Hermanos por Contrato
En el capítulo anterior…
—Ya escuchaste lo que dijo la abuela, si me sigues perderás todo…
—Sakura no intentes convencerme de que me quede —advirtió él con expresión sombría.
—No iba a hacer eso. No soy tan noble después de todo —agregó— simplemente iba a decirte que sea cual sea tu decisión, yo estaré feliz por ti.
—Ya sabes que iré a donde tu vayas —afirmó Shaoran con seriedad— Pero no sé cuánto tiempo tarde en solucionar los asuntos de aquí, quizás sea un año o un poco más, ¿estás dispuesta a esperarme todo ese tiempo?
—¡Por supuesto que sí! —exclamó incorporándose bruscamente— no puedo creer que dudes de mí, Shaoran Li
—¿A pesar de que cuando llame a tu puerta no tenga más que un par de centavos? —cuestionó él divertido.
—Bueno, si lo pones así, tendría que pensarlo… —bromeó soltando una carcajada al ver la cara de Shaoran que se lo había creído— ¡Por supuesto que no me importa que no tengas dinero! ¡Si hasta vestido de vagabundo te verías guapo!
—Eso es lo más romántico que me han dicho en mi vida —aseguró él siguiéndole el juego causando que ella soltara otra risa.
—Pero hablando en serio, Shaoran —dijo mientras se ponía de pie— si cambias de opinión lo entendería. Aunque más te vale decírmelo con anticipación —finalizó sonriendo. Iba a voltearse para caminar hasta la salita, pero una mano de Shaoran la sujeto por el brazo y la jaló hasta la cama, y sin darse cuenta cómo, terminó atrapada entre el edredón y el cuerpo de su novio.
—Tendría que estar completamente desquiciado para cambiar de idea, Sakura —susurró él cerca de sus labios— soy un adicto a todo lo que me haces sentir, así que será mejor que me esperes hasta que llegue o te juro que te buscaré por todos los rincones del mundo para obligarte a estar conmigo. —afirmó antes de entregarse por completo a la pasión que despertaban sus labios y sus manos.
Capítulo XIII
"Noticias"
Flash Back
Estaba excesivamente atrasada, lo sabía, pero es que la noticia que me habían dado hacía dos días atrás de que Shaoran no regresaría hasta por lo menos dentro de un mes, me había dejado con el espíritu demasiado bajo como para querer celebrar una "Oh, blanca Navidad". Aquel día era Noche Buena, y lo único que había querido de regalo, no lo tendría.
Acomodé mi cabello como pude y recordé como hacía algo más de dos años atrás había decidido cortármelo a la altura de los hombros, a modo de penitencia por el daño que había causado a la familia Li. La cara que puso Tomoyo la primera vez que me vio luego de mi corte, fue simplemente épica. ¡Ni qué decir de la mirada de incredulidad de Shaoran en nuestra primera video-llamada!, pero finalmente ambos se acostumbraron.
Miré el reloj de pared y decidí que ya no los podía hacer esperar más. Mientras bajaba en el ascensor, imaginé a Tomoyo observando embelesada su 'diamante de anillo', porque no se podía decir que aquello fuera específicamente un anillo de diamantes, y me hizo un poco de gracia, aunque luego pensé que probablemente mi ahora-comprometida-amiga querría matarme por la media hora de espera que había tenido que hacer.
Crucé la calle y entré en el edificio donde Tomoyo y su futuro esposo, Eriol, habían comprado un lujoso departamento desde donde se podía ver prácticamente toda la ciudad. Toqué el timbre una y otra vez, pero nadie respondió, así que decidí hurgar en mi cartera para sacar la llave de emergencia que ambos me habían dado, y abrí la puerta.
—¿Tomoyo? ¿Eriol? —pregunté en voz alta en cuanto cerré la puerta. No quería encontrarme con alguna situación incómoda, pero como nadie respondió, opté por suponer que quizás habían salido por un momento a disfrutar de su intimidad y que pronto volverían.
Dejé mi cartera sobre la mesita de entrada y me saqué el abrigo para acomodar el corto vestido rojo que Tomoyo me había obligado a usar alegando que necesitaba representar el espíritu navideño, era realmente bonito, incluyendo el cinturón dorado que iba en la cintura, pero no me hubiese quejado si le agregaran un par de centímetros más a la falda.
Me di vuelta y me percaté de que junto al televisor había una gran cartulina blanca escrita con una prolija letra que bien podía ser de cualquiera de mis amigos. Me acerqué completamente desconcertada para ver que decía y leí; "Acércate al comedor para ver tu regalo, ¡Feliz Navidad, Sakurita! ¡Te queremos mucho!. Tomoyo y Eriol."
Me sentí bastante curiosa por la peculiar situación, así que hice lo que la nota decía. Camine hacia el comedor y no me sentí para nada sorprendida cuando vi la mesa exageradamente decorada y las dos velas encendidas adornando el centro de la misma, sin embargo, no podía concebir cómo era que a mis queridos amigos se les hubiese ocurrido que dejarme cenando completamente sola sería un buen regalo. Suspiré pensando que quizás lo habían hecho para poder pasar más tiempo a solas, y me senté dispuesta a servirme un poco del buen vino que estaba sobre la mesa. Lo tomé entre mis manos y observé la etiqueta, pero antes de ver el año de la reserva, ocurrió algo que hizo que me pusiera pálida como el papel y que los vellos de mis brazos se erizaran.
El piano que Eriol tenía comenzó a sonar inundando el lugar con una melodía que yo conocía bastante bien, y aunque me agradara mucho aquella canción, me sentí aterrada al pensar que quizás se tratara de un fantasma, pues hasta donde yo sabía me encontraba completamente sola, y era muy poco probable que de haber un ladrón se pusiera a tocar el piano en vez de sacar las pertenencias de valor. Sacudí la cabeza y con botella en mano me armé de valor y me dispuse a averiguar qué sucedía.
Caminé sigilosamente hacía la salita de música, pero antes de poner un pie dentro de la misma, una voz comenzó a cantar la primera estrofa….
"L, is for the way you look at me. O, is for the only one I see. V, is very very extraordinary. E is even more than anyone that you adore can Love is all that I can give to you…"
Me bastó con escuchar sólo eso para saber a quién pertenecía aquella masculina voz. Sin pensar en nada más, solté la botella que se hizo añicos en el piso, y me precipité rápidamente a la salita, momento en que la música se detuvo, y el hombre que hasta el momento cantaba se apartó del piano de cola y abrió los brazos.
—¡Shaoran! —exclamé eufóricamente corriendo a sus brazos. Él, sin decir nada, me tomó y comenzó a dar vueltas conmigo. Ambos reíamos como un par de locos, pero realmente no importaba nada más que sentirnos cerca.
Cuando se decidió a bajarme, tomó mi sonrojada cara entre sus manos, y me miró fijamente antes de decir…
—Feliz Navidad, Sakura
Y me sonrió con una sonrisa digna de un actor de Hollywood, antes de besarme por más tiempo del que más adelante podría recordar.
Fin del Flash Back
—¡Qué romántico! —exclamó Meiling mientras volvía a poner su taza de té helado sobre el platito de porcelana— Que envidia me das, Sakura. Ya me gustaría tener una historia de amor como la de ustedes, pero no he hecho más que encontrar a hombres muy poco serios.
—Paciencia, Meiling. Cuando menos te lo esperes encontrarás al indicado —dije mientras miraba absorta la gran cantidad de peces que nadaban en el pequeño estanque del patio.
—¿De qué hablaban tan animadamente? —preguntó esa voz que nunca me cansaba de escuchar. Me volteé a mirar y le sonreí ampliamente a mi futuro marido que ahora traía a la abuela Li en su silla de ruedas hacia nosotras.
—Sakura me contaba sobre el día en que llegaste a Nueva York. ¡Nunca imaginé que tuvieras un lado tan cursi, Xiao! —rió Meiling mientras Shaoran se sonrojaba hasta las orejas, como pasaba cada vez que se veía en una situación incómoda.
—Oh, eso viene en sus genes —sonrió la abuela mirando a su nieta— Aún recuerdo cuando con tu abuelo éramos novios y me quiso proponer matrimonio. Me cito a…
Por un momento dejé de escuchar a la abuela. Observé la escena que tenía frente a mí y no pude más que sentirme completa. Luego de un año sin ver a su nieto nainai se decidió a aceptar lo que había entre nosotros y nos mandó a buscar para que viajáramos a Hong Kong y dejáramos el pasado donde correspondía, atrás. Todo había comenzado cuando Shaoran le contó a Meiling que nos habíamos comprometido, y ella, que por supuesto estaba muy feliz por la futura boda, se encargó de convencer a la abuela que nos perdonara.
Sentí un tierno beso en la cabeza y miré hacia arriba para descubrir a Shaoran que me dirigía esa mirada tan llena de amor que me encantaba.
—¿En qué piensas tanto? —preguntó.
—En lo feliz que soy —respondí yo mientras aceptaba de buena gana la mano que él me tendía.
—Me encargaré de que eso siga así —aseguró jalando de mi mano para besarla.
Nos quedamos mirando durante un largo rato sin decir nada. Con Shaoran no era necesario que habláramos todo el día para comunicarnos, estábamos tan conectados que con simples miradas o gestos ya sabíamos qué le pasaba al otro.
—¡Oigan par de tortolitos! ¡La cena se va a enfriar y será su culpa! —gritó Meiling desde adentro de la casa de los Li.
Ambos reímos por lo extrovertida que seguía siendo y su fascinación por hacernos pasar por momentos algo incómodos. Caminamos tomados de la mano hacia la entrada de la casa, pero antes de pasar por la puerta, Sharaon me tomó por la cintura y me plantó un beso en los labios que me resultó demasiado breve.
—¿Será conveniente decirle ahora? —me preguntó luciendo algo preocupado.
—¿Te preocupa cómo pueda reaccionar? —pregunté yo de vuelta.
—Sí —respondió mientras ponía su mano derecha sobre mi vientre— Creo que va a sentirse más vieja de lo que es cuando sepa que en ocho meses más será bisabuela.
Yo reí ante sus ocurrencias y besé su mejilla. Él me sonrió y caminamos hacia el comedor listos para darles la buena noticia. Ya quedaría tiempo de nuestras vacaciones para viajar a Japón y hacérselo saber a mis padres, mi abuelo y mi hermano. Aunque probablemente el último querrá ahorcar a mi pobre Shaoran cuando se entere.
.:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:. .:.
Notas de Kitty: ¿hola? ¿hay alguien por ahí? A quien sea que aún lea mi historia, le pido perdón por toda la demora. Había dejado botado FF porque la Universidad me tenía más que ocupada y en realidad perdí el gusto por escribir durante un tiempo un poco largo, pero hoy, a un día de un certamen, me puse a leer muuuchas historias nuevas y me bajó el amor de nuevo y me dije a mi misma que no podía ser que tuviera mi historia tan botada que ni siquiera le había dado un final. Así que aquí me tienen muy muy apenada por no haber hecho esto antes.
Sé que el capítulo es muy cortito, pero la verdad es que consideré que ponerle más cosas de las que ya tiene sería abusar un poco de la historia. Quedó justo como lo quería; sencillo pero con un bonito contenido :)
¡Muchísimas gracias a quienes aún se toman la molestia de leer a esta descuidada autora! Espero seguir inspirándome para escribir los fics que tengo inconclusos en mi ordenador y animarme a subirlos.
El capítulo lo dedico a quienes me dejaron reviews en el anterior:
Nanitayi-Li
Rebeca26
Cata06
Leoni Tao91
Sasha Kinoli
Guardiana
Politali22
Ceciliai
Mizuno Otto
Rocio
Rosh bernal
Elfenixenlasllamas
Mimi-Serenety
Amorekristall
Sakura-Hilary
Anaiza18
Kendrix Astrix
MariaLi0113
Myriam C.L.
¡Muchos cariños para todos ustedes! Espero que nos leamos en una próxima historia :)
Kitty