Llegada y golpes maestros.

Fue con ese pensamiento en mente que golpeo la puerta de la madriguera, y fue con la calma conseguida, que Harry sonrió a una sorprendida Señora Weasley en cuanto esta abrió la puerta de su casa.

-¡Harry! – Gritó sorprendida la señora Weasley. -¡Oh Harry! Hemos estado muy preocupados por ti, ¿estás bien? ¿Qué te sucedió? –

Harry intentó respirar dentro del apretado abrazo de la señora Weasley, cuando logro soltarse, otros brazos igual de apretados los reemplazaron, ahora era Hermione quien lo ahogaba. Una vez libre, choco manos con Ron, Fred y George, miró despectivo a Snape, sonrió a Tonks, estrechó manos con el señor Weasley, ignoró a Mundungus, cabeceó hacia Moody y finalmente se topo con Remus. Lo miró nervioso, esperando una respuesta al final de su carta, pero no hizo falta, porque en cuanto lo vio libre, Remus lo abrazo con cuidado, queriendo creer que estaba allí. Le devolvió el abrazo con vergüenza, sabiendo que esa era la respuesta a su carta, aunque siguiera esperando la conversación pendiente.

En cuanto Remus lo soltó, Harry se enfrentó cara a cara a Dumbledore, este lo miró escondiendo sus pensamientos, pero cuestionando con sus ojos azules. Harry solo atinó a caminar hacia el comedor de la casa, donde se sentó esperando que todos lo imitaran y dejara de mirar con cara preocupada a sus amigas.

-Ellas son Kerry y Nicole, estuvieron conmigo estos días, quienes son no les interesa. Ahora a lo importante, ¿Qué sabemos de los últimos movimientos de Voldemort? – Los adultos lo miraron sorprendido, pero los chicos Weasley y Hermione pusieron manos a la obra para ponerlo al día, al menos de lo que ellos sabían.

-Sabemos que anteayer hubo un ataque en Edimburgo, solo dementores, y el profesor Snape sospecha que el próximo será en Dublín.- Los gemelos sonrieron con picardía, los adultos no sabían que ellos tenían a su propio espía, y mejor aún, sus propios elementos de espionaje.

- También sabemos que… - Quiso continuar Hermione, pero un alto de la señora Weasley la interrumpió.

- ¿Cómo pueden ustedes…? Las reuniones son secretas, y yo misma hechicé la habitación para que ustedes no escucharan. Son demasiado pequeños para inmiscuirse en los asuntos de la guerra. Ahora mismo subirán a sus habitaciones y permitirán que hablemos con estas señoritas para saber que planean.- Exigió.

-Los siento señora Weasley, pero tengo asuntos pendientes con el director que debo atender y es mi deseo que mis amigos estén presentes.- Habló Harry, que continuó sin dejar a Molly impedírselo. – Profesor, tengo unos papeles que le interesara ver, sucede que fui con mis tíos y arregle unas cuestiones que aparentemente habían dejado sin resolver mis padres. Ellos sabían que si algo sucedía con Sirius antes de mi mayoría de edad mi tutela mágica pasaría inmediatamente a manos del ministerio o usted como supongo que sucedió. Sin embrago, encontraron una manera de impedirlo mediante los medios legales muggles. Si la tutela mágica de un menor con tutela muggle pasa a manos del ministerio, la familia muggle tiene el derecho de elegir sin a un nuevo tutor mágico sin la opción de que alguien más interceda. Esto es algo muy sencillo que puede llevarse a cabo con la firma de los tutores y de la persona escogida para apadrinar al menor. Mis padres dejaron un testamento muggle del cual fui informado hace pocos días, allí expresan sus deseos y los posibles candidatos ya aceptados por su magia. Asique si me lo permite, solo necesito el sello mágico del escogido para salir de sus garras y de las del ministerio.- Harry disfrutó profundamente de la sucesión de emociones que inundaron el comedor de la casa, todos estaban impresionados, sin duda algunos gratamente y otros no tanto, aunque nadie suponía quien podía ser, ya que todas las personas cercanas a los Potter estaban muertas o no eran una opción, pero se olvidaban de… - Esto incluye a cualquier persona mágica si los padres están de acuerdo, asique si me lo permiten, - Harry se paro y camino hacia Remus - ¿lo harías? ¿Serías mi tutor? Es mi deseo y el de mis padres.-

Remus lo miro sin creerlo, legalmente, el no era apto para esto, era una adopción en toda regla con la magia como testigo y supuso que si Harry se lo proponía era porque realmente podía y quería, pero estaba tan confundido que no podía reaccionar.

-No es una adopción completa, tu solo aceptas hacerte cargo de él en el mundo mágico, por eso es posible aun en tu condición.- Nicole fue quien respondió a sus dudas mentales, y aunque se pregunto cómo lo sabía, supuso que su cara lo había delatado.

- P..pe..ro, yo no tengo dinero o casa que ofrecerte Harry, y menos una familia, ¿porque yo?-

- ¿No lo entiende señor Lupin? Harry no necesita nada de eso, solo que sea su guía. Y si le preocupa, Harry tiene dinero suficiente para varios años. – Respondió Kerry casi riendo ante la cara de asombro de los demás.

Remus miró dubitativo a Harry, su condición lo atormentaba, pero Harry solo le devolvió una mirada llena de cariño, le pedía que lo quisiera, que lo guiara, y en su mirada, los recuerdos de James y Lily le rogaban. Remus no pudo negarse ante ellos. Tomó la forma que le ofrecía Harry y sin mirar a nadie, firmo en ella y deposito parte de su magia. Ahora el pacto estaba sellado. Harry lo abrazó y le agradeció en un susurro.

-Ahora, a lo que sigue. Ron, Hermione, Fred, George, Nicky, Kerry, Nosotros debemos tener una conversación, dejemos a los adultos discutir cosas que no nos interesan de momento, ¿a tu habitación Ron? Mejor si estamos solos. ¿Vienes Remus?- Habló Harry con una sonrisa.

Los nombrados solo lo siguieron con sendas sonrisas, el chico acababa de jugársela a Dumbledore en su propia nariz, el sueño de todos ellos.

Remus miró a Tonks disimuladamente antes de subir, ella lo ignoró y jugó con su anillo, la señal estaba dada.