Capitulo 13

UN LARGO PASEO

Bella

-Bella -gritaron desde la puerta, el golpe que dio esta al ser abierta retumbo por todo el camarote. -Bella, te teng...-la voz de Alice se quedo en nada.

Levante la cabeza para ver que quería, al intentar girar y enderezar mi cuerpo, un peso extra me lo impidió. No tarde en entender de que se debía.

El brazo de Edward estaba sobre mi cintura de forma posesiva, me removí para soltarme lo justo para salir de su presa.

-No...-murmuro en un suspiro mi acompañante.

-Alice...-la mire desde mi lugar, en la cama, bajo las mantas.

El semblante de las chicas era de total estupefacción, como si hubieran visto un fantasma. Su tez mas blanca que de costumbre, por el contrario Rosalie estaba roja -de vergüenza...- sus ojos mas oscuros de lo normal estaban fijados en el bulto de al lado de mi cuerpo.

Mire sobre mi hombro y pude apreciar la recta nariz de mi amor.

-Maldito -la puerta se cerro de golpe -desgraciado, como has podido aprovecharte así de ella -no me había percatado, solo escuche el golpe sordo de la madera con madera de la puerta, pero en segundos después, Rosalie estaba sobre la cama, golpeando con sus manos desnudas el cuerpo de Edward.

-¿Pero que?-dijo el aludido me dio dormido. Apretó su agarre en mi y me tapo con su cuerpo.

-Deja la, no la toques -dijo Alice tirando de mis manos con la intención de sacarme de la cama.

-¿Como? -fue lo único que dijo Edward, mire sus ojos, y en ellos solo había duda.

-Parad -grite, pero parecieron no escucharme.

-Suelta la, mal nacido, como te atreves a mancillar a mi hermana -grito Alice desesperada por no sacar me de la cama.

-Parad!-grite con mas ganas. Esta vez ambas me miraron.

-Bella...-Alice cayó de rodillas ante mi -¿Te hizo daño? Lo siento...-lloro como cuando era niña -He estado tan ocupada con Jazzy que no pensé... -su voz se quebró, y los sollozos empezaron.

-Rosalie, pasa me mi bata -señale el sofá. Arqueo las cejas pero me hizo caso. Cuando me la puse, de mala manera para no mostrar demasiado de mi desnudez, me incorpore -Cariño, Edward mi amor -dije de manera dulce sin siquiera mirar a mis amigas.

Edward me miro desde debajo de las sabanas.

-Si, mi vida -dijo esto mirando a mis hermanas -Que puedo hacer por ti -se incorporo dejando su pecho al descubierto. Una de ellas exhalo y la otra soltó un gritito, no podía decir quien hizo que, porque mi vista estaba toda ocupada en el dios que me había sacado como marido -o futuro...- Acerco su boca a la mía y dejo un dulce beso en mis labios, el roce fue lento pero superficial.

"MAS"

-Ma... ma...-sacudí la cabeza -¿me traerías el desayuno? por favor. -deje mi mano en su pecho y descendí hasta su ombligo que estaba al descubierto. Sus músculos se contrajeron y su espiración se hizo pesada.

-Chicas y si salís... -dijo sin dejar de mirar mis ojos -¿Una hora? -negué con la cabeza.

Tenia que hablar con ellas, hacia como diez días en que no las había ni visto y eso estando en el mismo barco. Los chicos, amigos de Edward no les dejaban venir con un asesino como yo.

-Tengo que hablarles...-acaricie su mejilla y bese sus labios -Te amo -sus ojos brillaron.

-Yo también te amo -me devolvio el beso.

Una tos molesta nos recordó que no estábamos solos. Me separe de Edward un tanto molesta, al igual que mi amado.

-No tardare -dijo antes de intentar salir de la cama.

-Espera -lo tome del brazo para evitar que sacara de su cuerpo las sabanas -debajo de ellas su cuerpo como el mio estaba como nuestras madres nos trajeron al mundo -Chicas gira os, no creo que queráis ver esto.

-Bueno a lo mejor... para comparar -dijo una muy sonrosada Rosalie. La fulmine con la mirada. Alice se giro sin decir nada y Rosalie la acompaño en seguida, pero a regañadientes.

Edward salio de la cama de un salto se coloco sus pantalones sin parase en su ropa interior, saque su camisa arrugada de debajo de la cama -de mi lado -y se la tendí. La sacudió con ahinco para eliminar alguna arruga, lo que le fue imposible.

-Lo siento...-me disculpe por su camisa.

-Valió la pena -me sonrió de manera picara, se monto en la cama con las rodillas por delante beso mi coronilla -Huevos, bacon y tostadas, con un zumo de naranja?

-Perfecto, pero con esos desayunos no cabré en mi ropa en unos días -me lamente, ya que no salia de este camarote.

-Cuando se te note tu estado-me roneo -estarás preciosa. Y por la ropa te pondrás la mía.-troto por el dormitorio hasta la puerta, se giro a las chicas y les hizo una reverencia.

Edward estaba empeñado de que había quedado embarazada, pero de eso aun no teníamos ninguna prueba, ni síntoma.

-Nos vemos en un rato -dijo guiñando me un ojo.

Cuando la puerta se cerró mis dos hermanas saltaron en la cama. Me acunaron en sus brazos y besaron mi coronilla.

-¿Te obligo? ¿Te hizo daño? - preguntaron al unisono.

-Seguro que si... es un animal, casi te mata con su espada.-ambas no dejaban de hablar. Las deje de escuchar hasta que vi que me miraban esperando contestación.

-Lo amo -dije simplemente.

Sus ojos se abrieron por la sorpresa de mis palabras. Sus manos taparon su boca ahogando un grito, no sabia si de jubilo o de pena. En sus caras se podía ver las emociones que pasaban por su mente.

Los ojos de Rosalie brillaron con ira. Salto con un resorte fuera de la cama, me miro, se alejo de nosotras unos pasos, se giro camino hasta mi, no le costo mas de dos zancadas toparse con el borde de mi cama. En un abrir y cerrar de ojos su mano golpeo mi mejilla. Un calor y una punzada de dolor cruzo mi rostros. Mi cabeza quedo inclinada hacia abajo, mirando mis rodillas. Una lagrima solitaria escapo de mi ojo derecho. No por el daño que me causo su golpe sino porque me golpeara sin motivo, ni explicación.

Coloque mi mano en el quemazón de mi cara para relajar la zona. Sacudí la cabeza y le encare, solo que esta vez no veía a la niña con la que me había criado, ni la que fue mi protegida y prometida por estos últimos años. No, ahora era alguien que había actuado de manera desordenada sin pensar en las consecuencias de sus actos.

-Lo amas -grito Rosalie ante la atenta mirada de Alice quien no sabia que hacer -sabes que te va a entregar a Aro...-sollozo, cayendo de rodillas delante mio -El no te ama.

-Si lo hace -levante mi mano, la cual temblaba, la coloque en su cabello y lo acaricie -yo me ofrecí a ser el señuelo... -seguía sin mirarme y sollozando contra la colcha -no vamos a casar en cuanto lleguemos a Nueva York. Seré la señora de Masen.

-Ves te engaña -levanto su cabeza con un resorte -no se llama Masen sino Cullen, que vas a ser la amante , tiene prometida, ¿Lo sabes?

Eso fue un golpe bajo, pero si lo sabia, una que se pagaba los caprichos trabajando como puta.

-Tanya...-suspire cansada -Edward me ama, -sino no pondría tanto esmero en que quede embarazada -pense. Sentí el calor subir a mi cara. Y me di cuenta que no solo lo pense. Mire a Alice que en ese momento salto en la cama en un exceso de felicidad.

-Voy a ser tía...-grito mientras me abrazaba.

-No es seguro... estamos intentando...

-Pero no ves...

-Rosiii -dijo guiñando le un ojo -deja que sea feliz, yo creo que Edward la quiere.-parecía que Alice escondía algo que no me quería contar.

-¿Rosii? -dije un tanto extrañada, ya que a mi amada prometida nunca le han gustado los diminutivos ni nada parecido.

Alices acerco su cuerpo al mio y rodear mi cintura con sus brazos.

-Es así como la llama Emmet... -al percatarse de mi cara de duda, continuo -el capitán de la nave -me aclaro, mire a Rossi que parecía querer hundirse en el mar, para no tener que pasar por este trago.

-¿Que me tienen que contar? -algo me escondían, y las notaba cambiadas... después de todo había estado por días dormida y casi una semana sin verlas por normas del capitán y el sargento del barco.

-Jazzy es...-suspiro como... enamorada. ¿enamorada? -se que me ama, me trata como si fuera de porcelana y me esta ayudando a confeccionar vestidos para las tres.

-¿JAZZY?-grite exasperada por no saber de que leches me esteba hablando. Me separe de ellas saliendo de la cama -me pueden explicar quienes son.. y por que esas caras..-las señale, apreté el nudo de mi bata para no quedar total mete desnuda ante ellas.

-Jazzy, bueno Jasper es el sargento que mandaron por... Swan, y Emmy es el capitán y propietario del barco, que esta loquito por lo huesos de Rossi.-dijo para chinchar a la aludida.

-Eso no es verdad -se defendían Rosalie empujándola de forma juguetona -Emmett esta comprometido con su prima o eso creo, pero creo que esa se va a quedar soltera.-una sonrisa maliciosa se le poso en la cara.

-Chicas... eso es lo que habéis echo estos días en los que me he ausentado?-no lo podía cree yo creyendo que era un ser odioso por disfrutar con Edward de nuestra amor mientras ellas estaban aisladas y solas sin nadie a su lado.

-Bueno yo...-susurro Alice -competí su cama -dijo aun mas bajo, consiguiendo así que cayeramos en la cama para oírla mejor.

-Que has hecho que? -le recrimino Rosalie. Yo no le recrimine nada, tampoco podía, yo también me deje llevar por el amor que sentía por Edward.

No me interesaba donde acabaríamos, ni si nos casaríamos y tendríamos una familia, solo que ahora el mar nos envolvia y era lo único que me gustaba y necesitaba para ser feliz.

-No me gusto -sentencio haciendo un puchero -dolió y sangre, pero...-se sonrojo de forma furiosa -me trato muy tierno y consiguió hacerme cambiar de opinión...-termino de hablar con su risa histérica.

-Ya me contaste mucho -la corte antes que Rossi empezara a repartir tortas por los comentarios de Alice.

Las tres caímos de espaldas riendo como cuando eramos niñas.

-Yo no quiero engañar a Jasper -dijo alice de pronto. La mire sin comprender, mientras se sentaba de nuevo.

-Creo que sera un seguro para ti que los chicos sepan de tu condición...-se puso mas seria -si Edward decide no pelear por ti nosotras y nuestros novios pelearemos junto a ti.

-Edward me ama, el no aria...

-Bella, eres como de mi misma sangre, si hubiera tenido una hermana me hubiera gustado que fueras tu -Alice tomo mi mano y me miro a los ojos suplicando me que aceptara -Además necesitaras testigos para esa boda que me has comentado -su labio inferior sobre salio en un puchero de demanda -tengo...-rezongo un poco -un vestido en color crema con bordados en dorado que seria la envidia de toda novia.

-Alice.. no se, sera algo sencillo y seguro que lo tienes para ti...

-No, nada de eso, el mio en el blanco con bordados en plata y el de Rossi es blanco con encajes de España.-dijo todo convencida.

Sonreí como boba al saber que mi boda no sera tan secreta como había pensado en un principio. El ambiente decayo un poco cuando la cara de Rosalie se transformó en una mascara de dolor. Como si le hubieran propinado una patada.

-¡Chicas! -dijo en una exhalación captando nuestra atención total, y que nuestra mente dejara de vagar por lo bonito de mi día.

-HHmmm...-dijimos al unisono Alice y yo

-Bueno...-sus mejillas se tornaron rojas, algo extraño en ella -Ya saben... -hizo un gesto con su mano frotando los dedos índice entre si. Yo mire a Alice buscando eso que "ya sabemos" volvimos a prestar atención a lo que mi amiga nos quería decir -Jesus -dijo exasperada, tapo su cara con las manos y tomo una espiración profunda. Soltó una mano y me miro intensa mente -Tu por ser hombre tendrías que saber... que tío Thomas nunca te explico como se hacen los niños -entonces caí en la cuenta de que quería saber -saben que pueden quedar embarazadas, y que dirá la gente... -negó con la cabeza -al menos díganme que han hecho lo posible por que eso no suceda. Bueno...-me miro y negó -tu ya se que no -sentencio.

Mi cabeza decayó por el echo de que esto era lo que quería Edward que yo quedara embarazada y así no poder dejar lo atrás y marchar sin él. Que mi vida tuviera mas valor... un hijo de Edward en mi vientre, cambiaría total mente el eje de mi vida, la venganza ya no seria algo prioritario.

-Ed... Edward,-suspire para explicar el motivo de nuestra busqueda -No nos cuidamos, tal vez hasta hemos provocado un poco que suceda -no las mire a la cara,-Creo que Edward piensa que si no me podre alejar de él -no podía, que iban a pensar de mi. Por dejarme llevar así por la pasión y la locura de el amor.

"Que eres una golfa aprovechada"-me dijo un voz en algún lugar de mi mente.

-OOOHHHHH...-volví a notar un zarandeo del colchón, y al ver de que procedía era para variar de Alice que abrazaba fuerte mente a Rosalie.

-Eres una irresponsable -me acuso, la sensata de Rossi -Pero si me das un sobrinito me aras la mujer mas feliz del mundo. Y tu?-señalo con el dedo a Alice -Di me que Jazz se preocupo por ti y tu reputación, ya que aun no ha puesto fecha para la boda.-en su tono autoritario no dejaba lugar a la duda de que en realidad la había dejado en cinta lo iba a obligar a cumplir su obligacion en este mismo instante.

-Jazz, me dijo que le encantan los niños -alzo las cejas desafiaste -pero que no los buscaríamos hasta que tuvieramos un tiempo de casados -dijo muy obstinada y arrogante.

Un suspiro de los labios de Rosalie y mios salio, pero al mirar a mi hermana a la cara me percate de un cierto dolor, como de que algo le faltaba. Y entonces todo encajo. Nunca le había interesado ningún joven, y ahora que uno le gustaba tanto como para olvidar sus creencias y el que dirá la gente, este estaba comprometido con no se sabe quien.

-Saben algo de Jacob? -dije mientras me abrochaba el incomodo corsé.

-Esta en la bodega -dijo Rosalie

-No lo mandaron con los demás a puerto por que se considera tu complice... Se supone que no se esto -dijo bajando la vista -Edward lo quiere aquí para intentar que se una a ti en contra de Aro, pero Emmett y Jazz lo van a entregar por nosotras. Siguen pensando en que Edward se quiere casar con esa puta de Gelentany.

-Bella ¿y si te entrega?, ¿y si sedan cuenta que eres una mujer? -el miedo en la voz de Rosalie era palpable.

-Confió en él-dije sin ninguna duda.

-Queremos que los chicos sepan de tu identidad, que ellos... te protejan si Edward... cambia de prioridad.

-Bien, pero lo veo algo innecesario, Edward no me va a traicionar...-sabia que era algo difícil de saber pero sino confiaba en el hombre que amo en quien voy a confiar.

-¿Cuando llegaremos a puerto? -dijo Alice después de un rato de estar cavilando.

-En una semana mas o menos. Repondremos alimentos y en dos días estaremos en nueva York -dijo Rose muy segura del itinerario.

-Cuando bajemos en puerto Edward y yo nos casaremos.

-Nosotras seremos las testigos con los chicos, allí les diremos que eres una mujer.

-No se, y si...

-Bella, es necesario, no pienso dejar que Aro ni nadie de la familia Volturi te ponga la mano encima.-la voz de Rosalie no dejaba lugar a una replica.

-Bueno, Edward a puesto mas que una mano sobre mi -todos nos soltamos a reír como locas.

Así pasemos un rato hasta que golpearon la puerta de mi habitación, dejemos nuestras tonterías y nos recompusimos.

-Adelante -dije mientras mis amigas/hermanas se levantaban y iban hacia la puerta para dejar me asolas con mi futuro marido.

La semana paso lenta y tediosa. Edward no me dejaba salir de la cama en casi todo el día, "decía que los niños no se hacen solo de deseos" y me lo estaba demostrando. No había visto a las chicas en cinco días, me dejaban notas bajo la puerta, contando me los adelantos en sus relaciones. Cosa que con Alice iba mejor que la marcha de este barco pero en lo referente a Rosalie era mas lenta ya que Emmet no dejaba de lado a la supuesta prometida que sus padres le habían concertado hacia años.

El sol se filtraba por las cortinas como cual ladrón, mi cuerpo era presa de mi amante, quien rodeaba mi cuerpo con sus brazos y entre lazaba nuestras piernas en un lazo sin fin. Abrí los ojos y respire feliz, en unos días seria su esposa, la señora Masen.

"Si, Masen, ya que Edward no quería usar el apellido de su padre y usaríamos el de soltera de su madre."

Note mi estomago revolverse, gire mi cuerpo para salir de la cama, e intentar escapar de las garras de mi carcelero. No me soltó, me retorcí con mas fuerza, hasta que lo golpee y me soltó con un quejido.

-Ouch -salto por su lado de la cama con un resorte -¡que demonios!

No le conteste corrí al baño a dejar salir de mi cuerpo todo lo que lo molestaba. Una mano me acaricio la espalda mientras otra me quitaba el pelo de la cara.

-Tranquila, ssshhh -susurro para tranquilizarme.

Caí de rodillas frente a la taza. Esta había sido una de las experiencias mas repugnantes de mi vida, jamas había vomitado de esta manera tan violenta. Edward se separo de mi unos segundos y cuando volvió a envolverme en sus brazos me acerco un vaso de agua. Cuando me enjuague la boca e hice gárgaras para eliminar el mal sabor de mi boca. Mire su cara intentando sacar algo de provecho a sus estudios. La cara de Edward era de felicidad. En sus ojos verdes como el fondo del mar se podía ver un amor infinito y la devoción que me profesaba en estos momentos.

-Ven -rodeo mis hombros con uno de sus brazos y paso el otro por debajo de mis piernas, en ese momento me percate que no tenia nada encima. Mi sangre se acumulo en mis mejillas y podría jurar que no solo mi cara ardía por la vergüenza de mostrarme así ante él. No es que no nos hubiéramos visto antes pero.. aun me quedaba algo de pudor. Me extendió en la cama y fue a buscar su maletín.

-Seguro me sentó mal la cena -dije mientras pasaba por encima de mi cuerpo desnudo la sabana.

Edward se coloco en mi costado e introdujo una mano bajo la sabana, dando me un poco de privacidad. Toco mi vientre con manos expertas, saco su especulo y repitió el paseo de sus manos solo que esta vez escuchando los sonidos de mi vientre.

-Bella, sabes que no tuve cuidado cuando mantuvimos relaciones -eso hizo que ambos nos enrogecieramos, sabia que había sido así él mismo me dejo en claro que quería ser padre y yo no me opuse en ningún momento -tu periodo no ha aparecido desde que... bueno... desde la primera vez que hicimos el amor -Edward con las mejillas sonrosadas se veía hermoso -¿Antes lo tuviste? digo... eres mujer, tenias que tenerlo antes... -lo callé puse un dedo en su boca y hable.

-Tuve el periodo cuatro días después que embarquemos desde Nueva York, pero creo que aun me faltan unos días para completar mi ciclo -Edward negó con su cabeza

-Creo que interrumpí tu ciclo -dijo con una sonrisa de felicidad máxima.

-Crees que estoy ...

-En cinta -acaricio mi mejilla y soltó el especulo en su maletín -Siiiii -se tiro a mis labios demorándolos con hambre. Mi corazón se salto un latido.

"Estaba en cinta"

Me costo unos segundos reaccionar al beso de Edward pero se lo regrese con la misma ansia. Nos amamos durante unas horas, de forma lenta y tierna. Creo que Edward no quería hacerla daño al... bebe. Esa palabra se repetía en mi mente con cada caricia, con cada beso, con cada jadeo. Edward me embestía y arremetía contra mi cuerpo como si fuera de porcelana. Cuando culminamos nuestro encuentro las lágrimas de felicidad se escaparon de mis ojos.

-Te hice daño -se golpeo Edward con la mano en la frente -Lo siento, no volverá a suceder, si todo lo que te puedo dar son caricias y mimos hasta que nazca nuestro bebe eso sera lo que ar...-me estire para quedar encima de el y lo bese.

-No me has hecho daño -le susurre sobre sus labios -estoy feliz, pero tengo miedo.

-No tienes nada que temer -me apretó contra su cuerpo -yo daré mi vida para asegurar la vuestra.

-Eso me da miedo,-lo mire a los ojos -ahora no puedo perderte, no puedo hacer esto sola.

-Nunca lo estarás -me abrazo y con un suspiro mas cayó en un sueño reparador.

Como se lo diría a las chicas, esto iba a ser un escandalo que un bebe nazca antes del año de casados. Con estos pensamientos deje mi mente volar a lo que en unos días nos sucedería, en unos días estaría casada y en menos de dos semana habría ajustado las cuentas.


Lo siento por el retraso, el proximo cap... Cuando Em se entere que su prometida esta embarazada y apunto de casarse... ¿lo dejara estar o matara a Edward?

Besos espero les guste