Le había hablado de esperanza, le había puesto ejemplos, le había demostrado que si existe.

Se dirigió a su habitación, ella normalmente se la pasaba más tiempo ahí y en el hospital, leyendo libros sobre botánica y sobre cosas de su enfermedad. Debía admitir que ya era necesidad verla, y es que su presencia le era gratificante y le llenaba. Apresurado llego y las ganas le ganaron a la educación pues paso sin tocar, para su desgracia no le gusto nada lo que vio.

El azabachado estaba observando a la Haruno mientras esta leía un libro.

¿Qué lo trae por aquí Kazekage? — el tono de burla de Sasuke se dio a relucir— ¿No debería estar reposando? Se ve muy acabado—

Eso no es de tu incumbencia Uchiha, en todo caso el que no debería estar aquí serías tú— mostró serenidad ante todo

¿Y por qué no? Estoy aquí por si se le ofrece algo a mi querida Sakura—remarcó el chico

La kunoichi se sorprendió ante lo dicho que alzó la vista, se podía observar que estaba apenada. Gaara al ver que esta no decía nada decidió retirarse para no evidenciar sus celos.

Maldito Uchiha

Sakura reaccionó — Sasuke, por favor no confundas las cosas. Estamos de misión y de preferencia me encantaría que me dejaras trabajar, no quiero que Gaara mal interprete—

¿A caso lo estaba negando? —Hmmp… ¿y como porque tendría que importarnos lo que dijera ese? — ¿De cuándo acá Sakura lo 'rechazaba'? — Además como mencionaste, estamos de misión, demuestra respeto hacia el Kage de Suna, ¿donde quedo la formalidad? —

Sasuke es un payaso…

Aquel chico se estaba poniendo pesado, había olvidado su situación con él debido a que se pasaba la mayoría del día estudiando el caso de Kage y atendiendo cosas en el Hospital.

—Sal de mi habitación… —le ordenó si más a lo que el chico le refutó

—No se te olvide quien es él… y tu lugar aquí— sin más ni menos el chico se retiro.

Ay sí, mucho miedo...

Ni ella misma sabía qué hacer, últimamente ya no le tomaba importancia a lo que le dijera el pelinegro, estaba tan consumida por lo de Gaara que ya hasta pasaba en alto todo… incluso que su cumpleaños se avecinaba.

Suspiró para sus adentros y continúo con lo suyo. Había descubiertos algunas cosas raras entorno a la enfermedad de su paciente.

Sera mejor que hable con Temari…

¿Y ahora que traes tú? —

No es de tu incumbencia…—

Vaya que hoy estas insoportable Gaara, ¿a caso algo con pasado con Sakura? —

Prestó a tención a lo que dijo su hermana

—No veo el por qué tendría que pasar algo con Haruno-san…—

La rubia soltó la carcajada— ¡OH VAMOS! Claro que algo pasa, ese "Haruno-san" ya no está incluido en tu vocabulario desde hace un tiempo… a menos que te hayas disgustado con ella…—

Últimamente Sabaku No Temari estaba más pendiente de su hermano menor, de los gestos que tenía ante la presencia de Sakura, las miradas que le dirigía y aunque Gaara trataba de permanecer serio como siempre por alguna razón descuidaba algún detalle, aunque este fuera mínimo.

—No molestes…—

—¡QUE HUMORCITO!... por cierto Matsuri vendrá a cenar hoy, la pobre ha preguntado por ti desde que llego de misión—

Matsuri había sido la alumna de Gaara hasta que este se convirtió en Kazekage, siempre había tenido admiración por Gaara hasta cierto punto de que comenzó a prestarle más atención de la que se da a un simple sensei. Esta había estado en una misión que se había prolongado y lo primero que hizo fue preguntar por el Kage, hasta había dicho a Kankuro que los visitaría para la cena.

—Como gustes…—

—¡QUE GENIO! — LA kunoichi de Suna se fue maldiciendo el carácter de su hermano hacia la cocina.

Gaara se preguntaba, ¿Por qué demonios tenía esas sensaciones de enojo al ver a Sasuke Uchiha cerca de Sakura Haruno? Se supone que él tenía una cordura difícil de corromper. Salió de la residencia Sabaku, con el fin de despejar su mente.

Para la noche Naruto y Kankuro ya estaban bien puestos en sus asientos listos para la cena.

—Temari-chan, ¿ya está listo el ramen? ¡Muero de hambreeeeeeeeee! —

—Naruto, a veces me pregunto si no te cansas de comer siempre lo mismo— la mueca de Kankuro fue de pena al pensar que cenarían Ramen… otra vez

—Lo siento Naruto pero esta vez el menú es distinto, tenemos una invitada hoy— se apresuró la rubia— Por cierto, ¿dónde está Sasuke y Gaara?

—El teme está en su habitación…—

—Avísale que baje y a Sakura también. — Ordenó la chica.

El kitsune hizo una mueca de disgusto pero atendió al mandato.

— ¡SAKURAAAAA-CHAAAAAN! La cena ya esta lista— La efusividad de Naruto hizo saltar a la pobre chica.

—¡DEMONIOS, NARUTO! ¡Podrías hacer menos escándalo! — Cerró el libro que leía y le metió un buen golpe a su amigo

—Lo siento Sakura-chan, es solo que no te he visto en todo el día hoy—se defendió el chico

Sakura le sonrió a su amigo y lo abrazo. —Andando baka que muero de hambre.

—neeh, Sakura-chan! DATEBAYYO! —

a veces no entiendo porque Naruto es tan efusivo… eso da miedo en ocasiones…

Ni que lo digas…

—Sakura-chan, hay que avisarle al teme…—Naruto tenía ciertas intenciones —Porque no vas tú y yo ayudaré a Temari-chan con la mesa—

¿De cuándo acá tan caballeroso este mocoso?

—Está bien yo le aviso— dijo con cierto deje de pereza, había recordado el incidente de la mañana y la verdad no tenía ganas de discutir con el portador del Sharingan.

Bajo las escaleras y se dirigió con pasos cortos hacia la habitación del Uchiha

Tranquila, solo le dirás lo de la cena

Lo sé, pero en realidad no tengo ganas ni de verlo…

¿Tan rápido se te murió el amor?

No presto atención al último comentario de su Inner, tocó la puerta 3 veces… no se escucho nada. Lo siguiente que hizo fue entrar, si Sasuke le reclamaba algo su escusa perfecta sería que nadie le respondía, al fin y al cabo esa era la verdad.

—Sasuke…— entro con sigiló tratando de no hacer ruido, camino hacia la ventana, el aire soplaba y se sentía una brisa agradable.

Luego sus orbes se dirigieron hacia el bulto que yacía en una de las camas. Se acercó por pura inercia y pudo contemplarlo a solo unos pasos de la cama.

Sus facciones eran tan finas y estaban relajadas. Se acercó otro paso. Admiro su cabello azabache, se veía sedoso. Otro paso más. Su piel blanca y por lo visto suave.

Sin darse cuenta ya estaba acariciando una de sus mejillas.

¿Qué diablos estás haciendo?

Tragó en seco.

Alejo sus manos y se incorporó despacio tratando de no levantarlo de golpe. Luego comenzó a moverlo despacio.

—Sasuke… ya está la cena—siguió moviéndolo—Sasuke…— no respondía…

Se acercó completamente y para sacudirlo con ambas manos cuando este la jalo hacia él y la beso.

Se dejo llevar. Pasó una de sus manos por el cabello del Uchiha, sintió sus sedosos mechones. La otra comenzó acariciar el pecho del chico, estaba tan tonificado, como siempre lo había tenido.

Mientras él, la agarro de la cintura y la apretó contra sí.

Pero que demonios…

Sakura se alejó de golpe de Sasuke. Con las mejillas encendidas trató de disculparse, pero de su boca no salía ni una sola palabra.

—¿Acaso te comió la lengua el ratón, SA-KU-RA? —se acercó para retomar lo que habían dejado de lado.

¡REACCIONA!

La ojijade se alejo, se relajo y sin más ni menos se incorporó.

—La cena esta lista, ya es hora de que salgamos. No quiero mal interpretaciones— se dirigió hacia la puerta y salió de inmediato, seguida por el chico.

Este traía una cara de satisfacción.

Ya en el comedor se dejo ver a todos, incluido el pelirrojo.

Le dirigió una mirada a la pelirrosa y luego al pelinegro, el cual sonreía con altanería.

—¡Y vaya, que sorpresa! —Naruto tan efusivo—¿No me digas que has regresado con el teme, Sakura-chan? —

La chica se puso nerviosa, todas las miradas se posaron en ella, cuando iba a defenderse se escucho que alguien tocaba la puerta.

—Yo voy— dijo Temari.

Los segundos parecían eternos e incómodos.

—Haruno-san, ¿no piensa sentarse? —Esa voz fría del Kage se hizo mostrar.

¿HARUNO-SAN?

Ella solo obedeció y se sentó a un lado del pelirrojo.

—¡GAAAAAAARAAAAA-KUUUN!— La invitada hizo acto de presencia abrazando al enfermo. Este ni se inmuto.

¿Y está?

—Matsuri. Cuanto tiempo sin verte. —

—Lo mismo digo Gaara-kun, te he extrañado tanto. —

Sakura se sintió incomoda. Nunca había visto que alguien abrazara a Gaara, ni siquiera Temari.

Que niña más odiosa…

¿Celos?

Que va…

Matsuri se colocó a un lado del Kage, sonriéndole solo a él.

Temari observó los gestos de la kunoichi de la Hoja, sonrió para sus adentros, sabía que Sakura está celosa. La cena iba a ser más interesante de lo que ella había imaginado.