Contenido Adulto. Evangelion pertenece a Gainax, este fanfic es hecho sin ánimo de lucro.
Asuka en realidad se preocupo bastante al saber que Shinji y la niña modelo se quedarían solos. Por supuesto que no lo exteriorizo. Pasar la prueba fue derrotar a Shinji el superhéroe y a la favorita del comandante. Ella era así de competitiva. Que los dos se quedaran solos dos días con sus noches la puso de un humor de perros. Ella prefería fingir lo contrario. Maya le decía que no podía haber interferencia de parte de ellos. Asuka fingía que no le importaba y hacía chistes de lo afortunado que era Shinji de quedarse a solas con Rei. Como era Shinji quien hacia la limpieza, entre Asuka y Misato pusieron el departamento hecho un asco. La alemana se encargaba de cocinar… ¡pero la limpieza del departamento era algo que se ocuparía Shinji cuando regresara!
Shinji y Rei parecían regresar "más" normales que de costumbre. Asuka se sintió muy bien. Shinji se veía de lo más deprimido, bajo varios puntos en los Test de sincronización que siguieron. Rei parecía estar bien. Para Asuka no había cambios. Pero Rei no se encontraba para nada bien. El Comandante Ikari no había regresado de uno de sus misteriosos viajes. Ella solo tenía las gafas rotas del comandante como amuleto. Se acostaba a dormir en su solitario apartamento con ellas entre sus manos. La verdad que necesitaba sentir a Shinji otra vez a su lado, dormir entre sus brazos o ella abrazarlo a él para poder dormir bien. Al final se dormía, pero amanecía con jaquecas y nauseas.
Los caballos seguían en su sitio y los pilotos podían ir a verlos. Shinji y Asuka seguían progresando. Asuka no podía creer lo diferente que era Shinji cuando montaba a caballo. Se veía más maduro… ¡atractivo!... ¡guapo! Los dos eran muy buenos jinetes.
-¡A que no me alcanzas Baka!- decía Asuka muerta de la risa. Shinji la alcanzaba invariablemente. Serio y grave. La fusión entre el jinete y su caballo era total. Shinji parecía un centauro. Asuka se emocionaba toda al correr a toda velocidad, en el anillo del vértigo con Shinji Ikari. Los relinchos de los caballos eran salvajes y sus cascos casi no tocaban el suelo. Los caballos parecían adivinar los deseos de sus jinetes, seguir sus miradas. Sin casi usar las bridas o riendas, los dos parecían que controlaban los animales por medio de telepatía.
-¡Eres bueno, Kínder!... ¡pero yo soy mejor!- decía Asuka muy segura de si misma. En verdad que Asuka como jinete era superior a Shinji en todos los sentidos… pero Shinji había perdido su espíritu. Ya no le hacía feliz cabalgar. Pero al mismo tiempo se sentía mejor en una silla de montar que en una cabina de EVA. Montar a caballo con Asuka era una forma de evadirse y escapar de todo. Asuka era una jinete alegre y entusiasta, Shinji era más sosegado y tranquilo. En ese momento estaba serio y melancólico. Asuka sabía muy bien como sacarlo de ese estado. ¡Lentamente se acercaba con sigilo al jinete distraído!
Shinji sintió un pellizco en una nalga. Asuka estaba a su lado haciendo piruetas y cabriolas. Shinji la miraba con un solo ojo, mientras se sobaba.
-¿Qué es lo que te pasa, Baka?... ¡No te duermas o te picaran los tábanos!-Dijo Asuka de buen humor. Se coloco detrás de él y le dio un azote con su fusta al caballo del tercer elegido. El corcel corrió a todo galope desbocado. El muchacho no se asusto, ni perdió la calma. Haciendo gala de un autodominio y control total sobre su montura tranquilizo al animal con palabras suaves. Su mano firme dominaron las bridas. Asuka estaba impresionada. Ella como jinete era violenta y salvaje, pero Shinji en su estilo suave y sosegado estaba casi a la par con ella. Lejos de molestarle a Asuka le gustaba eso. ¡Shinji a caballo tenía buena estampa! A ella le gustaba lucirse con sus ropas de jinete, pero Shinji prefería su uniforme escolar a perder el tiempo en ponerse esas ropas. ¡Claro que en Asuka su traje de jinete era un regalo a los ojos de quienes la veían!
-Baka… ¡hasta pareces hombre montado a caballo!- Dijo ella tratando de "picarle" y molestarlo como siempre. Shinji le sonrió, no se disculpaba de nada cuando montaba a caballo. Hizo que su bruto se parara en dos patas y relinchara. El muchacho sonreía confiado y seguro de sí mismo. Asuka le encantaba que sonriera así, ¡cabalgar solo los dos! Ahora era la Alemana quien trataba de alcanzar al tercer elegido. Shinji vio a Rei en el horizonte. Asuka miro hacia allí. También vio a Rei. Espoleo su caballo hacia esa dirección. Shinji le siguió.
Rei los miraba a los dos a lo lejos. Ella seguía teniéndoles miedo a los caballos y una vez pasada la prueba ella no tenía que volver a acercarse a esos animales nunca más si no quería. Asuka solo llevaba la fusta como adorno… y para molestar a Shinji. Todo caballo que ella montaba era suave seda. Vestida con su elegante traje de montar era una amazona. En poco tiempo estuvo frente a frente con Rei. El caballo le bufaba en la cara a la primera elegida. Rei no perdió la calma, ni la sangre fría. En su estado autista habitual podía bloquear su miedo. Asuka espero que Shinji se les uniera.
-Chica modelo… ¿Qué te pareces si te nos unes?- Dijo Asuka.
-No me lo han ordenado y no me parece necesario- dijo ella en forma fría.
-¡Aburrida!- le replico Asuka sacándole la lengua- en serio Rei… si hasta un papanatas como Shinji puede, ¡para ti hay esperanza!... Hikari es mi mejor amiga, pero me decepciono saber que le tiene miedo a los caballos…
-¡Yo no le tengo miedo a los caballos!- grito Rei con furia en sus pupilas. Asuka se sorprendió ante la inesperada reacción. Después sonrió sardónicamente.
-¡Vaya!, ¡Vaya!... ¡con que esas tenemos!… vamos chica modelo, ¡no hagas que te ruegue!... o creeré que en verdad le tienes miedo a los caballos…
Por toda respuesta Ayanami siguió su camino sin hacer caso de Asuka. La alemana, muy satisfecha, la vio irse. Shinji había desmontado y llevo a su caballo con la brida en sentido contrario a Rei. Las ganas de cabalgar se le habían acabado. Asuka bufo de fastidio. ¡Los dos japoneses eran un par de aburridos! Seguía al muchacho en su montura en silencio. La verdad era que todo ese alboroto que había provocado era para que Rei se fuera. No lo quería reconocer, pero disfrutaba mucho sus cabalgatas con el joven Ikari. ¡Rei era sencillamente una aguafiestas y una intrusa! Los dos estaban mejor sin ella…
Pronto llegaron al huerto de sandías de Kaji. Allí se detuvieron. Kaji estaba de viaje y Shinji periódicamente regaba las sandías y cuidaba el huerto. Shinji dejo suelto a su montura y esta solo se limito a pastar por los alrededores. Asuka seguía montada en su cabalgadura. Su rostro estaba serio. Shinji regando las sandías era la viva imagen del desaliento y la tristeza. Nada que ver con el poderoso jinete que domaba la tempestad. Los ojos de Asuka se suavizaron.
-Shinji… ¿Qué paso entre tú y Rei ese tiempo que estuvieron los dos solos?
-¡Nada!- Dijo el alicaído muchacho.
-¡Con ese tono me das a entender que paso de todo, baka!... ¿que paso?... ¿pusiste la mano en donde no debías, luego Rei te dio una bofetada y te dijo pervertido?
Shinji guardo silencio.
-¿Le dijiste te quiero, te amo y toda esa basura cursi de telenovelas y ella se burlo de ti?... ¿o muy educadamente te rechazo?
-…-
-Ya sé, ¡no le dijiste nada!... sientes un placer masoquista en sufrir en silencio tu amor imposible e inalcanzable… ¿verdad?
El joven seguía en su mutismo. El caballo de Asuka le golpeo la cabeza con el hocico. El muchacho saco unos terrones de azúcar de su bolsillo y se los dio. Asuka entrecerró los ojos, los animales eran sumisos, mansos y dóciles con el tercer elegido.
-Ella esta enamorada de mi padre- Dijo el muchacho al fin. Era algo que tenía tiempo sospechando. Que lo carcomía por dentro. Ella y su padre parecían llevarse bien. El muchacho le conto todo cabizbajo a Asuka.
-¡Lo único que me queda claro de lo que me dijiste es que eres un pervertido hentai y ella una sinvergüenza facilona!- Dijo Asuka colérica. Sus ojos relampagueaban y montada en su caballo parecía una valquiria. Encabrito su alazán y parecía que iba a aplastar a Shinji bajo sus patas. Cabalgo a su alrededor echa una furia, aplastando todas las sandías. El muchacho sintió miedo y terror. Asuka parecía que se había tranquilizado por fin. Le daba la espalda desde su corcel.
-¡Eres patético!... prefieres quedarte con la duda que enfrentar la verdad… ¡Sé hombre y enfrenta el problema!... pregúntale de una buena vez que siente ella por ti y dile lo que sientes por ella…
-Pero… ¿y si me rechaza?
-¡No te rindas!
-¿Si esta enamorada de mi padre?
-¡Lucha, imbécil, y quítasela!... ¿en realidad crees que lo que siente ella por ese adefesio es amor verdadero? ¿O que ese bastardo manipulador la hará feliz? Puede ser solo gratitud o lo más probable… ¡muy mal gusto!... hazte tu mismo la pregunta… ¿la quieres de verdad?... ¿la amas de verdad?... ¿eres capaz de todo por ella?
-¡Si!- Dijo Shinji sin vacilar. Asuka guardo silencio.
-¡Vete entonces, sin mirar atrás!-Dijo Asuka. Shinji corrió a su corcel y de un brinco, apoyando las manos desde las nalgas del caballo, se monto raudo y veloz. El caballo se convirtió en una furia indómita y rápido como el rayo partió al galope. Asuka observaba todo en silencio. ¡Ese era el Shinji que quería! Solo musito un "¡Baka!" cuando lo perdió de vista. Miro la masacre de sandias a su alrededor. Solo una estaba intacta. Asuka sonrío
-Kaji se pondrá furioso cuando vea todo lo que Shinji hizo con su caballo, ¿verdad?
El caballo por toda respuesta aplasto la sandía y relincho. Como un gato, le echo tierra con sus patas traseras y alzo la cola. Asuka recupero su buen humor y se encamino a las caballerizas silbando una alegre melodía.
Rei estaba a las orillas del lago subterráneo del Geofront. Miraba su reflejo en el agua, la ciudad en el techo y los trenes pasar como estrellas fugaces, las luces titilar como estrellas. No tenía ganas de regresar a su casa, ni deseaba que el comandante Ikari regresara de su viaje. Las gafas rotas estaban en sus manos y ella intentaba tirarlas al lago, pero no tenía la suficiente fuerza de voluntad. En el reflejo del lago ella vio al tercer elegido montado en su caballo. Ella se giro. Shinji llevaba rato buscándola y un presentimiento lo había llevado al lago. Sin decir palabra levanto a Rei en vilo y la sentó en su montura. Rei le abrazo por el cuello para no caerse y el muchacho la sostenía entre sus brazos para darle mayor estabilidad. Sujetando las bridas y clavándole los talones a los ijares del caballo partieron a galope. El miedo y terror que Rei les tenía a esos animales no pudo ser bloqueado. Ella grito. Las personas que estaban cerca fueron testigos de la inusual escena.
-¡Tú y yo tenemos que hablar a solas!- Le dijo Shinji dispuesto a todo.
Rei se debatía entre sus brazos, histérica. Gritaba pidiendo ayuda. Shinji estaba inescrutable. Las personas que les salieron al paso fueron arrolladas sin contemplaciones por su caballo y echadas de lado. Shinji de repente estaba siendo perseguido por los cuerpos de seguridad del Geofront. Por supuesto que lo hubieran abaleado y todo hubiera terminado, pero ambos eran valiosos pilotos. La máxima prioridad era capturarlos vivos e ilesos. Los hombres del servicio secreto se comunicaban entre ellos con sus transmisores. El muchacho solo los evadía. Sin darse cuenta el muchacho era conducido a un lugar que los eficientes y profesionales hombres de NERV esperaban capturarlo sin ningún tipo de problema.
***
Fuyutsuki era informado del "rapto" de Rei. El tercer elegido y la primera elegida se encontraban en paradero desconocido. Debían de estar en alguna parte del laberinto de túneles del Central Dogma. Shinji había perdido hábilmente a sus perseguidores. El Vice-Comandante se mesaba las sienes. ¡Era sencillamente alucinante! En una imagen congelada se veía claramente a Shinji con Rei saltando una improvisada barricada en un caballo negro. ¡Era sencillamente inaudito que un joven que solo tenía pocos días de montar a caballo pudiera escapárseles a las fuerzas de seguridad de NERV con semejante facilidad!
-Lo único que falto fue que gritara "¡Viva Pancho Villa y abajo NERV!" cuando salto la barricada- Dijo la doctora Ritsuko con ironía. Kouzo Fuyutsuki entorno los ojos.
-La mayor Katsuragi ya había notado que Shinji estaba más deprimido que de costumbre y que ambos pilotos parecían evitarse…-Dijo Maya
-Al Comandante Ikari no va a gustarle nada lo ocurrido… - se dijo Fuyutsuki en voz alta.
***
Solo después que se quedaron a solas fue que pudieron hablar. Rei al principio insulto y abofeteo al tercer elegido para después abrazarlo y llenarlo de besos. La joven le pidió que se fueran lejos y que nunca regresaran. Shinji le dijo que necesitaba saber la verdad. Después de un largo y pesado silencio, ella solo musito "¡ven conmigo!". Los pasadizos y pasillos estaban oscuros. Rei tomaba de la mano a Shinji y el japonés con la otra mano jalaba por las riendas al caballo. Rei solo tenía que teclear su código de acceso para que las puertas se abrieran. Shinji se preguntaba por que no había guardias o gente a donde iban. Rei empezó a contarle todo. Lo poco que sabía de si misma, en realidad, desde el momento en que abrió los ojos al mundo en Central Dogma. Por voluntad y deseo del Comandante Ikari.
Shinji y Rei estaban en Central Dogma, en el cuarto de los clones. Rei había traído al muchacho por que solo así le creería. Shinji sentía que alucinaba y que todo era una pesadilla. Sin poderse contener vomito en el piso. Rei estaba impasible y el muchacho seguía mirando todo a su alrededor con horror. Las Reis parecían sonreír burlonamente. De disfrutar la cruel broma del destino. Ayanami no pudo soportar verlas y apretando un botón los clones se deshicieron.
-Rei… ¿Qué has hecho?
-Solo eran recipientes vacios sin mente, ni conciencia Shinji… periódicamente tenía que transferirle mis recuerdos y experiencias… ¡míralas!... siguen con su sonrisa vacía y muerta…
Rei le había contado toda la verdad al muchacho. Solo la parte que ella en realidad sabía. La razón y propósito de su existencia le eran desconocidos. Solo el Comandante Ikari lo sabía. Ella no la amaba o sentía algo por él. Estaba condicionada y programada a obedecerle en todo. Shinji tenía una última duda
-¿Tú y mi padre…?- El joven no se atrevió a terminar. Pero Rei tenía tiempo esperando la pregunta. Sabía que era inevitable.
-Sí, todas las veces que quiso y en todas las formas en que te puedas imaginar…- dijo ella, se mordió los labios y bajo los ojos- ¿importa?
-Sí- dijo él abatido por completo. Lo que le había dicho Asuka todavía lo escuchaba en su interior. Shinji se pregunto si en verdad quería a Rei Ayanami hasta ese punto
-Ikari-Kun, ¡te quiero!... ¡solo quiero estar contigo!...- le hubiera gustado decir o gritar a Rei, pero ella no podía hacerlo. Solo guardo silencio. Las pupilas rojas de sus ojos temblaban, pero ella no podía hablar o moverse. Sencillamente ya había llegado demasiado lejos. Sus cerrojos mentales, las cadenas que la aprisionaban estaban chirriando. Los hilos con que el Comandante Ikari controlaba a su marioneta estaban tensos hasta el punto de la ruptura, pero se negaban a romperse.
-Ayanami… ¿me quieres?… ¿me amas de verdad?... solo eso me importa saber…- le dijo el muchacho mirándola a los ojos.
-¡No!... Shinji será mejor que te vayas y olvides todo lo que has visto y oído… ¡yo estaré bien!… yo creo en tu padre y en todo lo que hace… Si te vas ahora no habrá represalias… solo diremos que todo fue una broma- dijo en forma neutra, en su forma robótica e impersonal de siempre. Los ojos rojos de la joven estaban vacios, sin vida. Shinji reconoció esa mirada perdida. Los ojos de Rei estaban así cuando por fin monto a caballo ese día y delante de Maya para pasar la prueba. Rei estaba bloqueando sus emociones y sentimientos. ¡Ella estaba mintiendo!
-No te creo Rei… ¡no eres tu quien habla en este momento!… es lo mismo que cuando me diste esa bofetada en las escaleras… ¡tenías mucho miedo y no querías hacer la prueba de reactivación de la unidad 00!... Rei, ¡yo también te quiero!... lo que haya pasado antes de ahora ¡lo dejaremos atrás juntos!…
-Shinji, ¡solo déjame aquí y vete!- Dijo ella rehuyendo su mirada.
Shinji monto en su caballo, Rei temía que en verdad le hiciera caso y se fuera. El muchacho le extendió la mano desde su silla de montar. Los ojos del muchacho le decían "¡Ven conmigo si me amas y me quieres de verdad!". Ella tardo un tiempo en reaccionar. Ella le dio la mano y de un jalón el tercer elegido la subió. La muchacha estaba ahora nuevamente entre sus brazos. Algo salía de sus ojos, pero a ella no le importo que era. Los jóvenes desaparecieron otra vez en los oscuros pasillos.
-Eres un clon de mi madre… ¿cierto?- Dijo Shinji después que llevaban un largo trecho andando. El pasillo era lóbrego y oscuro. Los cascos del caballo repicaban en el duro piso.
-Si, bueno… ¡no totalmente!- dijo ella. En realidad no estaba muy segura. Se sentía mucho mejor ahora que no había secretos y mentiras entre ellos. El futuro era ahora incierto.
-¡Voy a tener que pensar que eres como una prima lejana!…- dijo el muchacho tratando de bromear
- En realidad, ¡creo que soy como tu hermana en un 95%!... – Dijo ella seria. Shinji se encogió de hombros. Planta, animal o cosa… sencillamente quería a Rei tal como era. Le dio las riendas a la muchacha y la sujeto por la cintura. Hizo que Rei se sentara a horcajadas en la silla con él.
-Ya creo que es el momento de que aprendas a montar a caballo-Dijo el joven- ¡nada de trampas!... ¡Supera tu miedo de una buena vez!
Rei trago saliva y cerro los ojos con fuerza. Pero estaba en brazos de su chico. El miedo hereditario que tenía se fue disipando. Poco a poco fue abriendo los ojos.
Shinji y Rei cabalgaron por los solitarios y oscuros pasillos, estaban en una sección abandonada por que había sido dañada en uno de los ataques de los ángeles. Por una de las vías de emergencia de evacuación salieron al exterior. Las estrellas titilaban sobre sus cabezas y el manto de la noche los cubría. Shinji ya no sabia a donde ir. Los de NERV los estaban buscando.
-Ikari-kun, hay un sitio en donde nunca se les ocurrirá buscarnos… sería mejor pasar la noche allí mientras dejamos que todos se calmen…
Shinji y Rei andaban entre la gente por las calles de Tokio-03. Iban a pie tomados de la mano para no llamar la atención. El caballo corría en otra dirección y los jóvenes esperaban ganar tiempo mientras los de NERV le seguían la pista. Se detuvieron en una gran casa y entraron con una llave que Rei tenía.
***
Fuyutsuki y la doctora Akagi llegaron al Central Dogma y vieron la masacre de clones.
-Con esto queda totalmente descartado de que Rei este con Shinji en contra de su voluntad- Dijo Ritsuko.
- ¡Habrá que capturarlos! y a Rei…
-Me encargare de ella a su debido tiempo, lo primordial es capturar a ambos con vida y con discreción… la mayor Katsuragi los esta buscando en estos momentos… ¡no nos conviene que sea ella quien los encuentre!
Fuyutsuki asintió. Ya no era solo un caso de travesura de chiquillos. Akagi carraspeo.
-Tenemos que informar al comandante Ikari
-Aún no. Los del comité de ancianos de SEELE podrían sospechar algo. Esto es solo una chiquillada de los pilotos y estamos totalmente capacitados para manejarla… ¡no hay ninguna necesidad de molestar al comandante Ikari por problemas tan triviales!
***
Asuka estaba viendo la persecución y el gran escape de Shinji en los cuarteles generales. Misato le había preguntado que sabía y ella le había respondido que nada. ¡Todos estaban como locos! A nadie le quedaba claro si Shinji había secuestrado a Rei o los dos se habían fugado. Todos los testigos daban testimonios contradictorios. Asuka miraba el gran salto a la barricada una y otra vez. Acorralado y con sus perseguidores a pocos metros Shinji Ikari había realizado un salto casi imposible. La joven bebía una soda con un pitillo.
-¡Que extremista y exagerado eres, Baka!... solo te dije que hablaras con ella, ¡no que la secuestraras!- Dijo Asuka en voz alta sin que nadie le hiciera caso. Su parte favorita era cuando la banda de motorizados que los perseguían chocaba con la barricada. La cara de Rei, muerta de miedo, gritando "¡detente!" con los ojos cerrados ¡no tenía desperdicio! El rostro de Shinji estaba serio y sus ojos estaban en llamas. Asuka hizo un acercamiento. Sonrió con melancolía y sus ojos se suavizaron. Sin que nadie se percatara saco una copia del video.
***
Shinji y Rei estaban en la cocina de la casa preparando algo para comer. Rei solo comía vegetales y leche, Shinji se había preparado un bistec con arroz y papas, bebía una gaseosa. En la sencilla cena se hacía evidente lo diferente que eran. Los jóvenes fueron a bañarse, Shinji en una tina de agua caliente y Rei se duchaba. La casa tenía dos baños y los jóvenes estaban pensando en el otro mientras se aseaban. Shinji se cepillaba los dientes con un cepillo nuevo que encontró en su estuche en el baño y hacía gárgaras. Todavía tenía en la mente la imagen del tanque de clones. El sabor amargo de su vomito en la boca. ¡Por más que se cepillaba y hacía gárgaras no podía quitárselo!
Rei tenía en la mente al comandante Ikari. No estaba segura de lo que sentía hacia él. Sus gafas rotas todavía las conservaba, sencillamente no sabía si podía romper el vinculo que lo unía a él. Dejo los lentes en el lavabo y trato de no mirarlos. Ella se puso su ropa de interior de algodón y su camisa, Shinji se había puesto su ropa interior, su pantalón sin correa y la franela negra que siempre se ponía por debajo de su camisa blanca. Ambos jóvenes caminaban descalzos sobre la mullida alfombra persa. La joven se le quedo mirando. Shinji se le acercaba. Se miraron a los ojos un largo rato.
Rei sentía un nudo en el estomago. Las manos ásperas o con guantes del comandante, sobre su piel. La barba lastimándole las mejillas, recorriendo la epidermis de su cuerpo. Su lengua de saliva espesa dentro de su boca, ensalivando su coño, lamiéndola y saboreándola desde la cabeza hasta la punta de los pies. Más que hacerle el amor, el comandante Ikari parecía un hábil relojero comprobando los muelles y resortes de una delicada, sofisticada y compleja maquinaria. Sabía que, donde, cuando y como tocar su cuerpo. El núbil cuerpo de Rei reaccionaba en forma exacta, adecuada y correcta a cada estimulo en forma mecánica proporcionando al comandante placer y gozo en grado superlativo. La joven al final sentía la relajación en su cuerpo y una catarsis en su sistema nervioso. El comandante había pasado un momento agradable y estaba contento. Eso siempre la dejaba satisfecha. Ella después se vestía y se iba.
Ella bajo la vista, sus labios temblaban. Shinji se sentía un poco intimidado al saber que su propio padre había gozado el cuerpo de Rei cuando quiso, como quiso y todo lo que quiso. Estaba tenso por que era virgen en el más completo de los sentidos, un primerizo inexperto y torpe. Shinji sujeto a la muchacha con suavidad por un hombro y con la otra mano le levanto la barbilla. Su dedo pulgar acaricio los entreabiertos labios. Con el dorso de la mano le acaricio la mejilla. ¡La piel era tan suave! La mano de Rei subió hasta su pecho y le acaricio los pectorales. Ella sintió la tela de la franela negra en las yemas de sus dedos. El corazón del muchacho parecía que iba a saltar de su pecho.
Shinji la atrajo hacia si agarrándola por el fino talle. Sus manos le acariciaron las nalgas. El faldón de la camisa de Rei y sus bragas blancas de algodón no le permitieron sentir la carne. Los jóvenes anhelantes parecían respirar el aliento del otro. Los labios se atraían nuevamente y sus cuerpos se fusionaron en un solo beso. De entre los labios entreabiertos sus lenguas se tocaron. Las mejillas del muchacho eran suaves y su boca era dulce. Ella lo abrazo y las manos del muchacho le levantaron la camisa hasta el pecho. Una mano se deslizo por debajo de su braga y le apretó una nalga. La otra mano le acariciaba la desnuda espalda, la línea indentada de su espinazo, tropezando con su sujetador. Definitivamente ¡dejaron todo atrás y volvieron a nacer! Los jóvenes más que besarse parecían deseosos de devorarse mutuamente. Ladeaban y movían las cabezas buscando otros ángulos. Las barbillas estaban llenas de saliva. Cuando sus bocas se separaban brevemente para tomar aire un hilillo transparente de líquido espeso las unía todavía.
Shinji levanto a la muchacha de la alfombra cargándola en brazos. Rei sintió miedo y gusto a la vez, en su interior la maquinaria de relojería había estallado haciéndose añicos. Sus hilos y cadenas estaban rotos, sus cerrojos abiertos. Estaba muy nerviosa y excitada a más no poder. Sus pezones estaban paraditos y duros, ¡le dolían! Sentía un horno entre las piernas. El olor a sangre, a heno, a establo y a sudor de caballo de Shinji la estaba volviendo loca. Aunque el muchacho estaba recién bañado, esos olores eran fuertes en él. Todo era nuevo y desacostumbrado para ella.
Fueron a la habitación principal. La luz de la luna entraba por los amplios ventanales iluminando una cama matrimonial de suaves sabanas de seda. Shinji deposito a Rei al lado de la cama y ella le quito la franela. El muchacho alza los brazos para facilitarle todo a Rei. El torso del joven estaba bien definido, estilizado, sin ser musculoso, pero el joven sintió algo de vergüenza delante de Rei. Estaba muy nervioso y no atinaba en que hacer a continuación. Rei estaba en las mismas. Su dedito siguió la línea de los definidos pectorales y el de las costillas. Shinji solo tenía ojos para los ojos rojos rubí de Rei. Solo sintió la proximidad del cuerpo de la muchacha, su calor, la punta de los dedos de ella tocando la piel de sus incipientes bíceps.
Shinji trago saliva entendiendo que tenía que tomar la iniciativa. Lentamente le desabotono la camisa a Rei botón por botón, de arriba hacia abajo. La camisa se abrió y la ropa interior de Rei quedo a la vista. Su piel era marfileña, de nácar. El muchacho abrió más la camisa y dejo que se deslizara por los hombros redondos de Rei hasta caer al suelo. Shinji se bajo los pantalones y se quito los calzoncillos delante de Rei. Por un instante Rei se quedo de piedra, muda, sin habla, con los ojos desmesuradamente abiertos. Shinji se preguntaba que le pasaba. La joven por fin pudo hablar.
-¡La tienes más grandes que el comandante Ikari!- dijo la joven de golpe.
Rei no tenía mucha experiencia y creía que todos los hombres debían de tenerla del mismo tamaño. Subrepticiamente o en forma fugaz ya había visto al muchacho desnudo las veces que un Ángel lo mandaba al hospital o en alguna prueba en que era necesario que los tres pilotos estuvieran desnudos. Pero siempre con su miembro en reposo, o con algo de por medio y sin mucho interés. Shinji se ruborizo. Su mástil de carne se desinflo un poco. Rei se preguntaba si era su imaginación… o efectos secundarios del LCL.
Shinji se sentó en la cama con su miembro semi-erecto entre las piernas. Rei se termino de quitar sus ropas. Las mejillas le ardían. La joven sintió un hasta ahora desconocido sentimiento de pudor. Trataba de dominarse. Su cuerpo era de carne y sangre, como la de todo el mundo. Ella se dio cuenta de que no podía aislarse como lo hacía con el comandante y dejar que su cuerpo actuara por si solo. Lo que iban hacer los dos, no era solo sexo.
Shinji se daba cuenta de la turbación de la muchacha, de su desconcierto. Su miembro era un tierno capullo de carne y la joven se puso de rodillas. Solo lo toco con sus manitas delicadas. Shinji se echo hacia atrás y se apoyo en sus antebrazos. La joven dio un tenue beso en la punta del prepucio. Sus labios acariciaban en suaves roces y fugaces toques. Shinji sintió la puntiaguda punta de la lengua de Rei entre el glande y el prepucio, separándolos. Las manitos de ella estaban en sus bolas, acariciándolas, masajeándolas. Rei encontraba el sabor de Shinji como indefinido. Con las manipulaciones y juegos de Rei el pene de Shinji alcanzo su plena dureza. La joven entre lametadas enérgicas echo la vaina de piel hacia atrás. El glande expuesto fue saboreado en forma lasciva y mórbida por Rei.
Shinji le acariciaba la cabeza y le mesaba los cabellos a Rei. La joven abrió la boca a todo lo que pudo y poco a poco se fue tragando "eso". Shinji no tenía mucho vello púbico, pero a la joven le hizo cosquillas en la nariz. Su cabeza subía y bajaba. La saliva de la joven se escurría por el duro miembro. Shinji no lo soporto más y exploto en la boca de Rei. La joven no se esperaba semejante chorro de leche espesa. Trago lo más que pudo y después tosió por un rato con el semen saliendo de su boca y de la nariz. Shinji sintió un alivio momentáneo.
El semen del muchacho se escurría por la boca y nariz de Rei. Se deslizaba por sus pechos y por el vientre. Su sexo hinchado tenía forma de grano de café. Un líquido transparente e incoloro se escurría de entre sus muslos. Los senos de la joven estaban parados y picudos. Sus pezones estaban duros como garbanzos y a la joven le dolían. La piel de la joven estaba rosadita, el fino vello añil que la cubría estaba levantado. La piel erizada estaba como piel de gallina. La joven se sentía enardecidamente caliente.
-¡Ikari-Kun!... ¡Me duele!... ¡Me arde!- decía la muchacha entre jadeos, respirando entrecortadamente como una asmática.
Shinji la atrajo y la acostó en la cama a su lado. Rei literalmente ardía. Su cuerpo estaba enfebrecido. La joven solo sentía alivio sintiendo el cuerpo del joven contra el suyo. Las manos del muchacho la acariciaban y masajeaban como panadero amasando pan. La joven estaba ávida de sus caricias. Las suaves yemas de los dedos del muchacho recorrían su epidermis. Rei era una autopista que recorrer, un arpa que tocar. La joven acostada bocabajo sentía las manos del muchacho hormigueando su espalda.
El muchacho la giraba y la recorría de la cabeza a los pies. La acostó boca arriba y se puso a gatas sobre ella. La joven se mordió el labio inferior. Sus pechos subían y bajaban, se unían y separaban al ritmo de su agitada respiración. Ella se estremeció y gimió mientras él se movía lentamente hacia los senos llenos, los pezones ya duros y anhelantes. Su lengua recorría la garganta, el canalillo de los senos, los pechos y el vientre como gaviota hambrienta buscando comida en el mar. Los besos, lametazos, mordiscos y chupetones en el cuello y torso de Rei solo eran la gaviota hundiéndose en el mar para atrapar a su presa.
Los labios abierto del muchacho cubrían la curva del seno y subían en espiral hacía el duro pezón. El joven lo mordía o lo chupaba con fuerza, lo hundía con la lengua o recorría su aureola. Shinji repetía la operación con el otro seno. Apretaba ambos con sus manos o le pellizcaba los pezones. La joven sintió el aliento y respiración de su amante en su línea abdominal, descender a sus muslos abiertos. Los labios del muchacho estaban en sus suaves partes internas. Sus abultados y súper sensitivos labios vaginales se unían y separaban en cada lametazo. La joven se revolvía y retorcía convulsa, abierta, fuertemente asida por los muslos. El clítoris emergía duro, redondo y húmedo de su escondite de piel como una perla rosa.
Shinji le dio un respiro a Rei. Lamía y besaba las entrepiernas de sus muslos, el bajo vientre y el ombligo. El joven recorría las largas piernas. La joven ya estaba más calmada y más que lista. El muchacho la tomo por las rodillas y abrió su sexo como una ostra. Hundió su cara en su núcleo y chupo con fuerza. Rei arqueo la espalda y echo su cuello hacia atrás. Se mordió el dorso de la mano y clavo sus uñas en las sabanas. Shinji bebía y chupaba de sus jugos, jugueteaba en atrapar y soltar el sensitivo clítoris. Rei no pudo soportarlo por más tiempo. Por primera vez en su vida sintió una explosión liberadora en todo su ser. Su cuerpo entonces se relajo como siempre y su sistema nervioso tuvo una catarsis total ya conocida. Pero había algo más indefinido para ella. Rei se toco el pecho y sintió los latidos de su corazón. No sabía como llamarlo, pero estaba en su interior.
Los dos jóvenes se abrazaron con ternura por un rato. Sus cuerpos estaban perlados de sudor y pegostosos por sus fluidos corporales. Shinji le estaba besando en los labios, ella sintió su miembro duro y venoso entre sus muslos. La joven sintió temor y gusto a la vez. Shinji se puso a gatas de nuevo sobre ella. La joven se abrió a todo lo que pudo y con sus manitas separo sus tiernos labios vaginales. Shinji sostenía su peso con una mano y con la otra guiaba su miembro. Rei sentía su sexo en carne viva, hipersensible. Cobardemente se echaba hacia atrás o cubría su vagina con las manos cuando sentía la punta del glande en su entrada.
-¡Es muy grande y no me va entrar!- decía ella en un puchero
-Rei… lo tengo normal… ¡son imaginaciones tuyas!... ¡voy a tener cuidado!
Rei estaba con los ojos cerrados. Sintió la punta del glande en sus labios vaginales, a Shinji en su surco de carne tratando de encontrar su pequeño orificio de entrada. Shinji en verdad lo tenía más grande que el comandante, Rei intento abrirse más. La punta se abría paso en su carne. Shinji estaba ahora en su interior. Sin casi moverse, el muchacho estaba en suave vaivén sobre ella. La joven enlazo los tobillos y lo abrazo por los hombros. Sin poder contenerse soltó una risita. Sentía gozo, deleite, paz. El placer aumentaba y ella empezaba a jadear. Shinji casi no sacaba su miembro, solo la mecía suavemente. Sus bolas chocaban con su entrada en cada embestida y sus jugos se escurrían hasta su ano. Fue un polvo largo e intenso. Los dos jóvenes se quedaron dormidos casi sin darse cuenta de lo extenuados que estaban.
***
Gendou Ikari regresaba en la madrugada a Tokio-03. Llegaba directo a su casa sin avisar a nadie, casi a escondidas. Estaba satisfecho por los resultados obtenidos en su viaje de negocios y de sus maquinaciones clandestinas durante el mismo. ¡SEELE seguramente nunca sospecharía nada! Se encontraba muy cansado y fue directamente a acostarse en su cama sin reparar en nada. Sintió un cuerpo desnudo a su lado. Cuando sorprendido encendió la luz casi se desmayo al encontrar a su hijo desnudo en su cama.
-¡Hola, papa!… ¿Qué tal tu viaje?- Dijo Shinji con embarazo y pena. El muchacho ya sabía por Rei que la casa era del comandante Ikari. En realidad ambos habían acordado esperar su regreso y hablar con él. ¡Shinji no esperaba hacerlo tan pronto y en semejantes fachas!
-¡¿Pero que significa esto?!- Trono Gendou Ikari. Fue al rato que se dio cuenta de que Shinji no estaba solo. ¡Rei estaba a su lado desnuda también!
-Shinji y yo… somos novios… ¡No deseo tener relaciones sexuales con usted nunca más!... He destruido todas mis copias, ¡si muero no habrá ahora nadie que ocupe mi lugar!…- Dijo la joven Peli azul con aplomo y seguridad. En total y franca rebeldía.
-Padre… ¡lo sé todo!... ¡yo amo a Rei!... ¡Si deseas conservarnos como pilotos de evangelión, que no digamos nada de lo que sabemos, no intentes separarnos!- Dijo Shinji serio. Ambos jóvenes estaban tomados de la mano, irradiando felicidad y fuerza.
El cerebro de Gendou Ikari trataba de informar al comandante de que los dos jóvenes habían hecho el amor en su cama (tic en el ojo del comandante), que su hijo sabía toda la verdad sobre Rei (tic en el ojo del comandante), que Rei ya no estaba bajo su férreo control (tic en el ojo del comandante), que estaban profundamente enamorados (tic en el ojo del comandante) y que era imposible separarlos (tic en el ojo del comandante). ¡Pero no podía! Algo dentro del comandante había hecho cortocircuito.
Gendou Ikari sintió un zumbido en los oídos y que las piernas le flaqueaban. La sorpresa y el estupor eran demasiado grandes. Lo último que pensó mientras todo a su alrededor se disolvía era que tenía una pesadilla. Como árbol abatido por leñadores Gendou Ikari cayó desmayado en el piso.