Ehhh, sep, un nuevo fic de Naruto, ya esta terminado, y es un two-shot asi que postearé la 2da parte algo dentro de la proxima semana quizas... Si ven que sigo subiendo fics nuevos y no actualizo los pendientes es porque estoy buscando la inspiracion para salir del bloqueo con esos 2 fics. Asi que Honesty va a ser terminado eventualmente...

Ya, es tarde y tengo sueño asi que los dejo, espero disfruten este pequeño regalo de San Valentin, aunque esté algo adelantado.

A/N: Por cierto, antes que lo olvide, este fic le es FIEL AL MANGA SOLO HASTA CUANDO SASUKE RECLUTA A JUUGO, lo que sea este pasando despues de eso, aqui no cuenta, pues el fic empieza poco despues de ese suceso.

"Without Control"

(Sin Control)

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I
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Sasuke se detuvo sobre una rama, haciendo que el resto de su equipo se detuviera también. Observó sus alrededores detenidamente por unos momentos, frunciendo el ceño levemente; no había ningún indicio en aquel lugar del bosque que le dijera que alguien hubiera pasado por ahí.

"Karin," dijo secamente, con el mismo tono frío que empleaba siempre, sin siquiera molestarse en mirar a la joven.

La chica dio un brinco de sorpresa al creerse descubierta mientras lo miraba, pero no había sido así, suspiró aliviada, volviendo a la cínica actitud que adoptaba siempre que estaba en presencia de los otros dos. "¿Qué?" preguntó, fingiendo fastidio.

Sasuke volteó a verla, entrecerrando sus ojos, dedicándole una fría mirada.

Karin comprendió inmediatamente lo que él quería, después de todo, para eso la buscó; hizo un sello con sus manos y se concentró, quedándose así por unos pocos minutos. "No siento nada," dijo, deshaciendo el sello.

Sasuke hizo una mueca de fastidio, volteando hacia el frente. ¿Cómo era posible que perdieran el rastro de Itachi nuevamente, si hace apenas unos minutos atrás iban casi pisando sus talones?

"Sigamos," dijo.

Suigetsu soltó un quejido. "¿Para qué, Sasuke? Karin ya le perdió el rastro, de nuevo, sería inútil seguir adelante por hoy, además, pronto anochecerá," dijo, acomodando su espada mejor.

Karin se volteó a verlo molesta. "¡Suigetsu, deja de ser tan holgazán y empieza a moverte, no podemos detenernos ahora!"

El aludido sonrió de forma desafiante. "¿Por qué? Tengo razón en lo que digo. Además, si fueras más eficiente, no estaríamos en esta situación; a veces pienso que en lugar de ayudar a Sasuke, quieres perjudicarlo."

"¡¡Eso no es cierto!! ¡Y tu solo quieres detenerte a descansar porque esa tonta espada, que no sirve para nada además de dar problemas, te pesa demasiado!"

"Bueno y qué si así fuera. Además, no es como si te molestara mucho que paremos ahora a hacer el campamento, solo quieres que Juugo y yo vayamos a buscar leña y comida para poder lanzártele encima a Sasuke y tratar de seducirlo… ¿o me equivoco?"

Karin enrojeció de rabia y humillación, mientras veía como Suigetsu sonreía con burla; y cuando iba a saltar para golpearlo (como siempre lo hacía cada vez que él decía ese tipo de comentarios), la fría voz del Uchiha la detuvo.

"Suficiente," dijo Sasuke, mirándolos con fastidio. "Nos detendremos al anochecer. Andando," y con eso empezó a saltar por las ramas de los arboles.

Juugo, quien había estado callado observando la situación, siguió al moreno sin protestar. Segundos después les siguió Suigetsu, lanzando un suspiró de cansancio; y finalmente Karin, quien aun estaba molesta por el insulto.

Tal y como Sasuke dijo, no se detuvieron hasta que anocheció. El equipo Hebi se detuvo, saltando al piso, esperando a que su líder decidiera que hacer. Sasuke escaneó el lugar unos segundos y luego volteó a ver a su equipo.

"Suigetsu… ¿hay alguna fuente de agua por aquí cerca?"

El muchacho olfateó el aire y asintió. "Hay un rio cerca de aquí, a unos pocos minutos."

Sasuke asintió levemente. "Guíanos."

Suigetsu asintió e iba a empezar a caminar, cuando un grito de sorpresa, proveniente de la única mujer en el grupo, lo hizo detenerse; volteó a mirar a la chica. "¿Ahora qué pasa?" preguntó.

Karin no le prestó atención, demasiado sorprendida por lo que había sentido, formó un sello y se concentró en lo que sentía y que cada vez se acercaba más y más a ellos.

"¿Karin?" cuestionó Sasuke.

"Siento algo," dijo.

Sasuke concentró toda su atención en ella al oír eso. "¿Es Itachi?"

"No lo sé… Son cuatro personas, ya he sentido sus chakras antes, pero… no sabría decírtelo con seguridad."

El Uchiha frunció el seño ligeramente. Cuatro. Los miembros Akatsuki no acostumbraban a viajar en grupos, solo en parejas, así que no podía ser su hermano. Pero si Karin ya los había sentido antes…

"¿A qué distancia están de nosotros?"

Karin soltó el sello. "No muy lejos, pero aún tenemos tiempo para alejarnos de aquí, no vienen muy rápido."

Sasuke se extraño por eso. ¿Qué no venían muy rápido? Si era así, entonces no eran quienes él creía, pero… "Ocúltense," ordenó, saltando detrás de unos arbustos frondosos.

El resto se limitó a obedecer; ocultaron su presencia y esperaron. Minutos después, el grupo logró ver unas sombras acercarse con rapidez, pero no con la rapidez que un ninja posee. Cuando estuvieron lo suficientemente cerca, Sasuke logró reconocerlos.

El equipo siete.

Sasuke observó como su antiguo equipo pasaba por sobre las ramas de los arboles que estaban junto a él, con la excepción de uno de ellos, que se detuvo bruscamente sobre una de las ramas del árbol frente a su escondite, sujetando su abdomen con firmeza, una expresión de dolor fija en su rostro.

Era ella. Sakura.

Por un momento, quiso dejarse llevar por sus impulsos e ir hacia ella, abrazarla y curarle esas heridas para que dejara de sufrir como podía ver que sufría; cuando la vio sangrar, tuvo un (casi) incontenible deseo de encontrar al bastardo que la lastimó y matarlo (al igual que aquella vez). Pero a pesar de todo lo que deseaba, no podía hacerlo: porque los otros tres miembros del equipo siete aun estaban ahí y porque honestamente no entendía de donde provenía eso que estaba sintiendo.

Escuchó a su amigo gritar de repente y concentró su atención en lo que sucedía en lo alto de los arboles.

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Naruto, Sai y Kakashi se detuvieron inmediatamente al percibir que Sakura ya no les seguía el paso. Los tres hombres se voltearon, solo para encontrar a la chica, a unos cuantos metros más atrás, apoyada con algo de dificultad en el tronco del árbol sobre el que estaba. Se devolvieron hasta quedar cerca de ella. Naruto saltó sobre la rama en la que Sakura estaba.

"¿Sakura, estas bien?" preguntó Kakashi preocupado.

Sakura respiró profundamente.

Los hombres esperaron a su respuesta, pues no podían ver el rostro de la chica. Ellos aun estaban reprendiéndose por haber sido tan descuidados al no notar que la espada que golpeó a Sakura había estado envenenada, pero jamás se imaginaron que esos ninjas serían tan fuertes ni que una misión de rango B se tornaría tan peligrosa; y, para colmo, se estaban tardando demasiado en llegar a Konohagakure, debido a que no podía apresurar mucho el paso (por Sakura) y a que al estar todos mal heridos, Sakura se había rehusado rotundamente a dejar que la cargaran hasta la villa.

"¿Kawaiikunai?" inquirió Sai, después de unos momentos de silencio.

"Estoy bien, no se preocupen," dijo la chica, alzando su rostro para sonreírle a su equipo.

"¿Estás segura?"

"Si… ¡Ungh!" Sakura se arrodilló, tratando de soportar el dolor; el veneno se estaba expandiendo, lo sabía.

"¡Sakura-chan, estas sangrando!" exclamó Naruto, arrodillándose junto a ella. "¡Kakashi-sensei debemos apresurarnos!"

"Pero Sakura no puede correr en esas condiciones," protestó Sai.

"Sai tiene razón, Naruto… El problema es que tampoco podemos acampar esta noche, porque no sabemos qué tan rápido puede avanzar el veneno."

Sakura se puso de pie, con la ayuda de Naruto. "En serio, estoy bien; el antídoto que me puse neutralizará el veneno por un par de horas y…"

"¡Pero ya hemos estado corriendo ese par de horas!" dijo Naruto, interrumpiendo a la chica, y sin esperar una respuesta, tomó un brazo de Sakura, pasándolo por sobre sus hombros, para luego dar un ligero jalón y dejarla sobre su espalda.

"Naruto, tus heridas…"

"Mis heridas no son tan graves como las tuyas, Sakura-chan. Además, la frontera no está muy lejos y la villa no está a más de dos horas de aquí, si nos apresuramos."

"Jamás creí decir esto, pero Naruto tiene razón," dijo Sai.

Kakashi suspiró, llamando la atención de sus subordinados. "Muy bien, démonos prisa, Sakura debe tratarse esa herida lo antes posible."

"¡Hai!" dijeron los jóvenes.

El grupo comenzó a saltar por las ramas a una velocidad mucho mayor que hace momentos atrás. Sakura volteó su cabeza para mirar el lugar en donde se habían detenido, sintiendo de repente una extraña inquietud.

Que extraño… Podría jurar que… alguien me observaba…

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Sasuke y su equipo salieron de su escondite en el momento en que el equipo siete se perdió de vista. El Uchiha seguía con su mirada fija en el último lugar que los vio. Así que estaban cerca de la aldea… Miró brevemente a sus alrededores y solo ahí reconoció el bosque en el que se encontraban. Claro, si ese había sido el mismo camino que él había tomado luego de su batalla con Naruto el día que dejó la aldea… ¿cómo no se percató de eso antes?

"Esos tipos se me hacen familiares…" comentó Suigetsu, rascándose el mentón de manera pensativa.

"Serás imbécil, ellos son los ninjas de Konoha que buscan a Sasuke," dijo Karin de mala manera.

"¡Ah, es cierto! Pero no recuerdo haber visto antes al tipo que tenía la cara cubierta… o al de cabello negro… o a la chica, quien por cierto estaba bien—"

"Suigetsu," interrumpió secamente Sasuke, dándole una mirada fría y aterradora. "El rio."

Suigetsu tragó duro; de todas las miradas frías que el moreno les había dado, esa había sido la más espeluznante. "Sí, claro, síganme."

Los otros dos miraron a su líder con algo de confusión. Era cierto que Sasuke siempre parecía estar enfadado, pero nunca antes lo había expresado tan abiertamente y no necesitaban ser genios que eso se debía al comentario que Suigetsu no alcanzó a terminar.

Al llegar a un claro que había junto al rio, Sasuke dejó que sus tres acompañantes se encargaran de preparar el campamento, mientras él iba a caminar, siguiendo el cauce del rio. Necesitaba pensar. Algo no estaba bien con él, de eso estaba seguro; y todo por culpa de ese encuentro (por decirlo de alguna manera) con su antiguo equipo.

¿Qué le estaba pasando?

¿Qué había sido eso que sintió al ver a Sakura herida?

¿Y por qué diablos se había molestado tanto por lo que Suigetsu no alcanzó a decir?

Sasuke se detuvo a mirar su reflejo en el rio, distorsionado por el movimiento del agua.

Sakura.

¿Era eso?

¿Acaso su cuerpo estaba empezando a desear a personas del sexo opuesto?

Claro, él entendía que era un chico adolecente de dieciséis años en pleno crecimiento, con una curiosidad propia de su edad, que se había pasado casi tres años entrenando sin tener contacto con una mujer, que era controlado por sus alocadas hormonas (hormonas que se habían mantenido pasivas, bajo control, hasta hace minutos atrás) y que ahora solo estaba sintiendo lo que se venía reprimiendo desde hace ya un tiempo, pero ¿por qué?... ¿por qué ahora que vio a Sakura y no hace unos meses cuando le pidió a Karin que le ayudara a cumplir su objetivo?

Tan solo pensar en la posibilidad que pasara algo entre él y Karin le provocó unas horribles nauseas. Muy bien, entendía porque con Sakura sentía eso y no con Karin.

Sakura.

¿¡Pero por qué solamente con Sakura sentía eso!?

¡¿Por qué tenía que ser ella quien le provocara esas sensaciones!?

Había visto muchas chicas físicamente atractiva durante esos últimos meses, chicas que no dudaron en insinuársele en cuanto lo vieron, incluso mujeres adultas; pero nada había pasado en esos instantes, entonces ¿qué hacía a Sakura diferente de ellas? Tenía que encontrar una solución a eso, una respuesta a sus preguntas; porque su estúpido deseo no lo dejaría en paz, lo sabía.

Y eso era tan molesto.

Sasuke alzó su vista al cielo, sonriendo altaneramente; estaba decidido. Obtendría las respuestas a sus preguntas…

No más de dos horas, ¿eh?

…Esa misma noche.

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Tsunade estaba revisando papeles importantes en su despacho, pero eso no quería decir que no fueran asuntos aburridos, pues estaba a un paso de dormirse encima de los papeles, de nuevo. En eso, la puerta a su despacho se abrió de golpe.

"¡Tsunade-sama!" entró gritando Shizune, asustando a su superior.

Tsunade dio un pequeño brinco de susto e iba a regañar a su asistente por interrumpir su trabajo así, pero se detuvo al ver la expresión de la mujer. "¿Qué ocurre?"

"¡Es Sakura!"

Tsunade se preocupó de inmediato. Shizune le contó lo que había pasado desde que el equipo siete llegó al hospital con la chica, dándole la mayor cantidad de detalles que pudo acerca de la condición de su alumna; y cuando terminó, la Hokage salió corriendo hacia el hospital, seguida muy de cerca de Shizune.

"¡¿Pero cómo pudo ser tan descuidada?!" gritó Tsunade sin dejar de correr.

"Kakashi me dijo que cuando Sakura recibió la herida, ellos ya llevaban un buen tiempo luchando y que no lograron percatarse del veneno hasta después de terminar la lucha," respondió Shizune.

Tsunade solo pudo maldecir, mientras Shizune seguía relatando lo que sabía.

"También me dijo que como Sakura no tenía demasiado chakra para sacar el veneno, se preparó un antídoto para neutralizarlo por unas horas, pero empezó a dejar de hacer efecto cuando estaban cruzando la frontera."

"Debió ser un nuevo tipo de veneno para que no haya podido eliminarlo en ese momento."

Al entrar al hospital, Tsunade no se detuvo hasta llegar a la habitación en la que estaba Sakura. Ahí estaba todo el equipo siete; los tres hombres miraban preocupados a su compañera. Naruto fue el primero en notar su presencia.

"¡Tsunade-baachan… Sakura-chan, Sakura-chan…!"

"Fuera, ahora," dijo la Hokage, interrumpiendo al rubio.

Naruto iba a protestar, pero Kakashi se lo impidió e hizo que saliera, Sai siguiéndolos de cerca.

"Shizune, asegúrate que curen sus heridas; yo me encargaré de todo aquí."

"Hai, Tsunade-sama."

Tsunade se acercó a la cama en donde estaba la chica. Sakura se retorcía levemente del dolor, emitiendo suaves quejidos, mientras sujetaba su abdomen con fuerza. No había otras heridas además de la que tenía en su abdomen. Comenzó la revisión; luego de unos minutos concluyó que el veneno no se había propagado lo suficiente por su cuerpo como para causarle algún daño severo, pero si le provocaba mucho dolor. Eso fue un gran alivio. Puso sus manos sobre el abdomen de Sakura, emitiendo chakra y empezó a curar la herida.

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Tsunade salió de la habitación cerca de una hora después, solo para encontrarse a los otros miembros del equipo siete y a Shizune aun ahí. Se sorprendió al ver a Naruto sentado, sin hacer ningún alboroto; no creía haberlo visto así de calmado nunca. El grupo se puso de pie en cuanto la vieron, esperando alguna noticia. Tsunade solo les sonrió, aliviando sus preocupaciones.

"No se preocupen. Sakura está totalmente fuera de peligro…" dijo la rubia. "Pero no puede recibir visitas ahora," agregó rápidamente al ver la cara de Naruto. "Sakura necesita descansar y ahora está durmiendo; decidí dejar que se quedé aquí esta noche y según como este mañana, veré si le doy de alta, aunque lo más probable es que así sea."

Naruto asintió, molesto por no poder ver a su amiga. Los otros dos miembros del equipo no dijeron nada, pero se podía apreciar que estaba ya más tranquilos.

Tsunade dirigió su vista a su asistente. "Shizune, ve a casa de Sakura y explícale a su madre lo que pasó; tráele también una muda de ropa, es seguro que querrá bañarse y cambiarse cuando despierte dentro de unas horas."

Shizune asintió y se fue a cumplir sus órdenes. Tsunade volteó hacia los hombres, notando que, con la excepción de Naruto, Kakashi y Sai se veían muy malheridos, tenían demasiadas vendas.

El poder del Kyuubi es sorprendente…

"Ustedes vayan a casa y descansen; me entregaran su reporte de la misión mañana," dijo, para luego dar media vuelta e ir a la sala de enfermeros, aun tenía algunas órdenes que dar.

Los hombres del equipo siete, incluso Naruto, hicieron lo que se les dijo, demasiado cansados como para insistir en ver a la chica. Sin embargo, Naruto tardó más en obedecer, demasiado preocupado por Sakura.

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Después que el equipo Hebi comiera el pescado que Suigetsu había atrapado, comenzó a prepararse para dormir. Juugo fue el primero en ir a su tienda. Suigetsu y Karin iban a hacer lo mismo, cuando vieron a Sasuke alejarse del pequeño campamento.

"¿Adónde vas?" cuestionó Suigetsu.

"Iré a las aldeas cercanas para ver si consigo algo que nos sea de utilidad," dijo, sin dar más explicaciones, "Solo," agregó al ver la expresión en el rostro de la chica.

A Karin le llegó aquel rechazo (nuevamente) como un balde de agua fría, pero eso no quería decir que se rendiría tan fácilmente.

"Y no quiero que me sigan," volvió a agregar el Uchiha, dirigiendo su fría mirada exclusivamente a Karin, una mirada que prometía mucho dolor si era desobedecido. "Si no regreso al amanecer, sigan adelante, yo los alcanzaré luego," dijo, dando media vuelta y resumiendo su camino, no mucho después desapareció de vista.

"Como quieras," dijo Suigetsu, entrando en su tienda, solo para asomar la cabeza por la entrada. "Vete a dormir, Karin, ya no podrías alcanzarlo aunque quisieras; y no pienses en rastrear su chakra, no actúes como un perro faldero, solo conseguirás hacerlo enfadar."

Karin lo miró con desprecio y se dirigió a su tienda, encerrándose en ella e ignorando al chico completamente. Claro que sabía lo que pasaría si llegara a seguirlo, cuando Sasuke quería estar solo, era mejor dejarlo solo, de lo contrario…

Suigetsu maldijo interiormente ante la reacción que recibió. "Que malagradecida, uno le da un consejo y mira como te paga… No volveré a ser amable con ella."

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Sasuke iba saltando de rama en rama a toda velocidad, no queriendo perder más tiempo del debido; si se apresuraba más llegaría a la aldea antes de media noche, lo que significaba que tendría sus respuestas pronto. ¿Qué cara pondría esa persona cuando lo viera después de pasado casi un año?

Obtendré las respuestas a mis preguntas… de una forma u otra…

Sonrió de forma arrogante. Sabía perfectamente a quien le exigiría respuestas y estaba completamente seguro que esa persona no se las negaría.

No puedo esperar para ver la cara que pondrás cuando me veas…

Se detuvo sobre una rama, convenientemente oculta entre las sombras que proporcionaba el mismo árbol, y observó como los guardias rondaban por lo alto de las murallas de su villa natal. Sonrió; entrar sería pan comido.

Con la habilidad que siempre le caracterizó (y gracias al arduo entrenamiento al que se sometió esos últimos cuatro años), logró evadir a los guardias e infiltrarse en la aldea, yendo directo al hospital. Estaba seguro que ahí encontraría algo acerca de la ubicación de aquella persona. Y tal fue su suerte, que al saltar a la copa de uno de los muchos árboles que había en los jardines del hospital, encontró justo lo que buscaba, en la habitación que estaba frente a él en el tercer piso.

…Sakura.

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Sakura despertó horas después de haber sido llevada al hospital. Aun cansada y algo adolorida, se sentó sobre la cama, sintiendo un fuerte dolor en su abdomen. La herida de su abdomen estaba progresando bien, pero aun no cerraba por completo. Se percató que había ropa para cambiarse en una silla junto a su cama y sonrió; al menos podría bañarse antes de volver a dormir. Se levantó con cuidado y comenzó a desvestirse hasta quedar en ropa interior.

"Casi media noche…" susurró para sí y se encaminó al baño, llevando la ropa limpia.

Después de desvestirse por completo, sacarse los vendajes, se metió a la ducha. Sintió la agradable sensación del agua caliente golpear su adolorido cuerpo, relajando sus músculos. Su mente comenzó a divagar, dándose vueltas en el tópico que últimamente la asechaba sin cansancio y que trataba de evitar a toda costa: Sasuke.

Había pasado casi un año desde su reencuentro en el escondite de Orochimaru y lo único que sabían del Uchiha era que había reclutado a otros ninjas renegados para encontrar a su hermano, y eso solo gracias a los informantes de Jiraiya. Agitó su cabeza fuertemente para alejar esos pensamientos de su cabeza.

Terminó de bañarse rápidamente y cortó el agua, salió de la ducha y cogió su ropa interior; maldijo internamente al darse cuenta que su madre había olvidado enviarle un sostén. No es como si se fuera a notar mucho, pero… se sentía más cómoda usando uno. Sin más preámbulos, comenzó a vestirse.

Al salir del baño, Sakura se percató de algo extraño, no solo ya no se sentía cansada, sino que el ambiente en la habitación se sentía diferente. Una suave brisa cruzó el cuarto, obligando a Sakura voltearse bruscamente y para cuando la chica comprendió lo que pasaba, ya era demasiado tarde, el intruso ya estaba a sus espaldas.

"Demasiado descuidada… Sakura…"

Sakura omitió un grito de sorpresa. Esa voz…, pensó, volteándose rápidamente, solo para encontrarse un par de ojos rojos, con tres comas girando sin control, que la miraban fijamente y, casi enseguida, el mundo a su alrededor empezó a volverse negro.

"Sasuke-kun…"

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Sasuke observó a la chica en sus brazos y sonrió con suficiencia.

Oh, había sido tan fácil.

Levantó a la joven, acomodándola en sus brazos con cuidado, a pesar de saber que aun no despertaría de su breve sueño. Sin más demora, saltó al marco de la ventana y luego a la copa del árbol frente a esta. Tras asegurarse que no hubiera nadie que pudiera verlo, saltó al tejado más cercano y, con una velocidad digna de un ninja de elite, corrió a su destino.

Tras unos minutos, llegó al lugar, saltando la muralla que rodeaba la gran casa y cayendo silenciosamente en el jardín interior. Caminó con tranquilidad a una de las puertas corredizas, abriéndola con su pie y entró en lo que parecía ser una sala de estar, solo que esta estaba vacía, excepto por un viejo sofá. Recostó a Sakura sobre este y retrocedió, dedicándose unos segundos para contemplarla.

Sakura había crecido perfectamente en su opinión (no que lo llegara a admitir algún día), su cuerpo se había convertido en el de una hermosa joven, perfectamente bien proporcionada, todo tenía el tamaño adecuado. Su rostro seguía prácticamente igual, pero sus facciones eran más maduras. Su cabello seguía corto y él pensó que así se veía mejor.

Cuando Sasuke se dio cuenta de lo que hacía, ya era demasiado tarde para bloquear la imagen de Sakura de su mente, su Sharingan se había encargado de dejarla grabada permanentemente. Se dio media vuelta y salió del salón, iría a caminar un poco para despejar su mente, ya suficientes problemas tenía con el sentimiento que afloró en él esa tarde, como para seguir alimentándolo y hacerlo más fuerte.

No seas idiota.

Se reprendió mentalmente. Recordándose que lo que sentía era solo atracción física, puro deseo carnal, solo era la consecuencia de reprimir su atracción por el sexo opuesto por tanto tiempo y Sakura solo era la persona que saciaría todo eso, no había nada más; ella podría haber sido cualquiera… cualquiera menos Karin.

Y sin más, salió al jardín.

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Sakura abrió los ojos lentamente, sintiendo un ligero dolor de cabeza; se encontró mirando la pared de una habitación que no reconoció en ese momento, recostada sobre lo que supuso era un sofá. Se incorporó con cuidado, procurando no hacer ningún movimiento brusco para no empeorar su herida, y observó sus alrededores, tardando unos cuantos minutos en reconocer el lugar en el cual estaba. Su respiración se agitó.

¿Cómo… llegué aquí?

Observó alarmada aquel cuarto ya muy conocido por ella; aquel que, al igual que el resto de las habitaciones del lugar, había memorizado por completo.

"Kami-sama…" susurró.

Estaba en la mansión Uchiha.

"Hn, ya despertaste… Sakura."

Sakura saltó fuera del sofá, hacia un extremo de la habitación, el lado contrario del lugar donde provenía la voz. Sintió una pequeña punzada en su estomago, recordándole la herida que había obtenido esa tarde, la misma que aun no cerraba por completo, e hizo una mueca de dolor.

"Deberías ser más cuidadosa, Sakura, puedo ver que tus heridas aun no sanan del todo."

De entre las sombras de un rincón de la habitación en la que estaba, salió el muchacho, Sakura vio como su (¿secuestrador, atacante?) interlocutor salía a la luz y, a pesar de saber quién era, no pudo evitar emitir un pequeño grito de sorpresa al verlo.

Kami, está…

-¿Más atractivo, deseable, comestible, que nunca?

Sakura asintió mentalmente en respuesta al comentario de su inner; si, definitivamente así estaba, y más…

Ahí delante de ella, estaba Uchiha Sasuke en todo su esplendor, con esa sonrisa de superioridad, su mirada fría y esa postura altanera para completar de confirmar lo que pensaba de él; con una actitud tan… suya, tan… Sasuke… que dolía. En esos momentos no le importó mucho el motivo por el que estaba ahí (lo importante era que realmente estaba ahí, no era un sueño), ni mucho menos por qué la había, prácticamente, secuestrado para llevarla a lo que alguna vez fue su hogar.

"Sasuke-kun…"

"Hn," su sonrisa altanera se amplió un poco, casi como para burlarse de la chica frente a él. "Hace ya un tiempo que no nos veíamos, Sakura, casi un año, y has crecido muy bien desde entonces."

Sakura pestañeó un par de veces, sintiéndose confundida ante ese comentario. Una extraña sensación se apoderó de ella al notar un repentino cambio en la mirada del Uchiha (¿era eso… deseo?), al igual que en el aura que lo rodeaba.

Entonces, sintió temor, pero no un temor a morir o a ser lastimada, era temor a algo más… algo desconocido, que no sabría identificar. Y, actuando en respuesta a ese temor, se apegó a la muralla, llevando su mano hacia atrás, pero se vio obligada a maldecir al darse cuenta que no tenía ninguna de sus armas.

Claro, él no se iba a molestar en traer mis armas para darme una oportunidad de escapar.

-¿Para escapar de qué?

La chica entrecerró sus ojos, adoptando una posición de defensa, lista para bloquear cualquier avance del Uchiha o, en su defecto, intentar escapar.

-No que puedas llegar, siquiera, a salir de la casa; ahora eres más fuerte, cierto, pero él aun es mejor y más rápido.

Sin mencionar que posee el Sharingan…

¿Pero realmente creía que Sasuke la iba a lastimar?

Se veía muy decidido a acabar conmigo en el escondite de Orochimaru… nadie me asegura que no vino a eso… pero…

¿Por qué, entonces, no podía verlo como un enemigo y levantar completamente su guardia? Podía, simplemente, abrir un cráter con su puño y huir aprovechando la sorpresa que de seguro sentirá al ver su fuerza monstruosa…

Pero no lo hacía… porque aun confiaba ciegamente en él.

"Relaja tu postura, Sakura, no te traje aquí para luchar; no que puedas hacerlo en tu condición actual."

Sakura lo escuchó atentamente, suprimiendo el estremecimiento que atentó con recorrer su cuerpo, maldiciéndose ante su reacción al oír su voz; claro que no la llevó a ese lugar a luchar, cuando Sasuke quería luchar, el lugar era lo último de lo que se preocupaba. Además, él tenía razón, en su condición, con suerte podría llegar a salir de la casa, antes de ser atrapada.

"¿Entonces para qué me trajiste aquí, Uchiha?" preguntó, pensando ahora que lo único que podía hacer era distraerlo lo suficiente para que pudiera pensar en una forma de salir de ahí.

-¿Pero es eso lo que realmente quieres?

Sakura entrecerró un poco mas sus ojos, limitándose a ignorar el comentario de su inner.

Estaba perdiendo el control, lo sabía, pero Sasuke no podía permitirse eso, no hasta obtener sus respuestas primero.

¿Y desde cuando le llamaba Uchiha? ¿Qué había pasado con Sasuke-kun?

Su rostro se ensombreció levemente y comenzó a acercarse a Sakura con lentos y asechadores pasos.

"Quiero respuestas, Sakura," dijo. "Y las quiero ahora, ya."

"¿Y cómo esperas que sepa esas respuestas, si ni siquiera me has hecho alguna pregunta?" le rebatió ella.

"¿Por qué?" dijo de repente. "Dime por qué siento esto…"

Y antes de que Sakura pudiera reaccionar, Sasuke ya estaba frente a ella, acorralándola lentamente en una esquina de la habitación.

"¿Qué es esto?" murmuró Sakura, evitando mirar al Uchiha.

"Esta necesidad de satisfacer… un deseo incontrolable…" Sasuke apretó los dientes. "¿Por qué ahora…?"

Sakura se sonrojó levemente al comprender finalmente lo que pasaba, no le fue difícil deducir el significado de lo que Sasuke decía, después de todo no era la primera vez que veía esa expresión en la cara de un hombre. Es por eso que le sorprendía tanto verla en el Uchiha.

"Eso es porque tus hormonas están finalmente reaccionando a las necesidades que un adolecente como tu posee, aun así, me sorprende que tu cuerpo sienta sus efectos ahora y no hace dos años como sería lo normal…"

A Sasuke no le gustó esa respuesta, era demasiado práctica y profesional.

Gruñó peligrosamente, acercándose más a ella, hasta que prácticamente no había espacio entre ambos. "No me gustó nada tu respuesta, Sakura."

"Bueno… no se qué respuesta esperabas entonces," murmuró ella, ladeando su cabeza para evitar mirarlo.

Él se acercó aun mas, aplastando su pequeño cuerpo entre él y la pared. "¿Por qué solo me pasa ahora… después de verte?" gruñó amenazadoramente. "¿Por qué contigo?"

Sakura sintió su cuerpo estremecerse cuando una mano intrusa se coló por la blusa de su pijama, acariciando —con una suavidad que jamás creyó recibir por parte del Uchiha— su piel. El joven inclinó su cabeza hacia ella, y por un momento Sakura creyó que la iba a besar, no sabiendo cómo reaccionar ante ese pensamiento (bueno, la verdad si sabía cómo reaccionaría, pero no estaba completamente orgullosa de eso), solo atinó a permanecer quieta y observar la forma en que sus labios formaban una perfecta 'o' mientras respiraba pesadamente. Sasuke se detuvo brevemente, sus labios quedando a solo unos centímetros de distancia, y luego desvió su camino, siguiendo hacia su cuello, y allí rozó sus labios suavemente contra su piel.

"¿Por qué solo contigo?" murmuró Sasuke sobre su cuello, sus labios acariciándolo con una ternura que jamás pensó atribuir a él.

Su cuerpo volvió a estremecerse ante sus acciones, y Sakura sabía que en esos momentos, Sasuke podía pedirle que se arrojara de un barranco y ella encantada lo haría. Las manos del chico vagaron un poco más arriba hasta encontrarse con las vendas que cubrían su abdomen, sorprendiéndola en demasía cuando estas acariciaron lentamente el lugar donde se encontraba su herida, para luego seguir su camino hacia su espalda, donde, plantándose con firmeza debajo de sus hombros, la empujaron hasta quedar con su torso completamente pegado al del Uchiha.

Contrólate, Sakura, él solo habla de deseo, que lo sienta solo después de verte no significa nada… ¡oh, Kami!

Sasuke pasó su lengua por su cuello, hasta llegar a su oreja, en donde daba pequeños mordiscos a su lóbulo. Ella no pudo evitar los suaves gemidos que empezaron a escapar de su boca.

"¿Por qué, Sakura?" volvió a preguntar.

Kami, Kami… Eso se siente tan bien… Sasuke-kun, no te detengas, por favor…

"No—no lo sé…"

Sasuke apretó su mandíbula fuertemente. Debía controlar la situación, o a ese paso no obtendría las respuestas que quería pero… ¿importaba eso ya? No, la verdad es que no, pues él sabía muy bien porque solo le sucedía esto con ella, solo no quería admitirlo. (Porque la quería, en el fondo, si la quería, y ni siquiera esos tres años de distancia pudieron hacer algo para eliminar el cariño que le tenía, a ella y al equipo siete). Kami, tenía que parar con esto, de lo contrario perdería el control de seguro, pero no como hacerlo cuando Sakura estaba emitiendo esos suaves gemidos que lo volvían loco.

Y solo eran sus sonidos, la chica ni siquiera estaba tocándolo.

Casi por voluntad propia, sus manos descendieron por la espalda de Sakura hasta llegar a su trasero, sujetándolo con fuerza y presionando sus caderas una contra la otra con firmeza. El estremecimiento que sacudió sus cuerpos fue indiscutible. El gemido que escapó de Sakura resonó hasta lo más profundo de si, y lo único que le impidió empujarla contra el suelo y tomarla ahí mismo fue su lado sobreprotector que le mantenía presente su herida.

"Te deseo tanto… Sakura…"

Eso pareció sacarla de su trance, porque lo siguiente que sintió Sasuke, fue un fuerte golpe en su estomago que lo envió volando a través de la habitación donde impactó fuertemente contra la pared. Su Sharingan presente, alzó la vista hasta encontrar los ojos furiosos de Sakura, que brillaban con lágrimas no derramadas. No pudo evitar mostrar la sorpresa que sintió ante el poder destructivo que poseía su ex compañera de equipo, ni tampoco la admiración que empezó a florecer dentro de él.

Si que ha progresado bastante…

"Jamás… obtendrás solo sexo de mi, Uchiha. Jamás."

Y con eso, ella salió corriendo hacia el corredor, dejándolo adolorido y muy confundido por su arrebato. Luego sonrió. No importaba cuanto corriera hacia la salida, Sakura jamás saldría de esta casa, a menos que él lo quisiera.

Estaba atrapada.

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Continuará…
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