Note: This is a story translated from english to spanish. If you want to read the original it is called Promise Me Love by JodieLove.
Encontré esta historia por casualidad y me pareció muy buena. Por eso pedí permiso a su autora para traducirla, ya que su original esta en inglés. La autora JodieLove y el nombre original "Promise Me Love", por si tienen algún interés de consultarla.
Trataré de actualizar pronto, pero no prometo nada ya que las vacaciones están a punto de terminar y este semestre estaré muy ocupada en la escuela.
¡Espero que la disfruten tanto como yo lo hice!
Besos,
Lola
BREVE DESCRIPCIÓN:
Este será un DRAMIONE (Draco/Hermione), porque quiero probar con diferentes personajes. Se que ahora muchas personas gustan de esta pareja, así que espero no decepcionarles.
Como sea, si, un Draco/Hermione que será ligeramente AU. NO cambiare mucho los libros de JK Rowling, aunque si voy a desechar el epílogo. Podré o no hacerlos empezar como conocidos y no como enemigos. Lo único que si será AU por seguro son Lucius y Narcissa Malfoy.
ES LIGERAMENTE BASADA EN EL PRINCIPIO DE UNA PELÍCULA QUE UNA VEZ VI llamada Contract Lover. No será igual ya que nunca vi la película completa.
Esto tendrá romance/drama/humor/general.
Resumen general:
Básicamente, los dos ya terminaron la escuela. Tienen dieciocho. Draco tiene una novia que no puede presentar a sus padres, así que contrata a Hermione. El trabajo de está, por 10,000, galeones es ser su novia temporal por 4 meses, pero solo recibirá el dinero si puede hacer que su papá se moleste lo suficiente (siendo completamente la peor novia para el hijo de alguien) para que le diga: "puedes casarte con cualquiera menos ella".
Bueno, entonces, ¡aquí vamos! Este es mi primer DMHG fic, pero trataré de hacerlo lo mejor posible. Los reviews serán ALTAMENTE apreciados. DE VERDAD.
Prólogo: Introducciones
Unos suaves ojos castaños examinaron las muchas cabezas que se encontraban en la estrecha habitación, tratando de localizar dos en particular.
La chica entrecerró los ojos para tener una mejor visión en esa brumosa oscuridad. Inclino su cabeza hacia adelante, estirando el cuello para mirar, y mientras hacia esto, sus largos rizos le cayeron sobre el ojo derecho. Ya como un hábito, los metió detrás de su oreja.
¿Dónde estaban? Se preguntaba, ligeramente preocupada por su ausencia. Una vez más, examino la masa de gente dentro del Caldero Chorreante – muchos de los cuales eran siniestros y sucios. No podía decir si eran o no magos, como ella.
"Hermione" alguien la llamo desde su derecha. Instantáneamente reconoció esa voz tan familiar. Después de haber pasado los últimos 7 años en la escuela con esa persona, y que fueran mejores amigos, explicaba el porque.
Se volvió a su derecha, soltando un pequeño aullido cuando se las arreglo para saltar del camino de un hombre colosal, que le recordaba a Hagrid, un semigigante que conocía por Hogwarts – la escuela en la que ella había estudiado.
Observo nuevamente al hombre sin modales para asegurarse que de hecho no era su amigo.
Cuando se hubo cerciorado, regreso su mirada al niño de cabello negro – no, hombre – sentando junto a otro hombre en una mesa que parecía demasiado pequeña para las cuatro sillas que se situaban a su alrededor. "¡Harry! ¡Ron!" llamo ella, saludándolos con la mano mientras caminaba hacía ellos.
Tomo su lugar, ruborizándose ligeramente como siempre que estaba cerca de Ron.
"Perdón," dijo Harry mientras le dirigía una sonrisa de disculpa, "no podíamos verte."
Hermione se encogió de hombros, su irritación previa olvidada. "No hay problema," ella sonrió. "¿Cómo va el entrenamiento de auror estos últimos días?" inquirió la chica.
Inmediatamente después de la derrota de Voldemort, el mundo mágico había pasado por una etapa de pura euforia. Todos, en todas partes habían celebrado durante semanas, marcando el fin del mago que había aterrorizado a su mundo por casi dos décadas.
Y después de que casi toda esta euforia se hubiese calmado, las cosas regresaron a la normalidad – o tan normal como podían ser en el mundo mágico. Aunque esto tomo dos largos meses.
Debido a sus esfuerzos heroicos en la guerra a Harry, Ron, y, para su molestia, Hermione, les habían sido ofrecidos muchos trabajos y oportunidades en cualquier carrera que se pudieron haber imaginado. Como se había predicho, Harry y Ron inmediatamente tomaron la oportunidad de convertirse en aurores, y ahora, casi a un año después de la batalla de Hogwarts, eran finalmente aurores en entrenamiento.
Ron se encogió de hombros, "Lo mismo de siempre. Aunque eso si, endemoniadamente agetreado." Tomó un trago de lo que fuese que estaba en frente de él.
"Ron solo esta lloriqueando," insistió Harry, "es realmente fantástico." Empujó sus lentes un poco ya que se le resbalaban.
"Aún no entiendo porque teníamos que hacer esto Harry," se quejo Ron, "digo, el hombre llamado Ross dijo claramente que podíamos solo ocupar los puestos. ¿Tuvimos que…? Ya siete años de entrenamiento."
"Si, pero eso no hubiera sido lo correcto," enfatizó Hermione, moviendo la cabeza.
"Lo correcto," gruño Ron. "Tu no eres la que tiene moretones por todas partes."
"Ese no es el punto," dijo Hermione.
"Algunas veces no logro comprenderte Hermione," dijo Ron esbozando una sonrisa.
Hermione se sintió enrojecer, y silenciosamente agradeció la oscuridad del lugar. No podía decir exactamente que estaba enamorada de Ron, pero ella ya le había admitido a Harry que sentía algo por su viejo amigo. Era inevitable, pensaba ella, solo era algo mas que tendría que superar con el paso del tiempo.
"¿Cómo has estado Hermione?," Harry se dirigió a ella. "¿Has hecho algún progreso?"
Hermione no pudo reprimir el largo suspiro. "Ninguno hasta ahorita," respondió la chica desalentadoramente, "A penas he logrado juntar lo suficiente para cubrir las necesidades del mes, mucho menos algo extra para ahorrar."
Sus amigos le sonrieron tristemente. Ambos sabían que ella esta trabajando duro para juntar dinero suficiente y así poder asistir a la exclusiva escuela mágica de medicina en Francia. Era algo similar al termino muggle universidad – un lugar para continuar la educación. Harry comparaba esta escuela, Erudstrass, como el equivalente de una universidad de la Liga Ivy, como Harvard, en ambas cosas, educación y gastos. Era el sueño de Hermione estudiar ahí, y ella se negaba a considerar algún otro futuro.
"Hermione" empezó Harry, "Yo podría pagar por algunos-"
Pero ella rápidamente lo cortó. "Ya se que tienes buenas intenciones Harry, pero me rehúso a dejarte pagar por mi. Encontrare la manera de juntar por mi cuenta, gracias de todas formas."
Harry asintió mientras ponía los ojos en blanco. Eso era imposible. El costo de dos años en esta escuela era de 10,000 galeones. Una suma exorbitante que solo algunos en la sociedad mágica podían costear.
Hermione, sintiendo una ligera inconformidad en su rechazo de ayuda, cambio el tema. "¿Estamos esperando a alguien?", pregunto la chica, señalando la cuarta silla en la mesa. "¿Va a venir Ginny, Harry?"
"Ah," Harry tiro de su cuello, claramente estaba mas incómodo, "no."
"Entonces…"
El chico miro a Ron, quien se mordió el labio y se dio la vuelta.
"Es para…"
"¿Si?" urgió Hermione, alzando una perfecta ceja curveada.
"¡Luna!" grito Ron de repente, ubicando a la chica rubia. "¡Aquí!"
"¿Luna?" se preguntó Hermione en voz alta. No obstante, saludo a su vieja amiga con entusiasmo, aunque no sin un poco de escepticismo.
Miró a Harry, quien le dirigió una expresión lastimera.
Después miró a Luna. Luna… quien ahora estaba besando profundamente a Ron.
Sin haberlo procesado aún, regresó su vista a Harry, quien ahora estaba vaciando completamente su segundo vaso de whiskey de fuego.
Nuevamente regreso a la pareja. Y de repente, le cayó encima. Pareja.
Entrecerró los ojos.
¿Ron había escogido a LUNA LOVEGOOD en lugar de a ella?
Hermione alcanzó el vaso rellenable mágicamente de Harry, agarrando el pequeño shot de alcohol y tomándoselo de golpe.
Momentáneamente, registro que no tenia el corazón roto mas bien estaba molesta, pero como dolía.
Tomó otro trago. Dolía que su amor platónico hubiese escogido a la distraída, generalmente declarada chica loca en lugar de a ella. Dolía que la chica fuera su amiga también. Dolía que su vida fuera un desastre. Dolía el saber que era muy probable que nunca pudiera asistir a su escuela de ensueño. Todo dolía.
¿Por qué su vida no era perfecta? Recién salida de Hogwarts, la bruja más inteligente de su año, y se encontraba bebiendo whiskey de fuego en el Caldero Chorreante, tratando de aguantarse las lágrimas. ¿Cómo había llegado a este punto? ¿Cómo la vida de Hermione Granger se había convertido en un horrible y vacío desastre?
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Mientras tanto, en lo que pudo haber sido el otro lado del mundo, Draco Malfoy estaba sentado en las ligeramente incómodas, pero seguramente carísimas sillas de La Maison, un club de la alta sociedad. Sus ojos grises destellaron mientras comenzaba a pensar, como unas sillas tan caras podían ser condenadamente incómodas. A duras penas podía llamar este establecimiento un club. Más bien… un restaurante que solo servía tapas y vino.
"Monsieur" dijo el mesero, en un acento ridículamente falso, "¿le ofrezco más vino?"
Draco asintió, su suave pelo rubio brillando en la baja luz. "Porfavor," dijo automáticamente. Un club con meseros, no con bartenders. Tomó un sorbo de su vaso de vino.
"¡Malfoy!" gritó una voz detrás de él, al tiempo que una mano le palmeaba la espalda.
Draco maldijo, escupiendo bruscamente el líquido rojo de regreso a la copa. Tosió ásperamente golpeándose el pecho, mientras fulminaba con la mirada al hombre alto y de piel oscura que se encontraba en frente de él.
Finalmente recuperando el aliento, Draco adopto un aire despectivo. "Zabini."
Ere simplemente un reconocimiento, aunque mientras lo decía, su desdén se transformo en una pequeña sonrisa.
"Un bastardo como siempre," se rió el hombre con una voz que podía atrapar a cualquier chica. Tomo asiento junto a su mejor amigo. "Malditas sillas," gruño, manifestando la reciente opinión de Draco.
Draco se rió.
"Sí, claro, toma asiento Blaise," dijo sarcásticamente. Blaise Zabini era el mejor amigo de Draco, desde antes de conocer a Crabbe y a Goyle. Y aunque, se peleaban y fastidiaban el uno al otro, algunas veces maliciosa y competitivamente, al final, era un juego amistoso para ambos.
Blaise era de la misma edad de Draco, 18, y había estado en la casa de Slytherin durante sus siete años en Hogwarts. Era el hijo de una mujer con una belleza de incomparable reputación, de la que heredo su encanto, y quizá, arrogancia. Aunque Draco no quejarse, él estaba intentado cambiar. Al igual que Blaise.
"¿Cómo has estado?" preguntó Blaise mientras meneaba la copa de vino también, mirando a su amigo.
"No muy diferente de la última vez que hablamos Zabini, que curiosamente fue la noche pasada."
Blaise se rió.
"Es una formalidad Malfoy."
"Totalmente innecesaria," espetó esté.
"¿Cómo esta la chica entonces? Estoy seguro que no pregunte por ella la otra noche."
"Solo la noche antes de esa," dijo Malfoy. "Y su nombre es Stephanie."
"Si, si, ella."
Stephanie era la novia de casi un año de Draco. Ella era la personificación de la belleza, con largo cabello castaño y unos ojos felinos de color verde. Draco estaba algo enamorado de ella. La había conocido casi inmediatamente después de la batalla final, en la que no había participado. Pero, había contribuido.
No, Draco Malfoy no había visto milagrosamente la luz y simplemente decidido unirse a Potter en su viaje a la victoria como resultado. Era más bien el hecho de que a Draco le gustaba ganar. Y los chicos buenos siempre ganaban.
Aunque, nunca lo admitiría a nadie, pero secretamente, siempre había querido ser uno de los buenos. Tal vez cuando era pequeño, se había enamorado de la idea de convertirse en héroe.
Movió la cabeza. Esa idea hacía mucho que lo había abandonado, pero no obstante, estaba feliz de haber asistido al bando de Dumbledore y de haber convencido a su padre de ayudar. Eso había salvado a su familia de la ruina y era la razón de seguir siendo aún una de las más ricas.
Draco salió de sus pensamientos.
"Ella está bien."
Blaise agitó la cabeza, de una manera un tanto burlona. "Draco, sabes que Lucius y Narcissa nunca la aprobarán."
Su amigo no contestó.
"¿Draco?"
"Ya sé," respondió silenciosamente.
"Odian a los americanos."
"Ya sé."
"No les gustará, aunque ella sea de una familia de sangre pura."
"¡YA SÉ, maldita sea!" Draco explotó, ganándose miradas de reproche de la gente a su alrededor.
Blaise solo asintió con una sonrisa de suficiencia mientras se daba la vuelta y transfiguraba su asiento en algo mucho más cómodo, ganándose muchas miradas horrorizadas.
Acciones escandalosas en las mentes de las demás personas, pero al le importaba poco.
Draco siguió su ejemplo.
Finalmente, levantó su copa y se hundió en el suave relleno de su nuevo asiento. Levantó la copa, brindando con su amigo, mientras caían en una plática desinteresada, dejando la noche pasar.
Se que realmente no he hecho una introducción del todo, pero quería empezar mostrando el Universo Alterno en mi historia. También quería mantener los personajes algo… bueno… en su papel.
En el siguiente capítulo introduciré el tema principal de la historia. Será un capítulo corto… creo.
Bien, ¿cómo estuvo?
REVIEW REVIEW REVIEW.
Espero que les gustase. Como ya dije antes, tratare de actualizar pronto. El texto en negritas es una traducción de los comentarios de la autora de la historia. Me parece correcto dejarlos para que ustedes sepan que es lo que ella pensaba cuando escribía. Sin más por el momento. Besos, Lola.