Todos los personajes aparecidos en este fanfic no son míos. Actualmente son propiedad de J.K Rowling, Warner Bros, salamandra, y todo aquel que haya comprado sus derechos (cosa que yo obviamente no he hecho porque no soy rica).
Epílogo
Música: Already Gone – Kelly Clackson
Hace poco comencé una historia de Hermione y Draco Malfoy que se llama: "Prenda a prenda AU" así que si os interesa la podéis visitar y contarme que os a parecido.
Ha sido muy dificil para mi escribir un final porque creo que me he encariñado demasiado de los personajes y soy consciente de que este capitulo significa perder a muchos de los que habeís leido la historia y que yo considero ya casi amigos así que si quereis saguri teniendo contacto conmigo para ver como evoluciona las historias que voy escribiendo podeis darle a la alerta de autor, o bien si teneis facebook buscarme, o si teneis tuenti también, en ambas redes sociales me podeis buscar por: Vanesa Borlaff.
Le sabe la boca a alcohol, concretamente a Absenta, aun rebotan en su cabeza los gritos de Albus que se basaban en "¡Bebe bebe!".Su amigo, además, le ha hecho el increíble favor de vomitarle sin ningún miramiento en sus caros zapatos negros.
Se mira al espejo, esta lamentable, no solo por la noche estelar en vela, sino también por los nervios que le recorren el cuerpo.
Devuelve sus ojos al reloj de muñeca. Solo faltan cuatro horas.
Las 7:30 de la mañana y Rose ya lleva una hora en pie. A bebido, o mejor dicho, se ha tragado un café.
Manicura, una sosa y paliducha, todo colores rosa pastel y blanco. Pedicura, exactamente lo mismo que en las manos, a pesar de que nadie los vaya a ver porque después de todo sus zapatos son cerrados.
Se relaja con el chorro de agua en el cabello y se tensa cuando nota el cepillo hundiéndose en sus enredones. Tirones y más tirones. Mira a su madre que sonríe enternecida para después cuchichear con la tía Ginny y con Laia, todas ellas testigos de su tortura.
Cuando la muestran su pelo de vuelta no puede hacer más que boquear como un pez porque ese pelo no es el de ella. Un moño tirante con florecillas horteras no era lo que ella quería. Pero su madre parece muy feliz.
-¡Oh nenita! Estas tan guapa... ves como te favorece más ese recogido que ir con el pelo suelto como tu pretendías.
Rose se calla y aprieta la mandíbula. Observa as manecillas del reloj que giran en la esfera colgada de la pared y se carga de paciencia.
Un pastel de merengue. Eso es lo que parece. El vestido más pomposo que su madre vio, justo ese es el que lleva. Encerrada en el espacioso vestidor de la mansión Malfoy se siente como una princesa enclaustrada en la torre más alta del castillo. Se asoma por la ventana y observa el escenario de la boda. Una celebración que ya no es la suya, decenas de mesas se juntan en el jardín preparándose para cientos de invitados. Todo lleno de horrorosas florecillas y recargados adornos.
Siente que se ahoga, se arremanga la falda del vestido y abre la puerta. Corre en busca de Scorpius. Recorre pasillos y pasillos pero ella busca una habitación en concreto. Abre una gigantesca puerta de madera oscura todo lo sigilosamente que puede. En el interior del cuarto le ve. Rubio, alto, guapo y enfundado en un traje negro con la camisa en blanco hueso... todo un príncipe azul.
-Pero que novio tan guapo... me pregunto quien sera la afortunada...-Dice con una sonrisa en la boca cerrando la puerta tras ella.
-¡ROSE!-Se da la vuelta asustado y la mira de arriba abajo parea después taparse los ojos .-Pero no sabes que no puedo ver a la novia el día de la boda, sino tendremos mala suerte.
-Scorp no seas supersticioso.
Le quita las manos de los ojos y le besa en la nariz.
-¿Que haces aquí?-La vuelve a mirar de arriba abajo.- Estas... diferente.
-Estoy horrorosa, parezco la tarta de la boda en lugar de la novia.
-Oh vamos solo y tienes un toque un poco diferente... si te sirve de consuelo, tiene su punto, cuanto más pomposo sea tu vestido, más ganas tendré de quitártelo.
Ella sonríe y una chispa de malicia enciende sus ojos al tiempo que le besa en la mandíbula, el cuello y tres segundos después en la nuez de la garganta. Deshace el nudo de la corbata y le mira a los ojos.
-¿Qué te parece si damos por comenzada la noche de bodas?
-No creo que sea buena idea.- Susurra el chico.
-Pues yo creo que es una idea perfecta .- Comenta desabotonando la camisa.
-Cierto, perfecto.- No puede evitar no perder los papeles y comenzando a desabrochar los pequeños botones que componen la parte de atrás del vestido.
-Yo diría que podríamos ir más rápido de otro modo.-Dice sonrojada .
Él la besa y la muerde en los labios.
-Por ser el comienzo de la noche de bodas iremos despacio, no tengo prisa.- Murmura a la par que se pierde entre los pliegues del mullido y blanco vestido.
-Lai, Lai...-grita Andrew.-¿Donde has estado? Rose lleva horas buscándote. Te necesita para que la ayudes con el vestido,
-¡Oh! ¿Esta todo bien?Sabía que no debía haberla dejado sola.
Andrew ha abierto una de las puertas del pasillo y la ha empujado dentro con una sonrisa en la cara. Allí no esta Rose. Solo Albus que pasea de lado a lado de la habitación.
-¿Qué haces aquí Al?
El chico la mira y por un segundo piensa arrancarle el vestido
-Llevo semanas intentando tener una conversación contigo de más de diez minutos y no lo he conseguido porque pasas las horas muertas con tía y mi prima.
Ella le mira con una sonrisa y le abraza. Respira hondo porque adora sentir los brazos de ese chico a su alrededor y le besa en la barbilla.
-Dentro de un par de horas tendremos tiempo para estar a solas. Te prometo que tendremos mucho tiempo.- Le guiña un ojo y comienza a caminar de nuevo hacia la puerta.
Nota como una mano aprisiona su brazo y tira de ella hasta volverla a poner en su lugar inicial. Traga duro y la mira de frente con las manos temblorosas.
-Cuando estoy en una habitación llena de gente solo intento buscarte. Eres el punto de referencia más fácil de encontrar. Mi luz más brillante. Eres mi norte. El sitio exacto en el que se que se encuentra el hogar. Por eso, porque eres la única estrella que busco llevo días intentando hablar contigo necesitaba asegurarme de que te quieres casar conmigo.- Levanta la mirada del suelo a los ojos de su compañera.-Yo...¿Querrías hacerme el honor de casarte conmigo?
Laia esta en blanco ...no puede creérselo. Ve como toma una cajita negra de terciopelo de los bolsillos, lo abre.
-¿Querrías?
-Creo que sí.
-¿Crees?-pregunta con los ojos desorbitados.
-No. Estoy segura de que sí. Quiero casarme contigo.
Salta sobre él, literalmente y caen al suelo. No puede parar de besarla y se olvida por completo del anillo.
-Gracias.-Susurra entre sus labios llorando.
-¿Por qué?-Pregunta él confundido.-Por decidir que soy lo suficientemente buena como estar contigo toda la vida.
Retira el flequillo y besa su frente. Toma el anillo y se lo pone en el dedo.
-No es que seas lo suficientemente buena es que eres lo único bueno que tengo.-La braza.-Me gustaría gritarlo a los cuatro vientos.- Le susurra al oído.
Ella recupera la compostura, se recoloca el vestido de dama de honor y le mira a los ojos.
-No quiero ser protagonista. Hoy es el día de Scor y Rose y me parece que los dos ya están suficientemente nerviosos como para darles esta noticia.
-Esta bien esperaremos una semana ¿Te parece?
-Fantástico... así me podre hacer a la idea de que formaré parte de la familia Potter.-Susurra en un beso.
Todo comenzó con Scorpius susurrándole al oído "Sino te gusta lo que ves y quieres cambiarlo, puedes hacerlo, después de todo eres una bruja". Habían tardado media hora en rehacer la boda a su gusto a base de conjuros, lo habían conseguido. Sigue habiendo demasiada gente invitada pero ahora todo es sencillo y hermoso. Incluso el vestido de la chica, cortesía del rubio, ha dejado de ser pasteloso para convertirse en algo más simple, más Rose y menos Hermione Wesley.
Nota los brazos del rubio rodeándola y soltándole el cabello. Los labios sobre el cuello y después sobre el lóbulo. Están exhaustos.
-Adoro hacer magia contigo.
-¿Qué tipo de magia?-Pregunta ella con una ceja levantada.
-Cualquiera que implique estar cerca tuya, aunque sea un conjuro pequeño.
-Mi tío Harry siempre dice que el amor es lo único capaz de hacer la magia poderosa.
Andrew ve a Laia y a Albus saliendo de la habitación despeinados al tiempo que James Potter se emboba mirandolo y le sonríe.
-¡Chicos!-Grita.-Tengo algo que contarles.
La pareja se gira y James se pone blanco como la tiza. Andrew le guiña un ojo.
¿Qué ocurre Andrew?
-Os quería comentar... Necesitaba que supieseis antes que nadie que he traído pareja a la boda y va en serio.
Albus le abraza mientras ve a su hermano tragar silaba.
-Me alegro ¿Cómo se llama ella?
-Bueno ese es otro punto …. que no es exactamente ella...
-¿Cómo?-pregunta confuso.
-Hermanito,-interviene James-Lo que trata de decirte es que estamos saliendo juntos.
-Pe... pe...pe...pero... Si habéis salido con muchas chicas y nunca... es que no lo...
Laia achucha a Andrew rompiendo el instante de confusión y ya de paso a James.
-Me alegro mucho mucho de que al fin hayas encontrado lo que buscabas.
-¿Pero que ha podido pasar?-Pregunta aun el más joven de los Potter en pleno estado de confusión.
-¿Quieres que te haga un dibujito?-Pregunta con sorna James.
Andrew se acerca a su amigo, esta intranquilo,inseguro...
-Al, yo me he enamorado del corazón … pero te mentiría si te dijese que el envoltorio no influye. Tu hermano me gusta de verdad.
-Oye Andrew... esto no cambia nada.-Contesta dándose cuenta del miedo de su amigo.-Tu y yo somo mucho más que amigos, somos casi hermanos. Solo tengo que asimilarlo pero para mi sigues siendo el de siempre y me alegro de que vayas a ser feliz... aunque seas con el estúpido de mi hermano.
Astoria se cepilla el cabello delante del tocador antiguo. Esta arreglada desde hace horas y se siente temblorosa ante de la perspectiva de que su hijo, la cosa que más quiere no vaya a volver a pisar la casa para nada más que para visitas. Otra lagrima rodea su mejilla y la siguiente cae tras ella.
-Estas tan bonita que no puedo imaginar que es lo que te hace llorar así.-Draco se ha arrodillado ante ella y con un pañuelo le ha secado las lagrimas.- ¿No estas contenta? Tu hijo se va a casar por amor, como siempre quisiste.
-Lo sé, pero tengo miedo de que se olvide de nosotros.- La coge de la cintura y la baja al suelo, allí la sienta entre sus brazos.
-No creo que Rose Wesley sea capaz de mantenerle alejado de esta casa. Le quiere demasiado.
-¿Le dio el anillo?-Pregunta pensativa.- ¿Ella lo lleva verdad?
El señor Malfoy afirma con la cabeza y la besa en el cabello.
-Claro que lo lleva. Es el anillo de la familia Malfoy. Si yo te lo di a ti para que te protegiese porque me casaba contigo porque era lo que quería hacer y no lo que debía ¿Porque no se lo iba a dar Scorpius a esa chica?
La respiración se le acelera, las piernas le tiemblan y los tacones no ayudan. En unos segundos, cuando escuche la música nupcial entrará y no sabe como cambiara su vida. La música comienza y de pronto tiene ganas de huir, respira inquieta, y sus pies no avanzan. Ve que su padre se le acerca y la toma del brazo.
-¿Estas nerviosa?-Pregunta mirándola a los ojos.
-Papá y si lo hago todo más y si esto estropea mi relación con Scorpius o peor y si lo estropeo yo.
-¿Le quieres?
Ella mira al fondo de la alfombra roja, en el altar Scorpius la espera nervioso, ve como se retuerce las manos. No puede hacer otra cosa que sonreír.
-Claro que le quiero...sería imposible no hacerlo.
Aquí tenéis el final de la historia espero que os haya gustado la historia y el epilogo. Siento haber tardado en subir pero es que quería que estuviese bien.
Muchas Gracias por todo vuestro apoyo y muchas, muchísimas gracias por haber leído mi historia. Me habéis hecho muy feliz con todos vuestros comentarios y espero volver pronto a esta pareja.
Agradecimientos:
MakiMalfoy
Alejandra
Kathermione
SmagicRose
ClausXD
Hanabara Rose
Memoriesofkagome
Zoecita
Socieres de la Neige
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