Disclaimer: One piece le pertenece a Eiichiro Oda, al igual que todos los personajes que aquí se presentan.

Advertencia: Spoiler del capítulo 574 del manga, recientemente publicado.


Tears

By: Kasumi_21

La oscuridad que circundaba la habitación dificultaba enormemente la visibilidad en ella. Sin embargo, se podía apreciar algunas de sus características y parte de los muebles que la adornaban. Apoyadas en las paredes, se levantaba un hermoso librero de caoba repleto de libros sobre historia y navegación, también un espacioso ropero y un tocador a su lado. Sobre una suave alfombra de color verdoso, se ubicaban dos sofás de color crema y una mesa circular entre medio de ellas.

La puerta de la pieza se abrió, y por unos breves instantes, permitió la entrada de los rayos solares de mediodía. Desde allí, se dibujaba una figura femenina de suaves curvas y corto cabello rojizo. Avanzó con pasos lentos hacia el interior, luego de cerrar la entrada, y se dirigió al costado de una de las dos camas del dormitorio. Allí sus preciosos ojos rubíes se encontraron con un joven muchacho de piel trigueña y desordenado cabello azabache. Su bello rostro presentaba una singular elegancia, a pesar de la cicatriz que cruzaba su mejilla izquierda, y en esos momentos era consagrada por una extraña expresión dolida. Nami se acercó con preocupación, observando con interés el profundo ceño fruncido que se trazaba en su frente junto a unos ojos apretados. Aún así, el pirata seguía inmerso en el mundo de Morfeo.

La pelinaranja dejó la bandeja que portaba sobre una mesa, para después inclinarse hacia el hombre y tocar su frente con la mano derecha. Llevó la otra hasta la propia, comprobando que la fiebre había disminuido. Luego se acercó a la tabla y, con unos servicios que allí se hallaban, empezó a cortar la carne y las verduras que portaba en el plato. Mientras lo hacía, las indicaciones dadas por Chopper acudieron a su cabeza. Era lógico que la alimentación de un herido fuera distinta a la de una persona sana, mas gracias a la capacidad de Luffy para comer aún inconsciente, el trabajo que debían realizar se hacía más sencillo. No obstante, sus lesiones eran tan profundas como graves, que era necesario que alguien lo alimentara y debía hacerlo en pequeñas porciones.

La muchacha seguía inmersa en su labor, por lo que no notó como el cuerpo del chico se movía o como sus ojos se abrían levemente. Por su parte, luego de recuperar su visión, el moreno recorrió la habitación hasta encontrarse con el cuerpo femenino. Primero delineo las estilizadas y pálidas piernas, cubiertas por una pequeña falda de rojo escocés, para luego seguir su estudio por su torso y su fina espalda. Una remera blanca y sin mangas, dejaba a la vista un tatuaje en forma de remolino en su hombro izquierdo. Cuando el joven descubrió el intenso tono mandarina que poseía su cabello, pareció entender de inmediato la situación.

- N-Nami… - la llamó en un susurro mientras intentaba levantarse, sin éxito. La pelirroja se volteó bruscamente ante su voz, con una evidente ansiedad en sus ojos escarlatas. Por momento, el pelinegro seguía tratando de erguirse – D-Duele… -

- idiota – exclamó la mujer con algo de enfado, mientras su expresión cambiaba a una molesta – es ese estado no deberías levantarte – explicó, a la vez que lo ayudaba y por fin realizaba la acción. Luffy terminó sentado en la cama, dejando a la vista todo el vendaje que cubría su torso.

- que alivio… - expresó de inmediato con una sonrisa – que bueno que estás bien Nami – dijo para sorpresa de la navegante, que lo observó fijamente por unos segundos. Cuando finalmente el carmín se encontró con el negro, la mujer comprobó que una parte del brillo en los ojos de Luffy habían desaparecido. Un silencio incómodo los envolvió por unos momentos.

- tu… tu sombrero esta allí! – profirió de pronto con nerviosismo, su mano izquierda indicando uno de los sillones. El moreno siguió la dirección con una expresión en blanco. – y aquí esta tu almuerzo! – indicó mientras se inclinaba hacia la mesa. – ahora te dejaré para que comas tranquilo… nos vemos!! – se despidió rápidamente, para iniciar su camino hacia la puerta.

- lo sabes, no es así? – el susurro de su capitán interrumpió de inmediato sus movimientos. Su voz había sonado tan grave como triste, que Nami sintió como su pecho empezaba a doler. Ella sabía que él… estaba sufriendo. – lo de Ace – completó con voz tenue, mientras la joven se volteaba a verlo. Allí lo halló con su mirada escondida tras oscuros mechones azabaches y con ambas manos empuñadas, sobre su regazo.

- sí – contestó con el mismo volumen, mientras acomodaba su vista en el piso del lugar. – todos lo sabemos… los chicos están afuera – explicó aún sin atreverse a mirarle. Luego de unos minutos de silencio, que se le antojaron años, la pelinaranja terminó por decidirse a salir. Llevó sus pasos hacia la puerta principal de la habitación, mientras mordía levemente su labio inferior y se abrazaba a si misma. Nunca antes en su vida se había sentido tan inútil como cobarde.

- Nami… - llamó nuevamente el moreno, esta vez con voz queda. La muchacha dirigió sus ojos marrones con lentitud, comprobando que la posición del chico no había cambiado ni un ápice. – antes que te vayas… podrías… - prosiguió, sus manos temblando suavemente mientras apretaba las sábanas – abrazarme? – finalizó dejando a la vista sus ojos grisáceos, anhelantes de consuelo. Nami llevó una mano hacia su boca, mientras sus ojos se contraían estupefactos. Antes que ella misma lo notara, su cuerpo cruzó la habitación con rapidez y sus brazos de mármol envolvieron a su capitán. Y cuando Luffy se vio rodeado por la calidez del cuerpo de su navegante, cuando el dulce aromas de las mandarinas se transformó en su aire, cuando la sensación de estar en casa lo regresó a la realidad; sintió con asombro como las lágrimas que había estado escondiendo se desplazaron libres y sin vergüenza por sus mejillas. De improvisto, todo el dolor que había sufrido salió en forma de gruesas lágrimas y amargos gritos; mientras su rostro se escondía en el pecho de la mujer y sus manos estrujaban el blanco ropaje tras su espalda. Pasaron unos minutos antes de que Luffy notara como su cuello se humedecía y el temblor de su cuerpo se unían al de la mujer. Y se sintió infinitamente agradecido, ya que aquella muchacha era capaz de comprender su dolor, como de erradicarlo para siempre de su ser.


N/A: buaaaaaa!!!!!!!!!!!! T.T Ace!!! Por que te fuisteeeee?!!!!

Realmente fue un capitulo muy triste… nunca pensé que Oda pudiera matar a Ace…. u.u

Bueno… volviendo a la normalidad.

Estoy muy emocionada porque este es mi primer fic de One piece!!!! En verdad, quería empezar por aquí primero con una historia larga, pero como no estoy acostumbrada aún a crear historias con tantos personajes (ya que una historia buena de esta serie debe tener a todos los mugiwara) decidí iniciar con una serie de Drabbles sobre mi pareja favorita... Luffy y Nami!!!! (LuNa Rules! xD ).

La historia inicial tampoco era esta… pero se me vino la idea de repente y no pudo reprimirla :D … espero que les haya gustado.

I'll see you!!!!

Kasumi_21

p.d: contará de diez capítulos, espero poder terminar antes de que se acabe el año u.u