Epílogo.

Un paso, dos, tres… Después una marcha apresurada, como la de alguien que escapa discretamente, evitando el hecho de que las mayorías de gente se den cuenta.

Una jovencita de altura ligeramente más alta de lo promedio, de piel clara, cabello negro y en picos y ojos grandes, marrón y expresivos caminando de aquella manera, escapando con mucha – tal vez demasiada – discreción de un joven alto, fuerte y de cabello anaranjado por la falta de disposición a recibir un regaño. A ella, a semejantes alturas, le había parecido que había recibido ya más regaños de los suficientes. Sin ganas de recibir ninguno mas, se hallaba alejándose de un hombre joven.

Muy a su pesar, a dar vuelta hacia la derecha para internarse en otro pasillo de la preparatoria en la cual el sol apenas comenzaba a postrarse con gloria, se topó a la persona de la que estaba escapando.

El joven de cabello anaranjado y de mirada café la veía, molesto.

- Tatsuki… - pronunció su nombre, con el ceño fruncido y los labios arrugados.

- Ichigo…

Un momento de silencio, después el sonido de una marcha demasiado apresurada, mas bien, una corrida. Sí, alguien corría a toda velocidad en los pasillos de la escuela.

¿Qué hiciste?

Al final de la frase, el sonido de algo que cae y se destruye. Un grito de pánico ligero por parte de una señorita a lo lejos, y risas de más personas. La molestia de un barón proferida en un grito, y de nuevo el sonido de los pies que corren.

- Nada.

- No te creo.

Una socarrona y burlona sonrisa.

- No me importa.

Los pasos rápidos y agiles cada vez se hacían mas y mas cercanos. De pronto se detuvieron. Y a lo lejos, se le veía a una cabellera roja, larga y masculina, pelear con una corta y azul a gritos. En fin, ¿qué se le podía hacer?

- ¿Qué hiciste?

- Inscribí a Grimmjow a la escuela.

finale...