Capítulo 1: Mi canción

-¡Bella levántate!-gritó mi padre tocando la puerta fuertemente.

-¡Ya voy! ¿Qué hora es?- pregunté a la vez que me sentaba en la cama.

-¡Las 7:45!-me respondió. ¡7:45! Dios, me paré de un salto, corrí hacia mi armario a la vez que sentía como Charlie bajaba lentamente por las escaleras. Nota mental: Comprar un despertador. Tomé la primera ropa que encontré y me vestí lo más rápido que pude. Entré al baño para lavarme la cara y cepillarme los dientes. Se me hace tarde ¿Ya son las 8:00?

Bajé los escalones de dos en dos, estaba por llegar a tierra firme cuando pisé mal y terminé cayendo estrepitosamente al suelo, soltando un fuerte alarido de dolor.

-¿Qué pasa?-preguntó Charlie ya desde afuera de la casa. Me levanté para contestarle.

-Me caí está todo bien- dije sonrojándome

-¿Segura? Déjame verte-

-Char… papá siempre me caigo, no pasa nada-

-Vale, que te vaya bien en la academia- Luego de unos segundos sentí su auto partir. No tenía ganas de tomar desayuno así que me dirigí a mi coche.

Por fin veo la academia Cullen. ¿Y si me agarran de punto igual que en la escuela? ¿Si no aprendo rápido? Moví la cabeza tratando de despegar esos pensamientos. Estacioné mi auto en el aparcamiento. Bajé y me dirigí a la entrada de la academia.

-Hola soy una nueva alumna, disculpe la demora- le dije a una señora de cabello hasta los hombros, piel pálida, rostro en forma de corazón, hoyuelos al lado de los labios, sus ojos eran dorados…muy brillantes.

-Hola Isabella, todo Forks te esperaba, soy Esme - sonrió- te toca impostación vocal, felizmente tienes a Edward como profesor, con él no hay problemas, solo le tienes que justificar la tardanza-

-Preferiría que me diga Bella, ¿Dónde es el aula?-

-Sigue de frente por el pasillo de la derecha y entra en una puerta de madera, sí, en esa que dice "Clase de impostación vocal"- me dirigió la mujer.

-Gracias- musité y me dispuse a avanzar al aula.

Llegué a la puerta y me quedé parada por un instante afuera, tomé aire y cuadré los hombros, 1, 2, 3. Me adentré en la habitación.

Lo vi mientras cantaba
al fondo del salón
sintiendo de repente
en mi alma un gran temor,
narraba con tonadas
mi vida en su canción.

Tócame un vals con tus dedos
pinta de azul mi canción,
mátame muy suavemente con tus palabras
rozando muy lentamente
mis labios hasta perderme, mátame.

Sentí faltarme el aire
buscando la razón,
temí que había encontrado
mis cartas del cajón,
leyendo fuerte y claro,
desnuda en su canción.

Cantó como insinuando
saber quién era yo,
miró como buscando
y en mí ni se fijó,
brillando con las luces
siguió con su canción.

Tócame un vals con tus dedos
pinta de azul mi canción,
mátame muy suavemente con tus palabras
rozando muy lentamente
mis hasta perderme, mátame.

Al terminar de cantar yo me había perdido en su hermosura y la belleza de su voz, y en realidad cantó mi vida en su canción.

-Adelante- dijo el profesor, con una dulce sonrisa.

-Disculpe por la tardanza profesor…

-Dígame, Edward por favor señorita ¿Isabella?-

-Sí, pero me dicen Bella-sonreí tímidamente.

-Muy bien Bella, entra y toma asiento al lado del alumno Mike Newton- dijo señalando a un chico rubio de ojos escalofriantes.

Fui a hacer lo que me pidió.

Lentamente pasé por el lado del ventilador de calefacción, el aire tibio tocó piel produciéndome una sensación muy agradable.

Edward se tapó la nariz, quien sabe por qué y se tensó demasiado, todos nos quedamos en shock cuando sin decir nada salió de la clase corriendo. Si que tenía pique.

-Es un profe loco-dijo Mike.

-¿Qué le habrá sucedido?-preguntó una chica alta.

-Quién sabe Anggela, seguro se olvidó de algo y ya regresará-le respondió un tipo de rasgos asiáticos.

Me paré y me puse en la entrada del aula, miré por el pasillo, no había nadie, aun seguía pensando en que Edward era el chico más simpático que había visto en mis cortos 17 años.

-Hola-me dijo una chica pequeña, cabello puntiagudo y negro, tenía rasgos de duende ¿De dónde se había aparecido? me abrazó sorpresivamente, di un respingo a la reacción de su temperatura tan baja.

-Uhmm- fue lo que pude decir, pues me sentí algo incómoda.

-Ah, que bien huele……tu perfume, soy Alice, y vengo para remplazar a Edward…que se le presentó un pequeño inconveniente, entra toma asiento-me explicó Alice. -No sé porqué pero siento que seremos buenas amigas.

-¡Bueno chicos dejen de hablar y sigamos con la clase!-gritó Alice.

Todos se callaron.

-¿Todos tienen que ser tan guapos?-musito la chica alta, Angela se llamaba si no me equivoco.

-¿Y el profesor Eddie?-dijo Jessica.

-Edward, señorita Stanley, mucha confianza, él tuvo un pequeño problema y salió de emergencia…a…Denali, pero ese es otro tema-

-¿Haremos teoría?-Preguntó Ben.

-Un tantito-respondió Alice.

-Tomen nota, Toda persona que haga uso profesional de la palabra, debe tener su voz impostada, es decir, colocada correctamente. Impostar es fijar la voz en las cuerdas vocales para emitir el sonido en su plenitud sin vacilación, ni temblor. Cuando no lo está, se habla con esfuerzo y se producen trastornos que el orador debe evitar.

-Ósea gallos- dijo riéndose Mike.

-Exacto, y no me vuelva a interrumpir niño… ¿sí?- Le pidió poniendo una sonrisa espectacular- Hablar con la voz impostada es hablar sin esfuerzo, con naturalidad, aprovechando al máximo las condiciones fisiológicas del aparato de fonación-. Hizo una mueca de horror -Pero que aburrido es la teoría, es mejor la práctica, haber párense- expresó haciendo un ademán con la mano para que nos paráramos.

-Muy bien ahora hagan el mismo sonido que yo ah, ah, ahaha, ah, ah, ah, ahh-

Así lo hicimos.

-Estupendo ahora uno por uno, señorita Weber por favor comience-

-Uhmm, Uhmm, este…yo…-fue lo único que Anggela pudo decir.

-Sé lo que tienes, se llama pánico escénico, sal de el aula y entre a la puerta del frente donde dice "Autoestima", ahí está Emmett dictando clases a personas con este tipo de dificultades, es un excelente psicólogo, aparte de que canta divino, por favor vayan con Anggela los que tienen su mismo problema- sugirió Alice.

Dos personas más la siguieron.

-Dígame profesora, ¿Clases de qué más tenemos?-preguntó una muchacha.

-Para los que "Pagaron sin saber", Edward da clases de Impostación vocal, Emmett nos ayudada con lo de autoestima, Rosalíe clases de Originalidad: es decir que tu voz sea distinta a la de otras personas, que cuando te escuchen digan a esto lo canta tal persona ¿Entienden?- Asentimos- Bien, Esme da clases de música, Jasper de vibrato y yo de falsete….-

Alice dejó de hablar, su boca se abrió un centímetro, nos asustó que su mirada quedase perdida, creí ver que sus ojos eran café dorado pero ahora los veía sumamente negros.

Un hombre de cabello rubio, con cicatrices en la piel, y muy alto se paró en la puerta, vaciló pero terminó entrando.

-¿Qué es Alice?- le preguntó el joven-Alice, Alice, Alice- repitió el tipo mientras le tomaba la mano.

Por un momento la profesora lo quedó mirando, para que luego el chico asintiera.

-OH, OH, entiendo luego hablamos cariño- agregó el hombre.

-No le digas a Carlisle, por favor Jasper-

-No te preocupes- le respondió Jasper y salió caminando lentamente.

-Hey, chismositos resultaron- dijo Alice volteándose sorpresivamente hacia nosotros.

-Cambiando de tema ¿Quién sabe tocar algún instrumento?-preguntó

-Yo, se flauta- respondí pero luego me arrepentí de decirlo, pues escuchando a los demás me sentí pequeña.

-Saxofón-dijo el chico un cabello graso.

-Guitarra- agregó Mike.

-Piano- dijo Jessica

-Piano, guitarra, armónica, saxofón, órgano electrónico, flauta, quena, zampoña y trompeta- agregó un chico que creo que se llamaba Ben. Todos lo miramos con ojos de asombro, claro menos Alice.

-Pero tú ya eres viejo en la academia "Cullen", mi queridísimo….-

Otra vez se le perdió la mirada. Cuando nos volvió a mirar su expresión era más serena.

-Edward volverá en unos días, cuando el venga les pediría que no le pregunten nada- Intempestivamente su mirada se clavó en mí -Bella, tengo que hablar muy seriamente contigo, a solas en la salida- agregó.

Tragué en grueso.