron con falsa sorpresa- Sé que no les cae bien, pero es mi novia, así que púdranse- repliqué furioso, aunque ellos no sabían que hoy mismo pretendía cortar con Tanya, después de todo, según lo que leí en internet si tus amigos te decían que alguien no te convenía algo de razón debían tener y además, tampoco era que lamentara terminar mi relación con ella.
- También te queremos, Edward- dijo Jasper en tono tranquilo.
- Pero es que Edward…- suspiró Alice- ella es tan… - de pronto comenzó a reír- todavía recuerdo lo del número 33.
- Te has reído de eso, durante meses, no entiendo cómo puedes encontrarlo gracioso aún- le espeté.
- Fue un buen momento- sonrió Jasper al recordarlo.
- ¿Número 33?- dijo Alice imitando la voz de Tanya. "Aquí vamos de nuevo" pensé. Les encantaba repetir esa escena una y otra vez- Igual que cuando los doctores dicen "diga 33"- sonrió batiendo sus pestañas coquetamente.
- No- gruñó Jasper. Fruncí el ceño, no recordaba haber gruñido en esa parte- es que soy masón.
- Muy gracioso- rió Alice-Tanya- pero tú no eres masón, Edward, eres Masen- rodé los ojos cuando sentí las carcajadas de Alice y Jasper.
- ¡Cállense!- había tenido la mala suerte de que ellos estuvieran presentes cuando Tanya vino al departamento por primera vez.
- Pero es que…- decía Alice entre risas- fue…tan… chistoso
- Y cuando…. –reía Jasper- cuando trató… de arreglarlo….
- ¡Sí!- chilló Alice y respiró profundo antes de actuar como Tanya- ¡Oh! Ya veo, el número 33, claro… -se golpeó la frente tal como lo había hecho mi novia- el 33 es un número primo- y estallaron en risas nuevamente. Odiaba que recordaran ese incidente, realmente me había molestado, quiero decir, lo de Masen y masón podría soportarlo, pero lo del número 33… no, definitivamente no, tenía mi orgullo, Tanya lo había herido y a pesar que trataba de ignorar ese hecho, Alice y Jasper se encargaban de recordármelo siempre.
- ¿Cómo puede… haber alguien… tan… estúpido?- siguió Jasper, iba a cortarlo cuando sonó el timbre.
- ¡Tanya está aquí!- exclamó Alice aplaudiendo.
- Genial y ni siquiera alcancé a cambiarme de ropa- me quejé mientras iba a abrir la puerta.
- Tanya- sonreí cuando la vi.
- Edward, cariño- dijo lanzándose a mis brazos antes de besarme. Me separé luego de unos segundos, besarla no era una de mis actividades favoritas, al menos no sería por mucho tiempo más me consolé antes de tomarla de la mano y conducirla hacia la sala.
- Hola- les sonrió a Alice y Jasper. Ellos la saludaron, después se excusaron y se fueron. Como siempre lo hacían cuando ella llegaba.
- ¿Aún no estás listo?- me preguntó Tanya, mirando mi ropa arrugada.
- Uhm… no. Sentémonos un rato- ella asintió con la cabeza y me guió hacia el sofá.
- ¿Qué ocurre?
- He estado pensando y creo que es hora de una fisión- dije en tono serio.
- ¿Fisión?- preguntó confundida.
- Sí, fisión, una escisión…- le aclaré.
- No entiendo.
- Vamos en direcciones opuestas, es como si tú te movieras con fuerza centrífuga y yo con centrípeta- expliqué- aunque técnicamente la fuerza centrífuga es ficticia, pero…
- Pero los polos opuestos se atraen ¿o no?- me interrumpió Tanya.
- Sí, ¿y qué tiene que ver? No somos polos magnéticos- le rebatí.
- No quise decir eso… -dijo rodando los ojos.
- Entonces ¿para qué los mencionas?- pregunté confundido.
- ¡Era una metáfora!- exclamó levantando los brazos- pero olvídalo, ya no tiene importancia- suspiró profundamente- si estoy entendiendo bien, quieres que terminemos, ¿cierto?
- Sí- respondí asintiendo con la cabeza, para dejar bien claro lo que quería, en caso que no entendiera el significado de la palabra "sí".
- ¿Por qué?- preguntó. Rodé los ojos, ¿qué parte de "es como si tú te movieras con fuerza centrífuga y yo con centrípeta" no había entendido?
- Porque vamos en diferentes direcciones, tú quieres una cosa y yo quiero otra…- expliqué en términos más sencillos.
- Pero… yo pensé que…-empezó a decir Tanya en tono desesperado, de pronto se detuvo y me miró fijamente- ¡No me vas a decir que es por lo de ese estúpido número!- me tensé, una cosa era que ignorara la importancia del número y otra muy diferente era que lo ofendiera- ¿es por eso, cierto?- preguntó al notar mi reacción- ¡No puedes terminar conmigo por un simple número!
- Tanya…-la tomé por los hombros y esperé que se tranquilizara antes de decir: Tanya, claro que no es por eso- mentí, aunque en parte algo tenía que ver- ya te dije, creo que vamos en direcciones diferentes y que lo nuestro no está funcionando.
- ¿Hay otra?- preguntó desesperada.
- ¿Otra razón?
- ¡Otra mujer!- me gritó
- Claro que no- rodé los ojos- te vuelvo a repetir, creo que nuestra relación no lleva a algún lado y es mejor terminarla- le expliqué de la forma más didáctica posible. Estoy seguro que hasta Emmett entendería. Tanya se soltó de mi agarre, se levantó, tomó su bolso bruscamente y caminó rápidamente hacia la puerta- Tanya…- fui detrás de ella- sé razonable…- la tomé del brazo.
- ¡Suéltame!- siseó volteándose a verme - ¿Estás insinuando que soy idiota, Edward Masen?- preguntó entrecerrando los ojos.
- ¡No!- respondí furioso, soltándole el brazo. Tanya estaba acabando con mi poca paciencia.
- ¡Te odio, Edward Masen!- me gritó y me dio una cachetada antes de salir del departamento y cerrar la puerta de un golpe.
"Un problema menos", pensé mientras me frotaba la mejilla adolorida, suspiré pesadamente. Caminé hacia el refrigerador, saqué un poco de hielo y me pasé el resto de la noche del viernes, viendo episodios repetidos del Hombre Araña mientras sujetaba una bolsa de hielo junto a mi mejilla para calmar el dolor.
Hola!
Este capítulo es introductorio y muestra principalmente parte del entorno de Edward, su compañero de departamento, Jasper y su novia Alice. En los siguientes comenzarán a aparecer los demás personajes y, por supuesto, Bella (que casualmente anda buscando un nuevo lugar para vivir xD)
Espero que les haya gustado y dejen reviews para saber qué opinan de este Edward geek!
Gracias (;