Buenas! aquí estoy con uno de los últimos capítulos,no tengo claro si el penúltimo o el antepenúltimo... :P, el final sigue siendo una incognita hasta para mi.
Siento haber tardado tanto en actualizar,pero la última etapa de las vacaciones he estado estudiando... y ha surtido efecto porque he aprobado! jejejeje
Muchas gracias a todas aquellas personas que hacen Reviews! siempre ahce mucha ilusión leerlas!
espero qeu disfruteis!
nos leemos en proximo cap!
CAPÍTULO 17 LA DECISIÓN
EdwardPOV
"todo se reduce a que te vuelves a Forks … solo o que mueres a mano de los Vulturis mientras Bella mira como uno de sus compañeros te desmiembra"
Las palabras de Alice no paraban de rondar mi cabeza. Su visita había sido devastadora y había confirmado mis peores temores. Sabía que con Bella todo iba a ser más difícil de lo normal.
Cuál de las dos cosas prefería ¿ volver solo a Forks o morir? La única opción para mi era pasar el resto de mi existencia entre los brazos de Bella.
¿Por qué tenía que ser una Vulturi?... desde luego el destino se tenia que estar riendo de lo lindo en estos momentos.
Quería que Bella viniera conmigo y sabía que la única forma de que saliera de Volterra sería con el beneplácito de Aro.
Tendría que hablar con él.
Me dirigí nervioso hacia el salón donde Aro daba audiencia. Algo en mi interior me decía que no lo hiciera, pero era la única fórmula para poder estar con ella.
Antes de entrar vi a Piero, estaba en la puerta. Mis músculos se tensaron y mis manos se hicieron puños. La había besado. Aunque no le culpaba, Bella era inteligente y preciosa y desde luego no de mi propiedad además ella ya me había contado todo. Me acerqué con intención de entrar y el se puso en medio.
"Me gustaría hablar con Aro" contesté con el gesto muy serio.
"Lo siento pero está reunido" dijo Piero.
"Es muy importante" dije yo.
"Ya imagino, pero el asunto que está tratando ahora también lo es "dijo con una sonrisa torcida.
"¿Bella está dentro?" pregunté asombrado.
"Por eso estoy aquí, para impedir que hagas alguna tontería… que Bella deje de ser una Vulturi, es un asunto que solo debe de tratar ella, es su vida" dijo él con un cierto toque de amargura en su voz.
"¿y se supone que debe darme la vuelta e irme? ¿Quién eres tú para impedirme entrar? lo que se está tratando ahí dentro también me concierne"
"Escucha come-animales, solo estoy aquí para impedirte el paso porque Bella me lo ha pedido … no se porqué ella tenía la sensación de que intentarías hacer alguna estupidez, como ir a hablar con Aro" dijo él.
Bella me había ocultado que iba a ir a hablar con Aro y me ponía perro guardián, no me lo podía creer.
"¿Podemos ir a hablar a otro sitio?" dijo Piero en voz baja. Me sorprendió que quisiera hablar conmigo.
Asentí y me dispuse a seguirle. Fuimos a unos jardines que había dentro del castillo. Se dio la vuelta y se puso frente a mí. Estábamos solos en el jardín.
"Escucha no tengo nada contra ti. Solo quería darte las gracias por no enfadarte cuando Bella te contó lo del beso… yo… yo no sabía que estaba contigo, no soy el tipo de tío que hace esas cosas" dijo él.
Si hubiera sido posible se me habría desencajado la mandíbula por la sorpresa.
"Vaya no esperaba esto." No fui capaz de articular nada más.
"Mira que viva y trabaje para los Vulturis, no quiere decir que sea un persona demasiado horrible... bueno ya sé lo que debes de estar pensando, que asesinamos gente ..." dijo Piero sin terminar la frase.
"Oh, no seré yo el que juzgue eso... no siempre he mantenido la dieta "vegetariana" dije entrecomillando mis palabras. Piero permaneció callado mirándome, así que continué "he tenido y tengo sed de sangre humana y hubo un tiempo en el que me entregué a ella por completo, solo que me alimentaba de lo que yo decidía que era escoria de la humanidad" terminé.
"Debemos de resultarte horribles ... ¿Quieres a Bella a pesar de cómo se alimenta?" dijo Piero agachando su mirada a la gravilla que marcaba el paseo.
"La quiero por encima de todas las cosas. No es su estilo de vida lo que define mi amor por ella, es su forma de ser ... de estar, de tratarme..."dije yo muy seguro de mi mismo.
"Pero si ella se fuera... si Aro la dejara irse contigo, ¿permitirías que siguiera alimentándose de forma normal?"
"La verdad ... he intentado no pensar demasiado en ello, pero creo que intentaría mostrarle mi estilo de vida" dije yo.
"Espero que os salga bien..."dijo Piero sinceramente.
"¿Quieres que nos salga bien?" pregunté escéptico.
"Edward, probablemente no la quiera como tú, con... con esa intensidad, pero le deseo lo mejor y aceptaré lo que la traiga la mayor felicidad, con una sonrisa en los labios." Dijo Piero sorprendiéndome.
"No pensé que te rendirías tan fácilmente" acepté con una sonrisa.
"No estoy diciendo que no vaya a luchar por ella hasta que se vaya, solo que si a ella le hace más feliz estar contigo y así lo decide, no montaré ningún numerito de celos o de chico abandonado." Dijo Piero sonriendo
"Ya me parecía a mi demasiado fácil" dije uniéndome a su sonrisa.
BellaPOV
Estaba esperando a que Aro terminara de resolver unos asuntos y hablara conmigo. Había dejado a Piero en la puerta con la misión de impedir el paso a Edward, si este decidía aparecer, y no sé porque tenía la extraña sensación de que así sería.
Lo que iba a plantearle a Aro era muy difícil, tanto que podía notar como casi me temblaban las piernas.
"Oh querida mía, me ha dicho Heidi, que querías hablar conmigo ¿qué ocurre?" dijo Aro apareciendo de la estancia privada y sacándome de mi ensimismamiento.
"Tengo que tratar un tema contigo, es un poco... delicado" dije yo.
"Edward Cullen" dijo Aro.
"¿Qué?"dije yo sorprendida.
"Digo que quieres que hablemos de Edward Cullen... ¿no es así?" dijo él.
"Oh bueno... si..." contesté. Realmente no podría leer mi pensamiento tocándome pero mi cara era bien fácil de leer.
"Entonces querida dime" dijo sonriendo.
"Me he enamorado... nunca pensé que pudiera sucederme algo así, pero el asunto es que ha sucedido"
"Mi preciosa niña, eso es maravilloso... Edward se unirá a nuestras filas entonces" de nuevo Aro sonrió, aunque esta vez su sonrisa era bastante maliciosa.
"Aro, la verdad, no creo que Edward pueda vivir o ser uno de los nuestros" dije bajando la cabeza.
"bueno su poder es ... simplemente maravilloso, podría participar en algunas expediciones e interrogatorios, sería de mucha utilidad y terminará acostumbrándose" sentenció de manera firme.
"no ... yo quiero decir que él no quiere ser un Vulturi, el ya tiene aquelarre... familia" según dije la palabra familia, su significado me abrumó...realmente deseaba compartir ese aspecto de su vida.
"Isabella querida, entonces no se a donde quieres llegar con esta conversación" dijo falsamente, sabía perfectamente donde quería llegar "así que puedes despedirte de él, Carlisle me ha dicho hoy mismo que mañana vuelven a casa" concluyó Aro.
Esta conversación no me estaba llevando a ningún lado y mucho menos cerca de poder estar con Edward.
"Aro, yo quisiera obtener tu... tu bendición para ir con él... para quedarme con él... para ser parte de una familia" dije mirándole a los ojos, la sonrisa que Aro había mantenido, se evaporó.
"Ya tienes una familia" gritó Aro poniéndose en pié "Nosotros somos tu familia"
"Lo sé y nunca podré agradecerte lo que hiciste por mí, todo lo que tengo... pero le amo, no puedo evitarlo..." le miré, Aro seguía escuchándome con aire de furia" he intentado no sentir lo que siento... me fui de misión a Francia, pero aún estando lejos sigo amándole"
"Mi querida niña, entiendo lo que dices, yo tuve la suerte de encontrar a Sulpicia y poder pasar mi eternidad con ella..." hizo una pequeña pausa " pero no puedo permitir que abandones a los Vulturi, eres una de nosotros, eres de mis mas grandes posesiones y además eres mi hija ¿o no te he tratado como tal?" preguntó Aro.
"Si, nunca me he sentido despreciada, ni sola" Mentira. "te agradezco todo lo que has hecho por mi... si me entiendes... déjame ir con él... déjame intentarlo... Aro vendré a verte..." deje las últimas palabras colgando en el aire.
"¿seguirás trabajando para mí?"preguntó Aro y mi mirada le contestó inmediatamente "ya me temía que la respuesta sería que no". Aro se dejó caer en su trono con enfado y angustia.
"¿y Piero?" articuló Aro.
"¿Qué pasa con Piero?" contesté desubicada, no entendía que tenía que ver el con todo esto.
"Él te quiere. Lo sé. Lo he visto. He oído lo que piensa... y permíteme que te diga, que aunque no le quieras de la manera en que dices amar a Edward, algo sientes por él, porque si no, querida mía, cuando te besó, le abrías quitado las extremidades para después quemarlo" Aro me miró esperando a ver mi reacción.
"Bu-bueno..." solo fui capaz de decir eso.
"Bella, no podemos conseguir todo lo que queremos. A veces conformarse con las cosas que tenemos a nuestro alcance es suficiente. Mi respuesta a que te vayas con los Cullen es no" sentenció Aro.
Mi cara era de completa decepción. Me quedé helada y estática.
Aro volvió a hablar "si se te ocurriera marcharte sin mi permiso, sabes que eso significaría deserción y no creo necesario recordarte que eso significa muerte, lo sabes porque has ejecutado a vampiros que se los ocurrió la maravillosa idea de abandonar nuestra familia"
"Lo sé" y tanto que lo sabía "¿Podría tomarme el resto del día libre... para despedirme?" rogué con apenas un hilo de voz
"Claro mi querida niña... pero ya sabes que no tiene porque ser una despedida, Edward siempre será bienvenido" dijo sonriendo.
"Gracias" y sin más salí del gran salón.
Como odiaba a ese hombre que decía tratarme como una hija. Claro que aceptaría a Edward, su poder era muy grande y Aro se beneficiaria de él.
Mi mundo se había caído. Unos días de alegría y vuelta a las más absoluta desgracia ¿Cómo se supone que debería de seguir adelante a partir de ahora? No podía pedirle a Edward que se quedara iba en contra de todo en lo que él creía y yo jamás me lo perdonaría. Si me iba con él era sellar mi sentencia, podría esconderme, pero bien sabía que me acabarían encontrando para darme las más lentas de las muertes. Incluso Edward podría morir bajo el yugo Vulturi.
No teníamos nada que hacer, Alice ya nos lo había avisado y prefería a Edward lejos , que a Edward muerto.
Cuando atravesé las puertas Piero no estaba.
Caminé con la cabeza agachada por los pasillos en dirección a la habitación de Edward. Tenía que hablar con él y tenía que ser lo antes posible. Nuestro tiempo juntos tenía cuenta atrás y ya había empezado. Sabía que Edward no me lo iba a poner fácil. Así que tenía que ser fuerte y hacer o decir lo que fuera para que él se marchara y así poder seguir cada uno con su existencia y aunque no fuera la mejor opción... podríamos seguir existiendo.