Kisses, Bloody kisses
No kisses.
El camino que tomaron desde que dejaron atrás Thriller Bark fue mucho más tranquilo de lo esperado, a pesar de la cercanía, a cada tiempo que pasaba mucho más cerca, de la Red Line que indicaba el final de la primera mitad de Grand Line y, tras cruzarla, la llegada al Shin Sekai.
Los Mugiwara aprovecharon este tiempo para recuperarse de lo vivido en Thriller Bark aunque, el que más se dedicaba a esta tarea, precisamente, estaba muerto. Brook caminaba por todo el Sunny tratando de conocer en profundidad a sus nuevos nakama pero, aunque ya intimaba lo suficiente con ellos, las dos onna de la tripulación seguían sin permitirle ver sus bragas. Esto no hacía si no animar la vida a bordo. Gritos por parte de Nami, ataques por parte de Sanji y risas por parte de los demás. Y, aunque Robin también se divertía, no podía evitar fijarse en que Zoro seguía manteniéndose algo apartado de sus nakama.
Es curioso que, desde que me uní a los Mugiwara tras Arabasta, sea kenshi-san, el primer nakama de Luffy, el que se mantiene bastante apartado de sus nakama, a no ser por fuerza mayor. Si me parece que estuve más cerca de ellos cuando sospechaba de mí que él durante todo este tiempo.
Por supuesto que, parte de la culpa, era el continuo entrenamiento que realizaba Zoro y que, cuando no estaba entrenando, dormía para recuperar las fuerzas para el próximo entrenamiento. Eso era tener la cabeza en su sueño y Robin no podía decir nada ya que ella hacía lo mismo que Zoro. Aunque, en su caso, el entrenamiento era la continua devoración de libros y aumento de conocimientos.
Tuvieron cierto momento de interés cuando probaron el Shark pero, a causa de ello, se encontraron ante una nueva aventura para Luffy. Una de mucha importancia al tratarse de meshi; takoyaki, para ser más precisos.
Para salvar al tomodachi de Camie, la ningyo, quien resultó ser Hachi, antiguo nakama de Arlong, se enfrentaron a los Tobiou Riders y, aunque fueron fácilmente derrotados, a Robin no se le pasó por alto el que, en un momento de la pelea, Zoro se había resentido de sus heridas pero, viendo que no se encontraba en peligro, le dejó tratar la situación al propio kengou.
Al llegar al archipiélago Shaboady los Mugiwara se separaron durante la visita para terminar de encontrarse en la Casa de Subastas Humanas a donde habían llevado a Camie para venderla como esclava. A partir de ahí todo se sucedió de manera vertiginosa ya que, aunque algunos de los Mugiwara trataron de solucionar la situación sin llegar a la violencia, por temor a que pudieran llamar la atención de la Marina, cuando llegaron Zoro y Luffy ya no hubo otra salida.
Luffy golpeó al tenryuubito que había disparado a Hachi y se encontraron con todas las fuerzas de la ley en Shaboady yendo a por sus cabezas. Por lo menos habían logrado salvar a Camie y a Hachi pero ahora debían huir cuanto antes de Shaboady antes de que llegara uno de los Taishou que mandarían por haber golpeado a un tenryuubito. Dejando a Camie, Hachi y Pappag en el Shakky's Rip-off Bar, los Mugiwara debían ocultarse durante tres días hasta que Rayleigh pudiera terminar de barnizar el Sunny para poder atravesar la Red Line bajo el agua.
No pudieron ir muy lejos cuando les atacó quien parecía ser el shichibukai Bartholomew Kuma pero que, tras un arduo combate, descubrir que se trataba de una copia. Durante este combate quedó claro, para todos, que Zoro seguía maltrecho por las heridas sufridas en Thriller Bark, tanto que, en un momento, tuvo que dejar de participar en el combate a causa del fuerte dolor. Por supuesto que esto no le impidió continuar en la lucha, incluso realizó un ataque que conllevaba un perfecto dominio de su poder, lo que asombraba dado su estado.
Robin no le quitaba el ojo de encima y mantuvo su rostro inexpresivo cuando Chopper comentó que Kuma había pensado, por error, que los había matado en Thriller Bark y que venía a solucionar dicho error. Zoro no dio muestras de saber la verdadera causa porque Kuma no les mató en aquella ocasión.
Desafortunadamente no tuvieron mucho tiempo para pensar ya que, al poco de derrotar a la copia del shichibukai, llegó otra junto al encargado de estos, llamados Pacifista, y guardaespaldas del Dr. Vegapunk, Sentoumaru que era capaz de dañar a Luffy a pesar del hecho de ser de goma. Sin otra salida, dado el lamentable estado en el que se encontraban tras su combate contra el primer Pacifista, Luffy ordenó que se retiraran hasta dentro de tres días.
Los Mugiwara se separaron en tres grupos pero antes de poder alejarse mucho, el grupo de Zoro fue atacado por alguien que ninguno de ellos esperaba.
Kizaro taishou. Que le alcanzó a Zoro de lleno en el pecho con uno de sus ataques derribándolo con absurda facilidad. A pesar de encontrarse herido, Robin sabía que el kengou no lo pondría como excusa para haber sido derribado, aunque fuera ante un mismísimo taishou de la Marina.
En este momento, con la vida de Zoro en peligro, y viendo que los intentos por parte de sus nakama, Usopp y Brook, resultaban del todo fútiles, Robin decidió que era el momento para ayudarle sin que pudiera decirle nada por hacerlo. Usando su Hana Hana no mi hizo aparecer unos cuantos brazo fleur para apartar a Zoro del objetivo de la pierna de Kizaru pero, antes de poder ponerlo a salvo, el taishou lo detuvo colocando un pie sobre el pecho del kenshi.
La angustia de saber que no podía hacer nada para ayudarle, el saber que iba a ser testigo de su muerte, le estaba produciendo una taquicardia a Robin. Sentía como su corazón latía enloquecido ante el funesto futuro al que estaba abocado Zoro. Sus piernas perdían fuerza y parecía estar a punto de caer rendida al suelo de rodillas mientras su boca se encontraba abierta en un rictus de desesperación. Su mirada desesperada parecía a punto de romper en llanto cuando sucediera lo inevitable.
Y el golpe de Kizaru fue lanzado contra Zoro… para ser desviado, en el último momento, por parte de Rayleigh que, de alguna manera, logró golpear la pierna del taishou, un logia. De esta manera, lo inevitable pudo evitarse.
El alivio de verle seguir con vida, como Usopp cargaba con Zoro y corría alejándose de Kizaru, poniéndole a salvo, junto a Brook no duró mucho, sólo el tiempo que tardó Sentoumaru en ver el estado en el que se encontraba Zoro, y enviase a un Pacifista a por él y su grupo. Los ataques del Pacifista los detuvo en poco tiempo e, incluso con la ayuda de Sanji, no parecían que pudieran hacer nada para impedir que matasen a Zoro. Hasta que apareció alguien inesperado.
El verdadero Ouka shichibukai Bartholomew Kuma.
Usando el poder de su Akuma no mi, hizo desaparecer al Pacifista ante la asombrada mirada de los Mugiwara pero lo peor estaba por llegar tras haber compartido unas pocas palabras con Zoro. Sin que nadie pudiera hacer nada para impedirlo, Zoro desapareció del archipiélago Shaboady.
Era cierto que cada uno de los Mugiwara sintió como se les hubieran arrancado una parte de ellos. Se sentían fríos, incompletos ante la desaparición de Zoro pero, uno de ellos, Robin, miraba absorta al lugar en el que, apenas un segundo antes, se había encontrado Zoro.
Finalmente sus piernas no aguantaron más y la hicieron hincarse de rodillas. La situación le parecía surrealista, fuera de lugar, imposible. Pero aquí se encontraba, real y despierta ante una situación que se veía venir dada la manera de ser, y de encarar las situaciones, por parte de Zoro.
Ya no estaba.
¿Qué le había pasado? Podía estar muerto, podía estar… ¿dónde podía estar Zoro?
Eran preguntas que surgían por propia inercia y que amenazaban con ahogar a Robin si no hacía nada al respecto. Y fue, precisamente, el recuerdo de Zoro, su manera de actuar y de pensar, lo que logró hacer reaccionar a Robin. Su rostro roto por la desaparición de Zoro mudó al momento por el de la pura determinación que movía al kenshi en sus acciones para actuar, para proteger a sus nakama.
Lo importante no era lo que le podía pasar a cualquiera de ellos, lo importante es que lo que les pudiera suceder fuera por una buena causa. Zoro dio su vida por Luffy en Thriller Bark y logró sobrevivir cuando la Muerte era lo único que le esperaba. Ninguno de ellos, mucho menos alguien como Robin, capaz de analizar causas y motivos, podía permitirse el bajar los brazos.
La imagen de Zoro la devolvió a la realidad para que llegase a captar el rugido de Chopper, transformado y descontrolado por la sobredosis de Rumble Ball, antes de que los aplastase de un puñetazo. A Luffy y a ella.
¿Qué crees que estás haciendo, Robin? Kenshi-san no se ha esforzado tanto y dando todo para que lo desperdicies a la primera ocasión que se presenta. Nuestro senchou nos dio una orden y debemos obedecerla.
A pesar de tan entusiastas pensamientos, el paso de los segundos no hacía si no servir para contemplar como cada uno de los Mugiwara que terminaban ante Kuma desaparecía sin dejar ni rastro de su presencia en el lugar. Nadie tuvo ninguna oportunidad ante el shichibukai. A pesar de toda la fuerza que pudieran tener, mermada por el combate contra el Pacifista, no podían encarar semejante habilidad. Después de que hubiera parpadeado, con los gritos desesperados, rotos y angustiosos, de Luffy llamando por Nami, y por los de la akage pidiéndole ayuda a Luffy, resonando aún en sus oídos, con la visión de la titánica figura de Chopper desapareciendo ante ella, vio como aquella mano, enorme mano, se dirigía hacia su próximo objetivo. Ella misma. Nico Robin.
No importaba lo mucho que pudiera tratar de huir. No importaban las ganas de Luffy por tratar de salvar aunque fuera a uno solo de sus nakama. No había nada que hacer para impedir lo que iba a suceder porque todos ellos estaban igual de indefensos ante Kuma como lo había estado Zoro bajo el peso de sus graves heridas.
Su voz llamando a Luffy desapareció junto a la imagen de su senchou ante sus ojos cuando fue sustituida por el rostro de Zoro. Zoro mirándolo con dureza, con sospecha y dudas. Veía como cambiaba aquella mirada con pasos lentos pero graduales hasta que la empezó a ver como una nakama y, en los últimos tiempos, como alguien más cercano.
Y ahora ya no estaba a su lado, tal vez ya no podrían estar juntos nunca más. Todo dependería si las palabras de Sentoumaru eran ciertas y solamente estaban siendo enviados a alguna parte lejos de Shaboady porque, de ser así, estaba segura de que podrían volver a estar juntos porque nada podría impedirles el lograrlo. A ninguno de ellos. Ni siquiera las graves heridas de Zoro podrían frenarle para volver junto a sus nakama.
Tal vez, como mucho, su mal sentido de la orientación… pero espero que el seppun que le di en Thriller Bark pueda ser suficiente hasta que nos volvamos a encontrar.
Y con este pensamiento, con namida en sus ojos, Nico Robin, desapareció del archipiélago Shaboady.
__________
ENDorFIN
Hasta aquí este pequeño fic de pequeños capítulos. Sinceramente espero que haya sido de vuestro agrado y que halléis disfrutado de la lectura.
REVIEWS.
REVIEWS.
Muchas gracias por todos los REVIEWS enviados por parte de:
Gabe Logan.
Erk92.
Roses Blanches.
Mugiwaragirl.
Hime-chan_kyu.
Nos leemos.^^