Hetalia Axis Power no me pertenece...


Se quedó tendido en el suelo sintiendo como la sangre fluía por sus heridas con total libertad, viendo como la persona amada se iba con otro, apretó sus manos con rabia mientras le veía marcharse. Tal vez podría intentar levantarse, coger su hacha e ir tras él… pero ¿aquello merecía la pena si debía traerlo a la fuerza?

Si hacia eso y lograba traerlo a su lado lo único que conseguiría era que aquella escena se repitiera y no creía poder aguantar verle abandonarle de nuevo. Le dolía, le dolía todo, ya no por las heridas infringidas por el otro, si no por algo mucho más profundo, el daño que le había hecho apartándose de su lado .Cerró los ojos sin preocuparse por parar el flujo de sangre de sus heridas.

Abrió los ojos con lentitud al sentir como alguien le alzaba sin ningún cuidado, tal vez fueran sus hermanos que preocupados por su tardanza habían ido a buscarle.

Para que engañarse, él nunca fue del gusto de sus hermanos y Norge e Ice estaban demasiado bien sin él como para ir a buscarlo. Parpadeó varias veces para aclarase la vista y recorrió el rostro de la persona que le sostenía, esa sonrisa cruel que pretendía parecer inocente, esos ojos violetas tintados de maldad, había caído en los brazos del propio demonio.

-Parece que no te encuentras bien, Din-kun

La voz del otro hizo que se estremeciera, ese tono de voz, o más bien lo que había detrás de él era terrorífico, pero, aun así no mostró estar asustado, por mucho que aquello hubiera sido lo lógico. Perdería sus tierras, perdería a todos los que quería pero no perdería su orgullo y su sonrisa desafiante.

Aquello pareció divertir a su interlocutor que lo zarandeó sin ningún cuidado mientras reía maliciosamente.

-Parece que te han abandonado.

Se preguntó a que había venido, no es que hubiera tenido mucho contacto con el ruso y por lo tanto no había tenido oportunidad de molestarle, estaba demasiado ocupado formando su reino como para preocuparse en lo que hacían los otros. Tan solo un par de veces se habían encontrado por casualidad y podía asegurar que su rostro se le había quedado bien grabado en la mente. Habían llegado a sus oídos muchas historias sobre el ruso y su gusto por el sufrimiento ajeno, era el tipo de persona que disfrutaba haciendo daño a los demás, no solo a los contrarios si no también a las personas que se suponía que mas amaba… no era una buena idea convertirse en su enemigo.

-Y tus otros hermanos no han venido a por ti.

Rió, rió con fuerza y sin contenerse, las heridas le dolían pero siguió riendo, de haber tenido fuerzas para discutir le habría gritado que le dijera algo que no supiera, se abría zafado de su agarre y le habría dado la espalda, no estaba de humor para escuchar cosas que ya sabia.

-Ahora estas solo…

Tal vez era el efecto del cansancio o tal vez era producto de la perdida de sangre pero por un momento le pareció que la voz del otro se volvía mas suave, casi dulce. Dejó de reír para escucharle.

-… igual que yo.

Ahora recordaba, a él también le habían abandonado las personas que quería, muy probablemente a causa de su personalidad, se sentía identificado, incluso comprendido…

Las lágrimas brotaron de sus ojos sin poder contenerlas, abrazó al ruso con fuerza y sintió como el otro le abrazaba también, fuertemente y con brusquedad, sus heridas comenzaron a sangrar copiosamente y el dolor se hizo aun más latente, pero su sonrisa habitual no abandonó sus labios, incluso se hizo mas amplia.


Esto es una especie de prologo... pretendo que la historia sea mas larga, y este fic no es pro fin asique... Su no se quedara de brazos cruzados mientras din esta con Rusia~~