Kobato y sus respectivos personajes pertenecen a CLAMP.


Lamento

Dolor, frío, angustia. Esas tres palabras mudas no salían de mi pequeña cabeza, regresaron cuando intenté eliminarlas, quizá recordándome que nunca se irían; no dejarían de torturar mientras aquello fuese verdad. Él no me quería ni lo haría, soy tan torpe e inútil que no consigo más que suspiros de molestia.

Despistada, boba. ¿Cómo era posible que se fijase en mí, siquiera un poco?

No soy capaz de hacer nada para ayudarlo, los fantasmas de penurias pasadas yacen en su mirada sin que pueda eliminarlos de alguna manera; ni siquiera logré sanar a Sayaka-sensei o salvar la guardería. Apenas alcanzo a quedarme allí como un patético estorbo que les trae más dificultades, imposibilitada de hacer fructífera una de las tantas vanas frases de consuelo soltadas sin concierto.

Busco oxígeno exterior, sé que estoy al borde de un ataque de tos por el llanto. Entiendo que Ioryogi-san no trataría ya seguir consolándome, lo aprecio muchísimo mas no puedo aceptarlo. Tengo frío y me siento extrañamente sola en el pequeño cuarto pero, salir sólo lo empeoraría; no necesito recordar lo evidente, es suficiente con los pequeños detalles rodeándome en la alcoba.

El globo con la medicina parece observarme desde su posición, la oscuridad de la habitación contigua lleva a mi mente la estúpida idea de que él no regresa todavía. ¿Por qué habría de volver tan temprano, de todos modos? Los centenares de trabajos a medio tiempo bastan para mantenerlo ocupado. No espero que piense en mí, que no lo hará y de ocurrir, se limitaría a extrañarse por lo que ocurrió. Quizá, un segundo, hasta pueda preocuparse por mí.

La ilusa esperanza permite que los sollozos se detengan un momento, una vaga sonrisa logra humedecer mis labios temblorosos. Agridulce, quizá; Ioryogi-san no supo explicarme porque no puedo comportarme como siempre. El amor descrito por los humanos es confuso y complicado; algunas veces lastima y otras trae felicidad, en ocasiones es hermoso y a la vez destructivo. No logro comprenderlo del todo, pero…

...yo amo a esa persona.

El deseo y los corazones heridos. Cada detalle crecía a proporciones gigantescas. No podía moverme ni decirme que al final todo saldrá bien, o que me esforzaré para que así sea; en estas circunstancias es mejor que Fujimoto-san no sienta lo misma. Estoy segura que si él me quisiese sería más doloroso.

Elegir y perder. El entero asunto y los gemidos llenando la estancia se resumen a eso.

Siento como si no pudiera dejar de llorar...

Pude percibir que el sueño menguaba los accesos de llanto, logré dormitar en la silenciosa penumbra de la noche. Las sombra de la botella, mi preciado compañero y el globo opacando los últimos sollozos reprimidos.


N/A. Bien, iba a poner esto para los Olímpicos en CemZoo pero, decidí que no. Está centrado en el último drop.