N/A: Ésta historia la estuve publicando en su momento en fanficslandia, pero ahora la continuare hasta su final por acá. Fue editada por lo que se encontrará diferente a la que esta inconclusa en FFL.

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Disclaimer: Los personajes de Prince of Tennis no me pertenecen. Personajes, técnicas, etc., son completamente de su creador, Konomi Takeshi. A excepción de la historia, el equipo de tenis femenino, así como algunos otros OC que aparecen en ella.

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.:: Preludio ::.

Mi nombre es Echizen Ryoma…

Hace cuatro años una chica de trenzas me declaro su amor, ¿Y yo que hice?, le dije que no me interesaba. Pero en todo este tiempo no he dejado de pensar en ella. ¿Habré hecho bien? Me entregó sus más sinceros sentimientos, y aún así la rechace. Si tiempo atrás me hubieran hecho la pregunta de que si me interesaba Ryuzaki Sakuno, hubiera respondido un "No" sin dudarlo. Ahora que lo pienso, habrá sido mi orgullo el que no me dejó ver que en verdad la amaba. Es por eso que ahora con dieciséis años, volveré a Japón. Veré a mis viejos compañeros de equipo y la volveré a verla a ella, ¿Todavía se acordara de mí? Sí es así… La amaré para nunca más perderla…

Mi nombre es Ryuzaki Sakuno…

Tengo dieciséis años, bueno la verdad, casi dieciséis. ¿Y qué más puedo decir? ¿Qué ya no soy la chica tímida? Pues es cierto, ya no lo soy, en realidad no tanto como antes. Durante estos últimos cuatro años, me han pasado muchas cosas tristes, pero también muchas cosas buenas. Una de esas, es que mejore en el tenis, y que tengo a un pequeño diablillo que no me deja en paz… ¡Y sólo tiene tres años! Sin mencionar que de la noche a la mañana me volví dueña de un Club Deportivo famoso en todo el país, ¡Soy pésima con los chicos! Si no me gustan… me son indiferentes, pero cuando me gustan… soy realmente torpe. Además conocí a mis tres her…, pero bueno, no hay que retrasar más el inició…

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.:: 01 ::.

Voy a olvidarte Echizen

En el Aeropuerto se encontraban todos los titulares, la entrenadora Sumire, pero en especial una chica de trenzas. Todos, para despedirse del chico peli-verdaceo.

La joven iba decida a confesarle sus sentimientos al Prodigio. Tal y como lo había intentado tantas veces. Para tal ocasión tan importante, vestía un lindo y atractivo vestido color rosa pastel, combinado con unas sandalias. Había decido usar aquel día su cabello suelto, todo debido a la insistencia de su mejor amiga Tomo-chan. Aún sus palabras resonaban por su cabeza. "Sakuno-chan, te miras tan linda con tu cabello suelto, hace que resalte más tu rostro. Deberías de llevarlo suelto cuando vayas a despedirte de Ryoma-sama, demuéstrale lo que en realidad sientes ¿Bien?"

─¡Si! ─se dijo a si misma─. Hoy será el día en que le confiese todo lo que siento —levanto su mirada y observó al ambarico, ya se encontraban en el aeropuerto.

─Buen viaje, Ryoma ─empezaba a despedirse Momoshiro.

─Te extrañaremos, Ochibi ─decía el acróbata.

─Echizen, buen viaje ─se despedía igual de serio, el Capitán Tezuka.

─Ahora que Ryoma se irá ─Comenzaba a decir el genio de Seigaku─ ¿Quién será el nuevo Capitán?

─Cierto ─decía Momo-senpai intentando sonar lo más serio posible─. El Capitán Tezuka contaba contigo para ser el nuevo Pilar de Seigaku ─continuó el oji-violeta al mismo tiempo que observaba a Echizen.

─Según mis datos ─respondía Inui, como siempre, con su libreta en mano─. Hay un 45% de que Momoshiro sea él Capitán y el otro 45% de que Kaidoh lo sea.

─¡Yo nuevo Cápitan! ─gritó sorprendido y emocionado Momoshiro. "Mmmm. Ja, ja, ja. Así haré sufrir a Mamushi" Pensó para si mismo, Takeshi.

─Fshhhh, nuevo Capitán. "Fshhh. Así haré sufrir al tonto de Momoshiro" Pasó por la cabeza de Kaidoh.

Mientras tanto, cada uno de los dos chicos, dejaba volar su imaginación.

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Imaginación de Momoshiro

¡Tú! ¡Llegas tarde ─decía un serio Momoshiro apuntando con el dedo al del pañuelo en la cabeza.

Fshhh, sólo llegué un minuto tarde…

¡No hay pretextos! ─interrumpió el "Capitán"─. ¡40 vueltas a la cancha!

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─Eso sería… gracioso ─musitó el oji-violeta

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Imaginación de Kaidoh

Fshhh… ¡Corre más rápido! –ordenaba Kaoru.

¡Sí, Mamushi! ─respondía un peli-negro al mismo tiempo que daba una vuelta más.

Fshhh… ¡Ya te he dicho que no me llames Mamushi!

Sí… Mamushi.

Fshhh… ¡40 vueltas más!

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─Fshhh… ─fué lo único que susurró Mamushi.

─¿Qué estarán pensando esos dos? ─murmuraba el acróbata al ver a sus dos compañeros de equipo.

─No tengo idea ─le respondió el Sub-Capitán.

─¿Y qué hay del otro 10%? –pregunto el genio al joven de la libreta.

─El otro 10% ─respondía Inui─. De que el nuevo Capitán sea un miembro nuevo.

─Ya es hora, Ryoma ─interrumpió la entrenadora Sumire.

─Hmp.

─¡Adiós, Ochibi! ─dijo una vez más el neko.

─Hasta pronto, Ryoma ─se despedía Kawamura.

Y así, cada uno de ellos se fue despidiendo del joven titular, hasta que Ryoma dio vuelta para tomar camino hacia el avión.

─¿Sakuno-chan?, ¿No le dirán nada? ─preguntó Momo-senpai al ver que la chica no se había despedido aún del oji-ámbar.

Sakuno Ryuzaki, en esos momentos se encontraba reuniendo todo el valor que tenía. Ella quería decirle todo lo que sentía, quería decirle que le gustaba. ¡No!, que lo amaba, y lo único que pudo hacer fue correr, correr hacia él antes de que atravesara ésa puerta y subiera al avión.

─¡Sakuno-chan! ─la llamó Momoshiro al ver que había salido corriendo hacía el ambarino.

El oji-violeta miró con complicidad a Eiji, y ambos empezaron a alejarse poco a poco del grupo de Seigaku, con la misión de ir a espiar al "Par de enamorados", como ellos le decían a los dos jóvenes, pero se escuchó una voz mientras el oji-violeta y el acróbata eran sujetados por alguien más.

─¿Adónde van ustedes dos? ─preguntó la persona que los sujetaba.

─Etto… Sumire-sensei ─susurraron dos jóvenes al unísono.

Momoshiro miraba a Kikumaru y Kikumaru a Momoshiro, diciendo con sus miradas el uno al otro "Di algo". Pero fue Momo quién se atrevió a hacerlo. Señalando un lugar en aquél aeropuerto, gritó con todas sus fuerzas, "¡Ryuzaki-Sensei, ¿Ése no es Banji?"

─¿Banji? ─preguntó Sumire volteando a todos lados, la entrenadora de Seigaku buscaba a su más grande "enemigo", hasta que se dio cuenta de que ambos chicos ya corrían hacía la dirección que su nieta había tomado, como si sus propias vidas dependieran de ello.

─¡Oigan! ¡Ustedes dos! ─fue lo único que alcanzó a decir la entrenadora causando risas en el resto del equipo… claro, menos en el serio Capitán.

En otro lugar, cerca de ahí, la oji-carmín logró alcanzar al peli-verdaceo.

─Ryoma-kun ─susurró la chica, sólo eso hizo falta para que el chico se diera cuenta de su presencia para después voltear a verla.

─Ryuzaki… ─murmuró sorprendido al ver a la chica frente a él.

─Ryoma-kun… yo… tú… ─tartamudeaba la chica sin que ella ni él se dieran cuenta de que eran observados por dos de sus Senpais.

─¡Nya! ─decía emociono Eiji desde su escondite.

─Shhh ─lo callaba Momoshiro─. Silencio. ¿Quieres que nos descubran?

─Tienes razón ─respondía Kikumaru mientras observaba detenidamente a la pareja.

Pero por más intentos que hacía, a la joven no le salían las palabras.

─Ryuzaki, ¿Qué pasa? ─preguntaba el peli-verdaceo ya impaciente.

─Es que tú… tú… ¡Tú me gustas! ¡Me gustas mucho! Y no importa lo que paso ni lo que llegue a pasar… ─le dijo finalmente la chica, corriendo hacía él para besar ligeramente los labios de su príncipe─. Ryoma-kun… ─empezaba a decir ella cuando separó sus labios de los de él─. Tú me gustas mucho, te am…

─Pero tú, Ryuzaki. Tú no me interesas...

Fueron aquellas las últimas palabras que escuchó Sakuno Ryuzaki, antes de que el Príncipe del Tenis se diera media vuelta y subiera a ése avión rumbo a Estados Unidos.

─Ryoma-kun… ─susurró triste la chica apuntó de llorar─. No. No voy a llorar. No quiero llorar. Mi primer beso fue para ti, y eso nunca lo voy a olvidar, pero a ti sí. Ni siquiera me dejaste explicar… ¿Puede una persona olvidar a su primer amor? No lo sé, tú eres el mío, ¿Podré olvidarme de ti?, lo intentaré, de eso no habrá duda… Echizen —murmuró la chica para volver de nuevo con su abuela.

─O'chibi, ¿Cómo le haces eso a Sakuno-chan? ─se preguntaba el neko, al mismo tiempo que derramaba lagrimas.

"Sólo espero que no sea demasiado tarde cuando te des cuenta… de que por tu orgullo lo perdiste todo" Pensaba el oji-violeta, seguro de los verdaderos sentimientos del peli-verdaceo hacía la joven oji-carmín.

Habían pasado sólo unos días desde que el chico había partido de Japón. Aún así, la oji-carmín no dejaba de pensar en él, se prometió a si misma que lo olvidaría, sin embargo aún no lo lograba. "Te tengo que olvidar" Se repetía la chica sentada frente a las canchas de tenis del equipo masculino "Y estar aquí no me ayuda mucho", siguió dando un suspiro.

─Sakuno ─la llamo su abuela, sacándola de sus pensamientos.

─Abuela, ¿Ya podemos irnos? ─le preguntó Sakuno sin notar que su abuela venia acompañada.

─En un momento ─le contestó la anciana.

─¿Qué hace el Capitán aquí? ─le cuestionó Sakuno algo curiosa al ver a Tezuka.

─Bueno… ─comenzó a responder Sumire─. Yo… no he notado que mejores en el tenis, así es que le pedí a Tezuka que te entrenara un poco, ¿No hay inconveniente?

"¿Tenis?, ya lo había olvidado. Sí que soy pésima en el tenis. Pero seguirlo jugando sería como recordarlo a él" Pensaba la joven, pero al ver la mirada de preocupación de su abuela, acepto la propuesta.

─No. No lo hay ─respondía la joven, al mismo tiempo que hacía una reverencia como agradecimiento─. Gracias por su tiempo, Tezuka-senpai. Espero mejorar mi tenis gracias a su ayuda y consejos ─agradeció a su superior.

La verdad, era que la anciana quería que la chica se distrajera un poco. Sakuno Ryuzaki había decidido cambiar, seguía siendo algo tímida en cuando a chicos se refiere, pero ahora hablaba y decía lo que pensaba. Le había expresado su amor a Ryoma de todas la maneras posibles, incluso hasta el último momento, y él le había dicho que no le interesaba, y desde aquél día, Sakuno deseaba olvidarlo.

─Muy bien ─continuó la anciana─. Pueden empezar mañana mismo.

─Sí ─contestaron Sakuno y Tezuka al unísono.

─Como tu digas, abuela ─había continuado la castaña con una chispa de emoción en su voz.

Al recibir la respuesta de ambos, Ryuzaki-Sensei se alejo del lugar.

─Ryuzaki-san ─decía el Capitán mientras daba vuelta para darle la espalda─. No pienses que te tendré consideración sólo por ser una chica o la nieta de la entrenadora.

─No esperaba menos, Senpai ─respondió la joven antes de que su Superior se retirara─. Vaya, Tezuka-senpai será mi entrenador… ─susurró mientras sonreía nerviosamente al imaginar el tipo de entrenamiento que le esperaba.