Sinopsis:

"Un pasado inolvidable, un presente marcado por la tragedia, un amor que ofrece una segunda oportunidad y una cura para el dolor. Después de cinco años de su trágico divorcio, Carlisle un importante medico conoce a la enigmática Bella Swan, una paciente que esconde un desgarrador pasado que marcara sin saberlo el futuro de ambos, enseñándoles que el amor no solamente duele si no que puede llegar a matar". Todos Humanos.

EL AMOR NO DUELE…MATA

Prologo

Jamás había experimentado tanto miedo en su vida, como el que estaba experimentado en ese momento; todo lo que alguna vez había creído se derrumbaba como un castillo de naipes… parecía casi irreal lo que estaba sucediendo, pero cuando escucho un grito desgarrador que traspasaba las cuerdas bocales y se rompía en sus propios dientes, supo que todo lo que estaba pasando era muy real, y estaba allí impotente, viendo como comenzaba la tortura, como su carne estaba siendo expuesta, y la sangre se derramaba formando un rio bajo sus pies descalzos… mil veces se negó lo sucedido, pero la mano que ahora ahogaba sus gritos, era real; la que posaba el cigarrillo en su brazo también lo era, la que sostenía sus pies… y las demás que se perdían en los pliegues de su carne, pero incluso eso podía soportarlo, hasta que otro grito desgarrador atrajo su atención… sus manos ensangrentadas lo decían todo… mientras su cuerpo herido chocaba contra el suelo… sintiendo una fuerte patada que se hundía en su estomago… pero ya nada importaba… la sangre en sus manos traspasaba la piel, y se apoderaba de su alma… manchándola definitivamente con la maldad que habitaba en el corazón de los hombres… todo giraba y la perdida de sangre le impedida ver con claridad el daño causado, mientras partes del cristal que sus manos minutos antes habían sostenido se enterraban en sus palmas… y un fuerte relámpago ilumino el cielo mientras la lluvia comenzó a caer sobre su cuerpo desnudo, fundiéndose con la sangre… perdiendo así el conocimiento.

Capitulo 1: Choque…

Ese parecía ser un día normal en el hospital NewYork-Presbyterian, uno de los hospitales universitarios más importantes de la ciudad. Allí en su consultorio se encontraba Carlisle Cullen, un hombre de 42 años, rubio de ojos azules y piel blanca e increíblemente apuesto, director del área de cirugía, aunque esa noche estaba remplazando al supervisor de Urgencias que había tenido un imprevisto familiar.

Carlisle estaba concentrado leyendo una de las revistas medicas hasta que escucho el sonido de su celular, lo tomo en sus manos y cuando vio de quien era la llamada inmediatamente una sonrisa se plasmo en su rostro y contesto.

-Hola cariño ¿A que debo este milagro?- Pregunto el hombre muy feliz.

-Nada en especial papi, simplemente llamaba a recordarte que mañana es mi obra escolar, y por nada del mundo quiero que faltes… prometiste que irías- Dijo una voz juvenil y cantarina. La joven era Alice Cullen la hija menor del hombre una chica jovial y extrovertida amante de la moda.

-Por nada del mundo me lo perdería- le aseguro Carlisle -¿Y tu hermano como esta?- le pregunto para entablar una conversación, ya que desde que se había divorciado hace cinco años había perdido algo de la unida relación que había llevado siempre con sus hijos.

-No se, aun no ha llegado seguramente esta con su novia haciendo quien sabe que, ya sabes como es Emmett- Le aseguro Alice.

-Creo que lo llamare; pasan de las diez, no es bueno que ande tan tarde en la calle- Aseguro Carlisle que aunque su hijo ya tenia 18 años el siempre lo vería como el niño de seis años al cual le había enseñado a montar en bicicleta.

-Papá ni lo intentes, ya sabes que Emmett detesta que lo controlen, además esta es su ultima semana en la preparatoria, deja que disfrute sus últimos días de colegio- Le sugirió la joven. La sonrisa que había estado en el rostro del rubio desapareció ¿Cómo había podido olvidar que esta era la ultima semana de colegio antes de las vacaciones de verano?, el tiempo estaba pasando demasiado rápido; primero había sido Edward ahora Emmett y cuando menos lo esperara su pequeña niña también partiría de su vida para hacer una vida propia.

-Lo había olvidado- Dijo secamente Carlisle.

-No te pongas triste, siempre serás nuestro padre pase lo que pase- Le aseguro Alice notando la tristeza.

-Edward no piensa igual- Le aseguro Carlisle recordando la difícil relación que llevaba con su primogénito, y que había empeorado desde el divorcio.

-Siempre fuiste más duro con Edward que con nosotros- le aseguro Alice ingenuamente.

-Era por su bien, si no lo hubiera sido; quién sabe donde estaría ahora- Le cuestiono el hombre con algo de decepción.

-Yo se, y además sabes que Edward aun no supera el divorcio…- Le aseguro Alice –Pero no quiero que estés triste, el te ama, todos te amamos, incluso mamá- Le aseguro.

-No le hagas caso a este viejo que esta nostálgico- Le aseguro Carlisle –Mejor hablamos mañana, cuando vaya a tu obra, podríamos ir a cenar después ¿te parece?- le pregunto para cerrar el tema.

-¿Puede ir Jasper?- le pregunto Alice.

-Claro, lleva a tu noviecito- le dijo Carlisle no muy entusiasmado.

-Gracias papi eres el mejor, mañana nos vemos, te amo- Le dijo la joven sin poder ocultar su alegría.

-También te amo, mañana nos vemos- Dijo el hombre antes de terminar la mañana, guardo el celular en su bata, y salió de su consultorio, para hacer una nueva ronda. Caminaba por los pasillos tranquilos, hasta que escucho en la sala de urgencia un alboroto, que llamo su atención. Llego allí y vio a un hombre con una joven mujer en sus brazos.

-¡¡Ayúdenme!! – Grito el hombre desesperado – Tuvo un accidente- dijo mientras la joven en sus brazos sangraba, Carlisle inmediatamente se acerco a la pareja.

-Soy el Dr. Cullen ¿Qué fue lo que sucedió?- pregunto revisando los signos vitales de la joven.

-Se accidento en su choche, al parecer perdió el control, y la ambulancia no llegaba así que la traje- Le explico el hombre muy asustado.

-¿Cómo se llama?- le pregunto Carlisle mientras una de las enfermaras traía una camilla.

-No tengo idea, yo vi como se accidento, y por eso la traje, eso fue todo ¿Cree que tendré problemas?- le pregunto el hombre depositando a la joven en la camilla.

-No se preocupe yo me encargare ahora, pero tiene que llenar el formulario de entrada- le dijo Carlisle antes de perderse en uno de las salas de emergencia.

Carlisle intentaba detener la hemorragia de la pierna, que finalmente pudo contener para realizar la sutura, siguió inspeccionando el bien formado cuerpo de la joven buscando otras lesiones graves, pero solo habían equimosis y hematomas nada serios, algo que le extraño, la herida de la pierna no era coherente con el accidente de transito que según había dicho el hombre había sufrido la joven; aunque no pudo seguir pensando ya que la enfermera entro a la habitación donde habían instalado a la mujer.

-Dr., acabaron de traer el bolso de la mujer, su nombre es Isabella Swan, tiene 24 años y al parecer vive sola, ya que no hemos podido comunicarnos con nadie, pero seguiremos intentándolo- Le aseguro la enfermera entregándole el bolso.

-Ya logre estabilizarla, ahora hay que hacerle un TAC, me preocupa que pueda tener una lesión cerebral, así que prepare la sala para realizar la tomografía- le ordeno Carlisle mientras la enfermera salía. Carlisle se giro para ver a la joven que se estaba despertando en la cama, con su largo cabello castaño desordenado y su tez blanca que contrastaba con sus rojos labios.

-¿Dónde… donde estoy…?- pregunto suavemente la joven algo mareada, intentando abrir lo más posible sus ojos chocolate.

-Esta en el hospital NewYork-Presbyterian, tuvo un accidente ¿Recuerda su nombre?- Le pregunto Carlisle mientras revisaba sus reflejos.

-Bella Swan- Susurro la joven algo incomoda por la luz en sus ojos.

-¿Cuántos años tiene y fecha de nacimiento?- le pregunto Carlisle sin dejar de revisarla.

-24 años y naci el 13 de septiembre – Le respondió pudiendo ver el gafete del medico.

-Bueno Srta. Swan, al parecer no hay lesión cerebral, pero para asegurarnos, ahorita va a venir la enfermera para realizarle una tomografía- Le anuncio Carlisle.

-¿C. Cullen?- Leyó la mujer intentando sentarse en la cama.

-Dr. Carlisle Cullen- Le dijo el hombre con una sonrisa.

-Es un hermoso nombre- Le aseguro la joven con una sonrisa.

-Gracias- Le respondió Carlisle con una sonrisa -¿Qué fue lo que ocurrió? ¿Cómo fue que se accidento?- le pregunto curioso.

-Se que iba conduciendo… y no se… todo es borroso… algo se atravesó… intente esquivarlo… pero…- La joven se quedo en silencio –No se… todo es confuso- finalizo la joven con cierta desgana.

-Es normal que todo este confuso, el accidente fue muy fuerte- Le aseguro Carlisle, fascinado por la belleza de la joven, hasta que entro la enfermera con una silla de ruedas.

-Srta. Swan he venido a llevarla para su tomografía- Anuncio la enfermera acercándose a la joven.

-¿Me acompaña?- Le pregunto Bella esperanzada.

-Pero no es peligroso- le dijo Carlisle.

-Pero tengo miedo, por favor acompáñeme- Le pidió nuevamente Bella extendiendo su mano para que Carlisle la tomara.

-Esta bien- Le dijo sujetando la mano de la joven mientras se acomodaba en la silla, pudo detallar mejor las muñecas de la joven que tenían unas delgadas cicatrices que la surcaban toda.

-Gracias- Le dijo sin soltar la mano del hombre que estaba muy fría, en contraste con la calidez de la joven.

Después de realizar los exámenes Carlisle acepto darle de alta ya entrada la madrugada, y asegurándose de que realmente todo estaba bien. Bella se vistió y se preparo para marcharse, pero antes quiso pasar por el consultorio del doctor, para despedirse. Cuando entro al consultorio vio que el medico ya estaba vestido y preparado para irse.

-Parece que no soy la única que se va- le dijo Bella desde la entrada.

-¿Cómo esta Srta. Swan?- le pregunto Carlisle colgando su bata.

-Por favor llámeme Bella, y si estoy bien, solo quería despedirme y darle las gracias por haber sido tan amable conmigo- Le dijo la joven con una sonrisa.

-No hay de que, y ¿Dónde vive?- le pregunto el hombre curioso.

-En Manhattan- Le informo la joven.

-Por favor, permítame llevarla hasta su casa, es demasiado tarde para que tome un taxi, ya ha visto la noticias, New York esta lleno de locos deseosos de encontrarse con una joven como usted- le pidió Carlisle preocupado.

-Créame yo ya conozco a todos los locos de esta ciudad-Le aseguro con tristeza -Además no quiero molestarlo más, no se preocupe tomare un taxi aquí enfrente- le dijo la joven alejándose de la puerta.

-Por favor, insisto, permítame llevarla- Le pidió nuevamente el medico posando sus manos en los hombros de la joven para evitar que continuara caminando.

-¿Alguien puede negarse usted?- le cuestiono la joven con una sonrisa.

-Vamos, tómenos el ascensor para bajar al parqueadero- le invito Carlisle soltando a la mujer, e invitándola a seguir el camino.

Mientras viajaban por las calles neoyorkinas, Carlisle prendió la radio en cualquier emisora para cubrir el extraño silencio que se había instalado desde que Bella se había subido a su Mercedes, en la radio comenzó a sonar una canción, y en voz muy baja casi en un susurro Bella la comenzó a cantar.

-"My mouth is dry, with words I cannot verbalize, tel l me why, we live like this.

(Mi boca esta seca con palabras que no puedo pronunciar dime porque vivimos así.)

Keep me safe inside your arms like towers, tower over me, yeah.

(Mantenme segura en el interior, tus brazos como torres; torres sobre mi, si.)

'Cause we are broken, what must we do to restore, our innocence and all the promise we adored.

(Porque estamos destrozados; que tenemos que hacer para empezar otra vez, nuestra inocencia y todas las promesas que adoramos)

Give us life again 'Cause we just wanna be whole.

(Danos vida otra vez, porque queremos ser todo)"-

Canto la joven por la bajo, hipnotizando a Carlisle con el dulce tono de su voz, además no entendía por que pero sospechaba que la letra le quedaba muy bien a los dos.

-¿Eres cantante?- le pregunto finalmente Carlisle no pudiéndose resistir más.

-No, para nada, soy la editora encargada del New York Times, de la sección de cultura- Agrego algo enrojecida.

-Debe ser increíble- Le dijo Carlisle sorprendido.

-Pues si, me dan muchos pases para exposiciones de arte, obras teatrales, y de estrenos de cine, además me deja mucho tiempo libre para otros proyectos- Le explico sin levantar la vista- ¿Y usted siempre ha sido medico?- le pregunto la joven.

-Desde que era niño mi sueño era serlo- le dijo Carlisle -¿Cuál era tu sueño de niña?- le pregunto.

-Quería ser pintora- le contesto Bella con una sonrisa.

-¿Y que paso?- Le pregunto Carlisle curioso.

-Un día perdí el talento- Contesto algo triste la joven mirando por la ventana –Ya llegamos a mi edificio- le dijo señalando un elegante edificio.

-Bueno espero que este bien, y si necesita algo no dude en llamarme- Le dijo Carlisle entregándole una tarjeta con su numero.

-¿Y si solo necesito hablar?- Le pregunto Bella con una inocente sonrisa.

-Incluso si solo necesitas hablar, llámame- Le alentó Carlisle mientras la joven abría la puerta del auto, pero antes de bajarse se inclino sobre el hombre y deposito un suave beso en la orilla de la boca de Carlisle, y así de rápido bajo del auto.

-Gracias por todo- Dijo la joven antes de cerrar la puerta y entrar en el edificio, donde el vigilante le abrió la puerta. Carlisle condujo hasta su apartamento que no quedaba muy lejos de allí, aun mantenía la sonrisa en el rostro, tenia un presentimiento sobre este encuentro.

.:. CONTINUARA .:.

Notas de Autor:

Después de una larga ausencia regreso con una nueva historia, cargada de misterio y drama, espero que les guste, y como saben deseosa de saber sus comentarios.

Esta historia va dedicada especialemente a Elianna Cullen, ya que ella fue la que me motivo para que escribiera después de los meses de ausencia... Gracias amiga.

Y por supuesto gracias a todos lo que han seguido mis historias, por que extrañaba demasiado sus comentarios.... Este ultimo año, estuvo lleno de muschos cambios, así que espero que me vuelva acompañar.

Proximo cap "Extraños Familiares".

¡¡¡Hasta el proximo cap!!!!