Hola ^^ Aquí os dejo otro SASUSAKU. Como en todos los que escribo, los caracteres de los personajes, están un poco modificados XD

Espero que os guste!

LOS PERSONAJES DE NARUTO NO ME PERTENECEN

Capitulo uno: He vuelto

Habían pasado seis años. Seis años desde que Sasuke se marchara. Desde que dejase a Sakura en aquel banco.

Naruto, había intentado hacerle volver. Pero la sed de venganza del Uchiha, era demasiado grande. Y lo único que el rubio consiguió, fue una paliza.

Sakura, había mantenido la esperanza. La mantuvo durante tres años. La mantuvo, hasta que le fue imposible seguir haciéndolo.

Ahora, todo era distinto. Pero sobre todo, ella era distinta.


Eran las cuatro de la tarde, y una joven estaba parada frente a la mansión Uchiha.

Su cuerpo, tenía forma de guitarra. Sus pechos, eran abundantes, y sus caderas sinuosas.

Su piel clara, parecía seda a la luz de la luna. Su pelo, rosa pálido y liso, llegaba hasta la cintura.

En su cara, de finas y delicadas facciones, dominaban unos grandes orbes jade. Aunque antaño brillaban con la intensidad del fuego, ahora estaban apagados, vacíos.

Llevaba puesto un vestido chino, muy ajustado y de color negro. En la parte de atrás, lucia un circulo blanco, símbolo de su clan. Por los cortes laterales del vestido, se veían unos pantalones muy cortos y de color rojo.

Portaba la banda de Konoha anudada en su brazo izquierdo. Al ser el vestido sin mangas, podía distinguirse el tatuaje de su hombro. Una mariposa con las alas totalmente negras y una pequeña estela de polvo. En su tobillo, una pequeña triqueta servia de adorno. El único tatuaje que no se veía, era un pequeño dragón. Situado en la parte baja de su columna.

Era Sakura Haruno, y llevaba diez minutos, observando la vieja mansión Uchiha. Solía pasarle, muchas veces al salir de su casa, se quedaba observando la vieja mansión. Eso era, porque ahora, vivía frente a la mansión Uchiha, una broma pesada de su "adorada" maestra Tsunade.

La chica despejo su cabeza, y se obligo a alejarse de la casa. La esperaban en la entrada de Konoha, en cinco minutos.

Salto al tejado, y se dirigió a la entrada de la villa.

Al llegar, pudo ver a su compañero de equipo, Naruto Uzumaki.

El chico, había crecido. Su piel dorada, cubría sus bien formados músculos. Iba vestido con unos pantalones negros y una camiseta de manga corta naranja. Su pelo, corto, rubio, y de punta, seguía siendo más amarillo que rubio. Y la banda de Konoha, iba colgando de su cuello.

- Hola Sakura-Chan - la saludo Naruto.

- Hola Naruto ¿Sabes que hacemos aquí? - pregunto la chica.

- Esperamos a un viejo amigo - dijo Tsunade-sama, apareciendo de entre los árboles.

- Tsunade-sama - saludo Sakura - ¿Puedo preguntar a quien?

- Supongo que a mi - Sakura se quedo helada. Conocía esa voz, vaya si la conocía. Cuando se dio la vuelta, allí estaba Sasuke Uchiha.

- Sasuke - murmuro la chica. Estaba tan guapo como siempre. Su piel blanca, esos músculos perfectos. Su cara inexpresiva, con esas facciones marcadas. Y esos pozos negros, dominando su cara. Su pelo, que ahora estaba más largo, caía revuelto sobre su cara. Con ese color negro brillante.

- Veo que has llegado - dijo Tsunade - ¿Todo bien?

- Sí - Sasuke tan escueto como siempre.

- Bien. Sasuke ha vuelto a Konoha, porque ya ha cumplido su venganza - explico Tsunade - Ha matado a Orochimaru, y a Itachi. Y con su clan vengado, vuelve a Konoha, para reincorporarse al equipo siete.

- ¿Que? - pregunto Sakura atónita. Ella era ahora, la líder del equipo siete. Habían contado con Sai como reemplazo, para Sasuke. Pero hacía una semana, Tsunade le había sacado del grupo. Alegando que un nuevo miembro, se uniría a ellos. Pero Sakura jamás hubiese pensado que se tratara de él - nos traiciono.

- Lo sé - dijo Tsunade - pero ha pasado su penitencia. Supero la prueba que se le impuso, en la villa de la arena. Y ahora, volverá al equipo. Bajo tu estricta supervisión Sakura. Tenéis cosas que hacer, y creo que las haréis mejor juntos.

- ¿Tenemos una misión? - pregunto Sakura pensando "si claro, mejor juntos. Eso sería discutible".

- Así es. Debéis ir al campamento de Akatsuki, cerca de la villa del sonido. Y eliminar a Deidara - dijo Tsunade - partiréis mañana, al alba.

- Entendido - dijo la chica escuetamente. Entonces se encaramo al tejado más próximo, y se fue directa a su casa.

Sakura no podía creerlo, esa era su peor pesadilla. El Uchiha, volviendo a Konoha. No es que le importara mucho, de hecho hacía mucho tiempo que nada le importaba. Pero tenerlo allí, no le hacía gracia.

Fue a su habitación, salió al balcón, y se sentó en la barandilla. Vio a Sasuke entrar en su casa. Tardo varios minutos, en ver la luz de la habitación del chico encenderse. Vio su silueta ante la ventana, le vio quedarse estático allí. Pero su corazón, no sentía nada. Hacía mucho tiempo, que no era capaz de sentir nada.

De modo, que se quedo allí, contemplando las estrellas. Ignorando por completo a Sasuke.

Sasuke se había quedado sorprendido. No esperaba un cálido recibimiento en Konoha. Pero al menos, contaba con ella. Y la frialdad de la chica, le había dejado realmente sorprendido.

Incluso Naruto, le había recibido mejor. Le había dado unos cuantos golpes, pero al menos había reaccionado. Y después de pelearse un rato, le había sonreído. Naruto le estaba dando otra oportunidad, y Sakura ni siquiera le había mirado.

Entro en su casa, consciente de que la chica le observaba. Eso, le hizo tener un atisbo de esperanza. Había tardado unos minutos, en recorrer la casa. Pero finalmente, había llegado a su habitación. Había encendido la luz, y se había ido a la ventana. Sakura aun le observaba, y eso le reconforto. Tal vez, no todo estaba perdido.

Pero pronto la chica desvió los ojos, volviendo a apagar esa pequeña luz, en el pecho del chico.

El día que la había dejado en aquel banco, Sasuke había dejado su corazón con ella. Aquello, había sido lo más difícil que había hecho. Pero él necesitaba vengarse, y ella, no merecía estar a su lado mientras lo hacía. Eso la hubiese hecho sufrir demasiado.

Lo que nadie sabía, era que el chico la había visitado regularmente. Mientras ella dormía, él la observaba. Eso había ralentizado su venganza, pero no le importaba. Necesitaba verla, saber que estaba bien.

Él la amaba. Con todo su ser. Pero jamás lo había confesado. Primero, porque eso le haría débil. Y eso era algo a lo que no estaba dispuesto. Y segundo, por su orgullo. Que no le permitía mostrar ningún tipo de emoción.

Pero ahora, su venganza estaba completa. Y lo único que quería, era estar con ella. Y resurgir su clan, junto a ella.

Pero al parecer, ella ya no le amaba. De hecho, parecía que le odiase. Pero ahora que ya se había tragado su orgullo. Y tenía más que asumido que la amaba, no iba a dejarla escapar tan fácilmente.

No iba a renunciar a ella, sin pelear. Ella parecía haberse vuelto fría y distante. Pero si ese ángel había logrado llegar hasta él. El príncipe de hielo. Él lograría llegar hasta ella. Ya lo había hecho antes, sin proponérselo. Y ahora, lo quería de verdad. La quería a ella, y lucharía por conseguirla.

Vio como la chica entraba en su habitación y apagaba la luz. De modo que decidió dormir. Iba a tener mucho trabajo por delante, para recuperarla. Mejor estar descansado.

Sakura, se había metido en su habitación, sabiendo que Sasuke la observaba.

Tiempo atrás, eso la hubiese hecho sonrojar. Le hubiese dado esperanza. Pero su corazón llevaba muerto mucho tiempo.

Ya no era capaz de sentir nada, y menos por él. El causante de su dolor.

La chica se metió en la cama, y se durmió rápidamente. Iba a ser una misión dura, y larga. Mejor estar descansada.


Sakura se despertó a las 5 de la mañana. Saldrían en una hora, de modo que se levantó, se ducho, se puso de nuevo su ropa, y bajo a la cocina.

Desayunó algo ligero, en los últimos tiempos, andaba mal de hambre. Cogió su mochila, y se dirigió a la entrada.

Cuando llego, Tsunade ya la esperaba. Junto al Uchiha. Apenas Sakura hubo saltado frente a ellos, llego Naruto.

- Buenos días - saludo la chica escuetamente.

- Buenos días Sakura - la saludo Tsunade - ¿estáis listos?

- Sí - dieron los tres chicos.

- Entonces partid. Y traedme buenas noticias - dijo Tsunade. Una vez los tres chicos se fueron, Tsunade murmuro - Espero que esto, vuelva a calentar tu corazón mi niña. Si su amor, no te devuelve la vida, nada lo hará.

Los chicos llevaban dos horas andando. Sasuke y Naruto charlaban animadamente. Mientras Sakura, se sentía traicionada por su amigo.

¿Como podía haberle perdonado? Finalmente, la chica se detuvo.

- Descansaremos diez minutos - anunció Sakura - voy a dar una vuelta.

- Bien - dijo Sasuke. Y la chica desapareció. - Naruto, tengo que hablar contigo.

- Adelante - dijo el rubio sonriendo. Sasuke se armo de valor, y le contó lo que sentía por la chica. Y el motivo de su regreso. Esperaba de su amigo algo de información.

- ¿Que le ha pasado? - pregunto Sasuke - es más fría de lo que nunca pensé que podía ser.

- Tu le pasaste - dijo Naruto - no se muy bien como. Pero cuando ya no pudo seguir manteniendo la esperanza de tu regreso, se fue enfriando. Ya ninguno de nosotros la conoce. Apenas si sigue hablando con nosotros. Se ha apartado de todo y de todos.

- ¿Crees que puedo hacerla volver? ¿Hacer que me ame de nuevo?

- No lo sé - admitió Naruto - pero ya nada puede hacerle más daño. Esta muerta en vida. No creo que le haga daño que lo intentes. Pero ten en cuenta, que puede hacerte daño a ti.

- Si no lo consigo - murmuro Sasuke.

- Oye, antes ella intentaba por todos los medios que la amases, y tu la ignorabas. Ahora, las cosas están al revés. Tu quieres que te ame, y ella, no te lo va a poner nada fácil. No es que finja no amarte o que haya levantado barreras. Es que su corazón ha muerto. No siente nada.

- Yo haré que sienta otra vez - dijo Sasuke convencido - ya lo hice una vez. Puedo volver a hacerlo.

- Eso espero - dijo Naruto - porque créeme, la prefiero enamorada de ti, a muerta en vida.

- Lo conseguiré - sentenció Sasuke.

- ¿Que conseguirás Uchiha? - pregunto Sakura llegando hasta ellos. Sasuke se quedo helado. Si le hubiese escupido a la cara, no le hubiese sorprendido más que al llamarlo por su apellido. - ¿que alguien te mate? Es posible, tú, y tú obsesión con vengarte.

- Ya he cumplido mi venganza Sakura - por un segundo, la chica se quedó estática. Cuando él había dicho su nombre, con esa voz sedosa, casi pudo oír latir su corazón. - Ya no es la primera palabra de mi lista.

- Espera a que alguien te ofenda - dijo la chica indiferente - volverá a surgir esa palabra de entre tus labios.

- ¿Crees que soy vengativo? - pregunto Sasuke - ¿No te vengarías tu? ¿Si alguien masacrara a tu familia.?

- Supongo que sí - admitió Sakura. La chica se dio cuenta, de lo insensible que había sido. Y se sintió un poco mal, por haberle tratado así - lo siento.

- No importa - dijo Sasuke. Pero el chico se dio cuenta, de que Sakura le pedía perdón más incomoda que apenada. Y no pudo evitar pensar "¿Que te he hecho? Por mi culpa, estas así. Dios mío, te deje aquí para que no sufrieras. Y te he hecho sufrir más, que si te hubiese llevado conmigo. Pero lo arreglare Sakura, te lo prometo. Tus ojos brillaran de nuevo".

- Reemprendamos la marcha - dijo Sakura - tenemos un largo viaje por delante.

Nadie dijo nada. Empezaron a andar de nuevo, y las siguientes cuatro horas, pasaron casi en absoluto silencio. Aparte de por los cuchicheos de Naruto y Sasuke.

Cuando pararon de nuevo a descansar, Sakura estaba bastante molesta. De modo que se acerco a Naruto.

- ¿Ahora sois amigos? - le pregunto la chica irritada.

- Ha vuelto Sakura-chan. Todos sabemos porque se fue. Pero ahora ha vuelto. Solo le doy otra oportunidad.

- Genial. Pensaba que te costaría un poco más. Considerando que nos abandono. - dicho esto, Sakura salto a la rama de un árbol, y se alejo de ellos.

- ¿Que pasa? - pregunto Sasuke acercándose.

- Esta cabreada conmigo - dijo Naruto sonriendo.

- ¿Y eso te divierte?

- Al menos, siente algo - dijo Naruto - parece tu regreso, la ha despertado de su sueño.

- Yo le hice eso - susurro Sasuke apenado.

- Eso parece. Pero también parece, que eres el remedio - le dijo el rubio - llevaba años sin cabrearse por nada. Nada le importaba. No es el sentimiento que buscábamos, pero es un sentimiento.

- Algo es algo - admitió Sasuke.

- Naruto, Uchiha - les dijo Sakura desde una rama - viene tormenta. Hay que buscar refugio.

- Vale - dijo Naruto. Apenas lo había dicho, Sakura ya había vuelto a desaparecer.

- Lo siguiente - dijo Sasuke - es conseguir que deje de llamarme por mi apellido.

- Vayamos por orden - le dijo Naruto, consciente de cuanto le molestaba al pelinegro, que Sakura no dijese su nombre - primero hay que buscar refugió.

Tardaron un buen rato, pero finalmente, localizaron una cueva donde refugiarse de la tormenta.

Montaron el campamento, en el más absoluto de los silencios.

Sakura parecía algo más que molesta, por lo que los chicos, decidieron no molestarla. No sabían muy bien, como iba a reaccionar la chica a sus, reencontradas emociones.

Por su parte, Sakura estaba confusa. Hacía mucho que no sentía nada. Y eso, era cómodo. Por lo que la molestaba y mucho, el ataque de rabia que había tenido, al ver a Naruto hablando con Sasuke. No le gustaba sentir. Se había acostumbrado a estar vacía, eso era más practico, menos doloroso. Culpaba a Sasuke, porque si él no hubiese vuelto, ella hubiese seguido en su apacible mundo. Carente de sentimientos, ni dolor. Pero no estaba dispuesta a permitir que volvieran, había aprendido del mejor. El mismo Sasuke, la había enseñado a aislarse de esa forma. Y no estaba dispuesta a volver a sufrir por él, de eso nada.

Sakura termino de preparar el fuego, y se sentó en un rincón. Naruto decidió intentar hablar con ella, aunque no las tuviera todas con él.

- Sakura-chan ¿te pasa algo?

- Nada - contesto la chica con su tono indiferente.

- pareces cabreada - le dijo el rubio.

- Solo un poco molesta - dijo la chica. No iba a admitir que estaba más que molesta. Volvería a encerrar esos sentimientos.

- ¿Porque?

- ¡¿Porque?! Pues porque él vuelve, y tu le recibes con una sonrisa. Por dios Naruto, nos abandono. ¡Nos dejo! - la cabeza de la chica era un torbellino. Estaba enfadada, furiosa. Se sentía decepcionada, y traicionada. Y al mismo tiempo, se ¿alegraba? de que él hubiese vuelto.

- Pero ha vuelto. Tenía una venganza por cumplir - le justifico Naruto - no quería que nos hiciesen daño. Necesitaba estar solo para acabar con Orochimaru, y con Itachi.

- Yo estaba dispuesta a acompañarle - dijo la chica.

- No era tu venganza. Era la suya.

- Yo podía haberle ayudado - dijo Sakura - estaba dispuesta a ayudarle.

- Pero él no quería que te hiciesen daño.

- Nos abandono - dijo la chica - ¡Me abandono! - y la realidad de esas palabras, la golpeo como un puño. Había intentado enterrar ese sentimiento, desterrarlo al olvido. Pero eso era lo que más daño le hacía. Él, la abandono. La dejo sola.

- Lo sé - Naruto la abrazo, porque la chica, estaba temblando de rabia.

- Yo le habría seguido al fin del mundo. Me daba igual que tuviera que vengarse. Solo quería estar con él. Le habría seguido, donde él quisiese. - Sakura estaba a punto de llorar. Pero logro dominarse, volvió a encerrar esos sentimientos. Los enterró en lo más profundo de su corazón y se aparto de Naruto - pero ahora ya da igual. Ya no importa.

- Sakura...

- No - dijo la chica fríamente. Naruto entendió que no lograría más esa noche. De modo que se alejo, y fue a hablar con Sasuke.

Sasuke se había colocado en la otra punta de la cueva. De modo que no había oído mucho. Lo que si había oído claramente, había sido el grito de Sakura. "Me abandono" esas palabras, aun resonaban en su cabeza.

- ¿Que ha pasado? - pregunto Sasuke.

- Esta cabreada. No entiende que te haya dado otra oportunidad. Y al parecer sigue realmente enfadada, por que nos abandonaste.

- Porque la abandone - dijo Sasuke - esa parte la he oído.

- Ella, te habría seguido hasta el mismísimo infierno. Y lo habría congelado, si tu se lo hubieses pedido.

- Lo sé, pero yo no quería que me viese. No quería que viese, el horror de lo que iba a hacer. No quería involucrarla, en mi venganza.

- Es una ninja - le dijo su amigo - puede soportar la violencia. Es una de las mejores ninjas de Konoha. Y desde luego, es la mejor ninja médico de Konoha. ¿De verdad creíste, que no hubiese resistido?

- Se que lo hubiese hecho. Pero me gustaba la Sakura alegre y risueña que conocí.

- Pero como ves, esa chica ya no existe - dijo Naruto - no he visto una sola sonrisa real en su cara, desde hace años.

- Lo sé. Al final parece, que la hubiese protegido mejor, llevándola conmigo.

- Estoy convencido, de que por mucho que hubiese cambiado contigo. No se hubiese convertido en lo que es ahora. No si tú, la hubieses amado.

- No podía permitirme amarla en ese momento - dijo Sasuke - si lo hubiese hecho, mi venganza no se hubiese cumplido. En el mismo momento, en el que la hubiese tocado, en el que me hubiese rendido a ella, toda mi venganza hubiese pasado a un segundo plano.

- Pero la destruiste. Ahora, más vale que la recompongas. Porque no puedo soportar verla así - Naruto miro a la chica de reojo - me mata, verla así. Ella, es como mi hermana. Y quiero que la chica alegre que era, vuelva. Si la única forma de que vuelva, es tu amor, que así sea. Por mucho que eso me joda.

- ¿Aun la amas?

- Por dios no - dijo Naruto - yo estoy con Hinata. Pero quiero a Sakura-chan. Ella es mi hermanita. Pero no la amo. Yo amo a Hinata, me ha costado mucho conseguirla, pero por fin es mía.

- Espero poder conseguir a la chica que amo también - dijo Sasuke en un susurro - de verdad que lo espero. Porque si no la consigo, creo que me volveré loco. Ella ha sido mi única esperanza estos años.

- Pues buena suerte, vas a necesitarla. Porque créeme, tú eras un cubo de hielo, pero ella. Ella es un maldito iceberg. No será cosa fácil, derretirla.

- Voy a empezar, por recuperar mi nombre. Si sigue llamándome Uchiha, creo que gritare.

- Esto va a ser divertido - dijo Naruto, viendo como Sasuke se levantaba, y se acercaba a Sakura.

- Hola Sakura - dijo el chico sentándose junto a ella.

- ¿Quieres algo Uchiha? - Sakura había sentido un escalofrío al oís su nombre, saliendo de sus labios.

- Hablar contigo, si no es mucha molestia.

- Habla - dijo la chica sin mirarle.

- Vamos Sakura - Sasuke sonrió para si, al darse cuenta de la reacción involuntaria de la chicha. Al menos, aun era capaz de hacerla reaccionar - No puedes tratarme así eternamente.

- ¿Como? - pregunto la chica mientras pensaba "¿no? Que te apuestas".

- Como si no estuviese. Porque estoy aquí - Sasuke coloco una mano en el hombro de la chica, haciendo que su piel se estremeciera. Y que su propio corazón, se acelerara - he vuelto.

- Tu lo ves como un regreso. Yo no - aun siendo duras sus palabras, Sakura no hizo el menor intento de apartarse - tu dices haber vuelto. Pero para mi, eres un desconocido, que acaba de unirse a mi equipo.

- ¿Realmente piensas eso? - pregunto Sasuke, movió su mano, acariciando la espalda de la chica. Le costo mucho, reprimir una sonrisa, cuando un escalofrío recorrió la espalda de la chica.

- No - su respuesta fue un susurro. Pero un segundo más tarde, recupero la compostura, y respondió de nuevo - si. Sin ninguna duda.

- ¿Y por eso me llamas por mi apellido? - pregunto el chico.

- Solo llamo por su nombre, a la gente que conozco. Ese no es tu caso.

- Claro que lo es - dijo Sasuke. Su mano volvió a subir por la espalda de la chica. Esas pequeñas reacciones, le devolvían la esperanza - no nos hemos visto en seis años, es cierto. Pero antes nos conocíamos. Solo te faltan seis años de información. Y solo tienes que preguntar, para que te diga todo lo que quieras saber.

- No quiero saber nada - su tono, ya no era tan duro. Sin poder evitarlo, las caricias de Sasuke, la estaban ablandando. Y por mucho que odiase reconocerlo, le gustaban.

- Bueno, pues yo prefiero que usen mi nombre, a mi apellido. Al fin y al cabo, estamos en el mismo equipo ¿no?

- Como quieras - Sakura esperaba que el se fuese. Pero se quedo allí - ¿algo mas?

- Nada más Sakura - el chico retiro su mano. Y realmente le gusto, ver la cara de fastidio de Sakura - nos vemos mañana.

- Claro Sasuke - su nombre, la golpeo de lleno. Le temblaron las piernas por un momento. El simple hecho, de decir su nombre, le había provocado más reacciones de las que podía manejar. Le gustaba decir su nombre. Pero decirlo, le había recordado aquella noche. La noche que ella, estaba dispuesta a seguirle a donde fuese. Y él, la había abandonado. Causándole más dolor, del que nada podía causarle.