Disclaimer: Soul Eater es de Atsushi Okubo-san, lo único mío es la historia.

Mi primer Limme de esta pareja. La verdad, es que desde cuándo que había querido escribirlo, pero no se me ocurría nada hasta hoy. También fue porque me lo pidieron xD. Drabble un poco largo, pero no llega a One-shot. Espero y les guste, y si no quieren leer nada relacionado a la palabra sexo, favor de abstenerse a la lectura ¬¬

¡Disfruten la lectura!


Slowly

&.

Él me besó, sin dejarme tiempo para reaccionar.

Mi espalda chocó contra la dura pared de la habitación. Traté de resistirme, pero no lo logré, todos mis esfuerzos eran en vano. Él era mucho más fuerte que yo… además de que yo era tan débil como para seguir permitiendo que me besara de esa manera tan prohibida.

No lo entendía, éramos enemigos por naturaleza. Él un shinigami, yo una bruja. ¿Por qué, entonces, sus manos recorrían sin pudor alguno mi cuerpo, a pesar de las descargas eléctricas que nuestras almas desprendían por culpa de nuestra especie? ¿Por qué, si sabía que en algún descuido mío podría matarlo, me aferraba con fuerzas de su cabello negro con toques blancos y lo acercaba más a mí, impidiendo que nuestros labios se separasen?

¿Por qué, si a pesar de que nos habíamos tratado de matar hace tiempo, ahora nos amábamos sin importarnos mucho quien fuéramos o qué fuéramos?

Nuestras ropas caen al suelo en un golpe seco. Ahora es su lengua la que lame y muerde mis pechos. Las descargas aumentan; nuestras almas se repelen, pero nuestros cuerpos se desean. Gritó de placer, y aunque no lo admita, con un poco de miedo.

Estaba siendo un poco rápido…

Kid nota el temblor de mi cuerpo. Y pronto se da cuenta que no es por culpa de su alma. Deja de tocar mis pechos y regresa a mi boca, sólo para darme un ligero beso en los labios y llevarme en brazos hasta la cama. No puedo evitar sentirme como los personajes del libro que Maka me había prestado hace unos días.

Romeo y Julieta. Tan prohibidos, tan románticos, tan lejanos…

- Prometo ir lento – me susurra él en mi oído, para luego comenzar a besarme de nuevo.

Tan trágicos…

- Pero sabes que vendrá después, ¿verdad? – susurró yo al separarnos por un poco de aire.

- Lo sé, y no me importa – murmura él, al mismo tiempo que me volvía a besar y entraba en mí.

Ambos lo sabíamos, y a pesar de que era inevitable, nuestro destino estaba escrito en nuestra sangre.

Somos amantes, somos enemigos, somos Romeo y Julieta. Nuestro amor es tan prohibido como trágico, y esto se debe a que tendré que matarlo una vez que toda esta hermosa fantasía acabe…

Pero mientras, él irá lento, y disfrutaremos juntos nuestro pequeño y trágico cuento de hadas…


FIN


¿Review?