Toma mi mano y todo estará bien.

Capítulo 1: Origen.

Todo había comenzado con una "C", sabía lo exigente que eran sus padres, sobre todo su madre, lo que sólo significaba problemas...

- ¿Qué clase de nota crees que es ésta? Eh, dime Kyle.- Su madre parecía volcán en erupción.- ¿Crees acaso que con esto es suficiente?-

Sin contar que en la escuela había más problemas a los cuáles enfrentarse, Eric Cartman era uno de ellos, se podría decir...

- ¿El pobre judío de mierda no estudió lo suficiente? ¿O es que sólo se la pasaba contando su oro judío?- Cartman se mofó de él, especialmente porque sacó una "B".

- Lo que sucede es que no te importa para nada tu futuro.- Sheila recurría a las viejas tetras para hacer sentir miserable a su hijo.- Sólo te la pasas de vago con esos muchachos que no hacen más que perduricarte.-

También había platicado con el maestro en cuestión, queriendo saber en qué había salido mal, más no había excusa alguna. Por más que hubiera estudiado, al estar frente al examen su mente se había quedado en blanco por lo que lo respondió vagamente. Y he ahí el resultado, una "C", la cuál actuaba como un detonador...

- ¿Porqué no me contestas jovencito?- Sacudió violentamente a Kyle.- ¡Anda, contéstame!-

La bofetada no se hizo esperar, Kyle movió lentamente el rostro sólo para encontrarse con la mirada furiosa de su madre y sintió que algo dentro de él se rompía, algo muy frágil...

- ¡Maldita sea! ¿Porqué no me contestas?- Se sentó en una silla y comenzó a llorar.- Y nosotros que hemos hecho todo por ti.-

Kyle se dirigió a su cuarto, arrumbó su mochila a un lado de la puerta, se quitó su gorro dejándolo sobre su escritorio y se dejó caer en la cama. Se apretujó contra una almohada y suspiró hondamente. ¿Era necesario tanto drama por parte de su mamá? ¡Sólo era una "C"! Al menos, su padre sería más comprensivo con él...

- Kyle.- Ike asomó su cabeza por la puerta unas horas después.- Dice mamá que vayas a cenar.-

- No tengo hambre, Ike.-

- Bueno.- El niño desapareció enseguida.

Unos momentos después, Gerald entró al cuarto de su hijo y se sentó en uno de los bordes de la cama...

- ¿No deseas ir a cenar algo?- Preguntó preocupado.

- No, gracias. No tengo hambre.-

Volteó a ver a su hijo y le puso una mano en el hombro...

- Kyle, sé que a lo mejor piensas que tu mamá tal vez exagera un poco.- Kyle se incorporó y puso un gesto de fastidio.- Pero ella lo hace por tu bien.-

- Papá, te juro que no sé qué me pasó. Estudié y repasé lo necesario, revisé mis apuntes pero, por alguna razón, no recordaba nada cuando presenté el examen.-

Gerald miró a su hijo fijamente, sabía que no le estaba mintiendo y que lo que había pasado no era a propósito, pero hacerle entender eso a su esposa no iba a hacer una tarea fácil. Así que pasó su mano sobre la cabeza de su hijo despacio y le dijo...

- Estás castigado por tres meses.-

- ¡¿Qué!?- Kyle dio un brinco.- ¿Pero porqué? ¡No es justo!-

- Iban a hacer 6 meses pero acordamos en que sería mejor tres.- Se levantó de la cama.- Bueno, si no vas a cenar, entonces descansa.- Se dirigió hasta la puerta y apagó la luz.- Buenas noches.-

- ¡Carajo!- Se recostó nuevamente hundiendo la cabeza en la almohada.

Volteó a ver su reloj-despertador y vio la hora. 9:13 de la noche, aún era muy temprano como para caer dormido, así que se entretuvo con lo que pudo hasta que dieran las 11 de la noche, cuando tanteaba que todos estuvieran dormidos...

- Tres meses.- Masculló.- Ni que fuera el jodido fin del mundo.-

Sacó su celular y escribió el siguiente mensaje de texto: "Voy para allá". Y el chillido de sus tripas le hizo agregar lo siguiente: "Tengo hambre, prepara algo de comer", le dio enviar y tras recibir un "Ok" como respuesta, salió por la ventana cuidando de no hacer mucho ruido y de no caer tras cerrarla...

- Y luego mi papá la apoya, como si fuera necesario.-

Caminó varias cuadras hasta llegar a la casa, se acercó a la puerta, sacó una llave de sus bolsillos y la abrió entrando al lugar. Estaba oscuro y no sabía en donde estaba el switch, así que andaba a tientas cuando de pronto una mano lo sujetó atrayéndolo abruptamente hacía su dirección, unos brazos lo rodearon con fuerza y unos labios comenzaron a devorar los suyos...

- Bienvenido.- Dijo entre beso y beso.-

- Mmm, gracias.- Contestó Kyle.- Mmm, ¿qué hiciste? Huele bien.-

- Un poco de espaguetti con albóndigas.-

- ¿Espaguetti con albóndigas?- Kyle miró sus ojos que brillaban entre la oscuridad.- ¿Con la vela, el mantel de cuadros y la música como en "La Dama y el Vagabundo"?-

- Sí.- Comenzó a besarlo en el cuello.- Yo soy el vagabundo y tú, la perra.-

Un puñetazo en el pecho hizo que se separaran de inmediato, obviamente el comentario no le hizo nada de gracia a Kyle...

- ¡Ouch! ¿Porqué hiciste eso?-

- ¿Y todavía tienes el cinismo de preguntar, culón?- Cartman sabía muy bien cómo romper los momentos románticos.- ¿Porqué tengo que ser yo la perra?-

- Tranquilo, pensé que hablabas de la película de Disney. Además.- Comenzó a masajearle los hombros y le habló al oído.- Lo preparé especialmente para ti. Vamos.- Se dirigió escaleras arriba a su cuarto.

Ambos descubrieron lo que sentían el uno por el otro, más no se armaban de valor como para confesarlo, uno por orgullo y el otro por temor a ser lastimado. Ahora a sus 17 años llevaban una relación de año y medio que era ajena a los demás. Y es que, durante el día se decían de cosas, se peleaban llegando incluso a los golpes y se odiaban a muerte; más en la noche todo se volvía caricias, besos y ternura, y trataban de compartir todo el tiempo que les fuese posible, especialmente los fines de semana o los días que no hubiera clases. Podría decirse que era un amor enfermizo pero eso se debía a que debían mantenerlo en el más estricto secreto, en especial a los padres de Kyle, quiénes harían lo que fuera para separarlos...

- ¿Porqué no comemos en la cocina?- Preguntó Kyle una vez que entró al cuarto.

- Porque.- Cartman empezó a servir dos vasos de refrescos.- Así es más especial.-

Cartman dejó ambos vasos sobre una improvisada mesa donde yacían platos, la comida, un par de tenedores, una vela encendida y un florero con una rosa. La música era una balada suave y romántica que le daba una atmósfera perfecta a la habitación...

- Siéntate.- Dijo mientras se sentaba en el suelo.- Vamos a comer.-

Comenzó a servir en lo que Kyle se acercaba con una sonrisa, eran raras las ocasiones en que Cartman se mostraba tan romántico ya que no era una persona muy detallista con respecto al amor. Se sentó frente a él, mirándolo a través de la flama de la vela ya que las luces estaban apagadas...

- ¿No tienes miedo de que tu mamá nos descubra?-

- Mmm, no.- Contestó pasándole un platillo.- Para eso son las píldoras para dormir, sólo en caso de que se encuentre en casa por las noches.-

Kyle hundió el tenedor en la pasta sintiendo un poco de pena por la Sra. Cartman, más se le pasó tras el primer bocado. Comieron en silencio volteándose a ver de vez en cuando para contemplar una chispa de deseo encendida reflejada en lo profundo de sus ojos. Kyle terminó primero, Cartman acabó unos instantes después...

- Estaba delicioso.- Kyle quitó una mancha de salsa del rostro de Cartman con un dedo y se lo pasó por los labios saboreándolo.

- Yo soy más delicioso. ¿No lo crees?- Le preguntó con un tono de lujuria.

Tomó la mano de Kyle, empapó sus dedos en la salsa y comenzó a limpiarlos con la lengua, succionándolos después con la boca y mordiéndolos despacio y delicadamente. El pelirrojo exhaló extasiado cerrando los ojos y dejando que Cartman continuara. Momentos después sus labios se encontraron nuevamente, mientras sus manos se recorrían lentas y mutuamente en ambos...

- Ven acá.- Cartman llevó al judío hasta la cama para evitar tirar lo que había en la mesa y pasó lentamente su mano por las mejillas de él.- ¿Me deseas?-

- Sí.- Contestó Kyle tras sujetar su mano y besarla repetidamente.- Te deseo.-

De inmediato se comenzaron a quitar las prendas de vestir quedando como Dios los trajo al mundo. Cartman pasó una mano por los cabellos de Kyle mientras que sus labios exploraban cada palmo del pelirrojo. Kyle se sujetaba de las sábanas y pronto sus manos palpaban la espalda ancha de Cartman atrayéndolo más a él. Sus labios recorrían la piel del otro sintiendo el calor que emanaba de su cuerpo así como su respiración y palpitar se aceleraban...

- ¡Oh, Dios mío!- Exclamó Kyle cuando Cartman se detuvo. Ya sabía lo que venía a continuación, no necesitaban palabras.

Practicaban el sexo seguro y no tenían otras parejas, por lo cuál no se preocupaban demasiado por contraer alguna enfermedad. Pronto los dos yacían dormidos en la cama abrazados. La música había terminado de reproducirse desde hace un buen rato y la vela se había consumido completamente, y por lo tanto no había nada que pudiera interrumpirlos...

- Tengo que irme.- Kyle se vestía apresudadamente al ver que eran las 3:23 de la madrugada.

- Quédate otro rato.- Le suplicó Cartman tras besar su nuca.- ¿Sí?-

- No puedo.- Kyle le dio un beso en la boca.- Si mis padres me descubren, me alargarán el castigo.-

- No me digas, ¿la C?-

- Sí, la jodida "C"- Frunció el ceño cuando recordó el incidente.

- Mándalos a la mierda.- Cartman se sentó en la cama.- Sólo es una "C".-

- Eso díselo a los estúpidos de mis padres.- Kyle se cruzó de brazos enojándose más.- Mi mamá hasta se puso a hacer drama y toda la cosa. Pero tú no tienes que soportar un carajo de esta mierda.- Cartman se dirigió a él y nuevamente lo besó tranquilizándolo.- Realmente tengo que irme.-

- Bien, ya, tú ganas.- Lo soltó molesto por dejarlo ir.- Marica.-

- ¡Oye, tú también eres un marica!- Kyle se molestó ante el comentario y la manera tan brusca en que se lo dijo.- Además...- Guardó silencio y salió de la habitación dirigiéndose escaleras abajo.- No sé ni porqué carajos estoy discutiendo contigo.-

- ¡Kyle, espera!- Cartman lo siguió.- ¡Con un carajo, espera!- Kyle se detiene dándole la espalda.- Lo siento, ¿bien? No quise hacerlo a propósito.- Se pasó una mano por los cabellos y tomó la mano de Kyle.- Es sólo que quiero estar más tiempo contigo.-

Kyle se volteó a verlo, apretó su mano entre la suya y dio un fuerte suspiro...

- Eric, no podemos.-

- Claro que podemos.-

- Pero no debemos.-

- Sí debemos, Kyle. Lo sabes bien. Sabes bien porqué.-

- Pero no estamos listos. Al menos, yo no lo estoy.- Acercó la mano de Cartman hasta su rostro rozándola con sus mejillas.- Lo siento.-

Kyle lo suelta y guarda silencio. Cartman se acerca a él y lo abraza---

- Está bien. Nos vemos mañana, ¿de acuerdo?-

- De acuerdo.- Kyle pasó su mano por el rostro de Cartman.- Hasta mañana, Eric.-

- Usa la entrada del sótano, la número 15 y luego usa la 20.- Dijo refiriéndose a las vías o caminos que usaba para entrar a la casa de Kyle.- Así saldrás debajo de tu cama.-

- De acuerdo.- Dijo Kyle sonriendo ante el consejo.- Conoces más mi casa que yo mismo.-

- Házte un favor, judío.- Cartman le abrió la puerta y le dio un beso de piquito.- Y cómprate un cerrojo de barra con candado de seguridad.-

Kyle salió de la casa y pronto llegó a la suya. Tras seguir las indicaciones de inmediato estaba en su habitación y se dispuso a dormir...

- Yo también deseo estar más tiempo contigo.- Dijo en voz baja tras cubrirse con las cobijas.- Realmente quiero estar más tiempo contigo.-

Y cerró los ojos deseando desesperadamente estar envuelto en sus brazos, sentir sus labios y abrigarse en su calor...