1.- ¿Qué ha pasado?

Un día normal en la ciudad. El sol brilla, los coches circulan por las calles, la gente se apresura al trabajo. Si, un día normal, tranquilo… y aburrido.
El último mes no hubo ni una sola emergencia, ni tan siquiera un simple atraco a un banco. Dado lo anormal que esto es, y sabiendo que nosotras estamos acostumbradas a emergencias diarias, no es difícil pensar en las reacciones de cada una…
Cactus está intratable. Simplemente lleva demasiado tiempo sin descargar su furia, y es una chica muy, muy impulsiva. Pobre del próximo criminal que coja…
Burbuja, por el contrario, está extrañamente melancólica. Bien, vale, siempre ha sido la más tranquila, pero parece que en el fondo añora las palizas diarias a tipos como Mojo.
Yo, por mi parte… bueno, vale, es cierto, tampoco estoy muy tranquila, pero es diferente. Pienso que esto está demasiado tranquilo, como la calma antes de la tempestad, no sé si me entendéis. Se avecina algo, y no soporto no saber de qué se trata.
Bueno, volviendo a lo nuestro, este es un día más, tranquilo y aburrido. Estamos haciendo la patrulla rutinaria, y con un poco de suerte hoy se romperá la monotonía. No es que desee la desgracia de algún negocio, pero un simple atraco estaría bien.

Mientras seguimos patrullando, os contaré el último crimen que detuvimos.
Bien, ese martes estábamos patrullando, como de costumbre, cuando oímos una tremenda explosión al norte. Estábamos separadas en ese momento, pero llegamos casi en el mismo segundo al lugar, marcado por una columna de humo negro. Alcancé a vislumbrar un par de siluetas, pero enseguida recibí un tremendo impacto que me lanzó volando contra el edificio que tenía detrás. En ese momento no estaba segura, pero juraría que había sido una especie de rayo rojo.
El caso es que me lanzó en diagonal hacia arriba, con lo que atravesé un par de pisos antes de recuperar el control. Pero en vez de regresar directamente, decidí rodear ligeramente para ver mejor la situación, y averiguar a qué nos enfrentábamos.
No, no penséis que abandonaba a mis hermanas. Saben cuidarse solas. Pero no podía exponerme a otro ataque por sorpresa como el primero, hay que comprenderlo. Así que paré en el tercer piso, me asomé un poco por la ventana, y adivinad lo que vi: un par de personas, vestidas de rojo y azul respectivamente, el de rojo con una gorra roja y el pelo y ojos también rojos, y el azul de ojos del mismo color y rubio, con flequillo despeinado.
Seguramente la mayoría habréis adivinado que se trataba de Brick y Boomer, dos de los Rowdyruff Boys. Y por esa misma razón decidí mantenerme al margen un poco más. Si había ahí dos Rowdyruff, el tercero debería andar cerca, quizás escondido. Así que observé y escuché.

-Cactus: Vaya, así que ahora os dedicáis a destruir la ciudad. Qué originalidad…

-Brick: Nah, tenemos otras cosas en mente. De hecho, no tenemos tiempo que perder con las supercrías.

-Cactus: Pues es un problema, porque yo sí tengo tiempo que perder quitándote esa sonrisa de la cara.

Tras decir esto, Cactus salió disparada en dirección a Brick, sin molestarse en correr siquiera. En una fracción de segundo atravesó los 20 metros que los separaban y le lanzó un puñetazo directo a la cara, que Brick apenas pudo esquivar. Por desgracia, Burbuja no reaccionó a tiempo, por lo que Cactus se encontró con que Boomer estaba libre, contraatacando mientras Brick se recuperaba y se enfrentaba a la recién incorporada Burbuja.
Boomer lanzó un directo al estómago de Cactus, y la envió un par de metros atrás, pero dura como acostumbra a ser mi hermana ignoró el golpe y se lanzó enseguida con una tremenda patada que si hubiera dado en el blanco habría batido algún récord en distancia de lanzamiento. Aunque no dio en el blanco, el tremendo puñetazo de arriba abajo que le siguió sí que lo hizo, dejando a Boomer literalmente clavado en el suelo y temporalmente fuera de combate. Al menos unos segundos.
Mientras, Burbuja había llegado junto a Brick, y le había lanzado un golpe circular a la cara justo cuando éste miraba en su dirección. En consecuencia, Brick realizó una excursión similar a la mía por el edificio enfrente de mí, aunque decidió volver enseguida lanzando una tremenda patada que destrozó el asfalto donde un instante antes estaba Burbuja.

Bueno, podría seguir describiendo la batalla entera, pero os haré un resumen de lo que siguió:
Boomer se recuperó unos segundos más tarde, se levantó y tras un intercambio con Cactus ambos salieron despedidos por los aires al lanzarse ambos una descarga de energía, azul y verde respectivamente. Mientras, Burbuja y Brick continuaron su toma y daca en el aire, volando, y se alejaron de la ciudad sin darse cuenta.

Fue entonces cuando Butch me atacó.

No supe de dónde salió, pero atravesé de nuevo el edificio, esta vez en dirección contraria, y me clavé de frente en el asfalto. Apenas pude esquivar su siguiente golpe, mas fue suficiente para recobrarme y afrontarle.

-Pétalo: ¿Qué estáis buscando?

-Butch: Si Brick no te lo ha dicho, ¿por qué lo iba a hacer yo?

-Pétalo: O sea, que ¿Brick es vuestro jefe? Os consideraba más anárquicos.

-Butch: No es el jefe, simplemente le dejamos creer que lo es y nos deja en paz. Ahora calla y muere un poco, ¿quieres?

-Pétalo: No creo

Entonces le lancé la lanza de energía que estuve preparando durante la charla, que si bien no le dio de lleno al saltar, lo desequilibró lo suficiente. Enseguida me lancé contra él, y golpeé con todas mis fuerzas en su estómago, con lo que no sólo se dobló, sino que aún no estoy segura de cuántos edificios tuvieron que reparar en línea recta desde allí. Aún hoy pienso que me pasé, pero tenía que ayudar a mis hermanas y no tenía tiempo de juegos.
Tranquilos, no murió. Nunca habría golpeado tan fuerte si tuviera alguna duda respecto a su capacidad de supervivencia, y siendo al menos tan duros como nosotras, seguro que sobrevivía.

En fin, que salí a buscar a mis hermanas. Encontré a Cactus sentada sobre unos restos de un banco, con un inconsciente Boomer a su lado y las ropas de ambos en estado lamentable, por no hablar de suciedad y rasguños.

-Pétalo: Parece que te ha ido bien.

-Cactus: Bah… Este tipo… no era tan duro…

-Pétalo: Pues pareces cansada, y magullada.

-Cactus: Qué va… sólo dame… un segundo…

-Pétalo: Bueno, seguiré buscando a Burbuja. Cuando estés lista ven, ¿ok?

-Cactus: Ok…

Salí volando de allí, y seguí buscando a Burbuja. No había dejado un rastro de destrucción tan visible como Cactus, pero aún así logré alcanzarles en un bosque justo en la periferia de la ciudad. Cuando llegué allí, Brick le dio un tremendo golpe a Burbuja que la lanzó contra mí, que apenas tuve tiempo de cogerla y caer con ella.

-Pétalo: Burbuja, ¿estás bien?

-Burbuja: …

-Pétalo: Vaya, está inconsciente… No te preocupes Burbuja, que enseguida se la devuelvo en tu lugar.

La dejé apoyada contra un árbol, y me lancé a perseguir a Brick. Lo alcancé antes de que se alejara 50 metros del lugar.

-Pétalo: ¡Ahora verás!

-Brick: ¡No tengo tiempo para esto!

-Pétalo: ¡Como si me importara!

Lo cogí y lo lancé con fuerza contra un árbol, en diagonal hacia el suelo, y antes siquiera de que tocara el suelo llegué junto a él y le di un puñetazo como el que clavara a su hermano en el suelo hace unos minutos. Sin embargo, logró levantarse, y me respondió con igual furia.

Al principio ambos recibimos y golpeamos con furia, pero a medida que pasaba el combate apenas lográbamos alcanzar al otro, y estábamos igualados. Es extraño, pero llegó un punto en que empecé a disfrutar del combate, y creo que él también. De todas formas, seguía teniendo presente la idea de noquearlo.

No sé cuánto se habría prolongado el combate, pero entonces apareció Cactus y le golpeó por sorpresa, no con mucha fuerza (al menos no para nosotras). Sin embargo, la distracción fue suficiente para que yo le diera un golpe decisivo, con lo que el tercer Rowdyruff quedó inconsciente.

-Pétalo: Guau… Gracias Cactus, no sé cuánto más habría durado.

-Cactus: No es nada, pasaba por aquí.

-Pétalo: Deberíamos coger a Burbuja, detener a los Rowdyruff e irnos de aquí….

-Cactus: La verdad, no sé dónde iban a meter los policías a estos tres sin riesgo de que escaparan, así que creo que ahorramos tiempo si los dejamos donde están y que despierten cuando sea. Seguro que después les dolerá lo suficiente el cuerpo para evitar los delitos algún tiempo.

-Pétalo: Quizás tienes razón… No me gusta dejar un trabajo sin terminar, pero supongo que no podemos hacer más. Venga, cojamos a Burbuja y vayámonos.

La verdad es que nosotras tampoco estuvimos muy finas al día siguiente, pero por suerte ese día no hubo crimen. De hecho, hace ya un mes de ello (como ya dije), y ni rastro de delitos…

Me pregunto qué se estará cociendo…

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Bien, este es el primer capítulo de mi fic. Aún no está acabado, pero ya tengo listos algunos capítulos más xD

Se agradecen los comentarios.