Todo lo que no reconozcan salió de mi imaginación.

Me prefiere.

Guantes, bufandas, chamarras y gorros calientitos para resguardarse del frío era lo que más de veía desde el gran tumulto que estaba fuera del colegio Hogwarts de magia y hechicería, pues los estudiantes estaban esperando ansiosos llegar ya al pueblo de Hogsmeade para la última salida antes de las vacaciones. Bueno, todos menos una persona.

Pero hay que entenderla, estuvo toda la semana buscando algún indicio que le dijera que el chico del que ella estaba enamorada también le correspondía. Y resultó ser que no tuvo oportunidad de verlo casi para nada, más que un par de veces con sus inseparables amigos.

Bufó mientras apoyaba los codos en las rodillas y la cara en las manos, maldiciendo su mala suerte en el amor.

Para acabarla estaba sola en el carruaje, sus amigos habían decidido a última hora que era bueno dejarla ir sola al pueblo mientras ellos se adelantaron.

Miró por la ventanilla, la mayoría ya se habían ido. Pudo divisar a Albus besándose con su nueva conquista, pero no fue hasta que desvió un poco más la vista que lo vio:

Con ese porte indescriptible que sólo él poseía, ni muy altanero pero tampoco indiferente, con su cabello rubio cayendo con elegancia por su frente y su piel blanca contrastando con la capa negra que llevaba. Quiso derretirse cuando los labios de Scorpius Malfoy se curvaron en una sonrisa dirigida a ella.

Luego su encuentro de miradas se rompió gracias a que él se volteó para decirles algo a sus amigos. Rose se indignó, creyendo que el chico no estaba interesado en ella. Así que dejó de mirar por la ventana y esperó a que el carruaje partiera.

Dos minutos después, alguien abrió la puerta. Era Scorpius, abucheado burlonamente por sus amigos.

-Hola, ¿te importa si voy contigo?- le dijo con una voz que se le hizo bastante tierna.

-Claro, pasa- dijo Rose con la voz un poco sorprendida.

El rubio se sentó frente a ella, y en ese momento el carruaje comenzó a moverse.

Ambos iban tranquilos, pensando en lo que dirían al momento siguiente, pues el haber estado toda esa semana sin hablar les había dado muchos temas.

Y sin saber cómo, empezaron a charlar de todo un poco, riendo a veces y haciendo comentarios de una u otra cosa.

Rose no quería que el momento terminara…

Pero así fue:

Al llegar al pueblo, los amigos de Rose la esperaban, y los de Scorpius también dirigiéndoles algunas miradas de burla.

Pero ¿qué más daba? Habían pasado un rato muy agradable, y con eso sus sonrisas estuvieron en sus caras todo el día.

Hola!!

Espero les haya gustado.

Y es que como ya comencé la escuela, no me quiero comprometer mucho con una historia nueva, así que se me ocurrió hacer capítulos cortos sin relación entre sí para mayor comodidad suya y mía xD. ¿Les parece bien?

Espero recibir sus comentarios que siempre me alegran

Nos leemos!!