Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, son propiedad de Kishimoto. La historia lamentablemente tampoco es de mi propiedad, esta pertenece a Jacal Ste. Worme.

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Epílogo: Desde otros ojos.

Fue el día perfecto para la ceremonia. Las cosas salieron sin problemas, todo según el plan. Pero, por supuesto, todo saldrá bien. Permanente en silencio junto con los observadores, Uchiha Sasuke vio como Tsunade-sama pasó su título de hokage a Hatake Kakashi. No era de sorprender, muchos pensaban que él era el candidato más apropiado para ser el próximo líder de Konoha.

Se veía joven y genial, como siempre, Hatake Kakashi, de ahora cuarenta años, con orgullo aceptaba el honor de ser el nuevo hokage de Konoha. A partir de ahora, sería el modelo a seguir para todos los ninjas masculinos en la ciudad. No sólo porque fuese un genio en batalla y en jutsu, sino que él era también padre de cuatro niños y un marido fiel a la joven Hinata. Era cierto que casi todos en Konoha querían estar en sus zapatos, tanto en los de Kakashi como en los de Hinata.

Los hombres viejos y jóvenes estaban obsesionados con la idea de que Kakashi fuese tan inteligente y se casara con una mujer joven y bella, mientras que las mujeres viejas y jóvenes por igual sentían envidia de Hinata por casarse con un hombre apuesto, que no aparentaba su edad y se veía muy capaz. Ellos eran la pareja favorita de la ciudad y ahora que Kakashi era hokage, seguramente se convertirían en el foco de atención veinticuatro/siete. Y z Sasuke al igual que a los otros aldeanos, no le importaría si el rostro de Hinata estuviese tallado junto a los otros seis hokage.

Y pensando en Hinata, la voluptuosa esposa estaba sentada en la primera fila de la audiencia con sus hijos, sonriendo mientras miraba a su marido. El amor estaba reflejado en sus ojos, ella miraba fijamente el rostro del hombre a quien ella quería. La sonrisa en su rostro era natural y estaba claro que de ella emanaba pura felicidad.

Mientras la miraba fijamente, recuerdos de antaño lo inundaron de nuevo. Si alguien tuviera la oportunidad de leer la mente del genio Uchiha, la encontraría ocupada con una sola mujer. Desde que fue invitado a su boda, no pudo evitar mirarla atentamente. Secretamente estaba muy actualizado de los acontecimientos de su vida. Desde el momento en que ella dijo "si, acepto", hasta el momento en que gritó alegremente cuando se enteró de la noticia de que su marido iba a ser el próximo hokage.

Si Konoha pensaba que él iba a desfilar valientemente y se expondría a que todos lo vieran, como lo hicieron varios idiotas hace diez años, en el incidente en la casa de té, los aldeanos estaban completamente equivocados. Consiguió mantenerse en guardia en todo momento. Y unos pocos rumores habían comenzado hace una década que él, también, fue herido por la chica Hyuuga-pronto-a-ser-Hatake. Sasuke lo estuvo; pero si había alguien que se salvaba de rumores salvajes, era él. De todos modos, pensaba que merecía que lo ignoraran. ¿No fue así desde que era un niño?

A lo largo de los años, esquivó a cada anciano, incluso a esa desgraciada de Tsunade, quienes le decían que buscara una novia y que también comenzara una familia. Les dirigía una mirada silenciosa cada vez que lo sugerían, aunque secretamente lo consideraba en gran manera. ¿Cómo no podía pensar en revivir al clan Uchiha? Pero después de escuchar la realidad de los rumores de que la heredera Hyuuga estaba comprometida con su antiguo sensei, todas las esperanzas se hicieron polvo.

Pero, aun así, los rumores supuestamente crecientes eran muy reales. ¿Cómo no podía ser ella la elección correcta?

Hyuuga Hinata era una muchacha que creció para ser una elegante mujer. Sin embargo, la compadeció, ya que la mayor parte de su vida se dedicaría a servir a ese idiota de Kakashi. Si sólo él hubiera podido convencerla de que por lo menos debía haber buscado hombres más convenientes, y mucho más jóvenes para casarse, o que se dedicara a dominar más habilidades ninja, haberle dicho que aún era demasiado joven para establecerse. Ella demostró ser una talentosa ninja médico y más tarde demostró ser una maravillosa madre, y una gran maestra también. Y por supuesto, todo el mundo sabía lo feliz y contento que estaba Kakashi con su querida esposa.

Sasuke nunca podría olvidar la tierna imagen de Hinata cuando esperaba a su primer bebé. Parecía que la había embarazado tan pronto como se casaron. Himinoru, su primer hijo, nació el mismo día que Naruto. Al parecer, ese día hubo celebración doble, pero el idiota kitsune, estallo en preocupación en el momento en que Hinata fue sacada de la fiesta que se celebraba en la tienda de ramen. Kakashi estaba fuera en una misión y aunque volvió tan pronto como se enteró que ella estaba de parto ¿adivinen quien la llevo al hospital a la velocidad del rayo?

Sasuke podía recordar vívidamente cómo su corazón latía con anticipación inesperada, mientras la llevaba en sus brazos aquel día. Muchas veces se preguntó cuánto más nervioso podría haberse sentido si fuera su bebé el que Hinata llevaba en el vientre. Quizás hubiera estado extasiado. Así es como su sensei parecía estar. Por primera vez en años, uno de los misterios más grandes de Konoha fue revelado, Kakashi reveló su rostro. Recordó el drama que se desarrolló cuando le dijo a Hinata que quería mostrarle a su hijo su rostro cuando abriera los ojos por primera vez. Si sólo Sasuke pudiera decirle que los bebés no podían ver nada en absoluto excepto por las luces y las sombras, pero bueno, era su momento, así que qué diablos.

Después de ver la dulce transición de niña a madre, ¿cómo podría Sasuke elegir a otra mujer de Konoha? Todas ellas actuaban como niñas. Ellas no conocían lo que él realmente era. Era una persona oscura y estaba claro que sólo necesitaba una luz, pero alguien más la tomó antes de que tuviera la oportunidad. Las pequeñas oportunidades perdidas eran verdaderos remordimientos en su vida. Pero, ¿quién era el culpable? Estaba demasiado preocupado por superar y matar a Itachi que se olvidó de su propio ser.

Hinata y Kakashi eran una familia feliz. Su primer hijo fue una experiencia alucinante para ambos. Sasuke quería estar amargado por no conseguir lo que quería, pero... ver la sonrisa permanente en el rostro de Hinata no tenía precio. Parecía que Kakashi iba en serio en lo de revivir a su clan. Después de un año o más, Hinata estaba embarazada de nuevo y dio a luz a un par de enérgicos mellizos, Fukumi y Taka. Los hijos de Hinata eran llamativos. Himinoru era una combinación de ambos, tenía el cabello gris y ojos los blancos. Taka tenía el cabello oscuro y los ojos blancos, mientras que su hermana Fukumi tenía cabello gris y los ojos oscuros como su padre. Sasuke incluso llegó a conocer a la más joven de la familia, Suzume cuando estaba caminando por la academia ninja, probablemente se alejó de la mano de su madre para encontrar a su padre. Sus ojos eran únicos. El color era oscuro, como los de Kakashi pero las pupilas de sus ojos tenían parecido a las del Byakugan. Numerosas noches Sasuke se preguntó qué poderosa combinación podría haber salido si el Byakugan y el Sharingan se combinaran.

Durante diez años, Sasuke había estado viviendo en silencio con esos pensamientos. No valía la pena expresar lo que sentía, ya no había espacio para él. Si sólo hubiera actuado antes, tal vez Hinata podría haber sido suya. Si tan sólo hubiera podido ver lo poderoso que era el amor, realmente las cosas hubieran terminado mejor para él.

Escuchando un par de alegres vitoreo, Sasuke se sorprendió de que la ceremonia hubiera pasado tan rápido. Suspiró mientras quitaba la vista de la única mujer que aprendió a amar y a adorar. Se levantó del asiento y siguió su camino. Antes de partir, sintió una mano en su hombro. Volvió la cabeza y encontró al hombre que poseía el corazón de Hinata. Sonriendo, levantó una ceja. ¿Quería que lo felicitara? —Felicitaciones, Kakashi o ¿debería llamarte, Hokage-sama?

Kakashi le dio un bufido. —Aún frío como siempre, ¿eh Sasuke?

—Ese soy yo.

—Nunca tuve la oportunidad de decir gracias, —dijo Kakashi, tomando su mano y dándole un firme apretón. Después de un asentimiento con la cabeza, agregó—. Gracias, Sasuke, por todo.

Antes de ser nombrado hokage, Kakashi era un ninja muy ocupado. Sus misiones mantuvieron su horario repleto. Hubo tiempos en los que Konoha tuvo ataques sorpresa de otras aldeas. Adivinen otra vez quién los mantuvo a raya todo este tiempo. Sasuke nunca presento reportes por ello, aunque parece que Kakashi igual lo supo. Naruto no estaba allí la mayor parte del tiempo, al igual que sus otros compañeros; también estaban demasiado ocupados para quedarse en Konoha. A diferencia de él, dejó las misiones por un tiempo y mantuvo un ojo en la aldea, más bien en Hinata.

Sin palabras y sólo un gesto de asentimiento, Sasuke se fue. Escucho que Hinata lo llamaba, pero siguió su camino. Se dio cuenta de que todos eran importantes para Konoha, tomando nota de cómo todos ellos cambiaron y maduraron durante los años. A veces eran un poco infantiles, pero ahora eran adultos responsables. Konoha estaba dotada de gente habilidosa y de buen corazón. No había ningún lugar como éste. Hubo una celebración en algún lugar, pero Sasuke decidió irse a casa y relajarse. Sabía que Hinata estaba a salvo, rodeada por el propio hokage y otros ninjas de alto rango.

Al llegar a la residencia Uchiha, antes de abrir la puerta de su casa, vio un pequeño sobre. Curioso, Sasuke lo recogió y abrió el sello. Desplegando la carta, leyó:

Mi querido amigo.

Sé que decidiste no ir a la fiesta para celebrar el nuevo título de Kakashi. Así que decidí que nuestras familias tuvieran una cena especial entre amigos esta noche. Será una reunión muy pequeña, así que por favor ven. ¡Mis hijos estarán muy contentos de verte y por jugar contigo también!

Espero verte en mi casa esta noche para celebrar con nosotros.

Gracias. Tu amiga,

Hinata.

Sasuke puso la carta sobre la mesa y se sentó en su sofá. Se apoyó contra el cojín y suspiró de nuevo. Esperando que el tiempo pasara rápidamente antes de prepararse para ir a la casa de los Hatake, Sasuke hizo cálculos y algunos análisis. Sólo le quedaban claras algunas cosas. Allí estaba él, un soltero de veintisiete años que ansiaba algo de su antiguo sensei, corrección, a la esposa del hokage.

Una palabra vino a mi mente, «espera».

Además, Kakashi no viviría para siempre de todos modos... ¿verdad? Tal vez las habilidades de Tsunade le serán de utilidad después de todo. A menos que Kakashi lo tuviera en cuenta primero.

OoOoOoOoOoOoOoOoOoO

—Te quiero, Hinata.

—Y yo te amo Kakashi, mi hokage.

—Hazlo por siempre.

—Por siempre y para siempre.

FIN

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Fin Capitulo Dieciséis.

Notas: Después de 2148561254562121 chiliones de años, finalmente aquí está el final de la historia.

Naoko Ichigo