LO QUE TODO MUNDO SABE¬¬: inuyasha ni el fic me pertenece!!

jejejeje estoy feliz por tantos review en tan poco tiempo!!! por eso este regalito!!! jejeje actualice rapido!! (anyara tu constantes actualizaciones son contagiosas^^!!!)

UNA NOCHE DE COPAS

CAPITULO TRECE

POR: CHOBIT080

Esa noche fue bastante larga. Souta y Kaede me encontraron inconciente en el piso y me llevaron al hospital. El nacimiento del bebé se adelantó y los médicos me tuvieron que practicar una cesárea de emergencia, porque el bebé estaba mal acomodado. Después de la operación me visitaron Souta, Kaede y Sango, pero nadie sabía nada de Inuyasha.

Me abandoné por completo a los sedantes tratando de dejar atrás esa terrible noche. Por más que intenté no pensar en nada, perdí la conciencia pensando en él, que nuevamente no había estado conmigo cuando más lo necesitaba y en mi hijo que había nacido prematuro, bajo de peso y que hasta ese momento aún no lo había visto.

Pasaba del mediodía, yo intentaba comer la insípida comida del hospital cuando al la fin apareció Inuyasha. Lo escuché discutir afuera de la habitación con Sango y con Souta antes de entrar.

-Sango me dijo que renunciaba y Souta no me dejaba pasar –me dijo.

-Lo se. Estaba escuchando.

-¿Por qué nadie me aviso lo que estaba pasando? –Preguntó enojado, acercó una silla y se sentó junto a la cama-. Hablé con el doctor… Dice que el niño está bien.

-Pero no gracias a ti- le dije resentida.

Inuyasha abrió la boca para contestar para la volvió a cerrar de inmediato, agachó la cabeza y se pasó las manos por el cabello.

-Kikyo anoche amenazó con suicidarse –dijo apesumbrado, eso era su gran disculpa, diciendo eso esperaba arreglar todo-. De haber sabido que el bebé estaba a punto de nacer jamás te hubiera dejado sola.

-He tomado una decisión Inuyasha.

El me miró con preocupación.

-¿Qué decisión?

-Es posible que mañana me den alta y lo primero que haré será hacer las maletas para irme.

-No tomes decisiones precipitadas.

-No es ninguna decisión precipitada, ya lo he pensado muy bien, solo espero que tengas palabra y la cumplas.

El rostro de Inuyasha se volvió sombrío.

-Si crees que tú y el bebé estarán mejor lejos de mí no tengo más remedio que aceptar tu decisión- Inuyasha hizo una pausa y después agregó -. Solo quiero pedirte una cosa, quédate en la casa mientras terminas de recuperarte.

No se porque pero acepté de inmediato la oferta de Inuyasha.

-Aome yo no sabía que estabas a punto de dar a luz. No lo sabía Aome.

-Tu ignorancia no es una disculpa –le dije de golpe.

Inuyasha se puso de pie.

-Será mejor que me vaya para que descanses, que te mejores.

No pude ver a mi bebé hasta el día siguiente por la mañana, cuando me preparaba para abandonar el hospital. Daisuke llegó a recogerme milagrosamente acompañado por Souta. Eso por demás raro a las diez de la mañana para él era como si fuera de madrugada. Me dio gusto que tuviera ese detalle conmigo. Lo que no me dio gusto era que Inuyasha no se hubiera presentado pero ¿Qué tenía eso de extraño?

Souta y yo llegamos a casa al entrar a la recamara noté algo raro no visible a simple vista. No sabía exactamente que era pero sin duda había algo diferente en la habitación.

-Voy a divorciarme de Inuyasha –le dije a Souta.

-Eso es lo que debes de hacer –me dijo Souta muy contento con mi decisión –solo espero cumpla su palabra y te dé la mitad de todo lo que tiene.

-En ocasiones eres una persona de lo más odiosa. El dinero es lo único que te importa –le reproche a mi hermano.

-No… también me importan los buenos vinos y las mujeres hermosas.

-¿Como Kikyo?

-Si como Kikyo.

-¿Sigues con ella?

-Si. No encuentro un motivo para dejarla.

-¿Le haz estado sacando dinero? –le pregunté a Souta. Cada día que pasaba me decepcionaba más de él.

-No –me respondió indignado, como si supieras el significado de esa palabra-. No me creas tan ruin como para sacarle dinero a una mujer, además no necesito hacerlo, ella me ha dado unos regalos por iniciativa propia.

-Si ya veo. Tu reloj fino y tu chaqueta nueva que estas usando ¿Por qué Kikyo te daría unos regalos tan caros?

-Es obvio la traigo loca.

-No te engañes Souta. Ella quiere casarse con Inuyasha.

-Quizás quiera casarse con el perro pero se siente muy atraída por mí.

-Algo trama esa mujer, aléjate de ella.

-Otra vez vas a empezar con lo mismo –me respondió fastidiado.

Inuyasha apareció en el umbral de la puerta. Me preocupé al pensar que Inuyasha hubiera escuchado algo de nuestra conversación ¿Cómo reaccionaría si supera que Souta y Kikyo se entendían?

En esta ocasión Souta no se disolvió en el aire como en otras ocasiones sino que se le enfrentó con la mirada.

-Déjanos solos quiero hablar con mi esposa –le pidió al muchacho al ver que él no se movía ningún centímetro y que no tenía ninguna intención de hacerlo.

-¿Tu esposa? –Se mofó Souta -pues hasta que te dignaste a ver a tu… esposa –dijo poniendo énfasis en la última palabra.

-Mira muchachito no estoy de humor para tus estupideces.

-Peor para ti.

-Souta por favor déjame hablar con Inuyasha –tuve que intervenir antes de que alguno de los dos perdiera la paciencia.

-Ese muchacho me saca de mis casillas.

-No te preocupes en cuanto me vaya de esta casa Souta se irá conmigo.

Inuyasha no dijo nada de momento, se sentó en la cama encontrando de pronto muy interesante ver la televisión, que por cierto no estaba encendida.

-He sacado mis cosas de la habitación –dijo al fin volteando a verme-. Creí que así estarías más cómodas.

-Gracias… -supongo.

-Solo quería decirte eso.

-Espera un momento Inuyasha antes de que te vayas quiero pedirte algo.

-Dime.

-Quiero que le devuelvas su empleo a Sango.

-Yo nunca la despedí.

-Si pero me siento responsable de que ella haya renunciado.

-Aunque le pida que vuelva se que no lo hará.

-Yo la convenceré.

Inuyasha lo pensó unos segundos.

-Esta bien si puedes convencerla dile que se presente mañana mismo es más fácil reincorporar a Sango que conseguir otra buena contadora.

-Gracias Inuyasha.

Los días pasaron Sango se reincorporó de nuevo a su empleo con Inuyasha. Yo me la pasaba la mayor parte del tiempo en el hospital, pero Inuyasha no. De hecho lo miraba muy poco era como si a partir del nacimiento de nuestro hijo se hubiera levantado una barrera invisible entre nosotros. El se iba muy temprano por la mañana y regresaba hasta muy entrada la noche. Era increíble lo poco que le importaba la salud del niño y por desgracia Souta seguía saliendo con Kikyo.

Dos semanas después por fin daban de alta a mi hijo. Increíble que Souta se hubiera levantado temprano para acompañarme. Mas increíble era que Inuyasha no me acompañara, de seguro ni siquiera sabía que hoy daban de alta al bebé. No permitiría que eso me echara a perder el día, estaba de lo más feliz porque mi hijo por fin abandonaba el hospital.

De vuelta a casa una idea atravesó por mi cabeza. Le pedí a Daisuke que se dirigiera directamente al registro civil. Daisuke me obedeció no sin antes decirme que estaba en total desacuerdo con lo que pensaba hacer y Souta estaba feliz con su sobrino y trató de convencerme en el trayecto del camino de que le pusiera su nombre al niño.

Tiempo después llegamos a casa, me sorprendí que Inuyasha estuviera ahí esperándonos.

-Fui al hospital y me avisaron que ya te habías venido con el niño –me dijo tomando al bebé en los brazos y mirándolo con adoración.

-Me hubieras avisado que irías.

-¿Dime porque tardaron tanto en volver a casa? ¿Fueron a algún lugar?

-Si. Decidí registrar de una vez al bebé.

A pesar de que no lo expresó de inmediato pude darme cuenta de su enorme molestia. Acostó al bebé con sumo cuidado en su cuna. Era muy raro ver a un hombre haciendo eso y más a un hombre como Inuyasha. Después se dio media vuelta y se acercó a mí para encararme.

- ¿Y no se te ocurrió pensar que me hubiera gustado acompañarte?

-¿De la misma forma en que me acompañaste todo los días al hospital para estar al pendiente del niño? Francamente me sorprende que estuvieras enterado que hoy lo daban de alta.

-Tengo trabajo que hacer –se excusó él- además el bebé estaba bien atendido y siempre me mantuve informado de su salud. Sea como sea hiciste mal en tomar esa decisión arbitraria sin tomarme en cuenta.

-Bueno si, tal vez hice mal –tuve que admitirlo en honor a la verdad-. Tal vez quería desquitarme inconcientemente de ti porque estas dos semanas te has dedicado a ignorarme.

-¿Y como quieres que me comporte si te vas a divorciar de mi?

Yo no le respondí nada, para que seguirle dando vueltas a lo mismo, saqué unas fotografías de mi bolso y se las entregué. En una aparecía el bebé solo plasmando su huellita en el documento oficial, la otra foto aparecía yo con el bebé y había una tercera y última foto de grupo, salía el bebé, Daisuke, Souta y yo. Esa última fue la que provocó que a Inuyasha le saliera humo hasta por las orejas.

-Yo debería de estar en esta foto, no el chofer, ni el bueno para nada de tu hermano. ¿Y se puede saber que nombre le pusiste a mi hijo?

Estaba fastidiada de la actitud de Inuyasha. El quería consideraciones cuando él no tenía ninguna conmigo. Así que se me ocurrió darle más motivos para hacerlo rabiar más.

-Se llama Souta.

-¿Souta? –Preguntó retóricamente con una expresión de incredulidad que de no haber sido por la tensión me hubiera echado a reír-. Sabes que detesto a Souta.

-Souta es mi único hermano y lo mas importante es que él ha estado conmigo y me apoyado cuando tú no lo has hecho.

-¿Como diablos puedes sentirte apoyada por ese imbécil? –preguntó casi gritando perdiendo casi por completo la cordura.

-¡Quieres callarte! despertaras al bebé. Mañana a las dos de la tarde me entregan su acta de nacimiento –le informe- entregándole un recibo de pago-. ¿Irás conmigo? luego no digas que no te estoy avisando.

Inuyasha dio un ligero vistazo al papel.

-Aquí dice: Inuyasha Taisho Higurashi –me dijo sin saber que rayos pasaba.

-Si. Así se llama.

-¿Le pusiste mi nombre al bebé? –Me preguntó sorprendido.

-Si. Es tu hijo ¿no? Además se parece mucho a ti.

Pensé que Inuyasha echaría rayos y centellas por mi pequeña broma pero fue todo lo contrario, se calmó por completo. Se sintió orgulloso de que su primogénito llevara su nombre.

Souta escogió precisamente ese momento para entrar a la habitación del bebé, sin llamar antes a la puerta.

-¿No te enseñaron de pequeño a tocar antes de entrar? –le preguntó Inuyasha molesto.

-Si, si me enseñaron, pero este es el cuarto del bebé y dudo mucho que se hubiera levantado a abrirme la puerta –¡Pero que niño más precioso!– Exclamo levantándolo de la cuna.

-Ya lo despertaste ¡idiota! –Dijo Inuyasha furibundo.

-Pero si ya tiene mucho tiempo despierto, como no iba estarlo con los gritos que pegas, me sorprende que no este llorando. ¿Quién es el bebé más bonito? –Souta centró de nuevo su atención en el niño hablándole en un tono chistoso –De seguro cuando crezca será todo un rompecorazones, tiene que serlo, si esta igualito a mi.

-No seas estúpido el bebé no se parece en nada a ti –Inuyasha estaba a punto de reventar y Souta parecía que le daban cuerda en su tarea de hacerlo enfadar lo mas posible, la promesa que había hecho de no provocarlo mas había quedado atrás desde el momento en que Inuyasha me dejó sola al momento de dar a luz.

-Tanto dinero que tienes cuñadito y aún no te has podido comprar unos anteojos. El bebé se parece mucho a su mamá y su mamá se parece a mí por ser mi hermana, por lo tanto el bebé se parece a mí. Cualquiera que tenga dos dedos de frente se daría cuenta de eso.

Yo no sabía si reírme por esa discusión tan absurda o preocuparme por si las cosas se salían de control. Una cosa si era cierta, le gustara o no a Inuyasha el bebé se parecía a Souta, al menos en el color de cabello que era el mismo que el mió. Ese era el único rasgo genético que mi hijo heredo de mi, en todo lo demás era igual a Inuyasha.

-Mejor me voy antes de que termine por perder los estribos.

-Si, si, mejor vete, dile adiós a tu papa gruñón bebé –dijo Souta de nuevo tratando de imitar la forma de hablar de un bebé y agitando la manita del niño.

-No deberías de hacer enojar tanto a Inuyasha.

-Yo no tengo la culpa de que tu marido sea un pesado –Souta arrugó la nariz y estiro los brazos sosteniendo al bebé lo más alejado de él –toma a tu hijo creo que ya se hecho a perder, yo también debo irme.

-Vas con esa mujer ¿verdad? Hasta cuándo entenderás cuando sea demasiado tarde.

-No empieces con lo mismo Aome. No pasa nada. Mejor terminó de irme… como una cosa tan bonita puede hacer algo tan desagradable –murmuró antes de irse refiriéndose a que el bebé había ensuciado el pañal.

La tarde de ese día transcurrió tranquilamente, sin ninguna novedad. El pequeño Inuyasha como la mayoría de los recién nacidos dormía la mayor parte del tiempo. Recibí la visita de la directora del jardín de niños y otras compañeras de trabajo que querían conocer al niño y también me trajo unos documentos que necesitaban mi firma. Tristemente pensé en devolverla el plantel a Inuyasha una vez que me haya divorciado de él.

Mas tarde casi oscureciendo llegó Sango cargando un montón de cosas para el niño, estaba encantada con él. Mis compañeras de trabajo ya se habían ido.

Dos horas después llegó Inuyasha, increíble que hubiera llegado temprano. Se estaba tomando muy en serio su papel de padre. De inmediato Sango pretexto que tenía que levantarse temprano al día siguiente y se despidió, no valió para nada mi insistencia para que nos acompañara a cenar. Era obvio que la relación de Sango e Inuyasha había quedado reducida exclusivamente de trabajo. Inuyasha había dejado de ser para ella el gran amigo y el jefe ejemplar.

-¿Y donde está el bueno para nada de tu hermano? –Me peguntó Inuyasha en el comedor mientras cenábamos.

"Revolándose con la zorra de Kikyo"

-No tengo la menor idea. No creí que tuvieras ganas de verlo.

-No digas tonterías entre mas lejos este de mi mucho mejor.

-No te preocupes por eso mañana mismo nos iremos de aquí.

-¿Mañana? –Preguntó Inuyasha deteniendo a medio camino el bocado que llevaba a su boca.

-Si no veo el motivo por el que deba permanecer más tiempo en tu casa.

-Esta también es tu casa y la de mi hijo también.

-Si pero las circunstancias han cambiado mucho –Por un momento tuve la vaga idea de que Inuyasha me pediría que me quedara pero eso no era mas que una falsa ilusión. Inuyasha acabó el contenido de su copa de un solo trago y se retiro dejando su palto a medio comer.

Terminé de cenar con desgano y me dirigí al cuarto del bebé, ahí estaba Inuyasha contemplándolo como si se tratara del tesoro mas grande y valioso del mundo. Estaba muy claro a él no le importaba si me iba o me quedaba, solo e importaba su hijo. Casi me llegué a sentir culpable por separarlo de él.

-¿Te iras a vivir otra vez con Sango?

-Si… estará feliz de que de nuevo le ayude con la mitad de la renta –le comenté como una pequeña broma para liberar un poco la tensión pero a ninguno de dos nos hizo gracia -Podrás ir a ver al bebé todos los días.

-Por supuesto que lo veré todos los día –me dijo con convicción –aunque no sea bien recibido por Sango.

Inesperadamente Inuyasha se llevó una mano al corazón como si le estuviera dando un paro cardiaco. Era su celular que estaba vibrando lo sacó del bolsillo de su camisa para responderlo.

-¿Si?... Kikyo.

Y conforme Kikyo le estaba contando sabrá dios que cosas el rostro de Inuyasha se iba desencajando.

-¡No puede ser! –Respondió Inuyasha totalmente atónico- quédate donde estas, no hagas nada, no vayas a ningún lado. Espérame ahí.

-No puedo creerlo. Juro que soy capaz de matar a ese desgraciado -Inuyasha apretaba su teléfono celular que me extraño que no lo rompiera. El bebé empezó a llorar.

-Inuyasha cálmate, hiciste llorar al niño.

-No puedo calmarme ese maldito me las va a pagar todas.

-¿De quien estas hablando?

Nunca había visto a ese Inuyasha en ese estado. Estaba alterado, trastornado, completamente fuera de sí, sea lo que sea que le haya contado esa mujer había logrado su cometido. Inuyasha salió del cuarto azotando la puerta sin contestar mi pregunta y sin darme ningún tipo de explicación y sin importarle que con el ruido que hizo asustara más al bebé. Cuando se trataba de Kikyo se olvidaba de todo y no le importaba nada más.

Me quedé muy preocupada después de que Inuyasha salió. Bajé a la sala con mi bebé en brazos. No me quedaba nada más que hacer más que esperar a Inuyasha, aunque de sobra sabía que no llegaría en toda la noche. El que me sorprendió llegando temprano fue Souta. Prácticamente acababa de irse Inuyasha cuando el apareció.

-No tienes buena cara ¿pasa algo?

-Inuyasha recibió una llamada de Kikyo y se fue diciendo que tenías muchas ganas de matar a alguien.

-Que raro. Yo vengo de ver a Kikyo y estaba de lo más feliz y tranquila.

-Esto no me gusta nada –le dije sumamente preocupada.

-Relájate. Tu marido es un enojón que por todo se altera. Kikyo inventó otra de sus crisis para que este con ella y no contigo.

-No esta vez fue diferente. Estoy asustada.

-Deja de preocuparte sin razón. Vámonos a dormir veraz que mañana todo estará bien.

-Hablando de dormir. Es raro que te reportes temprano en la casa.

-Kikyo me dijo que no quería pasar la noche conmigo. Que estaba cansada y que quería descansar.

-¿No te parece extraño? Se despide de ti, luego llama a Inuyasha, le dice no se que cosa y el se pone como loco.

-Ya te lo dije Aome, solo quiere fastidiarte hacerte la vida pesada mientras terminas definitivamente por separarte de él. Deja de preocuparte y de imaginarte cosas que no son mira que se te puede cortar la leche y entonces sería mi sobrino el que pagaría los platos rotos.

Me tomó del brazo y juntos fuimos a acostar al pequeño Inuyasha. Después me acompaño a mi recamara repitiéndome que todo estaría bien. Lógicamente debería de tener razón. Kikyo ya había logrado su cometido de separarme de Inuyasha ¿Qué se ganaba con inventar mas intrigas? Pero algo en mi interior me decía que las cosas no eran así, conocía a Inuyasha y conocía también a Kikyo. Algo muy grave pasaba o estaba a punto de pasar. De eso no me cabía la menor duda.

CONTINUARA

*O*!!!! tantos review en tan poco tiempo!!!!

Por eso este regalo^^!!!!

SEÑORES Y SEÑORAS!!!! Para el próximo capi se revelara hasta donde es capaz de llegar esa arpía!!! Dios!!! Y que mal nacido de inuyasha verdad?!!

Yo ya me hubiera divorciado!!!

XD!!!!

Que generosa me siento!!!! Gracias a :

Katys Camui

Javita0san

Chie Abi

Paulaa :D !

kira christopher

Luz Celestial

blacklady-moon

Lorena

Kesiichan

Sara

amafle

setsuna17

blandy

Kira Masen

nickita021

kata

Wa nuevas caras!!! *O*!!!!

Como me siento feliz y muy generosa les dejo unos buenos adelantos!!!!;D!!

-Inuyasha ¿Qué es lo que pasa? –le pregunté muy exaltada.

Inuyasha sacudió sus brazos para deshacerse del agarré de los policías.

-Pregúntaselo al miserable de tu hermano.

Miré con impotencia como Souta era sacado de la casa, custodiado por la policía.


-No es justo que mi hermano sea condenado por una mentira.

-Lo sé pero algo me dice que está a punto de caérsele el teatrito a Kikyo, mi intuición nunca me ha fallado.


-No me sorprende que te hayan liberado tan pronto de los cargos por golpear a Souta, con tu dinero y tus influencias supongo que eso para ti fue como un juego de niños. Pagas una fianza y sobornas a medio personal para que agilicen los trámites y "tan tan" sales libre en tiempo record.

-No tuve que pagar nada. Tu hermano no presentó cargos en mi contra… que iluso de su parte si piensa que con eso me voy ablandar con él. Souta pagara muy caro por lo que hizo.


-Lo que acordamos fue que al nacer el niño te irías con él si querías hacerlo pero el niño tiene dos semanas de haber nacido y tú sigues aquí. El trato que hicimos en Francia ya no existe, ahora solo prevalece el contrato matrimonial, lo que esta escrito, como debió de haber sido siempre. Eres libre de irte o quedarte pero no permitiré por ningún motivo que te lleves a mi hijo.

TAN!! TAN!!!

QUE TAL?!!! QUE CREEN QUE INVENTO LA ARPÍA AHORA!!! Y QUE TAL EL INUYASHA!!!!

DIOS!!!!! JEJEJE

FUERZA CHILE!!!!

Y CLARO QUE TODO SALDRA BIEN!!! SON UN PAIS QUE SABE SALIR ADELANTE!!^^!!!!

DIOS LOS BENDIGA!!!

RECUERDEN QUE DESPUES DE LA TORMENTA VIENE LA CALMA!!!

SALUDOS Y BESOS DESDE VENEZUELA!!!!

EN LA UNION ESTA LA FUERZA!!!