CAPITULO 1.-

POV Edward Cullen

Soy uno de los empresarios mas importantes del mundo. Con miles de millones de mujeres a mis pies, con miles de millones de dólares en sus bolsillos, con una mansión en medio de la ciudad, una casa de campo, un avión privado y todo lo que quería.

Vivo en chicago, mi madre vive también aquí en la ciudad, pero tiene su propia y humilde casita (nótese el sarcasmo).

¿Que como soy?, pues soy de anchos hombros y piel blanca como porcelana, tengo ojos color esmeralda profundos y una sonrisa con la que puedo derretir hasta el hielo, mi cabello tiene una extraña combinación entre castaño y rojo, dando un color cobrizo. Siempre salgo enfundado con algún traje italiano de mi mansión, todos los días voy a trabajar en un Aston Martin V12 hacia el Corporativo Cullen-Masen.

Tengo apenas 25 años y desde los 12, luego de la muerte de mi padre, lo único que hago es ocuparme de mi empresa para hacerla mas y mas poderosa absorbiendo a las otras pequeñas empresas. Mi vida quedo programada desde que nací y en el testamento de mi padre quedaron estipulados todos los términos de ella.

Era algo insufrible me ordenaban hasta con quien debía casarme. Debía casarme con la hija de un empresario mundialmente conocido de la cual ni siquiera conozco ni el nombre, solo sé que su apellido era Swan y la conocería en unos cuantos meses.

El estaba sentado de espaldas a la ventana, detrás de un escritorio revisando unos papeles mientras su atrevida secretaria, una hermosa mujer rubia despampanante de ojos grises, entro meneando las caderas haciendo que viera de mas con esa cortita faldita sastre y mostrando de mas su escote.

Bueno. Por hoy termine mi trabajo, si quieres podemos divertirnos un rato –Dijo la joven pasando provocativamente el dedo por en medio de su escote bajándolo mas.

Esa mujer era sin dudas, mayor que el, tenía 32 años, pero Edward la manejaba como si fuera el diez años mayor. La verdad, es que Edward Cullen tenía mas experiencia con las mujeres que cualquier hombre de 35 años.

Como rechazar semejante propuesta. –Dijo Edward tomándola por la cintura y sentándola sobre el escritorio.

Empezó a besar su cuello, levantar la faldita y acariciando sus nalgas acercándola a su potente erección, ella se frotaba con el y rápido el la termino de desnudar (traía poca ropa, sin sujetador), le lamio los pechos y ella lo acariciaba y le desabrochaba la camisa, cuando por fin termino el le ayudo y rápido se la quito y la avento por algún lugar del escritorio. Ella le acaricio todo su abdomen y fue besando todo y mordiendo como sabia el quería, al final llego al cierre del pantalón, se lo desabrocho rápidamente, se agacho y se lo metió a la boca, el puso sus manos en su cabeza y le fue marcando el ritmo, mientras ella mordía, lamia y acariciaba su miembro, cuando estaba por llegar a su orgasmo la levanto y ella le rodeo la cadera con sus piernas y el entro en ella, un grito de placer salió de la garganta de ambos y pronto agarraron ritmo y siguieron así, besándose, tocándose, etc. hasta culminar el coito.

Un rato después, ambos se encontraban vistiéndose y acomodándose la ropa que minutos antes había estado esparcida por el suelo.
Edward termino de acomodarse la corbata y salio de la oficina.

Por favor Lauren, apaga todo cuando salgas. Tengo ganas de ir a mi casa ahora. –Dijo Edward a la mujer con la que minutos antes había tenido sexo.

Si, ¿No me llevaras hasta mi casa amor?

No Lauren, pasare a ver a mama de camino y no te puedo llevar.

¿No quieres que te acompañe?, puedo esperar en el auto.

No, quiero pasar un rato con mi familia antes de irme a casa. –Dijo el joven cerrando la puerta detrás de el.

Edward era demasiado frío con las mujeres con las que pasaba sus momentos de pasión, pero el corazón y la mente Edward, aunque demostrara lo contrario, no dependía solo de sexo y mujeres hermosas y sofisticadas. El sueño de el iba mucho mas halla de eso, el soñaba con una mujer estupenda, que lo esperara en su casa con una sonrisa, a la que pudiera regalarle todo su amor y a la que pudiera darle hijos a los cuales amar tanto como a ella.

Pero esa idea se había esfumado de la mente de Edward al saber quien seria su futura esposa, una mujer de negocios fría como el, a la que solo le interesaban los balances de fin de mes y los vestidos sofisticados para las fiestas en sociedad.
Edward llego al estacionamiento y subió en su Aston Martin V12 (su bebe) y condujo hasta la esplendorosa mansión donde lo esperaba una espectacular mujer de ojos miel y pelo color caramelo hasta la cintura, su madre. Una sonrisa curvo su rostro al divisarla esperándola.

Hola mama – dije de inmediato al bajar del coche y llegando a ella depositando un beso en su cabeza.

Hola hijo, te esperaba, sabes Carlisle y Esme están de visita y se quedaran unos días como vez, tus primos llegaran en la noche, así que estoy organizando una cena familiar, te hable a tu oficina pero tu secretaria me dijo que ya habías salido, así que te esperaba.

Entraron a la casa y de inmediato fui recibido por un fuerte abrazo, sin duda su prima Rosalie había salido igual a su mama, después de soltarlo fui a saludo por un mi tio Carlisle que puso su brazo por arriba de mis hombros en un fraternal abrazo.

Su padre Edward Cullen Masen había fallecido hace mucho, el era gemelo de Carlisle así que en su tio veía a su padre, además de que era un exelente hombre, era el encargado de la sucursal de Europa, tenia dos hijos Jasper y Rosalie Cullen. Su primo Jasper era el encargado de otra sucursal y Rosalie era una de las actrices mas hermosas y conocidas del mundo.

Aunque para el mundo exterior esa mujer era fría y de plástico, Edward sabia que no era así. Ella y Jasper eran los únicos que lo conocían a fondo, que compartían sus alegrías y tristezas, que conocía su historia, que lo querían por quien era y quien lo apoyaba sea cual fuere su decisión. Ellos eran sin duda mas que sus primos, eran sus hermanos.

Dos horas después………….

Edward estaba en el jardín trasero, sabia que sus primos habían llegado ya, oía sus voces, pero el ahí los esperaba como siempre sabia que mientras estaba la cena aprovecharían para ponerse al día.

Hola primito. –Dijo una joven de cabello dorado y ojos azul cielo profundo con una sonrisa, ella y Jasper eran mellizos idénticos.

Hola Rose –Dijo el chico.

Como estas, traes una cara haber dime, Cómo fue tu día en la empresa de seguro así doy con el problema –Jasper pregunto riendo.

Como todos los días. –Dijo el joven dándole un beso en la mejilla a su prima.

¿El como todos los días incluye revolcarte con tu secretaria? –Pregunto Jasper.

Como me conoces. – Dijo Edward riendo secamente. – Si, también incluye eso. Pero estoy pensando en despedirla.

¿Y eso porque, ¿No ha sido lo suficientemente buena en la cama para el gran Edward Cullen? –Pregunto riendo la rubia.

No, es una excelente mujer en la cama. Pero es solo por un rato, ya me sacie de ella. Me tiene arto, hasta pretende que la lleve a su casa. –Dijo el joven rodeando los ojos.

Hay por dios, estas gatas igualadas –Dijo la joven carcajeandose de que el peli cobrizo, tuviera suerte topándose con las empalagosas que tanto odiaba.

Edward se sienta al lado de la chica de hermosos ojos azules y le sonríe.

¿Qué ocurre Eddie? –Pregunto la chica volviendo a mirar a su primo.

Nada, solo que me alegro mucho de que estéis aquí ambos de nuevo. –Dijo el joven dándoles una sonrisa sincera a ambos.

¿Hasta cuando se quedaran aquí? –Pregunto.

Solo unos días más. Tengo una película que gravar en una playa paradisíaca y Jasper me acompañara, pidió unos días libres a papa –Dijo la joven.

Que suerte, es una lastima que no se quedaran una temporada. –Dijo el joven.

No, no lo es. Verdaderamente la ciudad me tiene cansada, necesito unas vacaciones y no hay nada mejor que trabajar mientras estas de vacaciones en una hermosa playa sin gente en kilómetros a la redonda. –Dijo Rose estirándose sobre la silla en el jardin.

Es verdad, te envidio Jasper, tu si tienes quien se quede a suplirte. –Dijo Edward haciendo lo mismo que la chica que tenia a su lado.

¿Solo por eso me envidias?, pensé que era porque soy mas guapo, buena onda, tengo estilo y soy super mega mejor que tu en todo.

Jajajajajajajajaaj, no solo envidio el echo de que tu no estas atadado a esta ciudad. A decir verdad, a mi también me tiene arto esta ciudad, la gente, el trafico, los traje quiero volver a ser Edward Cullen normal. –Dije riendo.

Entonces vente con nosotros –Dijo la muchacha.

Tu debes estar loca. –Dijo Edward riendo y sacudiendo la cabeza de su prima.

¿Por qué lo dices? Seria una idea estupenda, podríamos disfrutar un mes en la playa. –Dijo Jasper.

Si, podríamos. Pero estas olvidando todos mis negocios, mis obligaciones…

Al diablo con eso Edward, escapa unos días de eso y veras que bien que te hace. Deja todo en manos de papa y vente con nosotros. En todo caso controla las cosas desde tu laptop. –Dijeron ambos al unisonio.

Déjame pensarlo, dentro de dos días prometo darte una respuesta. –Dije.

Perfecto, yo estoy pensando en viajar la semana que viene, así que tu solo dime en donde quieres que te compre la mansión. –Dijo Jasper.

Me gustaría una casa pequeña, no una mansión. En la playa, cerca de su mansión.

¿Una casa pequeña? -Pregunto la joven.

Si, quiero olvidarme durante mi estadía ahí que mi nombre es Edward Cullen.


Espero que les haiga gustado el primer capitulo de la historia, mañana pondré un Bella Pov. Gracias espero Reviews, para saber que tal les parece la historia