Recordatorio: Los personajes pertenecen a Meyer ... Se prohibe el plagio.
Dicen que el amor es sumamente irreal, que solo tienes que dejarte envolver por esa magia que el te da. ¿Sera verdad?
Los primero rayos del sol se empezaban adentrar por las ventanas, así logrando despertar a esa joven pareja de enamorados.
El primero en despertar, como siempre, fue Edward Cullen, miro a su alrededor, y una sonrisa se extendio por su rostro al ver a su amada Bella dormir aún -la cual se encontraba en posición fetal- el suavemente y tratando en vano de no despertarla, la acomodo en sus brazos, mientras una de sus manos recorria del pelo de su amada a la cintura de ella deteniendose en su baja espalda.
Bella despertó, al sentir como unos brazos conocidos la atraian a el, de modo que su cabeza estuviera en el pecho de su amado.
Edward cerro los ojos pretendiendo dormir.
Ella lo miro y vio que fingia. Le dio un pequeño beso en su pecho y sintio como se estremecia.
Sonrio para así.
Llevo una de sus manos a la cara de el, para recorrer con extremada lentitud sus facciones perfectas, lentamente su mano fue bajando, llegando a su cuello, hombros y seguir su recorrido hasta su muy formado torso.
-Deja de hacer eso.- Edward murmura con voz ronca.
-¿Hacer que? - pregunta inocentemente.
El deja escapar un pequeño bufido. Ella continua con su anterior actividad. Edward le coje las manos y se pone encima de ella.
-Edward.- se queja ella.
-¿Si?- pregunta él.
Bella resopla y levanta una ceja mientras se muerde su labio. Ocasionando que el le sonria con esa sonrisa torcida sexy caracteristica de él.
-Buenos dias.- dice el despues de besarla.
Ella sonrie. -Muy buenos dias.
El solo sonrie y se vuelve acomodar para abrazarla, sintiendo como ambos pechos desnudos se tocan, logrando que aquella caracteristica corriente electrica suceda en ambos.
Bella lo ve y sabe que a pesar de que mañana no haya un "siempre juntos". Sabe que no se equivoco, que el sera siempre para ella.
-¿En qué piensas?- pregunta él al verla callada.
Ella niega y le sonrie- Nada.
Edward la mira esperando que le cuente. Despues de un rato. Ella se rinde.
-En el mañana.- murmura contra el pecho de el.
El asiente. -Piensa en el presente miBella.
-Lo se.
Los minutos corren, ambos saben que el destino se acerca, que aun que no quieran, deben separarse.
-Bella.- le llama Edward suavemente.
Ella niega contra su pecho. Y se culpa. Prometio no llorar. Pero es imposible.
Pequeñas lagrimas bañan su rostro.
-Amor.- dice el con la voz rota.
Bella lo mire y se arrepiente de ser tan debil. El llora.
Edward acerca sus manos al rostro de ella, borra el rastro inutilmente ya que nuevas lagrimas marcan el rostro de ella.
-No llores.- pide.
Ella se forza a no romperse del todo aun, lo mira y trata de sonreirle inutilmente.
-Te amo.- murmuran al unisono para despues fundirse en un ultimo beso.
Edward se separa levemente de ella y le sonrei, ambos dejan escapar un suspiro.
-Nos vemos pronto amor.- dice contra los labios de ella.
Bella lo ve cambiarse en silencio, sin perder el contacto visual, Edward logra vestirse, se dirige a la puerta y sosteniendo la chapa de la puerta entre sus manos. La observa.
-Arrivederchi.- dice Edward.
Ella reprime el sollozo que amenazaba con salir. -Orwa.- contesta tragando el nudo en su garganta.
La puerta se cierra silenciosamente.
"Muere a la edad de 19 años un chico en manos del asesino serial que escapo hace dos semanas el Sr. James Vulturi, no sabemos el motivo del enfrentamiento de estas dos personas, pero segun testigos dicen que el que disparo primero fue el profugo el cual se encuentra herido pero sin llegar a mayor riesgo y que va en camino a la carcel nuevamente para ahora cumplir con su cadena perpetua, sin mas noticias por el momento. Jessica Stanley."
Lagrimas corren por el rostro de la joven. Apaga el televisor y ve a su alrededor.
-Nos vemos pronto mi Edward.- dice para despues apretar el gatillo de la pistola.
Sus ojos se cierran poco a poco logrando que una fina obscuridad la cubra por completo.
-Siempre tienes que ser tan impulsiva.- comenta el divertido.
-Oh calla, es una de las cosas que te encantan ¿verdad?- pregunta ella risueña.
-Te amo y no importa ser egoista.- murmura el contra su pelo.
-¿Egoista?- Bella lo ve confundida.
El asiente. -Deberia de sentirme culpable por tenerte aqui entre mis brazos nuevamente. Pero no.
Ella sonrie. -Juntos por siempre.
Edward se acerca a su oido. -Siempre mi angel.-
Ella sonrie por el apodo.
Y él la besa.