Hola a todas y todos los que lean este fic, va a paso lento pero seguro, en especial porque después de este capítulo no se que va a seguir, seguramente será la parte cómica, jajajaja, ya fueron muchas lagrimas, Sin mas me despido de ustedes esperando se encuentren bien.
Un agradecimiento muy especial para unknow-chan que se ha tomado la molestia de traducir este fic al portugués y que me da la oportunidad de contestar a las personas de esa hermosa lengua los reviews que me han dejado, ¡GRACIAS NIÑA, ERES UN AMOR Y ESPERO QUE TE MEJORES PRONTO!
Chess kitten: WAAAAAA CASI TE HAGO LLORAR, QUE MAL (en especial porque el objetivo era hacer llorar a los lectores, bueno, seguire intentando) Sip, el pobre chico sin duda puede sentir, su gran problema es que no tiene idea de que puede sentir, y no sabe identificar eso, y eso si que debe volverlo loco, pobeshito T.T . Gracias por tu comentario, me hace muy feliz, espero el nuevo capitulo te guste mucho y lamento la tardanza, je, es que ando ligeramente ocupada, me despido de ti esperando leerte pronto.
Valki-Fanto: jejeje, gracias por leer la traducción, aunque en este caso a la que hay qye agradecer es a unknow chan por tomarse la molestia de hacerla. Continuo lo mas rápido que puedo, lamento tardar tanto. Espero el nuevo capitulo sea de tu agrado y sin duda espero leerte pronto.
Unknow-Chan: No te preocupes niña, lo mas importante ahora es tu salud y tu carrera, ya tendrás tiempo para lo demás, mientras tanto, preocúpate por recuperarte y sacar adelante las cosas como lo has hecho hasta ahora. Si, soy mala, mira que no permitir que Sai se aleje de Sakura y atarlos por las malas, si soy mala, pero no lo puedo evitar jajajaja. Cuídate mucho y espero todo te este saliendo bien.
Kellyndrin: Si, las soluciones mas fáciles se dan con solo hablar, pero a veces Sakura dice tonterías y Sai simplemente no es muy bueno expresando lo que lo atormenta je, pobre par de niños, les encanta torturarse solos je. Gracias por tu reviews y espero leerte pronto.
Nardi: jajajajaja, waaa, nop, bueno, en realidad creo que Sai ni siquiera tiene la mas remota idea de que diablos es ser padre, bueno, al menos creo que no lo sabe de forma consciente, por parece ser que inconscientemente si tiene nociones de lo que pasa je. Gracias por tu comentario y espero leerte pronto.
Deltaporsiempre: Holaaaaaaaa!, T.T que triste, a ti te veo cada cambio de papa!. No importa, espero te encuentres bien y que tu nogocio vaya viento en pompa. Gracias por tu comentario, en cuanto a Sakura, pues creo que ella esta decidida a quedarse con el niño, pero como siempre creo que no se ha percatado del daño que le ha causado a Sai con su actitud egoísta, en fic, ni yo misma se que va a pasar ahora jajajajaja. Me despido y espero leerte pronto, cuidate mucho.
Chihary Natsumi: T.T ummm, que mal, te hice llorar (aunque esa era la idea jejejeje) me da gusto que te este gustando, a pesar de que el segundo capítulo se me fue un poco de las manos. Espero que el nuevo capítulo sea de tu agrado y ojala pueda leerte pronto.
Adi-chan Hyuga: jajajaja, no, no podría dejar a mi parejita sin un final decente jajajajaja. Gracias, me da gusto que te guste la historia, me hace feliz, en especial porque es mi pareja favorita y porque este fic me está constando cierto trabajo para trabajar las ideas, tanto que después de este capítulo ya no se que mas poner jajajajaja. Cuídate mucho y espero leerte pronto.
Primera respuesta.
La noche era fresca y el aire se respiraba limpio, lleno de una extraña energía que despertaba los sentidos, o al menos así lo sentía Sai. Hace poco se había despedido de Naruto, no hicieron nada de provecho a su parecer, solo comer y pasear por las calles de Konoha; intentando entender el comportamiento de rubio ante la idea de ser padre, algo nada sencillo. Se sentía abrumado por tantas cosas que se revelaban a su alrededor y que para su desgracia, no podía comprender.
La sombra de la montaña se pintaba tenebrosa bajo los ocultos rayos lunares, pues unas impertinentes nubes cubrían al astro por completo, aunque eran incapaces de ocultar su esplendor de forma total. A los ojos del ex miembro de raíz, el espectáculo era….majestuoso, pues por encima de las nubes la luna se asomaba decididamente, iluminando con su belleza el obscuro cielo, espantando con su trémula luz el velo que cubría tan majestuoso mundo nocturno; por más que él mismo Danzou le ordenara dejar de mirar, no podría obedecerle, estaba totalmente embelesado por tan insigne belleza.
Llevo una mano a su pecho sintiendo el acelerado latir de su corazón, aquella lejana luz parecía no solo iluminar la noche, sino también iluminar su alma, era como unas suaves alas acariciando su rostro para quitarle la venda que lo había cegado por tanto tiempo. La fresca brisa parecía una delicada caricia que rompía las cadenas que arrastraba sin saber; no entendía como un simple fenómeno le revelaba el pesado mundo al que había sido condenado. Y por un momento, recordó a Sakura, pues de alguna forma la pelirrosa había hecho con su corazón lo mismo que la luna hiso con el paisaje.
Por varios minutos contemplo aquel cuadro sin saber qué hacer, cuando la luna se mostro en lo alto se decidió a sacar su cuaderno de dibujo sentándose sobre el tejado donde estaba, fijo su vista en la blanca hoja pero su mano se negaba a moverse, apretó con fuerza la tiza confundido, levanto los ojos mirando a su alrededor como buscando algo; su corazón comenzó a latir rápidamente al darse cuenta de su soledad. El aire no llegaba a sus pulmones ¡se ahogaba! ¡No quería ahogarse! No en medio de esa…..soledad.
No sabía qué hacer, no había nadie para explicarle que sucedia, ni siquiera Sakura. Solo era consciente de algo, esa soledad en la que vivía lo estaba ahogando ¡y no quería! ¡No quería quedarse en medio de esa maldita soledad! De un salto bajo del techo y comenzó a correr sin rumbo fijo, como si alejándose de aquel lugar también dejara atrás aquello que le atormentaba. Avanzaba tan rápido como se lo permitían sus piernas, tan ansioso por escapar que en su desesperada carrera choco con alguien cayendo confundido al piso.
-Ouch ¡oye! Ten más cuidado – reclamo un molesto castaño.
Sai levanto el rostro respirando agitadamente para encontrarse con Iruka. Le conocía por las constantes visitas al Ichiraku. El maestro de la academia reconocía al último integrante del equipo Kakashi, le sorprendió a sobremanera ver su rostro tan descompuesto por….¿dolor? ¿Miedo? ¿Confusión? Algo en su interior se removió cuando se percato de las lágrimas silenciosas que rodaban por las mejillas del menor.
-¿Te encuentras bien? – cuestiono con un dejo de voz.
Sai le miro detenidamente sin saber que decir, su garganta dolía sin un motivo comprensible y un maldito nudo le impedía emitir sonido alguno.
-Y..Yo….- paso saliva al percatarse del temblor de su voz - no….no…..lo..se – se encogió de hombros mirando al suelo totalmente derrotado, no entendía porque de pronto sentía estar en un callejón sin salida. Todo se agolpaba en su mente y un agudo dolor se hacía presente en su pecho, pero no estaba herido, no podía ver la sangre, y sin embargo….estaba seguro que tenía una herida que dolía mucho, una herida que dolía, y mucho más de lo que recordaba que pudiese doler.
Iruka le miro enternecido recordando lo que Naruto le había contado; sabia que mas que solo, el ex miembro de raíz se sentía….vacio, necesitando poder entender porque su desesperación ante las cosas que descubría. Lentamente lo abrazo de una forma protectora, procurando darle un poco de calor fraternal, de algo que Sai jamás había sentido. Por su parte el pelinegro se sorprendió ante el gesto pero no hizo más que esconderse entre los brazos del castaño dejando que sus ojos liberaran toda aquella confusión que lo atormentaba, lloro hasta quedarse dormido, sintiéndose extrañamente seguro en aquellos brazos.
El suave aroma de la comida recién preparada fue lo primero que percibió al abrir los ojos. Confundido, parpadeo varias veces para comprobar que no estaba en su casa. Se levanto bastante atontado, tenia puesta una playera crema con un pants gris. Se acerco a la ventana solo para ver a Iruka jugando con un niño castaño como de 7 años; el mayor perseguía al menor y al atraparlo giraba con él en sus brazos, ninguno de los dos dejaba de reír y a ellos pronto se sumaron otro niño parecido al chunin pero más chico y una pequeña de escasos tres años. Entre los tres se abalanzaron sobre el castaño derribándolo para hacerle cosquillas.
-Me da gusto ver que ya despertaste.
Giro sorprendido para encontrarse con el dueño del Ichiraku sonriendo ampliamente, a lo que solo pude asentir.
-Bien, el desayuno está listo, te esperamos muchacho – dijo disponiéndose a salir pero girando en el acto, como si recordara algo – espero no te moleste usar esa ropa, pero mi hija se empeño en lavar la tuya y es muy terca – sonrió a modo de disculpa.
-N…no hay problema.
-Me alegra, ahora sígueme.
El pelinegro le siguió en silencio. En el trayecto las voces de los niños que entraban en tropel a la casa llegaron a sus oídos.
-Buenos días – saludo Ayame con una sonrisa coreada por los niños e Iruka, que ayudaba a la pequeña a lavar sus manos.
-Buenos días – contesto sonriendo.
En cuestión de minutos la estancia ya estaba llena de deliciosos aromas y cientos de risas. El albino solo se limito a observar en silencio; el ambiente le resultaba extraño pero no desagradable. Se sentía en un mundo totalmente diferente al que veía todos los días, demasiado efusivo y….caluroso para su interior, o eso fue lo único que pudo explicarse a sí mismo. Al poco rato todos se levantaron de la mesa y se dispersaron por la casa. El dueño de Ichiraku en la cocina preparando ingredientes, Ayame limpiando la casa ayudada por Iruka y el mayor de sus hijos mientras los otros dos y él intentaban ayudar recogiendo alguna que otra cosa tirada. Al terminar padre e hija salieron rumbo al ichiraku mientras el chunin terminaba de limpiar, Sai lo acompaño durante todo el día y se sorprendió que un ninja como Umino estuviera tan dispuesto a realizar tantas cosas en su casa, tales como cuidar a sus hijos, hacer las compras, cocinar, llevar la comida al puesto de ramen para que nuevamente comieran todos juntos y todo sin perder la sonrisa.
Por la tarde Umino y Sai tomaron asiento frente a unas humeantes tazas de te vigilando a los niños jugar, el castaño clavo sus ojos en el pelinegro con tal intensidad que el muchacho desvió su mirada sin agregar nada, a lo que el Umino suspiro, al parecer hablar con Sai era más difícil de lo que parecía.
-Me da gusto saber que ya estas mejor.
-….sí, gracias por todo Iruka san.
-No me agradezcas nada – sonrió – te vi muy alterado, por eso pensé que era mejor traerte a casa je – rasco su mejilla un tanto apenado – por cierto, disculpa el escándalo de los niños pero bueno, los pequeños son así jejejeje – sus mejillas se tiñeron de carmín.
Esta vez fue el turno de Sai de mirarlo con intensidad.
-¿Por qué nacieron sus hijos?
-¿¡he! – Parpadeó varias veces sin entender - ¿a qué te refieres?
-Bueno…- busco como expresar sus ideas con claridad – se que los hijos están para perdurar la raza shinobi y…..eso.
El rostro del moreno se ensombreció mientras fruncía el ceño un tanto molesto.
-¡Eso es mentira! – agrego con determinación.
El pelinegro le miro confundido.
-¿Entonces?
-Bueno… - el chunin se sonrojo bastante – son la consumación del amor que se tienen dos personas, así de simple – sonrió ampliamente.
El ex ambu lo miro curioso analizando lo dicho. Bueno, sin duda Naruto amaba a Hinata Hyuga ¿pero Sasuke? ¿Acaso el realmente amaba a alguien que no fuera su clan? Y él….¿realmente amaba a Sakura? Porque era más que obvio que ella no sentía nada por él. Frunció el ceño un tanto molesto, no entendía porque el repetirse esa verdad le hacía sentir como si estuviera herido.
-No siempre es así…- dejo salir distraídamente.
Iruka simplemente le observo arrugando su frente y analizando sus palabras detenidamente.
-Eso no cambia nada, si no hay amor entre los padres no es culpa del niño, al contrario, ese es un motivo más grande para amarlo todavía mas – miro al chico sonriéndole tiernamente.
-Oh…- abrió los ojos asombrado - ¿y cómo se supone que un padre ama a su hijo? – mostro su curiosidad.
-Pues…..bueno…- se cruzo de brazos reflexionando – amar es querer protegerlo y cuidarlo, buscar que nada le falte, preocuparse de que sea una buena persona, vigilar lo que hace y quiénes son sus amigos, hablar con él de sus problemas y…. muchas cosas más que no podría explicarte en tan poco tiempo.
-Ya veo… - dijo con suavidad mirando la mesa – pero hago lo mismo por Naruto y sé que no lo amo – levanto la mirada.
Una gotita de sudor escurrió por la nuca de Iruka.
-B…bueno Sai, es que no es lo mismo je.
-¿Por qué?
-P…porque Naruto es tu amigo y….porque….porque bueno, porque es diferente y….bueno, es…por…porque….- le miro fijamente y suspiro resignado – porque lo sabrás cuando tengas a tu hijo en brazos y no te arrepientas de nada de lo que ha sucedido en tu vida por el simple hecho de tenerlo – le sonrió como lo había hecho todo el día.
Pero el pelinegro solo le sostuvo la mirada por unos minutos antes de desviarla con cierta melancolía que Iruka pudo percibir, entendiendo de pronto la necesidad de pertenecía que tenía el menor.
-Sai – llamo para que lo mirase de nuevo – no importa como creciste y lo poco que sepas de emociones, cuando tengas la oportunidad de cargar a tu hijo sabrás que debes protegerlo a costa de lo que sea, y esa sensación se llama amor; te dará miedo pero es natural así que no te preocupes porque sé que lo harás muy bien, aunque claro, eso sucederá cuando decidas formar una familia o embaraces a alguien por accidente – se rasco la mejilla inocentemente pensando que la idea era descabellada.
El pelinegro no pudo agregar nada mas pero se quedo en la casa de Iruka todo esa noche, se sentía a gusto en ese lugar, entendiendo el porqué Naruto quería tanto al sensei de la academia.
Al día siguiente y sin saber cómo o porque se encontraba tocando la puerta de Sakura.
-¿Diga? – atendió un hombre de pelo rosa analizando de arriba abajo al pelinegro.
-Busco a Sakura – dijo sonriendo falsamente.
-hmm cariño, buscan a la nena – y pronto detrás de él apareció una linda mujer de cabello negro.
Por algún motivo desconocido, los sentidos de Sai le anunciaron peligro, mucho peligro, algo extraño porque solo estaba rodeado de civiles.
-No, no está, salió al hospital – anuncio la mujer escrutándolo con la mirada - ¿para que la querías?
-Para hablar del hijo que vamos a tener – dijo despreocupado antes de que sus sentidos de alarma le ordenaran correr por su vida, la pregunta era…¿Por qué?