Un mal presagio.

La oscuridad inundaba su alma desde hacía más tiempo del que él pudiese recordar.

En realidad, él jamás llego ha ver aquella viva luz que antaño había calentado la tierra, aunque la oscuridad que inundaba su alma era distinta a la que había asolado la tierra. Aquel planeta por el que tantos guerreros habían dado su vida, ahora era un planeta muerto, con unos pocos supervivientes que no vivirían mucho más.

Había crecido con un incesante dolor bajo el pecho que con los años solo se había profundizado. Sus muertes, una tras otra, se habían grabado en lo más profundo de su corazón, rompiéndolo, endureciéndolo, tanto, que dudaba que él pudiese parecerse en algo a los humanos que antaño habían habitado en aquel planeta.

Pero aquella mañana, al mirar en soledad el oscuro cielo que se cernía sobre él, había sido consciente de algo que simplemente le había desbastado.

Había perdido. Y no porque no hubiese logrado derrotar a sus enemigos. Sino porque ya no había nada que salvar.

Él, el último guerrero de la luz, estaba solo. Completa e irremediablemente solo, con la única compañía de las tumbas que se amontonaban bajo sus pies, en una tierra muerta e inerte.

Su derrota había sido total. Y pese a todo, aquella mañana, había vuelto a encontrar la fuerza para volver a levantarse.

Estaba más que seguro de que si su padre hubiese estado allí con él se hubiese sentido entristecido por la verdad que él representaba. Por su completa y absoluta ignorancia de quien era y porque tantas personas habían muerto por aquella tierra seca y muerta. Pero no por eso podía cambiar su visión de los hechos, ni la persona en la que el tiempo y los terribles acontecimientos le habían convertido.

Seguramente no había en él ni un ápice de humanidad, ya fuese porque esta se había extinguido o por el simple echo de no haber sido nunca uno de ellos.

Aunque muy a su pesar, si sabía quien era su padre, o quien había sido. Lo recordaba lo suficiente para saber que era lo que él desearía que hiciera.

Casi le daban ganas de echarse a reír por la ironía del destino. Pero a pesar de todo, no tenía otra opción que aquella.

La tierra estaba destruida, todos estaban muertos. Ya no había nada por lo que luchar, ningún motivo por el que seguir allí.

Era hora de cambiar la suerte, aunque fuese la de otros.


Los pies de Pan tocaron tierra con tanta suavidad que nadie a su alrededor pareció percibir que había caído de los cielos.

Aquella mañana el sol brillaba con gran intensidad y sin duda había agradecido ponerse pantalones cortos y una camiseta de manga corta para luchar contra aquel calor estival.

Un tanto molesta con la situación, Pam miro su reloj para comprobar, muy a su pesar, que llegaba tarde.

- Me va a matar.- Susurro para si misma mientras aceleraba el paso por la agitada calle céntrica de la cuidad.

Por suerte, no tardo demasiado en visualizar a la joven de cabello azulado, que vestida en un ajustado vestido, la esperaba al otro lado de la calle, cruzada de brazos y con el mentón fruncido.

- Bra!.- Le grito ella mientras cruzaba la calle agitando su mano en forma de saludo.

- Llegas tarde.- Fue lo único que su querida amiga le dijo cuando llego hasta ella.

- Lo siento.- Dijo ella llevándose una mano a la cabeza y sonriendo amigablemente.- Perdóname Bra, me entretuve más de la cuenta.

- Siempre ocurre lo mismo, tu te acabas entreteniendo con cualquier cosa y yo acabo esperándote en algún lugar de la cuidad. – Se quejo ella emprendiendo el camino.- Estoy segura de que ya habrá empezado la película.

Pan guardo sus manos en los bolsillos de los pantalones y siguió a su amiga de forma despreocupada.

Ambas habían cumplido los dieciocho años, pero Pan siempre tenía la sensación de que su amistad no se había inmutado ante el tiempo. Ella seguía siendo la misma chica despreocupada con ganas de aventura y Bra seguía conservando el fuerte carácter de su padre, combinado con un toque presumido de su madre. Casi le resultaba extraño que después de tantos años siguieran siendo tan buenas amigas como siempre, teniendo en cuenta que tenían muy pocas cosas en común. Ni siquiera su platónico amor juvenil por Goten y Trunks existía ya. Porque por muy inamovible que fuera su relación, esta era la única cosa que parecía no haber cambiado desde la muerte de su abuelo.

Ante aquellos pensamientos Pan no pudo evitar la sonrisa que se dibujo en sus labios ante tan maravilloso recuerdo.

Aun suspiraba anhelante por los días pasados en los que ella y Trunks habían viajado por el espacio de una aventura en otra.

Pero ahora todo aquello había terminado y una inquebrantable paz reinaba en la tierra. Sus seres queridos estaban a salvo. Todo estaba a salvo.

Los guerreros del espacio ya no eran necesario y estos no habían tenido otro remedio que entremezclase con los humanos para vivir sus pacificas vidas, alejadas de cualquier peligro inminente.

Ahora todos estaban acomodados en sus vidas y muy pocos mantenían ya el contacto.

Por lo que ella sabía, Goten y Trunks vivían juntos en un apartamento del centro. Trunks había empezado ha hacerse cargo de la compañía Corporación Cápsula y Goten trabajaba en la misma como una especie de montador o algo por el estilo.

Bulma dedicaba su vida a sus inventos y Vegeta seguía entrenándose duramente cada día de su vida.

Bra estudiaba en aquellos momentos en la universidad del Norte y compartía habitación con una chica llamada Ashya.

Por lo que correspondía a su familia, seguían viviendo apartados de la cuidad, haciendo su propias vidas. Ella misma había luchado con su padre para que fuese su madre quien le diera clases y poder evitar asistir a la universidad o tener un tutor particular. Cosa que le dejaba bastante tiempo para entrenarse por su cuenta.

Con lo que se refería a su amistad con Trunks, esta parecía haberse estancado en el tiempo. Y aunque aquello la había ayudado a superar su estúpido amor por él, debía reconocer que le echaba de menos.

Pero él y Goten siempre parecían estar ocupados con sus ajetreadas vidas y poco a poco ambos habían aprendido a vivir el uno sin el otro. Aunque sinceramente, seguramente ella había tardado en adaptarse a aquello mucho más que Trunks.

De Krillin también sabía muy poca cosa. Solo que su familia se había trasladado a la cuidad, abandonando al fin la casa del Maestro Roshi y que Marron asistía a la Universidad de Sur.

Picolo también parecía haberse olvidado de ellos, pero estaba segura de que su padre siempre iba a visitarle de vez en cuando. Al igual que a Dende. Como si esa fuese la única parte que le ataba a aquel pasado lejano que ya casi parecía olvidado por todos.

- Menudo fastidio!- Exclamo Bra cuando vieron que la sesión de cine ya estaba comenzada. – Llevaba semanas esperando para ver esta película.

- Podemos entrar de todos modos.- Le dijo Pan.

- Y verla empezada? No, gracias.

- Entonces vayamos a comer algo. Estoy muerta de hambre.- Se quejo ella levándose las manos al estomago.

- Muy típico de ti, Pan, pensar solo en la comida.

- Recuerdo que una vez fuimos a una hamburguesería que había cerca de aquí, y todo estaba delicioso.- Le dijo ella con una sonrisa.

- Como quieras. De todas formas tengo la tarde libre y no quiero desperdiciarla encerrada con mi compañera de habitación.- Le dijo Bra emprendiendo el camino.

- Como es vivir con una humana que no conoce tu secreto?- Le pregunto ella caminado a su lado.

- Un fastidio.- Contesto Bra cruzándose de brazos.- A veces hay cosas que una no puede evitar hacer y resulta complicado y molesto tener que estar dando siempre estúpidas explicaciones de algo que en realidad no puedes explicar.

Pan se río ante aquello, dado que estaba convencida de que aquellas cosas que según Bra, "no se podían evitar" seguramente tendrían mucho que ver con su fuerte carácter.

- A comer!- Dijo Pan entusiasmada una vez tuvo una gigantesca hamburguesa en las manos a la que seguidamente dio un enorme bocado.- Deliciosa!- Dijo con la boca llena de comida.

- No hables con la boca llena, Pan. Así nunca conseguirás llamar la atención de ningún chico. – Se quejo Bra mientras jugueteaba con la caña de su refresco.

Pan se obligo a tragar rápidamente la comida de su boca ante aquel comentario.

- Y porque querría hacer algo semejante?- Le pregunto ella.

- Bueno.- Dijo Bra.- No has prestado atención a ningún otro chico desde... bueno, ya sabes.

Trunks. Se dijo Pan para si misma.

- Solo digo que tal vez sea hora de que pruebes a salir con chicos.

- Sales con algún chico?- Le pregunto ella ante aquella pregunta.

- No, claro que no. Es solo que..... – Bra interrumpió sus palabras.

- Que?- Insistió ella.

Bra la miro con algo de indecisión.

- Creo que Trunks sale con alguien.

La noticia, aunque como siempre acompañada por algo de dolor, no la sorprendió demasiado.

- No es la primera vez.- Contesto antes de volver a morder su hamburguesa.

Bra suspiro ante aquello.

- Creo que esta vez va enserio. Se la ha presentado a mama.

Pan hizo un gesto de indiferencia con los hombres mientras masticaba su deliciosa hamburguesa e intentaba convencerse de que aquello realmente no le importaba.

- Se que entonces solo éramos unas niñas, es solo que.... bueno. Lo mío con Goten no era en absoluto sostenible. Pero tú y Trunks tuvisteis una historia. Y la verdad, siempre creí que encontrarías la forma de hacerle volver. Pero el tiempo pasa y Trunks y tu cada vez parecéis más separados.

Pan trago de nuevo la comida de su boca, solo que aquella vez evito tener que contestar a las palabras de su amiga.

Y que si Trunks la había olvidado? Que importaba que estuviera enamorado de otra chica? Él jamás la había amado y seguramente jamás lo haría.

Luchar por él tan solo le serviría para reavivar antiguos fantasmas que solo le habían causado dolor.

Era una batalla perdida.


Trunks se incorporo en la cama de forma busca, despertando de una terrible pesadilla.

Rápidamente, miro a su alrededor, asegurándose de que nada de lo que había soñado era cierto y que seguía en la habitación de su piso. Concentrando su energía y asegurándose de que todo estaba como debía estar.

Tras aquello y molesto consigo mismo por aquel mal despertar que ya había repetido en un par de ocasiones durante aquel ultimo mes, Trunks salió de la cama, echando a un lado las sabanas de forma brusca. Se dirigió al baño y mojo su rostro con agua helada, como si aquello le ayudara a apartar las imágenes que había vivido en su cabeza instantes atrás. Para después mirar su reflejo en el espejo.

Aquellas pesadillas no podían significar más que un mal augurio. Porque sino ella iba a aparecer en ellas?

Hacia meses que no veía a Pan. Pero aquella era la cuarta vez que la veía morir en sus sueños.

Si al menos esa cabezota tuviera un móvil como cualquier ser humano podría llamarla y consolarse con oír su voz y asegurarse de que estaba bien. En vez de eso se veía obligado a buscar su energía y comprobar que estaba como siempre.

Con un suspiro y saliendo del baño, Trunks intento dejar aquellas horribles pesadillas a un lado para centrarse en un nuevo día.

Cuando entro en el salón, vio que Goten ya desayunaba en la mesa del pequeño apartamento que compartían desde hacia casi un año.

- Las ocho.- Le dijo Goten al verle.- Llegaras tarde.

Aumentando su mal humor de aquella mañana, Trunks se sentó a la mesa.

- No he dormido bien.- Se quejo.

- Hace semanas que no tienes buena cara, tal vez necesites unas vacaciones.

- Tal vez.- Dijo él.

Le resultaba difícil comprender porque nunca le había hablado a Goten de sus pesadillas, dado que ambos se lo contaban absolutamente todo. Pero el hecho de que fuera Pan la protagonista de estas le hacia sentirse incomodo con la situación. Sobretodo porque no tenía una explicación lógica de porque veía morir a su sobrina una y otra vez, provocándole un dolor casi insoportable.

Con aquellos pensamientos miro de nuevo su reloj, recordándose una vez más que era hora de volver a la realidad.

No fue hasta pasada la hora de la comida que Trunks pudo encontrar de nuevo unos minutos de tranquilidad. Se acomodo en la silla de su despacho, dejando caer la cabeza hacia atrás y cerro sus ya pesados ojos. Rezando por unos minutos de sueño.

Las pesadillas no se repetían con mucha asiduidad, pero lo perturbaban lo suficiente para quitarle el sueño durante muchas las siguientes noches a los mismos. Manteniéndose entupidamente alerta, por si sus pesadillas decidían volverse reales.

Su nuevo despertar no fue mucho mejor que el de aquella misma mañana.

Aquella vez su retorcidamente había imaginado a Pan morirse desangrada lentamente en sus brazos y el impacto del mismo había sido tal que de la misma impresión había tirado la silla y había acabado golpeándose en la cabeza.

- Dios mío, Trunks.- Escucho decir a una dulce voz femenina mientras en el suelo se refregaba el golpe de su cabeza.- Estas bien? No pretendía asustarte de esa manera.

Al alzar la vista, Trunks vio a su hermosa novia junto a la mesa, mirándole con preocupación.

Hacía varías semanas que salía con Yuuki, aunque ambos se habían conocido algunos meses atrás. Y que podía decir? Pese a que ella era la chica con la que más tiempo había estado, aun tenía la extraña razón de que eran más amigos que cualquier otra cosa.

- Yuuki, que haces aquí?- Le pregunto mientras se levantaba del asiento.

- Habíamos quedado, no lo recuerdas?

- Que hora es?- Pregunto ante aquel hecho.

- Las seis.

- Las seis?- Pregunto repentinamente mirando su reloj.

Cuanto había dormido? Se pregunto.

- Tu secretaría me dejo pasar. Espero que no te importe.- Le dijo ella preocupada.

- En absoluto. Me alegro de que me hayas despertado.

Yuuki, con sus largos cabellos recogidos en un elaborado moño, dejando despejado su hermoso rostro, le sonrío con una mezcla de preocupación y complicidad.

- Has soñado con eso otra vez?

Cierto. Se recordó Trunks entonces.

Yuuki era la única que conocía sus pesadillas. Evadiendo, claro esta, que Pan siempre moría tras un combate. Cosa que le hizo preguntarse si tal vez su secreto era lo que hacia que todas sus relaciones acabaran por romperse.

- Sí.- Contesto él sentándose en el borde de la mesa con aspecto preocupado.- Es la segunda vez en el día de hoy.

- Creo que deberías ir a verla, tal vez si ves que ella esta bien todo acabara.

- No.- Dijo negándose aquello a si mismo.- No creo que eso fuera una buena idea.

- Y por qué no?- Le pregunto ella posando una mano cariñosa sobre uno de sus hombros.- Creía que erais muy buenos amigos.

- Lo se.- Dijo a la vez que intentaba explicarse aquella negación por ir a verla.- No se. Tal vez me asusta el hecho de que algo vaya mal.

- Y no hacer nada es mejor? Tal vez ella te necesite realmente.

Trunks cerró los ojos ante aquello y se concentro para sentir la energía de su querida amiga. Lejana, familiar. Perfecta.

- No. Ella esta bien. Aunque…- Trunks abrió los ojos para mirar a Yuuki de nuevo.- Te importaría que fuera yo más tarde a tu casa? Quiero ir a ver a alguien.

- Claro. No te preocupes. Te esperare en casa.

Con el viento rozando su rostro, Trunks sobrevoló la cuidad con el único objetivo de encontrar a la única persona que había vivido tantas batallas como para poder saber si había alguna forma de prevenirlas o sentirlas antes de que estas ocurrieran. Aunque para ser sincero, aquella conversación era algo que no le apetecía demasiado.

Después de todo, su padre era capaz de convertir la conversación más entupida en algo realmente complicado.

Pero si algo malo se avecinaba, el gran Vegeta, sería el único capaz de sentirlo antes que nadie.

Cuando sus pies aterrizaron sobre el jardín de la gran Corporación Capsula, su padre estaba visiblemente esperando su visita. Algo que no era de extrañar, dado que habría sentido su energía aproximarse.

- Padre.- Dijo en forma de saludo al quedar frente a él.

Lejos de decir nada para contestar a su saludo, su padre se limito ha hacerle un pequeño gesto con la cabeza.

- Luces algo débil.- Le dijo al fin.- Cuando hace que no entrenas como es debido?

Trunks se molesto ante aquella pregunta, tan común en su padre. Como si él siguiera siendo el niño pequeño que había creído deslumbrado por su padre.

- Necesito preguntarte algo.- Le dijo ignorando sus palabras.

La sorpresa de sus palabras fue visible en el rostro de su padre.

- En las veces pasada en las que la tierra estuvo en peligro, sentiste algo extraño?

Su padre frunció el ceño al escuchar aquellas palabras.

- Lo dices como si algo estuviese apunto de ocurrir. Hay algo que deba saber? No me iría mal algo de entretenimiento.

La pregunta de Vegeta había sonado indiferente, pero su aspecto seguía luciendo un tanto preocupado.

- No.- Mintió él.- Solo me preguntaba si se puede prevenir. Verlo venir antes de tiempo.

Vegeta negó con la cabeza.

- Nunca lo vi venir. No antes de que fuera demasiado tarde.

- Entonces no es posible.- Dijo con algo de alivio.

- Volveré a preguntártelo.- Le dijo su padre con un tono hosco.- Hay algo que deba saber?

Trunks suspiro.

- Tal vez haya estado soñando.

- Tal vez.- Repitió su padre con molestia.

- Una batalla. Que perderemos.

Su padre frunció el ceño de nuevo, aunque aquella vez supo que su padre estaba afinando el instinto, intentando localizar cualquier posible amenaza. Pero al igual que él, no encontraría nada.

Pero sorprendente mente su padre le dio una respuesta que no esperaba.

- Me mantendré atento.

Y con aquello Vegeta emprendió el camino al interior de la casa.

………………………………………..

Debían ser más de las doce cuando Pan se metió en la cama.

El silencio aquellas horas era completo y sus ojos parpadearon pesadamente una vez empezó a entrar en calor.

Durante aquel ultimo día había evitado pensar en Trunks y en las cosas que Bra le había dicho él día anterior. Ya había perdido una noche de sueño por aquello y no deseaba que volviera a ocurrir.

Estaba medio dormida cuando sus ojos se abrieron repentinamente en la oscuridad.

Una extraña sensación le había recorrido el cuerpo desde los pies a la cabeza, erizando cada centímetro de su cuerpo.

Algo acababa de cruzar los cielos. Una energía poderosa y oscura, acababa de llegar a la tierra.

CONTINUARA……

Hola!!!!

Cuanto tiempo y aquí de nuevo otra vez. De verdad, creía que no volvería con un nuevo fic, pero aquí estamos. Con más Trunks y Pan!!!

Gracias en parte a mi queridísima Pam (mi Nana) que siempre me apoya y me anima en todo. (Esto es culpa tuya!!!)

Como siempre pido un poco de paciencia para dejar que la historia comience y les animo a dejar cualquier sugerencia y opiniones al respecto.

Muchos besos a todos!!!!!

JJAmy, is back!!!