Gomen, gomen. Lo se me excedí con el tiempo, disculpadme. Pero aquí se los traigo espero disfruten.

Disclaimer: Inuyasha no me pertenece así como ninguno de sus personajes.

¿Sin ti o contigo?

Secreto al descubierto.

Un mes había pasado desde que Sesshomaru descubrió que tenía una hija, desde que Sango llego a Tokio… desde que la vida de Kagome dio un giro radical. Era todo un caos.

Tic, tac, un segundo.

Tic, tac, dos segundos.

Tic, tac, tres segundos.

La junta se hacía larga, sus ojos chocolates miraban constantemente el reloj. Naoko había salido hace 30 minutos y la junta parecía irse para 2 o 3 horas más. Debía hacer algo rápido sino…

-Disculpen- las miradas se centraron en la azabache- quisiera hacer una llamada ¿Me disculparían?

A lo que los empresarios asistieron. Salió casi corriendo de la sala, abrió su celular y marco el número de su amiga…

-¿Kagome?- ella suspiro aliviada al oír su voz.

-Sango ¿Te importaría pasar por Naoko a la escuela? Es que la junta se alargó más de lo esperado y es de suma importancia que este aquí…

-Kagome- la interrumpió- lo haría encantada pero… hoy me voy a Osaka, tengo que ir a ver a Kohaku, te deje una nota en la mesa y ahora estoy en el aeropuerto… sabes cancelare el viaje e iré a buscarl…

-¡No!- Kagome la interrumpió- Sango no te preocupes, encontrare otra forma… te tengas un buen vuelo y salúdame a Kohaku.

-Kagom…

Ella cerró el celular cortando la llamada. Suspiro agotada, miro su celular, sabía a quién debía llamar pero…

-Demonios- susurro al momento de marcar otro número sin siquiera buscarlo entre sus contactos pues ya se lo sabía de memoria.

Espero a que le contestara, su respiración estaba agitada al igual que su latente corazón.

Sesshomaru sintió vibrar su celular, la junta en la que se encontraba era muy importante pero él ya se encontraba de lo más aburrido, el proyecto que se presentaba a sus ojos era de lo más patético, así que lo rechazaría un vez que terminaran de exponerlo. Abrió su celular sin que los demás empresarios se dieran cuenta, tenía una sonrisa en su rostro, había estado a punto de no contestar cuando vio de quien se trataba.

-Kagome- no fue una pregunta fue una afirmación.

-Sesshomaru…- su voz zona insegura- ¿estas ocupado?

Él miro al exponente por la forma de hablar calculaba que faltaba por lo menos una hora para que se terminara la junta.

-No- respondió finalmente- ¿Se te ofrece algo?

Silencio.

-Bueno quiera que… bueno eso si tú quieres… pues… hemmm…

-¿Qué se te ofrece?- él estaba sonriendo, jamás pensó que ella le llamaría.

Se oyó un suspiro hasta que se aclaró la garganta para poder hablar.

-Sesshomaru ¿Quisieras ir a buscar a Naoko a la escuela?- Sesshomaru quedo paralizado no se esperaba esa petición-… ¿Sesshomaru?

Él salió de su estado de aturdimiento al oír su nombre.

-¿Si?

-¿Podrías hacerme ese favor?

-Por supuesto.

-Gracias… y Sesshomaru- silencio- nada, olvídalo.

-Kagom…- la comunicación se cortó.

La azabache tenía su celular pegado a su pecho, se reprendía mental por su comportamiento, parecía una adolecente con hormonas alborotadas.

-Higurashi-san, la estamos esperando- uno de los empresarios había salido para pedirle que volviera.

-Sí, disculpadme- menciono con una sonrisa que hizo sonrojar al señor- entremos.

-S-si

Naoko encaro una ceja al ver como un hombre de elegante porte y de finas facciones masculinas se acercaba a ella. Podía pasar por un aristócrata pero ya no estábamos en esas fechas. Era su hombre de hilos plateados.

-Señor Sesshomaru- exclamo mientras agitaba su mano con mucha energía.

Sus pequeñas piernas se pusieron en marcha para encontrarse con él. El ambarino espero a la pequeña que venía brincando mientras su mochila se acoplaba a ese extraño caminar.

-Hola Naoko, es hora de irse.

-¿Me volverá a secuestrar?- el mayor sonrió ante lo mencionado.

-No, esta vez tengo el permiso de tu madre- con una mano tomo la pequeña mochila mientras la otra fue apresada por una más pequeña.

Naoko sonreía con verdadera alegría, la sensación de familiaridad que le daba ese hombre que ahora la conducía a su automóvil eran en verdad relajante. La menor se preguntaba ¿Cómo se sentiría con su papá?

-¿A dónde vamos, señor Sesshomaru?- pregunto Naoko cuando Sesshomaru entro al vehículo después de ponerle el cinturón de seguridad.

-¿A dónde quieres ir?- Naoko piso cara pensativa antes de sonreír.

-Vamos al cine- pidió.

Sesshomaru no pudo negarse a esa petición, poniendo en marcha el automóvil se dirigía hacia el cine más cercano cuando su móvil comenzó a vibrar. Lo tomo, frunció el ceño al ver el número que aparecía en pantalla, suspiro para responder.

-¿Qué deseas padre?

-¿Cómo pudiste abandonar la junta así? Sí, ya me avisaron, quiero que regreses a la casa enseguida necesito hablar contigo… no me hagas esperar mucho porque sabes que no tengo paciencia y menos en estos momentos… … …

Se alejó el celular de su ojera.

-Naoko tengo que ir a arreglar unos asuntos pero te prometo que apenas termine iremos al cine- Naoko asintió con una sonrisa.

-No se preocupe, mi mamá siempre hace eso pero después me recompensa con helado, mucho helado- soltó una risita.

Sesshomaru sonrió revolvió los cabellos de la niña antes de centrase en la carretera por la cual iba conduciendo. Se preparó mentalmente para lo que estaba a punto de ocurrir.

Inutaisho esperaba a su hijo en la entrada de su casa, estaba furioso, le habían informado que de manera abrupta su heredero había salido precipitadamente de la junta, rechazando por completo el proyecto, era el cuarto que rechazaba y si seguí a así se irían a la ruina. Estaba que echaba humo sin embargo…

-Cariño cálmate, él debe tener sus motivos- entrelazo sus finos dedos con los de su esposo.

-Eso espero- musito amenazante.

Cuando oyó como sutilmente la puerta se iba abriendo, la rabia se volvió hacer presente pero todo se fue al caño al ver que su hijo mayor no venía solo sino que iba acompañado de una pequeña niña.

-Padre- Sesshomaru dirigió una mirada a su madre, la cual asistió- ¿Qué quería decirme?

Este no le hizo caso pues toda su atención estaba centrada en una cosa, en Naoko. Por donde lo viera la niña tenía rasgos semejantes a los de su hijo, en verdad estaba sorprendido y anonado ¿Qué significaba todo eso? ¿Quién era esa niña?

-Sesshomaru ¿Quién es…?

-Cariño- la voz de Izayoi lo interrumpió abruptamente- deberían seguir la conversación en el despacho- Inutaisho levanto una ceja- mientras yo acompañare a la señorita al jardín- sonrió al ver la cara de su esposo, se volvió a la menor para luego quedar a su altura- ¿Vienes conmigo?

Naoko miro a la mujer que ahora le extendía gentilmente su mano, sus ojos brillaban con sabiduría y amor, era una gran persona y la ambarina se percató de ello. Antes de que aceptara esa mano, sus ojos se desviaron hasta los de su acompañante, el cual la animo con un leve cabeceo.

-Si- tomo con firmeza la mano ofrecida.

-Bueno entonces cuando terminen nos pueden buscar en el jardín- la señora de la casa sonrió mientras poco a poco se iba alejando con su ahora pequeña acompañante.

La cordura regreso al cuerpo del mayor, que inhalo profundamente antes de mirar a su hijo.

-Creo que debemos hablar seriamente.

-Me parece que si…

Naoko recorría los pasillos de esa gran mansión, si estaba pérdida y todo por un vaso de agua. Después de unos minutos de caminar con la señora menciono que tenía sed, aunque se ofreció a acompañarla, ella se rehusó. Y ahora estaba pérdida, todo por su orgullo.

-Debería estar por aquí- paso junto a una gran puerta de roble de la cual salió un grito atronador que la paralizo.

-¡Eso es una completa locura!- Naoko se acercó lentamente a la puerta, su curiosidad era comprensible.

Sesshomaru se encontraba frente a su padre que parecía pensativo, hasta que un suspiro cansado salió de sus labios.

-Bien, si tú dices que el proyecto era un total fracaso te creeré, pero quiero que consigas a alguien que pueda hacer los planos como se debería.

-Así lo hare ¿Deseas algo más?- su padre clavo sus cansados ojos en los de él.

-¿Quién es ella? ¿Quién es esa niña?

-Mi hija- susurro.

La silla en la cual se había hallado sentado Inutaisho ahora yacía en el suelo ocasionando un estruendo.

-¡Eso es una completa locura!- Sesshomaru miro impasible a su padre- ¿Enserio esperas que crea eso? Claro tenías que ser, después de pedirte claramente que buscaras una esposa y formaras una familia llegas con una niña diciendo que es tu hija.

Sesshomaru frunció el ceño.

-Si eso espero que creas porque es la verdad, esa niña es mi hija, sangre de mi sangre y planeo reconocerla- sus palabras de magnitud dichas con tal seriedad y franqueza, lograron desarmar a su padre.

-Pero sigue siendo una locura… ¿Cómo es que…?

-Yo abandone a su madre- la mirada que le mando su padre fue de completa incredulidad y furia.

-¿Qué tu qué? Sesshomaru…

-Padre antes que digas cualquier cosa escucha- se hizo un silencio demasiado incomodo seguido con un leve cabeceo por parte del mayor- yo abandone a su madre porque comencé a sentir cosas que a mi parecer eran una debilidad, mi relación con ella fue algo rápida pero… me enamore- sus palabras comenzaron a teñirse de rabia- pero ella había sido antes de mi hermano, y pensé que yo era tan solo su remplazo por eso la abandone jamás supe que estaba embarazada… demonios la abandone cuando más me necesitaba pero el creer que tan solo podría ser un remplazo de mi hermano menor me lleno de furia y rabia, combinado con el miedo de hacerla alguien importante en mi vida, me llevo a tomar esa decisión. De la cual estoy arrepentido.

Inutaisho escuchaba atento a las palabras de su heredero, su voz intentaba ser serena pero llego un momento en que la rabia lo domino. Fue entonces cuando lo descubrió, descubrió el porqué del odio repentino de Sesshomaru hacia Inuyasha, jamás entendió como de pronto un día así sin más Sesshomaru comenzó a guardarle rencor a Inuyasha pero ahora lo entendía, lo entendía todo.

-Sesshomaru solo te hare una pregunta ¿Amas a esa joven? ¿La amas aunque haya sido de tu hermano?

La rabia en el rostro fue por primera vez visible.

-Yo la quiero y hare todo a mi alcance para recuperarla- fue su sentencia final.

La sonrisa de orgullo no se hizo esperar, Inutaisho estaba orgulloso de su hijo, lucharía por la mujer a la que quería no hacía falta más, y él le ayudaría en todo.

Dio un paso atrás, con sus sentimientos a flor de piel temblaba. Jamás pensó descubrir semejante noticia. En su mente pasaban muchas emociones para su pequeño cuerpo. Enojo, alegría, duda y miedo. No sabía cómo reaccionar, ella que siempre quiso a su padre de vuelta pero ahora… ahora ¿Qué debería hacer?

Por ese hombre su madre había llorado muchas noches, aunque intentara de evitar que la oyera. Por ese hombre su madre había soportado muchas habladurías y críticas.

Las manos de Naoko ahora estaban apretadas formando puños, su cara estaba cubierta por su cabello, el aura de ella era de furia y confusión. Ahora entendía muchas cosas, la reacción de su madre cuando lo encontró en el parque, su expresión de pánico cuando él se presentó en la casa en la noche, el alivio que sintió cuando la abrazo en el parque de diversiones… pero…

-Su voz sonaba arrepentida…

Sacudió la cabeza eran demasiadas emociones, volvió a dar unos pasos para atrás necesitaba alejarse de esa puerta, necesitaba irse.

-Él sonaba tan arrepentido…

Sus ojos comenzaron a arder y sus rodillas a temblar ¿Qué hacer?

-Te encontré- esa voz sobresalto a Naoko que se volvió a ver quien la había descubierto- Oh, pequeña ¿Qué paso?

Izayoi se arrodillo frente a la morena, con cariño limpio las lágrimas que se había escapado involuntariamente.

-Lo siento…

-¿Por qué te disculpas?

-Porque no debía verme llorar, debería ser fuerte- contesto apretando sus dientes.

Una leve risa la distrajo de sus cavilaciones.

-Sabes por un momento me recordaste a Sesshomaru, es niño era terco y orgulloso- sonrió antes de continuar- cuando lloraba se escondía y si alguien lo encontraba se disculpaba por ser débil, era un niño tan mono- acaricio los cabellos de la niña- pero sabes aun a pesar de su carácter tan frio e inalcanzable, se enamoró.

-¿Enserio?

-Claro, quiso ocultarlo pero nada se le escapa a una madre y menos cosas así, pero jamás concebí la idea de que se mudara aquí, cuando venía a visitarnos sus ojos brillaban de una manera especial pero al mudarse… sus ojos se volvieron hielo. Nunca me gusto que la dejara. Pero sabes pequeña, me da gusto que estés con él- Naoko la miro sin comprender- sus ojos han vuelto a brillar. Muchas gracias.

La morena bajo la vista, ella no había hecho nada especial, solo había estado con él. ¿Podría ser que es hombre… hubiera cambiado? No lo entendía, hasta hace poco había vivido bien sin una figura paterna y ahora… ¿Podría continuar sin una?

Un chirrido rompió el silencio que se instaló después de las palabras de Izayoi. La puerta se abría.

-¿Querida? Pensé que estaban en el jardín.

-No, aquí estoy- replico al levantarse con un grácil movimiento, para poner al lado de su esposo.

-¿Naoko? ¿Te encuentras bien?- Sesshomaru se había fijado en los pequeños temblores que su cuerpo daba.

Naoko se sobresaltó, no sabiendo que hacer. Nunca se había encontrado en una situación similar y jamás imagino llegar a estar en una. ¿Qué hacer?

Al momento en que sus ojos ambarinos se encontraron con sus iguales, se congelo. ¿Ahora que debía hacer? Tan solo se le había ocurrido voltease… ¿Y ahora?

Sesshomaru se alarmo al ver los ojos de ella vidriosos.

-Naoko… ¿Qué paso? ¿Te lastimaste? ¿Quieres algo?

¿Cómo odiar a alguien que mostraba esa preocupación? ¿Cómo?

-No, estoy bien… es que…

El ambarino se arrodillo frente a la niña para estar a su altura. Estaba preocupado. Izayoi sonrió al ver la escena ya que no era nada común ver la careta de su hijo caer.

-Me alegro por él- susurro para sí.

Inutaisho miraba la escena, había perdido las esperanzas de que su hijo mayor formase una familia y sobretodo que pudiera estar unida a esta pero ahora viéndolo con esa pequeña, su hija todo lo que había pensado ahora le parecía absurdo.

Naoko miro con más cuidado a su recién descubierto padre. Miro detenidamente sus ojos, ella dijo que sus ojos volvieron a brillar. Cuando lo conoció fueron esos ojos los que la llenaron y ¿ella los había cambiado?

-¿Naoko?

Si es así, entonces…

-Señor Sesshomaru- tomo su mano entre las suyas- vamos a jugar.

Naoko salió corriendo, siempre con la mano del ambarino entre la suya. Si él podía mostrar ese cambio su madre igual lo vería, sus ojos rieron y con su boca lo demostró, podría tener esa familia que siempre deseo.

-Mi nieta es encantadora- Izayoi sonreía mientras veía como su hijo desaparecía por una esquina- realmente adorable.

-Tienes razó… ¡Espera! ¿Tú sabias que esa pequeña era la hija de Sesshomaru?- Inutaisho miraba a su esposa con sorpresa.

-Como he dicho a una madre no se le escapa nada- tomo a su esposo de la mano, entrelazando sus finos dedos con los de él- pero lo que me tiene preocupada es la madre ¿Crees que lo perdonara? El corazón puede sanar pero la herida hecha esta.

-Eso solo dependerá de él y del esfuerzo que ponga para recuperarla- le susurro.

Izayoi dibujo una sonrisa traviesa.

-Pero sabes… una ayudita no le vendría mal.

Inutaisho abrazo a su esposa, la amaba. Aunque tuviera esos momentos terroríficos.

-Por cierto, Izayoi hoy me llego una carta de Inuyasha anunciando que volverá a Tokio…

-¿Inuyasha?- si mirada se tornó triste y turbia- ¿Cuándo llegara?

-Hoy…

-Espero que haya tenido buen viaje, Taisho-sama.

La aeromoza se inclinó en señal de respeto. Él tan solo asistió para después dirigir su mirada a la salida, había vuelto a Tokio.

-He vuelto, dispuesto a encontrarte…

Kagome.

Continuara.

Muchísimas gracias por sus reviews. No saben cuánto significa para mí que me lean y me comenten.

Ya apareció Inuyasha y viene dispuesto a encontrar a Kagome pero… ¿Cómo supo donde vivía si ella se mudó? ¿Y su esposa? Muy extraño ¿No creen?

Naoko ya descubrió quien es su padre, ahora veamos que ahora para unir a sus padres ¿Alguna idea?

ISYLU: Bueno aquí tienes el otro capítulo ¿Qué te pareció? Inutaisho no los obligara a casarse pero créeme no se quedara con los brazos cruzados. Y mucho menos la linda Izayoi.

Xio: Pues ya apareció Inuyasha ¬¬ no te preocupes lo hare sufrir con creces n.n de eso me encargo yo. Lo del aeropuerto es cierto, no puede faltar es un clásico. Y ahora podrás ver como Naoko se encargara de unir a sus padres pero habrá un obstáculo, si un obstáculo llamado Inuyasha y sobre con quien está casado es un misterio… por ahora.

Lina28: Pues el final aún está lejos pero ten por seguro que lo veras.

Yukino-san6: Bueno aquí explica porque la dejo, aunque no lo justifica totalmente, ya veremos cómo avanza esta historia.

Silvemy89: Me da gusto saberlo. Gracias.

Damalunaely: Lo deje ahí porque era lo mejor jijiji, y me di la libertad de tomar esa pequeña frase que me diste en el review "se tiene miedo a amar a una persona y que esa persona se convierta en lo más importante en tu vida" modifique un poco las palabras pero son tuyas. Agradezco que me hayas dado esa idea.

Black-Kiari: Yo igual me alegro que sango este con ella, la va a necesitar en los capítulos que vienes y mucho.

Sess x Kagome 4ever: Me da gusto saber que mi FF te emociono tanto, es un orgullo par mi como escritora saber que complace a sus lectores.

Inuyany: Hermana mía, pues si el pasado de nuestros protagonistas son tristes y turbias, Inuyasha es el malo pero ¿eso es verdad? Inuyasha vera a Naoko pero algo ocurrirá. Muchas gracias por el review, sabes que me encantan leerlos. Bueno quiero ver cómo me respondes las preguntas de arriba n.n veamos que tanto te acercas.

Mar90: Yo igual me alegro que tenga a Sango y el personaje que me encanta es en efecto Naoko, tiende hacer lo que se le da la gana y nadie le dice que no y mucho menos su padre n.n

Pame18: Gracias, aquí está la continuación, espero te haya gustado.

Joselyn: Hola gracias por los dos review, lamento el retraso tuve un paro de inspiración pero espero te guste este capítulo. Y ya veremos si Kagome le da una segunda oportunidad.

Muchas gracias chicas. Y a los que me siguen en las sombras les pediría que me dejen un comentario aunque fuese pequeño y corto, me alegraría pues sabré que les gusta. Gracias por adelantado.

Bye, bye.

FiraLili.